Viajar a Egipto con niños ¿sí o no?

Entrar en una pirámide, bañarse en el mar Rojo, descubrir tumbas de faraones o correr libremente por el desierto, fueron algunas de las actividades que nuestra hija de tres años y medio disfrutó en Egipto. Te contamos nuestra experiencia de dos semanas en el país de los faraones con una niña pequeña. ¿Nos acompañas a descubrir cómo es viajar a Egipto con niños?

Collage de 8 fotos sobre viajar a Egipto con niños

Al contar que nos íbamos a Egipto con nuestra hija de tres años y medio, la familia hizo bastantes preguntas: ¿no es demasiado pequeña? ¿y si hace mucho calor? ¿no le sentará mal la comida? ¿es un país apropiado para ir con niños? Y suponemos que, si quieres viajar a este país con tu hij@, estas cuestiones y otras similares se te pasarán también por la cabeza o ya te las habrán hecho.

Tras dos semanas conociendo el país, podemos decirte que sí nos parece un buen destino para viajar con niños. Así, la pequeña se lo pasó genial entrando en las tumbas, descubriendo el interior de alguna pirámide, jugando en el mar rojo y haciendo el crucero por el Nilo.

Como sabemos que cada niño es un mundo, vamos a contarte nuestra experiencia de viajar a Egipto con niños para que puedas valorar por ti mismo si es un buen destino para tu familia. Además, te daremos algunos consejos muy útiles a la hora de preparar este viaje.

Asimismo, te puede venir bien leer nuestro post con consejos para organizar un viaje a Egipto

Lo primero de todo: contratar un seguro de viaje

Sí, sabemos que no es un consejo específico para Egipto, sino para todos los viajes, pero es que es muy importante que no olvides contratarlo. 

Además, al viajar con niños se multiplica la posibilidad de sufrir un percance, porque no paran quietos y su sentido del peligro no suele estar muy desarrollado. Nosotros, desde que viajamos con nuestra hija, contratamos siempre el seguro Iati familia, ya que incluye coberturas especiales para los niños, como atención telefónica pediátrica 24 horas al día. 

Por suerte, no hemos tenido que utilizarlo nunca, pero saber que vamos asegurados nos da muchísima tranquilidad. 

Por otro lado, si contratas el seguro desde nuestra página, tú te llevas un 5% de descuento y nosotros una pequeña comisión que nos viene genial para seguir creando contenido.

Consejos generales para viajar a Egipto con niños

– Que en Egipto hace mucho calor, lo sabe todo el mundo. Por eso, no te olvides la crema solar de alta protección y un sombrero o pañuelo para cubrirles la cabeza. Y, por supuesto, evita, si puedes, los meses de máximo calor: julio y agosto.

Pregunta al pediatra. Aunque no hay ninguna vacuna obligatoria para viajar a Egipto, es bueno que, además de llevar el calendario de vacunación al día, preguntes al médico si te sugiere alguna. El nuestro nos recomendó la de la hepatitis A. 

También le puedes preguntar por algún medicamento infantil para la diarrea. Nosotros llevábamos uno que nos recomendaron en la farmacia. No lo tuvimos que usar, pero nos daba algo de tranquilidad saber que lo llevábamos.

Lleva algún tipo de distracción para tu hij@. Durante tu ruta por Egipto, seguro que haces algún trayecto largo. Por eso, lleva algún juguete, libro, pegatinas… vamos, lo que sepas que puede distraer a tu hij@.

Nosotros, aunque le intentamos restringir el uso de las pantallas, es cierto que pueden ser de mucha ayuda. Así, nos descargamos en el móvil algunas películas infantiles para no necesitar internet.

Intentar aumentar su interés por Egipto antes del viaje. Por ejemplo, puedes ver con él alguna película que trate sobre el país y sea adecuada a su edad, o comprarle algún libro que le motive. 

Como nuestra hija era muy pequeña, sabíamos que mucho no podíamos hacer. Al final, compramos el libro: Tom viaja en el tiempo – Antiguo Egipto, en el que tenía que buscar donde estaban Tom, su gato y su abuela. No aumentó su interés por el país, pero se lo pasó bien encontrándolos y cuando llegamos a Guiza reconoció las pirámides. Más que suficiente. 

