Castillo de Bran en Transilvania, ¿el castillo de Drácula?

El castillo de Bran es uno de los lugares más visitados de Rumanía, en parte, por ser considerado el castillo de Drácula, aunque, realmente, esto no sea cierto. Sea como fuere, esta fortaleza medieval en lo alto de un promontorio rocoso es una visita muy interesante, sea el hogar del vampiro más famoso del mundo o no. ¿Nos acompañas?

Collage de 8 fotos sobre el castillo de Bran

Durante nuestra ruta de 12 días por Rumanía sólo coincidimos con muchos turistas en un par de visitas y el castillo de Bran fue una de ellas.

La razón principal de su gran popularidad es ser el castillo de Drácula y, claro, a eso no hay quien gane. Sin embargo, si vienes hasta aquí sólo para saber más sobre este personaje ficticio, entonces, es mejor que no vengas, pues vas a acabar decepcionado. 

En este post vamos a explicarte cómo visitar el castillo de Bran en Rumanía, uno de los lugares más populares del país, y te vamos a decir por qué sí deberías visitarlo.

Pero antes…

En nuestro blog encontrarás más información sobre Rumanía, que, esperamos, te sea de ayuda:

Dónde está y cómo llegar al castillo de Bran en Rumanía

El castillo de Bran está en Transilvania, en lo alto de un promontorio rocoso en el desfiladero de Bran, que marcaba la antigua frontera entre Transilvania y Valaquia.

La fortaleza se encuentra a unos 30 kilómetros al suroeste de Brasov, a unos 140 kilómetros de Sibiu y de Sighisoara y de Bucarest le separan unos 180 kilómetros.

De este modo, puedes llegar en coche al castillo de Bran mientras haces una ruta por Transilvania o como excursión de día desde Bucarest, incluyendo otros lugares cercanos, como Brasov o el famoso castillo Peles, que está en Sinaia, a unos 40 kilómetros.

Para aparcar podrás elegir entre varios parkings privados alrededor del castillo. Cuando nosotros fuimos, no tuvimos ningún problema en encontrar plaza, pero no sabemos si en temporada alta esto puede llegar a ser complicado.

Nosotros dejamos el coche en un aparcamiento que costaba 10 RON por hora. Sin embargo, creemos que es posible aparcar de manera gratuita si te alejas un poco, por ejemplo, en el arcén de la carretera que está en la parte trasera del castillo, desde donde además tendrás una bonita perspectiva de este.

Sin embargo, aunque esta sea la forma más cómoda de llegar, siempre puedes usar el transporte público para descubrir el castillo de Bran.

Para ello, puedes llegar en tren a Brasov. Por ejemplo, si sales desde Bucarest el viaje durará, según el tipo de tren que tomes, entre dos horas y media y 4 horas, siendo la frecuencia de trenes bastante alta.

Puedes chequear todas tus posibles rutas horarios y precios en la página web de trenes rumana.

Una vez en Brasov, la opción más económica para llegar al castillo de Bran es el autobús, en un viaje que te tomará unos 45 minutos. 

Así, sólo tienes que ir a la terminal de autobuses que está en Avram Ianci 114 y preguntar por el siguiente autobús hacia Bran. La frecuencia de buses es bastante alta, habiendo uno cada hora o, incluso, cada 30 minutos.

También puedes llegar en taxi, pero claro, esta opción te saldrá más cara.

Y si no tienes coche, ni ganas de preparar el viaje, que sepas que hay numerosas visitas guiadas al castillo de Bran que se organizan desde distintas ciudades de Rumanía. 

 Excursión a los castillos de Bran y Peles y Brasov desde Bucarest

– Visita a los castillos de Bran, Peles y Cantacuzino desde Brasov

Excursión a Brasov y al castillo de Bran desde Sibiu

Ten en cuenta que estas excursiones no incluyen en el precio la entrada a los castillos.

Datos prácticos para visitar el castillo 

Cuando llegues a Bran, te darás cuenta de que es un lugar muy visitado por los numerosos puestos de souvenirs que hay alrededor de la entrada al castillo. Asimismo, hay también muchos restaurantes y puestos de comida rápida.

Horario del castillo de Bran

– Del 1 de octubre al 31 de marzo el castillo abre a las 9:00, siendo la última admisión a las 16:00. Los lunes abre a las 12:00.

– Del 1 de abril al 30 de septiembre abre a las 9:00, siendo la última admisión a las 18:00. Los lunes abre a las 12:00

Te recomendamos chequear la página oficial del castillo antes de tu visita para comprobar que no haya ningún cambio debido a algún día festivo.

Precio actual de la visita

La entrada al castillo de Bran a julio 2024 cuesta 70 RON, esto es, unos 14€.

Ahora bien, los mayores de 65 años pagan 50 RON, los estudiantes 40 RON y los menores de 7 a 18 años 20 RON. Los más pequeños entran gratis.

En el interior podrás sacar todas las fotos que quieras sin coste adicional.

La entrada se compra en unas maquinas que hay justo antes de acceder al parque del castillo. Hay varias y son fáciles de usar.

También puedes adquirir los tickets de manera online desde la página oficial del castillo de Bran. De esta manera, te evitas las posibles colas que se puedan llegar a formar, especialmente si vas en temporada alta.

Información actual sobre la visita al castillo de Bran

Qué incluye la entrada al castillo de Bran

Además de poder entrar en el castillo, la entrada de 70 RON te da derecho a pasear por sus jardines, donde hay un restaurante y donde puedes ver las distintas perspectivas de la fortaleza. Sin entrada no puedes acceder.
 

El restaurante es la antigua casa del té del castillo, que fue construida por orden de la reina María en la década de 1920.

Por otro lado, hay dos áreas de la fortaleza que no están incluidas en este ticket:

La exposición de elementos de tortura medievales, que cuesta 20 RON.

– El túnel del tiempo, que cuesta 30 RON y que es un ascensor que conecta el castillo con el parque. Este fue construido en 1930 por orden de la reina María. 

Nosotros sólo entramos en el castillo, por lo que no podemos darte nuestra opinión sobre ellas.

La visita al castillo es por libre y puedes coger una audio guía por 15 RON. Además, puedes contratar una visita guiada por el castillo de Bran, donde un guía te contará muchas historias referentes al edificio.

Historia del castillo

A comienzos del S. XII, los caballeros Teutónicos recibieron estas tierras de manos del rey húngaro Andrés II, para que las defendieran de los enemigos del reino. Así, se cree que levantaron una fortaleza de madera que se llamó Dietrichstein o Törzburg en el lugar del actual castillo de Bran. La Orden sería expulsada en la década de 1225 y el castillo acabaría siendo arrasado.

El primer documento escrito sobre el castillo de Bran es de 1377. En este, el rey húngaro Luís I de Anjou da derecho a los sajones de Kronstadt, la actual ciudad de Brasov, para construir una fortaleza de piedra en Bran, que se encontraba en la frontera entre Transilvania y Valaquia. Los ciudadanos levantaron el castillo a sus expensas y, a cambio, recibieron privilegios aduaneros.

Y es que el fin del castillo, que estaba habitado por soldados profesionales, era defensivo y económico, pues era aduana, defendía las carreteras comerciales que pasaban por el desfiladero y bloqueaba las invasiones enemigas. 

Debido a la amenaza otomana, Valaquia y Transilvania se aliaron y el castillo de Bran estuvo protegido también por los príncipes de esta región, como Mircea cel Batran, abuelo de Vlad Tepes.

El castillo de Bran seguiría siendo un punto aduanero hasta 1836, cuando la frontera entre estas dos regiones se movió a las montañas. Fue entonces, cuando el castillo perdió su importancia militar y comercial.

Tras la I Guerra Mundial, Transilvania pasó a formar parte del Reino de Rumanía y, por lo tanto, el castillo pasó a manos de la administración rumana. Poco después, en 1920, el ayuntamiento de Brasov entregó el castillo a la reina María, que era muy querida en el país. 

Como residencia real, el castillo de Bran se convirtió en uno de los retiros favoritos de la reina, que realizó grandes obras de restauración, aunque el edificio siguió manteniendo su aire de fortaleza medieval.

Así, mejoró su acceso con nuevas escaleras, mandó construir un ascensor desde el parque al castillo y lo dotó de electricidad y teléfono. Además, decoró las habitaciones e hizo cambios en el jardín, levantando algunos edificios, como el pabellón de té o la casa de la princesa Ileana.

Tras su muerte en 1938, el castillo lo heredó su hija Ileana, que estaba casada con el archiduque de Austria, Antón de la casa de los Habsburgo. Durante la II Guerra Mundial, la princesa estableció un hospital en el castillo que atendía a soldados heridos. Este estuvo en funcionamiento hasta 1948 y en él trabajó de enfermera la propia Ileana.

Con la expulsión de la familia real del país en 1948, el castillo fue nacionalizado, pasando a ser propiedad del Estado Rumano. Sin embargo, en 2005, fue devuelto al archiduque Domingo de Austria, hijo de la princesa Ileana.

Visita al castillo de Bran

Para llegar al castillo, tendrás que dar un pequeño paseo que no te va a llevar mucho tiempo. Además, podrás ver una cruz de piedra de mediados del S. XVIII con los escudos de Moldavia y Valaquia. Esta fue colocada en este lugar en 1922 para conmemorar a los héroes de la I Guerra Mundial.

Nada más entrar, te encontrarás con información sobre la historia del castillo y sobre los gobernantes que tuvieron relación con él. Además, a lo largo de la visita, descubrirás más detalles sobre la familia real rumana, que fueron los dueños del castillo desde 1920. 

Así, conocerás a la querida reina María, que era nieta de la reina Victoria de Inglaterra y de Alejandro II de Rusia, y a su marido, Fernando I, que nació en Alemania y era miembro de la familia Hohenzollern. También aprenderás sobre la hija favorita de la reina, la princesa Ileana, que heredó el castillo de Bran y se mudó a él con sus hijos durante la II Guerra Mundial. 

Por otro lado, visitarás sus cuatro pisos y pasearás por sus distintas habitaciones, que están decoradas con muebles históricos, trajes, armas y armaduras. La mayoría de lo que vas a ver es de la época en que el castillo fue residencia real, pero todavía queda algún recuerdo de su época anterior. 

En su última planta, que durante nuestra visita estaba parcialmente cerrada, podrás visitar una exposición sobre las criaturas de la mitología rumana, en la que te explican el origen de estas leyendas de terror. Por supuesto, también hablan de la figura del conde Drácula.

Asimismo, desde la terraza de la última planta podrás echar un vistazo a los alrededores del castillo de Bran.

Al final, podrás pasear por su parque, donde hay un lago, bonitas vistas al castillo y un restaurante en la Casa de Té.

Aparte, si has comprado las entradas, podrás entrar en una exposición de elementos de tortura medievales y en el túnel del tiempo, que es el ascensor que mandó construir la reina María y donde parece ser te ofrecen más información sobre los miembros de la familia real.

¿Es el castillo de Bran la fortaleza de Drácula?

Vamos a ser rápidos en contestar, no. 

Como ya sabes, la figura del sanguinario príncipe valaco Vlad III, conocido como Vlad Tepes o Vlad el Empalador y también como Vlad Drácula, ayudó a Bram Stoker a crear al conde Drácula, que era un vampiro que vivía en un castillo en Transilvania. 

Vlad Tepes es conocido, entre otras cosas, por su gran severidad al castigar a sus enemigos y su nombre, Drácula, viene de la Orden del Dragón, en la que fue aceptado su padre.

Sin embargo, el castillo de Bran no tiene mucha relación con este gobernante del S. XV, aunque es cierto que Vlad Tepes pasó por el desfiladero de Bran varias veces. De hecho, estuvo aliado con Bran y Brasov y, en la segunda mitad del S. XV, su ejército pasó por Bran para atacar la ciudad.


Además, es probable que Vlad Tepes nunca estuviera en el castillo, aunque se cree que pudo estar aquí encarcelado tras ser capturado por los húngaros en 1462.

No obstante, el castillo de Bran ha ganado mucha popularidad al ser publicitado como el hogar del conde Drácula. Pero ¿por qué?.

Pues porque dicen que Bram Stoker lo usó como modelo para crear el hogar del vampiro, aunque el escritor nunca estuvo en Rumanía, ni en la novela se dice donde se encuentra el castillo del conde Drácula ni se menciona la fortaleza de Bran. 

Sin embargo, el castillo sí se parece a la descripción que el escritor irlandés hace de la mansión y él sí pudo haberse inspirado en alguna ilustración que viese del castillo de Bran, o igual no.

Sea como fuere, actualmente esta fortaleza es sinónimo de castillo de Drácula y este hecho sirve para atraer más turismo. De hecho, en los alrededores del castillo podrás ver puestos con objetos del vampiro más famoso del mundo y alguna atracción de miedo.

Ah! y puedes participar en una fiesta de Halloween en el castillo de Bran.

Por cierto, si te interesa la historia de Vlad Tepes, su verdadera fortaleza está en ruinas y se encuentra en Poenari. Además, en ruta del conde Drácula, te hablamos sobre más lugares relacionados con este gobernante del S. XV.

Nuestra opinión sobre el castillo de Bran

En nuestra opinión, la visita al castillo de Bran sí merece la pena. 

Exteriormente, la fortaleza en lo alto de un promontorio rocoso llama la atención y, aunque sepas que nada tiene que ver con vampiros y otros seres de la noche, es cierto que puedes entender el por qué de esa conexión, especialmente si la visitas un día nublado de invierno.

Asimismo, sus habitaciones están decoradas de tal manera que te puedes imaginar cómo era la vida de la familia real rumana en el castillo. Además, la historia de sus dueños es muy interesante. Saber la importancia de la reina María en la unificación del reino, cómo la princesa Ileana acabó siendo monja ortodoxa o por qué Fernando I fue eliminado del Libro de Honor de la familia Hohenzollern, le añaden interés a la visita.

Eso sí, como ya hemos dicho, no vengas pensando en una visita terrorífica.

Qué ver en los alrededores del castillo de Bran

Bran está cerca de lugares muy interesantes:

– A unos 10 kilómetros está la impresionante ciudadela de Rasnov, que está actualmente cerrada por restauración. Sin embargo, esta localidad está de camino a Brasov, por lo que merece la pena hacer una breve parada para ver la fortaleza desde abajo.

Brasov está a unos 30 kilómetros del castillo de Bran y es una ciudad que merece la pena que visites. En ella podrás conocer los restos de su antigua fortificación, la basílica negra y su bonita plaza central. Te contamos mucho más sobre esta localidad en qué ver en Brasov.

– A unos 40 kilómetros del castillo se encuentra otro de los lugares más visitados de Rumanía, el palacio de Peles, que comenzó a construirse a finales del S. XIX y fue residencia de verano de los reyes de Rumanía.

– Y si viajas con niños, igual te interesa saber que a unos 15 kilómetros está Dino Park, un parque temático sobre dinosaurios.

Dónde comer en Bran

Comer en Bran no es ningún problema, pues al ser un lugar muy turístico hay numerosos restaurantes en los alrededores. Además, hay también bastantes puestos de comida rápida.

Por cuestiones de tiempo, nosotros decidimos escoger la segunda opción y en uno de los puestos cerca del castillo tomamos unas salchichas, una limonada y dos cafés por unos 55 RON.

Una opción más elegante es comer en el restaurante que está en la antigua casa del té del castillo de Bran. No podemos decirte cómo está su comida, pero el lugar es muy bonito.

Por cierto, para saber qué pedir en los restaurantes, te recomendamos leer nuestro post sobre gastronomía rumana.

Donde alojarse en Bran

Del mismo modo, también vas a encontrar muchas opciones de alojamiento, aunque dada su cercanía con Brasov, nosotros consideramos que es mejor quedarse a dormir en esta localidad. 

Nosotros pasamos dos noches en el Brasov Central Studio, una habitación con cocina y baño en pleno centro de la ciudad. 

Sea como fuere, una página perfecta para encontrar el alojamiento que mejor se adapta a tus intereses es Booking.

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3 comentarios en “Castillo de Bran en Transilvania, ¿el castillo de Drácula?”

  1. Muy interesante todo sobre Vlad Tepes (en este post y en el de la «ruta del conde Drácula»). No sabía casi nada (aparte de que había servido de inspiración para el personaje). Pero no sabía que Bram Stoker ni siquiera estuvo en Transilvania, ¡ni el origen del nombre Drácula! Las fotos acompañan muy bien » la visita » 😄.

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