Monasterios pintados de Bucovina en el norte de Rumanía

El noreste de Rumanía tiene un pequeño tesoro, los maravillosos monasterios pintados de Bucovina, que son pequeñas iglesias cuyas paredes se cubrieron de frescos allá por el S. XVI. Estas joyas arquitectónicas te permiten viajar a la Edad Media del Principado de Moldavia. ¿Nos acompañas a descubrirlos?

Collage de 8 fotos sobre los monasterios pintados de Bucovina

¿Estás organizando una ruta por Rumanía y te estás preguntando si incluir Bucovina en tu itinerario? Pues sigue leyendo, que te vamos a contar todo lo que nosotros vimos en un día y medio por esta región cuyo nombre significa tierra de hayas.

Como te puedes imaginar, nos centramos en visitar los monasterios pintados de Bucovina, de los que visitamos seis de ellos. Además, incluimos también otros que no tienen frescos en su exterior, así como su ciudad más importante, Suceava.

En este post vamos a darte mucha información interesante para visitar una de las joyas arquitectónicas de Rumanía, pero antes…

En nuestro blog encontrarás más información sobre Rumanía, que, esperamos, te sea de ayuda:

Dónde está Bucovina

Bucovina es una región histórica que está repartida entre Rumania y Ucrania. Así, la parte de la que te vamos a hablar está al noreste de Rumanía y en su mayor parte pertenece al condado de Suceava.

Y aunque hoy veas un área tranquila llena de campos verdes y monasterios idílicos, esta tierra ha sido ocupada por muchos pueblos, formando parte de la Rus de Kiev y del Principado de Moldavia. Además, ha estado bajo el dominio de varios imperios, como el Otomano o el Austriaco. 

Asimismo, rumanos y ucranianos se han disputado su posesión y, a día de hoy, hay minorías de ucranianos y rumanos en la Bucovina rumana y la Bucovina ucraniana respectivamente.

Cómo llegar a Bucovina

Los aeropuertos más próximos a ella son los de Suceava, Iasi y Bacau, aunque siempre puedes llegar en coche después de haber volado a otra zona de Rumanía.

Así, para encontrar los billetes de avión que mejor se adapten a tus objetivos, te recomendamos usar Skyscanner, porque permite ver fácilmente qué fechas sale más barato volar o qué destino es más económico.

Nosotros te recomendamos conocer Bucovina en coche, pues es la manera más cómoda para llegar a todos sus rincones. De hecho, así lo hicimos nosotros, que alquilamos un coche a través de Rentalcars en el aeropuerto de Cluj Napoca. 

Sin embargo, si no quieres conducir, puedes unirte a esta excursión de día desde Suceava por los monasterios pintados de Bucovina.

Aparte, puedes entrar en Trainline y ver qué opciones tienes para llegar a esta región en transporte público.

Qué ver en Bucovina

Si viajas a esta región, es para descubrir los monasterios pintados de Bucovina, que son, sin lugar a dudas, su principal atracción. No obstante, vamos a hablarte de un par de lugares que merece la pena incluir en una ruta por esta zona.

Si te interesa saber cómo organizamos nuestro tiempo en esta área, te lo contamos en ruta de 12 días por Rumanía.

Monasterios de Bucovina

En Bucovina hay un gran número de monasterios, siendo los más conocidos los que presentan sus paredes exteriores cubiertas de frescos.

Historia de los monasterios

Para conocer sus orígenes, tenemos que irnos al S. XV, cuando esta tierra formaba parte del Principado de Moldavia, cuyo gobernante más celebre fue Esteban el Grande, que reinó de mediados del S. XV a comienzos del S. XVI.

Pues bien, este fundó numerosas iglesias y monasterios. Es más, se dice que levantaba uno nuevo después de cada una de sus victorias importantes. Sin embargo, fue su hijo, Petru Rares, quien tuvo la iniciativa de pintar sus paredes exteriores.

Así, a partir de la década de 1530, una quincena de iglesias fueron decoradas con frescos de gran belleza, que, además, tenían un carácter didáctico para el pueblo, siendo las últimas en ser pintadas las de Rașca y Sucevița.

