En esta ruta de dos semanas por Egipto, conocerás la caótica ciudad del Cairo, visitarás las necrópolis de Giza y Saqqara, recorrerás el Nilo en un crucero, descubrirás las tumbas y los templos de Luxor, te bañarás en el Mar Rojo y dormirás bajo las estrellas en el desierto blanco. ¿Nos acompañas?
Si has llegado hasta aquí, será, seguramente, porque estás organizando un viaje a Egipto. Enhorabuena, has elegido un gran destino. El país de los faraones es uno de esos lugares que hay que visitar, al menos, una vez en la vida.
Ya te hemos hablado de cómo organizar un viaje a Egipto, donde te contamos todo lo que necesitas para llegar hasta aquí, de la gastronomía egipcia y de los platos que no puedes dejar de probar y, también, de cómo es viajar a Egipto con niños, porque nosotros recorrimos el país con una niña de tres años y medio.
Y ya era hora de hablar de esos lugares que no puedes perderte en tu visita al país de las pirámides.
Nosotros fuimos 2 semanas, pero si no tienes tanto tiempo, tranquilo, vamos a decirte qué cambiaríamos de nuestro viaje si hubiésemos ido menos días o si no hubiésemos viajado con una niña pequeña. También te diremos qué lugares nos quedamos con ganas de visitar, para que puedas valorar si quieres incluirlos en el tuyo.
Índice
Consejos para organizar una ruta por Egipto
Estas recomendaciones pueden venirte bien a la hora de planear tu itinerario. Sin embargo, nosotros no pudimos seguirlas a causa de las fechas de nuestros vuelos y del crucero.
– Si estás interesado en visitar muchas de las atracciones de la capital de Egipto, incluyendo Giza y Saqqara, te puede merecer la pena comprar el Cairo Pass, que es válido durante cinco días. De ser así, lo mejor es que visites la capital de Egipto en días consecutivos.
– Además, si vas a comprar también el Luxor Pass, como te hacen un 50% en el segundo pase, lo más rentable es que visites primero el Cairo y luego Luxor.
Te contamos más información sobre estas tarjetas, como precio y donde comprarlas, en consejos para viajar a Egipto.
– Si vas a hacer el crucero por el Nilo, ten en cuenta que sale en días concretos. Así, lo mejor es reservarlo primero y luego organizar el resto del viaje. Hay dos rutas: crucero de Asuán a Luxor, que son tres noches, y el crucero de Luxor a Asuán, que dura cuatro noches.
Te contamos nuestra opinión sobre este viaje en barco en ¿Merece la pena hacer el crucero por el Nilo?
– Si quieres ir al Mar Rojo, es bueno que lo dejes para el final. De esta manera, descansarás de los madrugones que te has pegado durante el viaje.
– Y si no quieres comerte la cabeza, puedes reservar un viaje organizado que suele incluir todas estas visitas y económicamente salen muy rentables. Además, hay muchos entre los que elegir. Te dejamos aquí unos ejemplos:
– Egipto al completo, 8 días con todo incluido
– Egipto al completo + Mar Rojo, 11 días con todo incluido
– Egipto al completo + Lago Nasser, 11 días con todo incluido
– Egipto al completo + Lago Nasser y Mar Rojo, 15 días con todo incluido
Nuestra Ruta de dos semanas por Egipto
Día 1: Llegada al Cairo
Día 2: Lugares imprescindibles del Cairo
Día 3: Necrópolis de Giza y NMEC
Día 4: Dahshur, Menphis y Saqqara
Día 5: Llegada a Asuán: isla elefantina
Día 6: Comienzo del crucero
Día 7: Abu Simbel, Filae y Kom Ombo
Día 8: Edfu y Luxor
Día 9: Primer día en Luxor
Día 10: Segundo día en Luxor
Día 11: Templo de Dendera y llegada Hurghada
Día 12: Hurghada
Día 13: Hurghada y regreso al Cairo
Día 14: Cairo fatimí
Día 15: Oasis de Bahariya
Día 16: Regreso y torre del Cairo
Día 17: Últimas visitas en el Cairo
Aunque hablamos con más detalle de cada destino en otros posts del blog sobre Egipto, aquí te resumimos lo que hicimos cada día, para que te hagas una idea del tiempo que necesitas o de lo interesante que te resulta cada visita.
Día 1: Llegada al Cairo
Aterrizamos en el Cairo de madrugada. Como habíamos tramitado el visado online y no facturamos equipaje, salimos enseguida. Allí nos esperaba un coche del hotel al que íbamos, el Giza Pyramids View Inn, que, si te quedas un mínimo de tres noches, incluye el transporte desde el aeropuerto de manera gratuita.
Al cabo de una hora, llegamos a nuestro hotel.
Día 2: Visita a los imprescindibles del Cairo
Tras dormir sólo unas pocas horas, desayunamos con unas vistas impresionantes a las pirámides.
Esta maravilla y un café nos dio energías para enfrentarnos a nuestro primer día en Egipto, que lo dedicamos a conocer los lugares imprescindibles del Cairo: la Ciudadela de Saladino, el barrio Copto, el museo egipcio en la plaza Tahrir y el bazar de Khan el Khalili.
El Cairo lo puedes visitar por libre perfectamente y para moverte lo mejor es que uses Uber. Sin embargo, para nuestro primer día optamos por reservar esta excursión de Civitatis: Tour por el Cairo al completo con entradas.
¿Por qué no lo hicimos por libre?
Primero: sabíamos que íbamos a estar cansados tras el viaje y que no íbamos a estar al 100% para ir de un lado a otro por nuestra cuenta. De hecho, no hubiésemos sido capaces de madrugar de no haber tenido una excursión organizada.
Segundo: no sabíamos si íbamos a tener dinero ni internet. Y acertamos, al intentar sacar libras egipcias en el aeropuerto, el cajero no funcionaba. Y, aunque llevábamos una tarjeta SIM de Flexiroam, cometimos un error y no nos funcionó, por lo que no hubiésemos podido movernos con Uber por el Cairo a falta de internet.
Tercero: aunque siempre viajamos por libre, después de leer en muchos sitios que no recomendaban visitar el Cairo de esta manera, decidimos que, la mejor manera de tener nuestra primera toma de contacto con el país, era en una visita organizada.
Bajo nuestra opinión, reservar esta excursión fue un acierto. Nos dio tiempo a obtener dinero egipcio, que, aunque en algunos sitios acepten euros y tarjetas, es imprescindible para recorrer el Cairo a tu aire y, aunque no teníamos internet, esto no nos causó ningún problema. Además, nos hicimos una idea del trafico de la ciudad, del calor que nos íbamos a encontrar y visitamos muchos de los lugares que no puedes perderte con un guía. