Qué ver en Bucarest, la capital de Rumanía

Hay muchos lugares interesantes que ver en Bucarest aparte de su gigantesco parlamento. De hecho, esta ciudad llegó a ser conocida como la París del Este. Así, en la capital de Rumanía puedes visitar bellos templos, pasear por animados pasajes, recorrer la avenida Victoria con sus imponentes edificios, probar su gastronomía en alguno de sus restaurantes o aprender sobre su historia. ¿Nos acompañas?

Collage de 8 fotos sobre qué ver en Bucarest

No vamos a engañarte, Bucarest no fue el lugar que más nos gustó de Rumanía y tuvimos muchas dudas de incluirlo en nuestra ruta de 12 días por el país. Es más, estuvimos a punto de dejarla fuera. 

Sin embargo, no nos arrepentimos de haberla visitado, pues fue muy interesante visitar los lugares más emblemáticos que ver en Bucarest y disfrutar de su ambiente. Al fin y al cabo, es la capital del país y un lugar perfecto para aprender sobre la historia de Rumanía. 

Por eso, sí creemos que merece la pena dedicarle algo de tiempo. Así, nosotros estuvimos sólo un día completo, pero, la verdad, dos tampoco nos hubieran venido mal, pues hubiéramos podido entrar en algún museo. De hecho, un fin de semana es un tiempo perfecto para descubrir esta capital europea.

En este post vamos a contarte qué ver en Bucarest, una ciudad que llegó a ser una de las más vanguardistas a nivel arquitectónico de Europa y que luego sufrió los sueños megalómanos de su dictador. 

Pero antes…

En nuestro blog encontrarás más información sobre Rumanía, que, esperamos, te sea de ayuda:

Cómo llegar a Bucarest

Bucarest se encuentra al sur del país y es un buen comienzo para hacer una ruta por Rumanía, pues tiene un aeropuerto con numerosas conexiones y está muy cerca de Transilvania, su región más interesante.

Así, la manera más rápida de llegar es en avión, pues el aeropuerto internacional Henri Coanda está a unos 20 kilómetros al norte del centro de la ciudad.

Para buscar las mejores ofertas en vuelos, nosotros usamos Skyscanner, que nos permite ver de forma muy visual las fechas que nos saldría más barato volar o cuál sería el destino más económico.

Del aeropuerto puedes ir en autobús a la ciudad. Así, la línea Express 100 sale cada 15 minutos por las mañanas y cada 30 minutos por las noches, funcionando las 24 horas. Su precio actual, a septiembre 2024, es de unos 3 RON. Su última parada es Piata Unirii. Según lo que hemos leído, este viaje dura unos 45 minutos.

La parada de autobús está en la planta baja de la terminal de llegadas y tienes que comprar el ticket antes de subir. Hay una oficina de ventas en la terminal.

Sin embargo, es más rápido ir en tren, pues el viaje dura unos 20-25 minutos. Este funciona las 24 horas del día cada 40 minutos y conecta el aeropuerto con la estación norte de Bucarest. El precio es de unos 5 RON.

En la estación de tren hay parada de metro, por lo que luego puedes utilizar este medio de transporte para llegar a tu destino. 

A propósito, se está construyendo una nueva línea de metro, la M6, que llegará hasta el aeropuerto. Se supone que estará acabada para finales de 2027. 

Por supuesto, el modo más cómodo para llegar es el taxi. Según hemos leído, un viaje puede costar unos 70 RON. En este caso, lo mejor es que hayas cambiado algo de dinero con anterioridad. 

También puedes reservar un traslado privado, con lo que alguien te estará esperando en el aeropuerto y te llevará a donde necesites. De esta manera, no necesitarás tener moneda rumana.

Otra opción es usar Uber. Eso sí, si llegas a la capital de Rumanía en coche, prepárate para su tráfico. Nosotros, que llegamos un jueves sobre las cuatro de la tarde, nos costó más de una hora llegar al centro de la ciudad.

Por cierto, para alquilar un coche en el aeropuerto de Bucarest o en otro lugar de Rumanía, te aconsejamos usar Rentalcars.

Historia de Bucarest

Aunque el área donde se encuentra Bucarest ha estado ocupado desde el Paleolítico, la primera mención escrita sobre ella data de 1459. Esta es un documento emitido por el príncipe valaco Vlad Tepes, aquel que sirvió de inspiración para Bram Stoker.

Si te interesa saber más sobre la vida de este gobernante tan temido, te recomendamos leer la ruta del Conde Drácula.

Bucarest nació a orillas del río Dambovita, a partir de una fortaleza que se convirtió en la corte principesca de Valaquia, que hoy se conoce como Curtea Veche. 

Las constantes luchas contra el Imperio Otomano, hicieron que la ciudad fuera asaltada y ocupada en numerosas ocasiones. Finalmente, en 1859, los principados de Moldavia y Valaquia se unificaron, creándose el primer estado de Rumania. Unos años más tarde, en 1862, Bucarest se convirtió en su capital.

Con el gobierno de Carlos I (1866-1914), es decir, el primer rey de Rumanía, Bucarest vivió un periodo de apogeo y se modernizó, ganándose el sobrenombre de París del Este o Pequeño París, gracias al gusto del rey por el estilo francés, que hizo que la cultura y la arquitectura de la capital se viera muy influenciada por las modas en este país.

Además, en el periodo entre las dos Guerras Mundiales, Bucarest fue una de las ciudades arquitectónicamente más vanguardistas de Europa y creció a nivel social y cultural. 

Sin embargo, la II Guerra Mundial puso fin a este periodo y la ciudad fue bombardeada, tanto por los aliados como por los alemanes. Tras ella, se instauró un régimen comunista, que representó otro periodo de cambio para la ciudad. Eso sí, sin tanto encanto como el anterior.