Además, para defenderse de los ataques de sus enemigos, entre ellos los otomanos, los gobernantes construyeron también varias fortificaciones, como la de Suceava, y ordenaron amurallar alguno de los monasterios ortodoxos.

Monasterios pintados de Bucovina incluidos en la Unesco

En 1993, la Unesco incluyó siete monasterios pintados de Bucovina en la Lista del Patrimonio de la Humanidad y, en 2010, añadió el de Sucevita.

Así, si tienes poco tiempo, te recomendamos que te centres en estos 8 monasterios, no porque lo diga la Unesco, sino porque son los más espectaculares.

Moldovita: iglesia de la Anunciación

Voronet: iglesia de San Jorge

Humor: iglesia de la Asunción de la Virgen
 
Arbore: iglesia de la Decapitación de San Juan
 
Sucevita: iglesia de la Resurrección
 

Patrauti: iglesia de la Santa Cruz

Suceava: iglesia de San Juan el Nuevo

Probota: iglesia de San Nicolás

Características de los monasterios pintados de Bucovina incluidos en la Unesco

– Estas ocho iglesias fueron construidas entre finales del S. XV y finales del S. XVI, cuando esta región pertenecía al Principado de Moldavia, por lo que también se conocen como las iglesias de Moldavia.

– Aunque todos los monasterios pintados de Bucovina tienen características similares, cada uno tiene su propia identidad, así como un color asociado. Y es que es sorprendente la destreza de sus pintores, que supieron mezclar ingredientes naturales para obtener colores vívidos que han llegado a nuestros días a pesar de las inclemencias del tiempo. Alguno de ellos han pasado a la historia con nombre propio, como el azul de Voronet.

– Así, su característica principal son sus frescos exteriores, que representan temas religiosos y están inspiradas en el arte bizantino. Estos son de gran calidad y tienen una increíble precisión de detalle, pero su grado de conservación varía en cada caso. Eso sí, casi siempre hay un lado, el más protegido, en el que todavía puedes ver muy bien su decoración.

– Además, su interior también está cubierto de pinturas religiosas, como escenas de la vida de Jesús y María o imágenes muy detalladas del martirio de los santos. Asimismo, en la pared frente al altar mayor verás a los fundadores de cada iglesia ofreciéndoselas a Dios.

– Y aunque lo más destacado de los monasterios pintados de Bucovina sean sus iglesias, en ellos también  verás murallas rodeándolos, pequeños museos, ruinas de antiguos edificios y un pozo del que puedes sacar agua para beber. Ah! y muchos tienen servicio gratuito

 Datos prácticos para visitar los monasterios pintados de Bucovina

– Los monasterios pintados de Bucovina suelen tener un horario muy amplio. Así, abren pronto y cierran muy tarde, sobre las 20:00.

– La visita suele ser de pago y su precio en 2024 era de 10 RON cada uno, pero suele haber descuentos para estudiantes, pensionistas y personas con discapacidad. Además, los más pequeños no pagan. 

– Cuenta con tardar más tiempo en llegar a cada uno que lo que indica Google Maps. Y ten cuidado, porque a veces te manda por el camino más corto, que acaba siendo un camino forestal. De hecho, un par de veces tuvimos que dar la vuelta y tomar el camino más largo.

– En los monasterios suele haber un aparcamiento que, en general, es de pago. 

– Alguno es bastante turístico, especialmente el de Voronet, donde hay muchas tiendas de souvenirs y locales para comer. Sin embargo, nosotros estuvimos prácticamente solos en la mayoría de ellos. Eso sí, los visitamos la primera quincena de mayo. 

– Casi todos los monasterios siguen en uso, por lo que verás religiosas en ellos y gente rezando.

– Está prohibido sacar fotos en el interior de los monasterios, pero en el exterior puedes hacer todas las que quieras de manera gratuita. Por cierto, en muchos te advierten de no fotografiar a las religiosas. 

– Al ser lugares religiosos, debes de vestirte acorde a ello. Es decir, seas hombre o mujer, evita los pantalones cortos y los tirantes.

– Los monasterios pintados de Bucovina son más bien pequeños, por lo que la visita te va a llevar una media hora. Aunque, todo dependerá del tiempo que estés observando los detalles de sus pinturas.

De este modo, nosotros en día y medio vimos seis de ellos y nos hubiera dado tiempo a llegar al de Suceava, pero estaba en obras. El que no incluimos fue el de Probota, ya que era el más alejado.

Y ahora vamos a darte algún dato interesante sobre cada uno de ellos. 

Iglesia de la Anunciación en Moldovita

Alrededor de 1410, se levantó una iglesia de piedra en el lugar de una antigua de madera por orden de Alejandro el Bueno. Sin embargo, se vio muy afectada por un desplazamiento de tierras y, en 1532, el príncipe Petru Rares levantó el actual monasterio en un terreno más seguro siguiendo el patrón de la anterior.

Esta tiene un pórtico abierto, como la de Humor, y está rodeada por una muralla de unos 6 metros de altura que tiene torres fortificadas. Además, en una de sus salas hay un museo que conserva bordados, manuscritos, iconos antiguos y el trono de Petru Rares del S. XVI.

Su pintura exterior, que se conserva muy bien en su lado sur, es de 1537 y en ella destaca la representación del Sitio de Constantinopla, donde los atacantes llevan ropas turcas, que eran los enemigos del reino en aquel momento. Asimismo, en el pórtico está representado también la escena del Juicio Final, una escena común a todas ellas.

El color asociado a esta iglesia es el amarillo.

Puedes aparcar de manera gratuita junto a la entrada.

Iglesia de San Jorge en Voronet: la Capilla Sixtina de Oriente

El más conocido de todos los monasterios pintados de Bucovina es el de Voronet. Y esto se nota al llegar, pues el camino hasta la entrada está lleno de tiendas de souvenirs y puestos de comida rápida. Además, hay también varios lugares donde puedes sacarte fotos vestido con las ropas tradicionales de Rumanía. Una actividad divertida en la que no sólo vimos turistas, sino también muchos rumanos.

Fundado por Esteban el Grande en 1488, su construcción duró 3 meses y 3 semanas y, según dicen, en una de sus batallas contra los otomanos, el príncipe pidió consejo al ermitaño Daniil de Voronet, quien le aconsejó no rendirse y, tras la victoria, levantar un monasterio dedicado a San Jorge. Así, la tumba del ermitaño, que fue el primer abad del monasterio, se encuentra dentro de la iglesia.

En 1785, cuando Bucovina pasó a formar parte del Imperio Austriaco, acabó su función como monasterio. Sin embargo, se reanudó en 1991, en este caso como monasterio de monjas, que son las encargadas de su mantenimiento.

La iglesia mezcla elementos bizantinos, góticos y propios de la zona, y sus maravillosos frescos exteriores de colores intensos le han valido el sobrenombre de «Capilla Sixtina de Oriente». 

De entre sus imágenes, destaca la del Juicio Final, que cubre su muro oeste y presenta elementos típicos de la región, como instrumentos tradicionales, trajes o paisajes locales. De hecho, es uno de los frescos más conocidos de Bucovina.

Ni que decir tiene, que su color asociado es el azul, pero no uno cualquiera, sino el Azul de Voronet.

Hay un aparcamiento de pago cerca del monasterio. El precio era de 5 RON por hora.

Iglesia de la Asunción de la Virgen en Humor

Alrededor de 1400, se fundó una casa de oración en este lugar y, en 1530, se construyó el monasterio por orden del gran dignatario Teodor Bubuiog, apoyado por Petru Rares.

La iglesia de Humor fue una de las primeras de Bucovina en tener frescos, que, aún hoy, conserva bastante bien, a excepción de la pared norte. Además, junto con la de Moldovita, presenta un pórtico abierto, un elemento innovador en aquella época. Asimismo, en 1641, se rodeó con una muralla y se levantó la torre de defensa que ves hoy día. Por otro lado, los restos que hay junto a ella pertenecen a antiguos edificios del monasterio.

Del mismo modo que en Voronet, su uso monástico cesó cuando se anexionaron al imperio austriaco, pero lo recobró en 1991.

El color dominante en esta iglesia es el rojo-marrón.

Hay un aparcamiento junto al monasterio que nos costó 3 RON y alrededor del parking hay varias tiendas de souvenirs.

Iglesia de la Decapitación de San Juan en Arbore

Cuando visitamos Bucovina en mayo de 2024, esta iglesia estaba cerrada por obras de restauración. Sin embargo, podías acercarte para ver su exterior, que estaba libre de andamios. Por eso, no tenía horario ni precio y podías aparcar en la calle junto a ella.

Así, puede ser una buena idea acercarte hasta aquí, si durante tu viaje por Bucovina estás coincidiendo con muchos turistas, ya que no recibe tantas visitas como las otras.

Construido en 1502 por orden del gran dignatario de Esteban el Grande, Luca Arbore, sólo se conserva su iglesia, que es la de menor tamaño, y cuyos frescos exteriores son de 1541. Sin embargo, en los siglos XVII y XVIII, el templo estuvo sin techo, por lo que cayó en mal estado y su pintura interior se vio afectada.

No obstante, si crees que no merece la pena llegar hasta aquí, espera a ver su fachada oeste, que aun conserva sus colores vivos y donde el artista plasmó todo su arte en numerosas escenas de pequeño tamaño, lo que le da aspecto de retablo. Así, hay un banco frente a esta pared, que es perfecto para pasarte un buen rato observando todos sus detalles y sus numerosos personajes. 

El color característico de este monasterio es el verde.

Iglesia de la Resurreción en Sucevita

Esta iglesia fue la que más nos gustó de Bucovina. Además, es uno de los monasterios más grandes y sus frescos están entre los mejor conservados de la región.

Construido en la década de 1580 por orden de la familia Movila, presenta elementos góticos, bizantinos y propios de la región de Moldavia y es uno de los últimos monasterios que fueron decorados de esta manera. Sin embargo, una de sus paredes no está pintada y, según dicen, se debe a que el artista murió mientras la estaba pintando y por eso no se completó.

Por otro lado, los frescos están muy bien conservados, destacando la escalera de las virtudes, que está en el muro norte y es una obra maestra de la pintura medieval rumana. Esta representa a numerosas personas que intentan ascender al cielo a través de 32 escalones, guiados por la fe y las buenas acciones, pero como se puede ver, no todas consiguen llegar. 

Asimismo, su interior también está cubierto por pinturas de gran calidad.

El color característico de este monasterio es el verde.

La iglesia está rodeada por una muralla de unos seis metros de altura que le da aspecto de fortaleza y en la zona interior, que es bastante amplia, puedes ver las ruinas de antiguos edificios, así como visitar un pequeño museo donde hay varias telas del S. XVII, manuscritos y mobiliario antiguo.

Para llegar a Sucevita, pasamos por la localidad de Marginea, donde vimos anunciada su cerámica negra. Al llegar, aparcamos en el parking que hay junto al monasterio por 3 RON. Alrededor de él hay alguna tienda y algún puesto de comida rápida.

Iglesia de la Santa Cruz de Patrauti

La visita a esta pequeña iglesia, que casi no conserva su pintura exterior, es gratuita y puedes aparcar frente a su entrada sin coste alguno.

A nosotros nos gustó llegar a ella, pues, aunque visitamos casi todos los monasterios prácticamente solos, esta iglesia estaba completamente vacía y coincidimos con una de las monjas cortando la hierba, lo que, además de darle olor a hierba fresca, le dio una atmosfera diferente.

Y aunque sea menos impresionante que otras iglesias, fue fundada por Esteban el Grande en 1487, siendo la mas pequeña de sus fundaciones, la única destinada a monjas y la más antigua que aún conserva su forma original.

Además, su interior sí conserva la pintura, que es de gran calidad y data, en parte, de la época de Esteban el Grande. De hecho, alguno de sus murales, como el que representa la Resurrección, están considerados de los más antiguos de Rumanía. Sin embargo, la pintura que más destaca en esta iglesia es la Cabalgata de Constantino el Grande.

Aparte, junto a la iglesia hay un campanario de madera de 1725.

Durante su historia, el monasterio fue saqueado varias veces y, finalmente, fue abolido por los Habsburgo, quedando como iglesia parroquial hasta el día de hoy.

Iglesia de San Juan el Nuevo en Suceava

Este monasterio fue construido entre 1514 y 1522 bajo el reinado de Bogdan III, hijo de Esteban el Grande, después de que la cercana Iglesia Mirauți, la que era entonces la catedral de Moldavia, fuera devastada en 1513. De este modo, la iglesia de este monasterio sirvió como catedral de Moldavia hasta la segunda mitad del S. XVII.

Por otra parte, está dedicado a San Jorge y a San Juan el Nuevo de Suceava, un monje moldavo que predicó durante la ocupación turca y acabó martirizado, y cuyas reliquias se encuentran aquí. 

Sin embargo, sus frescos, que datan de la década de 1530, no están tan bien conservados como los de otras iglesias y sólo se pueden ver unos pocos en el muro sur.

Además, como durante nuestra visita estaba en obras y leímos que no se podía entrar, no la visitamos.

Iglesia de San Nicolás en Probota

Otro monasterio pintado de Bucovina al que tampoco fuimos fue al de San Nicolás, ya que está más alejado.

Este fue la primera fundación del príncipe Petru Rares en 1530 y su iglesia fue una de las primeras que se decoraron de esta manera. Sin embargo, sus frescos no se conservan tan bien. De hecho, sólo quedan unos pocos en el muro sur, la parte más resguardada.

Por otra parte, el monasterio fue necrópolis real de Moldavia y guarda la tumba de Petru Rareș, así como la de otros miembros de la familia gobernante. Asimismo, también está la de la madre de Esteban el Grande.

Otros lugares que ver en Bucovina

Aparte de sus famosos monasterios pintados, esta bucólica región tiene otros lugares interesantes que ver. Además, durante el camino, igual que en Maramures, atravesarás pequeñas localidades muy tradicionales y extensas zonas verdes.

El bonito pueblo de Ciocanesti

De Maramures a Bucovina paramos en Ciocanesti, que destaca por sus bonitos alrededores y por sus casas con originales cenefas. Y aunque vimos varias localidades que también tenían este tipo de casas, aquí eran más frecuentes.

Así, merece la pena pasear un poco por sus calles, donde, además de fijarte en la decoración de sus viviendas, podrás ver como se desarrolla su vida diaria.

Si quieres, puedes visitar el museo de los huevos pintados y aprender más sobre esta tradición tan típica en Rumanía. Este se encuentra en una plaza junto a una estatua de Esteban el Grande y nosotros lo encontramos cerrado. Según Google, el museo abre de 9:30 a 16:00 y los domingos de 13:00 a 17:00. Cierra los sábados.

Otros monasterios de Bucovina

Además de los monasterios pintados de Bucovina, en esta región hay muchas más abadías. Nosotros vamos a hablarte de dos, que, aunque no tengan frescos exteriores, merecen una visita. 

Monasterio de Dragomirna

Precio 2024: 10 RON. Para estudiantes, pensionistas y personas con discapacidad 5 RON. Los menores de 7 años entran gratis.

Sin embargo, la monja encargada de vender las entradas nos dijo que, si sólo queríamos entrar en la iglesia, podíamos entrar gratis. Así, el ticket era sólo para el pequeño museo, donde hay manuscritos y varias obras de arte, pero no consideramos que su visita sea imprescindible. La pieza que más nos gustó fue una cruz de madera bellamente tallada.
 

Horario: de 7:00 a 21:00

Hay un parking gratuito a la entrada del monasterio.

El monasterio de Dragomirna fue fundado por el obispo Anastasiae Crimca, quien, en 1602, mandó construir una pequeña iglesia. Esta se encuentra hoy día en el cementerio, ya que, en 1609, ordenó levantar una iglesia más grande, que es una de las obras arquitectónicas más importantes de la Edad Media en Rumanía.

Además, a pesar de no estar cubierta por frescos, llama mucho la atención, ya que tiene 42 m de altura y sólo 9,60 m de ancho. De hecho, es la iglesia mas alta de Moldavia y su estrechez le otorga una gran elegancia. 

Por otra parte, su interior es muy bonito, con la nave cubierta de pinturas, y alberga la tumba de su fundador, Anastasiae Crimca.

En 1627, se la rodeó de una muralla de más de 10 m de altura con cuatro torres defensivas y un campanario. Y, tras la anexión de Bucovina al Imperio Austriaco, muchos monasterios ortodoxos fueron abolidos, quedando sólo tres, el de Putna, Sucevita y Dragomirna.

Por último, el monasterio está junto a un lago. Por eso, tras la visita, puedes ir hasta él para disfrutar de las vistas de la abadía reflejada en el agua. Además, por lo que vimos, había un restaurante a la orilla con barcas para navegar por él.

Monasterio de Putna

Precio 2024: 10 RON.
 
El monasterio de Putna fue uno de los centros religiosos más importantes del Principado de Moldavia durante la Edad Media. Este fue terminado en 1481 y es la primera fundación de Esteban el Grande. Como tal, aquí se encuentra su tumba y la de alguno de sus familiares.
 

Sin embargo, la iglesia tuvo que ser reconstruida a mediados del S. XVII. De hecho, el monasterio no conserva muchas estructuras de la época de Esteban el Grande. Eso sí, en su museo puedes ver su antigua importancia como centro cultural y artístico de la época medieval de Moldavia. Nosotros no llegamos a visitarlo.

Ciudad de Suceava

Suceava fue la capital del Principado de Moldavia entre 1388 y 1565. Hoy, es una de las ciudades más grandes de la zona y guarda un par de visitas interesantes. Además, puede ser un buen lugar para dormir y conocer los monasterios pintados de Bucovina.

Entre los lugares que ver en Suceava destacan:

– El monasterio de San Juan el Nuevo, que es uno de los que están incluidos en la Lista de Patrimonio de la Unesco. 

– La iglesia Mirauti, que es la más antigua de la ciudad, ya que fue fundada en el S. XIV. Esta fue el lugar de coronación de Esteban el Grande y tuvo que ser reconstruida en el S. XVII y, tras muchos avatares, se restauró en el S. XIX.

 Iglesia de San Dimitri 

Fortaleza de Scaun

– Una de sus principales atracciones es la fortaleza que está en lo alto de la ciudad. Así, para llegar tendrás que subir bastantes escalones. Sin embargo, también puedes llegar en coche y aparcar en el parking de pago cerca de su entrada.

Independientemente de como subas, al llegar disfrutarás de unas vistas muy bonitas sobre la ciudad y de la ciudadela en ruinas.

Esta fortaleza se construyó en el S. XIV por orden de Petru I Musat, después de trasladar la capital del Principado de Moldavia de Siret a Suceava. En aquel tiempo, el castillo fortificado era su residencia.

Más tarde, Esteban el Grande fortificaría el edificio en el S. XV, para defenderse de los otomanos, así como de sus otros enemigos, los tártaros, húngaros y polacos. De hecho, la fortaleza sería asediada varias veces por los turcos y otros enemigos, pero ninguno logró tomarla. Incluso Solimán el Magnífico pasó por aquí.

Tras numerosos ataques y batallas, las tropas turcas ordenaron demoler la fortaleza en 1675, que estuvo abandonada durante mucho tiempo, hasta que, en el S. XX, fue restaurada.

Hoy, puedes visitarla de martes a domingo de 10:00 a 18:00. Su entrada costaba, en mayo de 2024, 16 RON para los adultos, 8 para los pensionistas y 4 para los estudiantes. Sin embargo, nos conformamos con verla desde fuera.

Cerca de ella puedes ver la escultura de Esteban el Grande a caballo y, entre esta y la ciudadela, está el museo al aire libre de Bucovina, donde puedes ver antiguos edificios de la región.

Mapa con los monasterios pintados de Bucovina y otros lugares interesantes

Mapa indicando los monasterios pintados de Bucovina y otros lugares interesantes de la región

Dónde comer y dormir en Bucovina

Para conocer los monasterios pintados de Bucovina puedes elegir entre quedarte en Suceava, que tiene un tamaño considerable, o en localidades de menor tamaño mucho más tranquilas.

Nosotros elegimos Casa Verde, un bonito edificio a dos minutos del monasterio de Voronet.

Y para comer probamos el restaurante Bucowien en Voronet, que nos gustó mucho. Además, nos tomamos una placinta en uno de los puestos de comida rápida junto al monasterio de Sucevita.

Y si no sabes qué es una placinta, pásate por nuestro post qué comer en Rumanía.

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1 comentario en “Monasterios pintados de Bucovina en el norte de Rumanía”

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