Los egipcios y los niños. Los egipcios son muy simpáticos con los más pequeños. En nuestro caso, casi siempre que entrábamos en una tienda, el dependiente se ponía a jugar con ella, le hacía bromas y le acababa dando una chuchería. También nos pedían permiso para sacarse fotos con ella. Es cierto que a veces no le gustaba mucho, sobre todo cuando la cogían en brazos, pero, en general, se lo pasó muy bien e interactuó con ellos.

Asimismo, en los restaurantes también le trataron muy bien. Por ejemplo, alguna vez que se quedó dormida, enseguida trajeron cojines para que la acomodásemos mejor, y en el crucero, uno de los cocineros estaba atento siempre a ella y le llevaba fruta.

Eso sí, tened cuidado en los bazares y en los sitios más turísticos, ya que a veces les dan «regalos» y luego los tienes que pagar. Nos ha pasado sobre todo con los niños que venden por la calle, que siempre intentaban darles globos o aquello que vendiesen.

E intentad que no se encapriche por lo que venden, porque si de normal es difícil decir que no, en Egipto, con el vendedor dándoselo en la mano y diciéndote lo barato qué es, es prácticamente imposible. Nosotros acabamos con un nuevo amigo: el camello rosa.

Columpios. No es que sea muy importante, pero a veces viene bien una parada en un parque infantil, especialmente en los días más aburridos para ellos. Bueno, pues no esperes encontrarlos. Nosotros sólo los vimos en la zona de Zamalek, en el Cairo, y en el aeropuerto internacional del Cairo, al menos, en la T3, donde hay un parque infantil muy bueno, con cama elástica, bloques de construcción y columpios. 

Silla de paseo, ¿sí o no?

Esta pregunta nos la hicimos antes del viaje y, al final, decidimos no llevarla. 

A ver, nuestra hija tenía más de tres años, por lo que aguantaba, si quería, trayectos cortos caminando. Como ya suponíamos, acabó bastantes veces en brazos o a los hombros. Sin embargo, no nos arrepentimos de nuestra decisión.

Y es que en las ciudades no recomendamos el carro, pues hay mucha gente, las aceras no son muy anchas y sueles encontrar numerosos obstáculos. Además, atravesar la carretera no siempre es fácil, por lo que una silla dificultaría aun más esta tarea.

Por otro lado, en templos y sitios arqueológicos vimos algunos carritos, aunque los caminos no eran siempre los mejores. Además, puede haber mucha gente visitándolos, factor también en contra de los carros. Asimismo, en muchos no tienes que andar tanto y, en los casos en que sí hay que hacerlo, Saqqara o Guiza por ejemplo, puedes contratar un coche para que te lleve de un lugar a otro. De hecho, es lo que nosotros hicimos, porque, además, evitas estar mucho tiempo bajo el sol. 

Ya que estamos hablando de sillas, te decimos que no esperes encontrar sillas de seguridad en ningún coche. Si quieres, puedes llevar la tuya. Nosotros optamos por ir sin ella y llevarla igual que en España hace ya muchos años.

Comida Egipcia y niños

Nosotros no tuvimos problemas en encontrar algo que le gustara en todos los sitios donde estuvimos. Además, la comida no nos pareció picante, eso sí, solía llevar muchas especias.

Así, los platos venían casi siempre con pan y arroz, que es algo que suelen comer todos los niños. Además, en la carta solía haber platos de pollo y carne a la brasa, que estaba muy rica. Y si a tu hij@ le gustan las alubias, entonces estás en el país perfecto, pues uno de sus platos nacionales es el Ful Medames.

Asimismo, como ya hemos dicho, los egipcios son super simpáticos con los niños, también en los restaurantes. Por lo que no creemos que vayas a tener ningún problema si les pides algo especial para el pequeño.

Sin embargo, si tu hij@ decide que no le gusta la comida egipcia, siempre puedes pedir pizza, patatas fritas o visitar algún McDonald`s.

Y para beber, aparte de no probar el agua del grifo, que sepas que tienen zumos de frutas que están muy ricos. 

Para más información sobre la gastronomía del país, puedes leer qué comer en Egipto.