Además, en 1977, Bucarest sufrió el mayor terremoto de su historia, que dejó más de 1.500 muertos y destruyó numerosos edificios. Tras este, el líder comunista Nicolae Ceausescu decidió renovar la ciudad, para lo que mandó demoler casi una quinta parte de sus edificios, reemplazándolos por otros de estilo soviético. Por supuesto, el más emblemático de todos ellos fue el Palacio del Parlamento. 

En 1989, la Revolución Rumana puso fin al Régimen Comunista y, tras un proceso de transición, Bucarest experimentó un rápido desarrollo a partir del S. XXI.

Dónde dormir en Bucarest

Bucarest tiene una gran oferta hotelera y, para encontrar el alojamiento que mejor se adapte a tus intereses, te aconsejamos entrar en Booking.

Como la mayoría de lugares que ver en Bucarest se encuentran en el centro de la ciudad, lo mejor es que te alojes aquí, especialmente cerca del casco antiguo.

Nosotros pasamos dos noches en el Downtown Studio, un pequeño apartamento muy recomendable a unos cinco minutos caminando del casco antiguo y a menos de diez minutos del Parlamento. Este tenía todo lo necesario para una pequeña estancia en la ciudad. Además, el dueño fue muy simpático y nos dejó juguetes para la pequeña.
 

Qué ver en Bucarest

En nuestro opinión, puedes descubrir los lugares más interesantes que ver en Bucarest en un día o dos. Nosotros estuvimos un día y una tarde y pudimos conocer todo lo que nos habíamos propuesto. Eso sí, no entramos en museos, ni visitamos algunos lugares muy interesantes que están alejados del centro,

Por cierto, una buena manera de empezar a conocer la ciudad es haciendo un free tour, que es perfecto para descubrirla y aprender sobre su historia. Si llegas tarde, siempre puedes unirte a este free tour nocturno, donde, además, verás los monumentos iluminados.

Asimismo, en esta ciudad nos parece muy interesante hacer este free tour por el Bucarest comunista, o este free tour de los reyes rumanos y los palacio de Bucarest, una época en la que la ciudad llegó a ser conocida como la París del Este. 

Ahora vamos a contarte que ver en Bucarest en un día, pero también te daremos ideas por si le dedicas más tiempo. Del mismo modo, Bucarest es una buena base para conocer los alrededores, pues desde ella se organizan bastantes excursiones.

Palacio del Parlamento

No podemos empezar por otro lugar que ver en Bucarest que no sea este, el gigantesco Palacio del Parlamento. Y no porque sea lo que más nos gustó, sino porque es su edificio más emblemático y el que refleja los sueños megalómanos del dictador comunista Nicolae Ceaucescu.

De hecho, es el segundo edificio administrativo más grande del mundo después del Pentágono y en cuanto a volumen es el tercero más grande. Además, su coste fue muy alto, tanto, que es el edificio más caro y pesado del mundo. 

Para que te hagas una idea, mide 270 metros de largo, 245 metros de ancho y tiene una altura de 84 metros por encima del suelo, más 16 metros subterráneos. Para levantarlo se necesitó el esfuerzo de más de 100.000 trabajadores y en su interior hay más de 1000 salas, aunque una gran parte no se utiliza. Aunque trabajaron muchos arquitectos en el proyecto, la arquitecta principal fue Anca Petrescu, que por aquel entonces tenía 28 años.

Tras el terremoto de 1977, Nicolae Ceaucescu decidió reconstruir Bucarest y construir un nuevo centro político y administrativo en la colina de Urano, la parte más alta de la ciudad y la más segura para levantar un nuevo edificio. Para ello, se demolieron numerosos edificios y se trasladaron a más de 50.000 familias. Aproximadamente, se destruyó una quinta parte de Bucarest, esto es, la superficie total de Venecia. 

Finalmente, en 1984, se puso la primera piedra del que, por aquel entonces, era conocido como la Casa del Pueblo, que se construyó con materiales producidos en Rumanía. En 1989, año de la Revolución y, por lo tanto, del fin del régimen comunista, el palacio del Parlamento no estaba terminado. Por lo que se siguió construyendo entre 1992 y 1996, pero a un ritmo más lento.

Actualmente, alberga la Cámara de Diputados y el Senado de Rumanía. Además, en una de sus alas se encuentra el museo de Arte Contemporáneo, que tiene una terraza con bonitas vistas.

Para ver lo grande que es, lo mejor es ir a la plaza de la Constitución, que es un aparcamiento rodeado por dos grandes edificios simétricos. Sin embargo, es una zona con mucho tráfico, por lo que, si quieres verlo con más calma, en uno de sus laterales está el parque Izvor, donde hay unos columpios con forma de castillo muy buenos si viajas con niños.

A propósito, este parque es uno de los más nuevos de la ciudad. Y es que, como ya hemos dicho, aquí estaba el barrio Urano, que fue demolido, y el monasterio de Mihai Voda, que fue trasladado a un lugar cercano para poder construir el Palacio del Parlamento. Pues bien, aquí se había planificado una sala de conferencias, como no, de gran tamaño, pero tras la caída del régimen comunista, este plan se abandonó y el área quedó vacía, hasta que se diseñó el parque Izvor.

Por cierto, el monasterio de Mihai Voda, que fue fundado en 1594 por Miguel el Valiente, es uno de los edificios más antiguos que ver en Bucarest que se han conservado. Si quieres verlo, sólo tendrás que caminar unos cinco minutos en dirección al río, pues está en la calle Sapientei. A lo largo de su historia, ha sufrido numerosas restauraciones y ha servido de residencia real, hospital, facultad de medicina y Archivo del Estado.

Este estuvo a punto de ser demolido en 1985, pero al final se lograron salvar la iglesia y el campanario, que se trasladaron a su nueva ubicación. Y es que, entre 1977 y 1989, se demolieron unas 20 iglesias y alrededor de 8 fueron trasladadas. Cómo lo hacían era muy curioso, pues movían toda la estructura a través de raíles, vamos, como si fueran vagones.

Cómo visitar el Parlamento por dentro

Puedes conocer el suntuoso interior del Palacio del Parlamento, pero a veces se cierra a causa de eventos oficiales. Además, sólo se visita una pequeña parte de él.

Así, su horario es de 9:00 a 17:00 y la entrada cuesta, a septiembre 2024, 60 RON. Eso sí, si tienes entre 19 y 26 años y eres estudiante, pagarás sólo 30 RON. Además, los jóvenes entre 7 y 18 años pagan 20 RON y los menores de 6 años entran gratis, así como las personas con discapacidad.

Si quieres reservar tu entrada, tendrás que llamar por teléfono un día antes de tu visita, de lunes a viernes de 9:00 a 16:00. Puedes encontrar el número de teléfono y la información actualizada de la visita en su página web.

Además, el día de la visita tendrás que estar 15 minutos antes en el mostrador de información con tu DNI o pasaporte, pues no aceptan otro tipo de identificación.

También puedes comprar la entrada el mismo día que quieras entrar, si quedan plazas disponibles.

Nosotros, para ahorrarnos el tener que llamar, decidimos reservar esta visita guiada: Bucarest: Entradas y Guía del Palacio de Parlamento a través de GetYourGuide. Sin embargo, unos días antes nos avisaron por Whatsapp que tenían que cancelarla o cambiarla de día, pues el Parlamento estaba cerrado a causa de una reunión de la OTAN. Debido a que no nos quedábamos más días, al final no pudimos entrar en él y nos reembolsaron el dinero.

Catedral de la Salvación de la Nación

En la parte trasera del Parlamento están levantando otro edificio monumental, la Catedral de la Salvación de la Nación, que, en mayo 2024, todavía no estaba completada ni abierta al público. Aunque fue consagrada en 2018.

Este templo, que empezó a construirse en 2011, es la iglesia más grande del país, así como una de las iglesias ortodoxas de más tamaño del mundo. Así, tendrá una altura de 120 metros y capacidad para unas 6000 personas. Como te puedes imaginar, su construcción no ha estado libre de críticas.

Al estar cerrada, nosotros no nos acercamos hasta ella y nos conformamos con verla de lejos desde los alrededores del Parlamento.

Catedral Patriarcal

No muy lejos, a unos 15 minutos andando, está la Catedral Patriarcal, un bonito rincón que ver en Bucarest en lo alto de una pequeña colina, donde también se encuentra el Palacio del Patriarcado, sede del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana.

Esta bonita catedral, dedicada a los santos emperadores Constantino y Elena y con una fachada al estilo brancovenesc, también conocido como Renacimiento rumano, fue fundada a mediados del S. XVII, aunque, tras pasar por varias restauraciones, no mantiene su forma original. 

Su interior está decorado con frescos de la primera mitad del S. XX y no es raro que te encuentres con alguna celebración, como nos pasó a nosotros. Por cierto, aunque las pinturas originales fueron destruidas, se conservó el icono de Constantino y Helena.

Piata Unirii o plaza de la Unificación y Boulevard Unirii

Esta plaza, que ha pasado por diversos nombres, no es especialmente bonita, pero merece la pena que vayas, pues en sus fuentes de gran tamaño, construidas durante el periodo comunista, se organiza un impresionante espectáculo de luz y música. Además, también forman parte de él las fuentes que se encuentran en el Bulevard Unirii, que llega hasta el Palacio del Parlamento.

Este show dura unos 45 minutos y se celebra los viernes, sábados y domingos desde mayo a principios de octubre. Su horario dependerá del mes, así, comienza a las 21:00 en mayo y agosto, a las 21:30 en junio y julio, y, en septiembre y octubre a las 20:00.

Por su parte, el Boulevard Unirii mide unos 3,5 kilómetros y formaba parte del proyecto de Ceaucescu para reconstruir Bucarest en una ciudad más socialista. Así, se comenzó en 1984 y se llamó Boulevard de la Victoria del Socialismo y buscaba competir con los Campos Elíseos. 

Si te interesan estos enormes edificios de la época comunista, otros ideados en aquella época fueron, la Casa de Huéspedes, que el dictador nunca vio terminado y que hoy día es el Hotel Marriott, uno de los más grandes de la ciudad que está en la parte trasera del Parlamento; junto a él está el Ministerio de Defensa Nacional y cerca la la Academia Rumana, que iba a ser un ministerio de Ciencias y no llegó a terminarse; la Casa de la Radio está en la calle Stirbei Voda, pero sólo se completó su fachada y ahora está en ruinas. Esta iba a albergar el Museo Nacional de Historia de la República Socialista de Rumanía.

Para aprender más sobre esta época oscura puedes unirte a este tour por el Bucarest comunista. Otra opción es que visites el museo del comunismo, que está en el casco antiguo en la calle Soarelui 1.

La plaza de la Unificación está junto al casco antiguo de Bucarest, una zona que no es especialmente grande, pero donde encontrarás bonitos rincones y calles empedradas con casas de baja altura. Además, hay muchos locales para comer y beber.

Curtea Veche o la Vieja Corte

Se cree que fue Mircea el Viejo quien construyó la primera fortaleza en un pequeño promontorio a orillas del río Dambovita a finales del S. XIV o comienzos del S. XV. Más tarde, su nieto, el famoso Vlad Tepes, la ampliaría y la convertiría en residencia de los gobernantes valacos. Con el tiempo, sufriría varias transformaciones. Esta se conoce como Curtea Veche o Antigua Corte y a su alrededor creció Bucarest.

La Vieja Corte estaba formada por el Palacio Voivodal, la iglesia de San Antonio o de la Vieja Corte, varios edificios con salones representativos, establos y jardines.

Actualmente, esta zona está en obras y los restos que se conservan de ella están totalmente tapados por vallas, vamos, que no ves nada. Habrá que esperar un tiempo para saber qué se puede visitar.

Iglesia de San Antonio o de la Vieja Corte

Junto a las ruinas está la iglesia más antigua que ver en Bucarest, pues se fundó a mediados del S. XVI. Esta se dedicó a la Anunciación y a San Antonio y funcionó como lugar de coronación de los gobernadores de Valaquia. Puedes entrar a ella de manera gratuita.

Hanul lui Manuc o Posada de Manuc

Frente a ella está Hanul lui Manuc, una de las posadas más antiguas de la ciudad, que fue punto de encuentro para comerciantes y viajeros. Su nombre recuerda a su fundador, Manuc Bey, un rico comerciante y un importante diplomático.

La posada abrió sus puertas en la primera década de 1800, presentando una arquitectura muy novedosa para su época. Además, fue el lugar de importantes reuniones, por ejemplo, aquí se llevaron a cabo las negociaciones para el Tratado de Bucarest de 1812.

Tras la muerte de Manuc, la posada cambió varias veces de dueño y, en la segunda mitad del S. XIX, se convirtió en el Gran Hotel Dacia, viviendo una época de gran esplendor, pues era un punto de encuentro comercial y cultural en la ciudad. Así, aquí se representaban obras de teatro y se organizaban espectáculos y bailes de máscaras muy exitosos. Asimismo, venían muchos políticos que discutían la unión de Transilvania y Bucovina con Rumania.

Durante la época comunista, la posada se nacionalizó y estuvo en peligro de ser demolida, pero se salvó y, tras varias restauraciones, hoy en día todavía conserva parte de su aspecto original.

Nosotros aprovechamos para cenar en su bodega y, la verdad, es que acabamos muy contentos. Sin embargo, aunque no quieras comer, entra a ver su bonito patio, pues este es uno de los lugares que ver en Bucarest, donde además, puedes sentarte a beber una cerveza en su terraza.

A propósito, en su fachada verás un cartel que indica que, en 1857, se introdujo en Bucarest el alumbrado público con lámparas de aceite, siendo esta así la primera ciudad del mundo en hacerlo. 

Iglesia Stavropoleos

Y llegamos a una de las iglesias más bonitas que ver en Bucarest, la del monasterio de Stavropoleos, que fue construida en estilo Brancovenesc en 1724. Su nombre, algo difícil de pronunciar, es la forma rumana del termino griego Stauropolis, que significa Ciudad de la Cruz. 

Originalmente, esta formaba parte de un monasterio, pero todos sus edificios fueron demolidos a finales del S. XIX. En cambio, la iglesia fue restaurada por el arquitecto Ion Mincu, quien también levantó el bonito patio que hay junto a ella.

Además de por su belleza, llama más todavía la atención por estar rodeada de grandes edificios más modernos. Al estar situada en pleno centro del casco antiguo, vas a pasar por ella varias veces. Aprovecha a entrar para ver su bonito interior decorado con frescos.

Caru cu Bere

En la misma calle que la iglesia se encuentra el restaurante más conocido de Bucarest, el Caru cu Bere. Por eso, si no reservas mesa, es muy probable que tengas que esperar. Eso sí, si decides sentarte en la terraza, esta será más corta. Nosotros, para hacer más corta la espera, pues no reservamos, nos tomamos una cerveza de la casa en la barra. 

Y ¿Merece la pena entrar? pues creemos que sí, porque su interior es muy bonito y la comida es tradicional y está rica. Además, organizan bailes y tocan música tradicional. En su página web puedes ver el programa.

Sea como fuere, este restaurante, cuyo nombre significa el carro de la cerveza, se remonta a una cervecería anterior de la segunda mitad del S. XIX. En 1899, abrió el actual Caru cu Bere, pero, en 1948, el régimen comunista se hizo cargo del restaurante y no fue hasta 1999 que los herederos lo recuperaron. En 2006, abrió de nuevo sus puertas. 

Si vienes, no dejes de probar su cerveza, que, según su página web, sigue siendo la misma que la que trajo su fundador de Alemania. Aunque lo más importante es que está muy buena.

Calle Lipscani: librería Carturesti Carusel, Hanul cu Tei y Banco Nacional

Otro local interesante que ver en Bucarest del casco antiguo es la librería Carturesti Carusel. Esta se encuentra en un edificio de mediados del S. XIX en la calle Lipscani, que, antiguamente, albergó la sede de un banco y, durante la época comunista, fue unos grandes almacenes.

Hoy, es una preciosa librería de varios pisos decorada con columnas y llena de luz, que merece la pena que incluyas en tus lugares que ver en Bucarest. Además, en su último piso hay una pequeña cafetería perfecta para hacer una pequeña pausa en tu ruta.

Si te ha gustado esta visita, entonces no dudes de ir a otra de sus tiendas, la librería Carturesti Verona, cuyo interior también merece mucho la pena ver. Esta se encuentra en la calle Pictor Arthur Verona.

Por otro lado, la calle Lipscani está llena de locales, lo que le da mucho ambiente. Y es que esta era una de las arterias comerciales más importantes de Bucarest. Asimismo, cerca de la librería está la Hanul cu Tei, una posada antigua construida en 1833. De hecho, es la única posada de Bucarest que se conserva en su forma original. Actualmente, aquí verás varias galerías de arte y un bar.

Del mismo modo, en esta zona hay numerosos edificios elegantes, siendo el más impresionante el palacio del Banco Nacional. Dentro, hay un pequeño museo sobre su historia y una importante colección numismática. Para visitarlo tienes que reservar con dos días de antelación, pues sólo se puede ver dentro de una visita guiada que es gratuita y que se organizan de lunes a viernes. 

Hay también un par de museos más en esta calle. Como ya hemos dicho, nosotros no pudimos visitar ninguno por falta de tiempo, pero si estás más días en Bucarest, puede que te interese alguno de estos. 

– El museo de la pequeña París se encuentra en un edificio histórico y recrea cómo era la vida de una familia burguesa en la época en la que Bucarest recibía ese sobrenombre. Por lo que hemos leído, es una visita muy amena.

Museo Art Safari, que organiza exposiciones temporales muy interesantes. Por eso, échale un ojo al programa durante tu visita.

Avenida de la Victoria

Si hay una calle que tienes que ver en Bucarest, esa es la avenida Victoria, que te recomendamos que la recorras, pues está llena de importantes edificios, tiendas y locales de moda. Su actual nombre lo recibió en 1878, tras la victoria rumana durante la Guerra de la Independencia.

Esta tiene unos dos kilómetros y medio de longitud y ha sido siempre una avenida importante de la ciudad. Así, antiguamente era conocida como Calle Grande y fue pavimentada con madera a finales del S. XVII. Además, a partir de 1814, fue la primera calle de la ciudad iluminada con velas.

Asimismo, la Avenida de la Victoria fue la calle más emblemática de Bucarest en el período de entreguerras, un periodo de apogeo para la capital de Rumanía, cuando era conocida como la Pequeña París. De hecho, muchos de sus edificios más emblemáticos datan de finales del S. XVIII-mediados del S. XIX.

Palacio CEC

El Palacio de la Casa de Depósitos, Envíos y Economía, más conocido como Palacio CEC, comenzó a construirse a finales del S. XIX. Como era común en aquella época, está influenciado por la arquitectura francesa. 

Estamos seguro que cuando veas lo bonito que es, querrás descubrir su interior. Sin embargo, la sede del Banco CEC no puede visitarse por dentro.

Museo de Historia Nacional de Rumanía 

Frente a este se encuentra el palacio de Correos, que también fue construido a finales del S. XIX y alberga el museo de Historia Nacional de Rumanía, que, si tienes tiempo, es uno de los museos que hay que ver en Bucarest.

Entre sus obras más importantes está la réplica a tamaño real de la Columna de Trajano de Roma. Además, en sus exposiciones permanentes podrás ver piezas muy valiosas de las distintas civilizaciones que pasaron por territorio rumano.

Junto a estos dos imponentes edificios y rodeada por construcciones modernas, te encontrarás la pequeña iglesia Zlata. Esta se levantó a comienzos del S. XVIII por un miembro de la importante familia Cantacuzino, pero tuvo que ser reconstruida a mediados del S. XIX. Si entras, descansarás un poco del bullicio exterior.

Pasaje Macca-Vilacrosse

Uno de los lugares más populares que ver en Bucarest es este pasaje cubierto que conecta la Avenida Victoria con la calle Lipscani. Aquí encontrarás varios locales para tomar algo, por lo que el ambiente dentro suele estar siempre muy animado, especialmente a las tardes. 

El pasaje consta de dos calles que se juntan al final en una pequeña plaza y está cubierto por un techo de vidrio amarillo. Fue construido a finales del S. XIX a semejanza de otros pasajes europeos y su nombre recuerda a Xavier Vilacrosse, un arquitecto catalán que estudió en Francia y llegó a ser el arquitecto jefe de la capital. Además, se casó con la heredera de la posada que se encontraba aquí antiguamente y que pasó a llamarse posada Vilacrosse. 

El otro nombre, Macca, hace referencia al dueño de unas tiendas que había aquí y que era el cuñado del constructor del pasaje.

Plaza Drapelului y plaza Odeon

Muy cerca está la plaza Drapelului, donde destaca el palacio del Circulo Militar Nacional Rumano, que fue construido a principios del S. XIX al estilo francés.

Este se encuentra rodeado de elegantes edificios que albergan hoteles de cuatro y cinco estrellas, como el hotel Capitol, el Gran Hotel du Boulevard o la Casa Capsa. Esta última abrió a finales del S. XIX como hotel y cafetería y se convirtió en un lugar muy popular de Bucarest a donde iban importantes personajes de la política y la cultura. De hecho, Grigore Capsa fue un famoso pastelero proveedor de la Casa Real de Rumanía y Casa Capsa llegó a conocerse como el Café de los escritores y de los artistas.

Pronto llegarás a la plaza Odeon, donde está el teatro del mismo nombre que se encuentra en un edificio levantado en la primera mitad del S. XIX. Frente a él está el busto de Mustafa Kemal Atatürk, el primer presidente de la República de Turquía.

Pasaje Victoria y pasaje Inglés

Cerca de la plaza Odeon hay varios pasajes que unen la avenida Victoria con la calle de la Academia. 

Uno de ellos es el pasaje Victoria, que está en un edificio elegante de principios del S. XX que fue bastante popular. A día de hoy, este pasaje es famoso por estar decorado con paraguas de colores. 

Muy cerca está el pasaje Inglés, que, aunque tiene un aspecto muy decadente, su historia es curiosa. Así, aquí se abrió el hotel Inglés a finales del S. XIX y el pasaje junto a él. Sin embargo, a los pocos años cambió de función y se convirtió en un burdel de lujo que funcionó hasta 1947, año en el que fue prohibido.

Frente a estos pasajes está el Novotel Bucarest, que mezcla arquitectura moderna con los restos de la antigua fachada del teatro nacional, que data del S. XIX.

Este forma una imagen muy curiosa con sus alrededores, que, en cierta manera, es un buen ejemplo de la historia de Bucarest. Y es que el edificio está rodeado de edificios muy elegantes, como el Grand Hotel Continental, del palacio del Teléfono, que fue levantado en en la década de 1930 y llegó a ser, con sus 52,5 metros de altura, el edificio más alto de la ciudad, así como de otros de estética socialista.

Plaza de la Revolución

Y llegamos a otro de los lugares que ver en Bucarest, la plaza de la Revolución, que recibió su actual nombre tras los acontecimientos de diciembre de 1989, que pusieron fin al régimen comunista.

En este lugar, que ha sido testigo de importantes momentos de la historia del país, puedes ver un gran número de edificios importantes:

– El Palacio Real de Bucarest, que alberga el Museo Nacional de Arte de Rumanía.

Antiguamente, aquí se encontraba la Casa Golescu, que llegó a ser la residencia de Carlos I a medidos del S. XIX. Sin embargo, se acabó demoliendo y construyéndose el actual Palacio Real en 1937.

El Palacio estuvo en uso como sede de la Familia Real rumana hasta el 24 de agosto de 1944, cuando fue bombardeado por los alemanes. Tras el golpe de Estado de 1947, en el que se derrocó al rey y se instauró el régimen comunista, el palacio fue restaurado y pasó a ser el Palacio de la República. En 1989, durante la Revolución, sufrió un incendio, por lo que tuvo que ser restaurado posteriormente.

Desde 1953, alberga el Museo Nacional de Arte de Rumanía, otro de los museos que ver en Bucarest, pues es el museo de arte más importante del país. Aquí puedes ver obras de importantes artistas rumanos, así como de artistas europeos de los siglos XIV al XX.

Si te ha interesado este tema, igual te apetece unirte a este free tour de los reyes rumanos y los palacio de Bucarest.

– La iglesia Cretulescu se encuentra junto al Palacio Real y fue construida en la década de 1720, aunque ha sido restaurada en varias ocasiones. No dejes de acercarte, pues la pintura del porche es original, aunque la del interior data de mediados del S. XIX.
– La Biblioteca de la Universidad Central Carol I se encuentra frente al Palacio Real, en un edificio de finales del S. XIX. Esta fue incendiada durante la Revolución de 1989, perdiéndose su colección de libros raros. A finales del S. XX, tuvo que ser restaurada y se inauguró de nuevo en 2001.

Frente a ella está la estatua ecuestre del rey Carlos I, que es una copia, pues la original fue destruida durante el régimen comunista.

– El Palacio del Ministerio del Interior, que se terminó en 1950 y, desde 1958, fue la sede del Comité central del Partido Comunista. Tras la Revolución de 1989, pasó a ser la sede del Senado hasta que se trasladó al Palacio del Parlamento. Ahora, alberga las oficinas del Ministerio del Interior y de los Ministerios de Salud y de Trabajo.

Fue aquí, en el balcón sobre la entrada, donde Nicolae Ceaușescu dio su último discurso el 21 de diciembre de 1989 para tranquilizar a la población tras los disturbios de Timisoara. Sin embargo, el fin del régimen comunista ya estaba escrito y horas más tarde el matrimonio Ceaucescu huiría en un helicóptero desde la azotea del edificio. Aunque no les sirvió de mucho, pues fueron capturados en Targoviste y ejecutados.

Si estás interesado en saber más sobre este tema, puedes unirte a un free tour por el Bucarest comunista.

Además, en la plaza se encuentra el Memorial del Renacimiento, en memoria de las víctimas de la Revolución Rumana de 1989.

Ateneo Rumano

Otro de los lugares que ver en Bucarest es el Ateneo Rumano, una sala de conciertos símbolo de la ciudad. Este se encuentra en la plaza George Enescu, que está junto a la plaza de la Revolución.

Este edificio circular se construyó en la década de 1880 según los planos del arquitecto francés Albert Galleron, que fue recomendado por Charles Garnier, autor de la Ópera de París. La fachada presenta estilo neoclásico y recuerda a los antiguos templos griegos. Su elemento más característico es la cúpula, que es de estilo barroco y tiene 13 metros de altura.

Sin embargo, no debes quedarte sólo con su aspecto exterior, pues su interior merece mucho la pena. Así, la sala de conciertos está decorada con un enorme friso pintado en la década de 1930 que cuenta 25 escenas importantes de la historia de Rumanía. 

La entrada al Ateneo se hace por una puerta lateral y es de pago. En septiembre 2024, costaba 10 RON por persona. En la página web del Ateneo Rumano podrás ver la información actualizada sobre la visita.

Además, el Ateneo es la sede de la Filarmónica rumana, por lo que una buena manera de visitarlo es participando en uno de sus conciertos.

Frente al Ateneo hay un pequeño jardín, que nosotros vimos lleno de jóvenes haciéndose fotos de graduación.

Nosotros paramos aquí nuestro paseo por la Avenida Victoria, pero si sigues por ella, te encontrarás con más palacios, como el que alberga el Museo de Colecciones de Arte, con obras de arte rumano moderno, arte popular rumano, así como piezas de Asia, Oriente Medio y de artistas de Europa Occidental, el palacio Stirbey o el palacio Cantacuzino, que alberga el museo George Enescu, cerrado temporalmente.

Plaza de la Universidad

De vuelta al centro de la ciudad, otra de las plazas que ver en Bucarest es la de la Universidad, donde comprendes el sobrenombre de la Pequeña París. Esta constituye el kilómetro cero de las carreteras del país y delimita los ejes norte-sur y este-oeste de la ciudad. 

Como su nombre indica, aquí está el Palacio Universitario, que comenzó a construirse a mediados del S. XVIII y donde se encuentran algunas de las facultades de la Universidad de Bucarest, que fue fundada en 1864. 

Frente a él está el imponente Palacio de la Compañía de Seguros Generala, que se construyó a comienzos del S. XX.

Además, en la plaza hay varias estatuas de personajes relacionados con la universidad, aunque la central es la de Miguel el Valiente, un príncipe valaco que logró unir por primera vez los principados de Transilvania, Valaquia y Moldavia y es considerado un héroe nacional.

Alrededor de la Universidad hay varios edificios interesantes, como el Teatro Nacional, un edificio de estilo modernista de la segunda mitad del S. XX, o el palacio Sutu, que se construyó en la década de 1830 y alberga el Museo Municipal, un lugar perfecto para aprender sobre la historia de la ciudad.

Por cierto, el Teatro Nacional es el punto de encuentro del Tour de los misterios y leyendas de Bucarest, que te permite conocer la ciudad de una manera diferente.

Otro edificio cercano que llama la atención por su altura es el Grand Hotel Bucarest. De hecho, es uno de los más altos  de la capital y el primer hotel de 5 estrellas de Bucarest, así como un símbolo de la ciudad construido entre 1968 y 1970.

Por último, vamos a mencionar la iglesia rusa de San Nicolás, que va a llamar tu atención gracias a sus cúpulas doradas en forma de cebolla. Esta se construyó a principios del S. XX, principalmente como lugar de oración para el personal de la legación rusa y con ayuda financiera del zar Nicolás II. La iglesia se conoce también como la de los estudiantes, pues, con el paso del tiempo, pasó a ser utilizada por estos y por los docentes de la universidad.

Arte Urbano en Bucarest

En Bucarest también puedes ir en busca de arte urbano. Para ello, nosotros fuimos a las calles Pictor Arthur Verona, donde puedes ver varios ejemplos, Eremia Grigorescu, donde está uno de los murales que más nos gustó: Make a Point de Sweet Damage Crew, y la calle Stirbei Voda, donde vimos un mural de Vlad Tepes hecho por Obie Platon.

Además, en la calle Pictor Arthur Verona no dejes de entrar en la librería Carturesti Verona, estamos seguros de que su interior te va a gustar.

Otra calle en la que puedes descubrir más arte urbano es Grivitei, pero nosotros no llegamos a ir. Además, aquí podrás chequear los distintos lugares donde hay ejemplos de arte callejero en Bucarest. Asimismo, puedes unirte a este free tour en español por el arte urbano de Bucarest.

Parque Cismigiu

Y vamos a terminar nuestra lista de lugares que ver en Bucarest con este parque en el centro de la ciudad, que es, además, el más antiguo, pues fue inaugurado a mediados del S. XIX. Sea como fuere, nos parece un lugar perfecto para descansar después de haber paseado por la capital de Rumanía.
 
Así, aquí hay un lago donde puedes alquilar un barquito para recorrerlo, columpios para los más pequeños y muchos senderos decorados con estatuas.
 
Eso sí, el parque Cismigiu no es el único espacio verde de Bucarest. Enseguida te hablamos de algún otro.
 
Si te has quedado con ganas de ver más cosas, puedes unirte a una visita guiada por Bucarest, donde aprenderás mucho más sobre esta capital europea.

Otros lugares que ver en Bucarest y en sus alrededores

Templo Coral

El Templo Coral es la sinagoga más grande de Rumanía que fue construida en la segunda mitad del S. XIX, aunque ha sufrido varias renovaciones a lo largo de su historia. Para su construcción se tomó como modelo la sinagoga Leopoldstadt de Viena.
 
Esta fue dañada en 1941, pero finalmente fue restaurada en 1945. Hoy, sigue en activo y puedes visitar su interior tras pagar una entrada. Nosotros, en mayo 2024, pagamos 20 RON por persona. Dentro hay un guía que te explica su historia y responde de manera muy amable a todas tus preguntas. 
 

Otras iglesias en el centro de la ciudad 

En Bucarest hay muchas iglesias ortodoxas. Nosotros te recomendamos que entres en aquellas que veas abiertas, pues sus interiores suelen ser bonitos. 

Así, otra iglesia que nos gustó fue la de San Jorge el Nuevo, que está cerca de la plaza de la Universidad y se encuentra rodeado por un pequeño jardín donde verás el monumento al kilómetro cero y una estatua del príncipe Constantin Brancoveanu, pues fue el fundador de esta iglesia a principios del S. XVIII. Además, en su interior está su tumba.

También nos llamó la atención el monasterio Antim, que fue trasladado también para evitar su demolición durante la época comunista. Este se encuentra cerca del Palacio del Parlamento y de la Catedral Patriarcal y fue fundado a principios del S. XVIII.

Hasta ahora, a todos los lugares de los que te hemos hablado podías llegar caminando. Sin embargo, los siguientes puntos que ver en Bucarest están algo alejados, por lo que lo mejor es que uses el metro u otro medio de transporte.

Arco del Triunfo

Bastante alejado del centro de la ciudad, el Arco del Triunfo es uno de los símbolos más conocidos de la capital. Este fue construido alrededor de 1920 y renovado en la década de 1930, y es uno de esos lugares que ver en Bucarest que te van a recordar la capital francesa, aunque su homónimo es bastante más grande. 

Este monumento conmemora la participación de Rumanía en la I Guerra Mundial y durante el comunismo sufrió algunos cambios, que fueron modificados de nuevo tras 1989.

Se encuentra al norte de la ciudad, en una rotonda con bastante tráfico. Por eso, sólo recomendamos ir a verlo si quieres visitar también el parque Herastrau, que está adyacente a él.

Nosotros aprovechamos para verlo desde el coche al llegar a Bucarest.

Parque Herastrau y Museo del Pueblo

Parada de metro: Aviatorilor
 
El parque Herastrau es el más grande Bucarest y se encuentra alrededor del lago que lleva su nombre. Aquí puedes pasear por sus senderos, alquilar una barca para navegar por el lago y, en invierno, según hemos leído, patinar sobre su superficie helada. Además, hay cafeterías donde sentarte a ver el ambiente del parque.
 
Y no nos podemos olvidar del museo del Pueblo, un museo al aire libre donde podrás descubrir la arquitectura rural de las distintas provincias de Rumanía. Los edificios que ves son originales, puesto que se desmontaron en su lugar de origen y se volvieron a ensamblar en Bucarest. Además, se equiparon con objetos auténticos propios de la época del edifico. Así, aprenderás como eran las costumbres rurales en Rumanía.
 
No nos dio tiempo a visitarlo, pero sí hemos visitado alguno de este tipo en Alemania y, la verdad, es que nos gustan mucho y son una muy buena idea si viajas con niños.
 

Por cierto, aquí se encuentra también el Palacio Isabel, que es la residencia en Bucarest de la Familia Real de Rumania.

Puedes conocer esta área uniéndote a esta visita guiada al parque Herastrau y el museo del Pueblo.
 

Casa Ceaucescu

Cerca del parque Herastrau se encuentra la lujosa casa donde el matrimonio Creaucescu vivió de 1965 a 1989 con sus tres hijos.
 

Esta se puede visitar y aquí puedes encontrar la información sobre horarios y precios

Ten en cuenta que cierra los lunes y sólo se puede visitar con un guía de habla rumana o inglesa, siendo el último tour a las 17:00. Hay audio guías disponibles en distintos idiomas, incluido el español. Para evitar hacer colas, puedes reservar la entrada con antelación en la página web.

Skytower

Si quieres disfrutar de una estupenda panorámica de Bucarest, puedes acercarte a esta torre que no está lejos de las visitas anteriores.
 
Y es que la Skytower es, actualmente, el edificio más alto de Rumanía con 137 metros de altura. Subir cuesta unos 20€ y la entrada incluye un cóctel.
 

Además, en lo más alto hay un restaurante donde puedes disfrutar de una cena con vistas.

Te dejamos su página web, donde puedes reservar tu visita y encontrar más información sobre ella. Ten cuidado, porque una vez reservada, esta no se puede cancelar.

Therme Bucarest

Te recomendamos ahora una visita para relajarte después de haber conocido Bucarest o tras hacer una ruta por el país. Y es que Therme Bucarest es uno de los centros termales más grandes de Europa y se encuentra a unos 25 kilómetros al norte de la ciudad y a sólo 5 kilómetros del aeropuerto.
 
Como también tiene toboganes, es un buen destino si viajas con niños. Por cierto, si puedes, ve mejor entre semana, porque te encontrarás con menos gente.
 
 
Si Bucarest se te queda pequeño, te proponemos una serie de excursiones a sus alrededores:
 

Monasterio de Snagov

A unos 50 kilómetros al norte de Bucarest, está el pequeño monasterio de Snagov. Este se encuentra en una isla en el lago que lleva su mismo nombre.

Aparte de tener un interior muy bonito decorado con frescos, si este monasterio es conocido es porque se cree que aquí está enterrado Vlad Tepes, la figura que inspiró a Bram Stoker.

Para visitarlo, en mayo 2024 tuvimos que pagar 20 RON por persona.

Te contamos más sobre él en Ruta del Conde Drácula.

Palacio Mogosoaia

Más cerca todavía, a menos de 20 kilómetros del centro, se encuentra el palacio Mogosoaia, que está junto al lago que lleva su nombre.

Este fue construido a finales del S. XVII por el príncipe Constantin Brancoveanu en el estilo que lleva su nombre y que también se conoce como Renacimiento Rumano. Este estilo tiene influencias balcánicas y occidentales.

Visitarlo es bastante económico, pues el precio de la entrada ronda los 3 €.

Información sobre la visita

Una buena manera de visitar estos dos lugares próximos a Bucarest en un sólo día es uniéndote a esta excursión al monasterio de Snagov y al palacio Mogosoaia.

Bucarest es también un buen lugar para hacer base y visitar otros lugares del país. Así, desde aquí se organizan excursiones a otros sitios de interés:

– Excursión a los castillos de Bran y Peles en español

Te hablamos sobre ellos en visitar el castillo de Bran y visitar el castillo de Peles.

Excursión a las minas de sal de Slanic

Tour de dos días por Transilvania

Excursión al Mar Negro

Excursión al Delta del Danubio

Mapa con los lugares que ver en Bucarest

Aquí te dejamos un mapa con los lugares más interesantes que ver en Bucarest.
Mapa indicando los lugares más interesantes que ver en Bucarest

Dónde comer en Bucarest

Lo primero, para saber que pedir en los restaurantes te recomendamos leer nuestro post sobre gastronomía rumana. Y ahora, vamos a hablarte de los restaurantes que nosotros probamos en Bucarest:

– Como no, el Caru cu Bere, uno de los restaurantes más populares de la ciudad. Aunque te pueda echar para atrás por lo lleno que está, su interior es precioso y la comida está muy rica. Por tres platos, dos vasos de vino y agua pagamos 305 RON.
 
– Para desayunar fuimos al Van Gogh, una cafetería que se ha hecho muy popular gracias a su decoración basada en cuadros de este gran pintor. Si vas, no dejes de subir por su escalera. Se encuentra en el casco antiguo, muy cerca de la librería Carturesti Carusel.
 
Pedimos una tostada francesa y dos cafés y estaba todo muy rico. Sin embargo, nos pareció más caro que otros lugares en los que habíamos estado. Pagamos 112 RON. 
 
– Durante nuestra visita nos encontramos con la pequeña cafetería Ivy, que nos encantó. Su dueño era muy majo y nos preparó dos cafés riquísimos. Pagamos unos 30 RON. Se encuentra en el Bulevard Carol I.
 
– En la calle Eremia Grigorescu, donde está uno de los murales más conocidos que ver en Bucarest, comimos en el Pub Shift, que tenía una terraza muy chula y donde la comida estaba muy rica. Pagamos por dos platos y dos cervezas 113 RON.
 
– En el histórico Hanu lui Manuc, nos tomamos un par de cervezas y algo para comer. Nos sentaron en la bodega, que nos gustó mucho. Pagamos 151 RON.
 
– Además, verás pequeñas pastelerías donde podrás comprar por poco dinero distintos tipos de bollería dulce o salada.

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