Por otra parte, nosotros metimos en el equipaje algo de comida para la pequeña. Especialmente zumos y snacks para los primeros días. Si decides llevar algo, ten en cuenta que sean alimentos que no se derritan. Lo bueno es que en casi todos los hoteles tuvimos nevera, por lo que pudimos guardar en ella lo que íbamos comprando, especialmente los bricks de leche.

Sobre donde comprar comida, nosotros sólo vimos un supermercado en el Cairo. Es cierto que no los buscamos, porque no los necesitamos, ya que nos fue suficiente con las pequeñas tiendas que había por todas partes y donde compramos leche, agua y cosas para picar. Asimismo, compramos plátanos en los puestos que veíamos en las aceras.

¿Qué lugares visitar al viajar a Egipto con niños?

Pues todos los que te apetezca, pero teniendo en cuenta que vas con un niño pequeño y que tendrás que amoldarte a su ritmo.

Nosotros, al final, quitamos Alejandría, ya que el viaje desde el Cairo duraba más de dos horas. Sin contar que no está permitida la entrada de niños menores de 6 años en la biblioteca.

Si quieres ver nuestra ruta completa, entra en qué ver en dos semanas por Egipto.

Y ahora vamos a decirte cuáles fueron los lugares en los que más disfrutó nuestra hija y a cuáles hubiera preferido no ir. 

Crucero por el Nilo con niños ¿sí o no?

Antes de ir, habíamos leído a mucha gente que no recomendaba el crucero para niños muy pequeños. Sin embargo, nosotros decidimos hacerlo porque nos pareció la manera más cómoda de visitar ciertos templos y pensamos que podía gustarle el viaje en barco con piscina incluida. 

Por cierto, este es el crucero por el Nilo de 3 noches de Asuán a Luxor que hicimos.

Y, por suerte, acertamos. Tanto, que cuando terminó y nos fuimos a nuestro hotel en Luxor, quería volverse al barco. 

A ver, a nosotros nos fue de maravilla. Se lo pasó genial con la gente que conocimos y le encantó jugar en la piscina, pintar en la terraza y bailar en el escenario del bar. Sin embargo, reconocemos que puede ser complicado, especialmente la excursión a Abu Simbel.

Y es que los horarios del crucero son extenuantes. Aunque, siendo sinceros, en Egipto seguro que vas a madrugar, pues las primeras horas son las mejores para visitar los monumentos, al hacer menos calor. Y bueno, que para las 17:00 ya cierran muchos de los sitios. Por otro lado, en el crucero hay mucho tiempo para descansar tras las visitas.

Por todo ello, nuestra opinión sobre el crucero con niños pequeños es que sí es una buena idea. Y si quieres saber más sobre nuestra experiencia, entra en ¿Merece la pena hacer el crucero por el Nilo?

Por cierto, si no quieres hacer el crucero, Asuán es una ciudad perfecta para hacer base y conocer la zona. Si quieres saber más sobre ella, puedes leer qué hacer en Asuán, el hogar de los nubios.

Excursión a Abu Simbel

Si decides visitar Abu Simbel dentro del crucero, te tendrás que despertar a las 2:00 de la mañana y luego hacer un viaje en autobús de más de tres horas. Nosotros no tuvimos problema, pues la niña durmió todo el viaje y no se despertó hasta que llegamos. A la vuelta, eso sí, le tuvimos que dar el móvil para que viera películas. 

Una vez en Abu Simbel, había mucha gente, por lo que pasamos mucho tiempo haciendo cola para entrar. Lo bueno es que el suelo es de arena, por lo que ella se lo pasó jugando.

Por cierto, una excursión que le gustó mucho durante el crucero, y que no pensábamos hacer, fue la excursión al pueblo nubio. Y no por ver las casas de colores, sino por el viaje en barco. Le encantó subirse a la cubierta, sentarse en el puff rosa que había y dedicarse a comer los dátiles que nos ofrecían. 

Visitar las pirámides con niños ¿Es recomendable que entren en ellas?

Una de las cosas que más le gustó de Egipto fueron las pirámides. Y lo decimos, porque al llegar a casa lo único que decía sobre el viaje era: he estado en las pirámides.

De lugares con pirámides visitamos Guiza, Dahshur y Saqqara. 

Viajar a Egipto con niños: Guiza

Si vas a Guiza con niños pequeños, te recomendamos reservar un coche que te lleve de punto a punto. El guía, lo dejamos a tu elección. 

Y es que no nos hubiera gustado tener que ir de pirámide en pirámide con la niña en brazos, porque, a lo largo de la mañana, la temperatura fue en aumento. De hecho, en la esfinge la pequeña estaba ya bastante cansada y por eso, al final, no fuimos a uno de los miradores que teníamos pensado y nos fuimos a comer.

Por otro lado, en Guiza puedes entrar en las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos. Nuestra idea era entrar en Keops con la niña, pero tras leer muchas opiniones en contra de entrar con niños muy pequeños, teníamos muchas dudas. Al final, le preguntamos a nuestra guía y tampoco nos lo recomendó. Así que le hicimos caso. 

En verdad, entrar en la Gran pirámide no es tan difícil, sí, es estrecho y hay que ir agachado, pero justo eso no les afecta a los niños. El problema es que eso está igual de lleno que el metro en hora punta. En serio, íbamos en fila india y teníamos que esperar para poder movernos, ya que el camino de entrada es el mismo que el de salida. 

Por eso, entre que no puedes moverte con libertad y que hay mucha humedad, no recomendamos entrar con niños pequeños. Sin embargo, a partir de los 7-8 años creemos que no habría ningún problema. Lo bueno es que el primer tramo se hace caminando normal. Así, puedes entrar con tu hij@ hasta el punto en el que se estrecha y comienza a ascender y decidir si quiere continuar o darse la vuelta.

Para más información sobre esta necrópolis, puedes leer qué hacer en las pirámides de Egipto.

Viajar a Egipto con niños: Dahshur y Saqqara

Lo primero, esta es una visita que nos parece perfecta para hacer con niños de todas las edades, especialmente Saqqara.

Así, en Dahshur puedes entrar en dos pirámides, cuyo acceso no es del todo fácil, sobre todo el de la pirámide acodada. Nosotros entramos en la pirámide Roja, sin nuestra hija, porque, aunque no nos pareció tan difícil, hubiera sido complicado con ella. 

Sin embargo, en Saqqara entró con nosotros a la pirámide de Teti. Y se lo pasó teta, perdón por el chiste, pero tenía que hacerlo. De este modo, mientras la gente se movía lentamente medio agachada, nuestra hija corría por todos lados, entraba en las distintas salas y no paraba de reírse.

Pero si entras, y a tu hij@ no le gusta, porque está oscuro o por lo que sea, que sepas que el acceso es sencillo, no hay mucha gente y puedes salir fácilmente. 

Por cierto, en la pirámide de Unas no entramos, pero según el guía es muy similar. Tampoco entramos en la de Zoser.

Además, en Saqqara visitamos el Serapeum, donde pudo correr libremente por el pasillo a oscuras, cosa que le encantó, y visitamos varias tumbas. Estas estaban decoradas con imágenes de las actividades cotidianas del antiguo Egipto y, aunque alguno de los animales le llamó la atención, pensamos que puede ser más interesante para niños algo más mayores.

Eso sí, al final de la mañana estaba ya muy cansada y sólo quería jugar en los lugares con sombra. Por eso, pensamos que visitar Guiza, Dahshur y Saqqara en un mismo día, si vas con niños, puede ser demasiado

Para saber que puedes ver en estas necrópolis, puedes leer cómo visitar Dahshur, Menfis y Saqqara.

Lúxor: donde querrán hacerse arqueólogos de mayor

Lúxor está lleno de tumbas y de templos, lugares que le encantó descubrir. Siempre con cuidado de que no tocara las paredes, la dejamos correr entre las columnas y llegamos a jugar al escondite. 

Además, viendo que todo el mundo sacaba fotos, no quiso ser la única que no lo hacía. Y así, móvil en mano, retrató todo lo que le interesaba, los gatos durmiendo en las columnas, los perros paseando por el templo o las imágenes de las tumbas que más llamaron su atención. 

Aunque le gustaron todos los templos y tumbas que visitamos, en los que mejor se lo pasó, obviamente, fue en los que había menos gente, pues podía moverse más a sus anchas y le dábamos más libertad, ya que no había tanto problema de perderla de vista.

Por supuesto, con niños algo más mayores puedes intentar jugar con ellos a descifrar jeroglíficos o a descubrir a los animales que representan a los diferentes dioses. 

Asimismo, una actividad que puede gustar a los niños es el paseo en globo por Lúxor, que sale más económico que volar en globo en Capadocia. Te dejamos el que nosotros hicimos. Eso sí, esta actividad no pueden hacerla los niños más pequeños y la edad mínima para hacerla depende del operador. 

Para más ideas sobre qué hacer en esta ciudad, te recomendamos qué hacer en Lúxor, la antigua ciudad de Tebas.

El Mar Rojo: el lugar perfecto para hacer un descanso

Y aunque se lo pasase bien, no podemos negar que el viaje fue cansado para ella, con madrugones y mucho calor. Por eso, si viajas con niños, y si viajas sin ellos también, nos parece una gran idea pasar unos días en el Mar Rojo. Nosotros fuimos a Hurghada, pero también te puedes decidir por Marsa Alam, Dahab o Sharm el-Sheij.

Así, nos quedamos un par de días en un hotel todo incluido, donde había club de niños y discoteca infantil. Perfecto para recargar pilas y donde se lo pasó a lo grande en la playa y en la piscina.

Además, aprovechamos para hacer snorkel y, como ella no podía bucear, hicimos este paseo en barco con fondo de cristal para que también pudiera ver los peces. No es que fuera la bomba, pero es una excursión de un par de horas donde la niña disfrutó mucho viendo el fondo del mar.

Si quieres saber más sobre nuestra experiencia en el Mar Rojo, entra en qué hacer en Hurghada.

Una noche en el desierto: una experiencia única 

Una actividad que disfrutó mucho fue la excursión de 2 días al desierto blanco y oasis de Bahariya. De hecho, pensamos que es genial para hacer con niños, ya que a nuestra hija le encantaron todas las actividades: la visita al desierto negro, tirarse con nosotros por las dunas en una tabla de snowboard, dormir bajo las estrellas o echar a correr por el desierto nada más despertarse. La verdad es que superó nuestras expectativas.

Además, la comida la prepararon los guías: pollo a la brasa, que estaba buenísimo, y había también sopa y fruta. Y el desayuno fue también muy completo.

La única pega: desde el Cairo hay 4 horas de coche y la vuelta se le hizo un poco pesada.

Te contamos mucho más sobre esta excursión en todo lo que necesitas saber sobre el desierto blanco.

Lo que menos le gustó, el Cairo: menos mal que hay mezquitas

Por supuesto, lo que menos le gustó fue el Cairo. Y es que es una ciudad caótica, donde la tuvimos que llevar mucho en brazos por la cantidad de gente que había. Además, algunas visitas fueron muy cansadas para ella, como la del museo egipcio en la plaza Tahrir, donde acabó viendo una película mientras nosotros recorríamos las diferentes salas. Eso sí, la de Tutankamón le llamó mucho la atención. 

Sin embargo, en el Cairo hay muchas mezquitas y eso es un punto a favor, al menos para nuestra hija. 

Ya el año anterior en Estambul, habíamos comprobado que los niños pequeños tienen una gran libertad en las mezquitas. Así, pueden correr, saltar y divertirse, y a nuestra hija le encantó entrar en ellas. Y en el Cairo las hay a montones, tanto es así, que se la conoce como la ciudad de los mil minaretes. Por todo ello, aprovechamos para visitar bastantes.

Si quieres saber qué más puedes hacer en esta ciudad, te recomendamos leer qué hacer en el Cairo, la capital de Egipto o qué ver en el barrio copto.

Y ya está. No tenemos más consejos que darte. Sólo que disfrutes del viaje y que vivas esta aventura con tu hij@.

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8 comentarios en “Viajar a Egipto con niños ¿sí o no?”

  1. Me parece un artículo muy útil y genialmente escrito, con algunas fotos verdaderamente extraordinarias e información muy interesante. Mis felicitaciones más sinceras por el acierto de este artículo

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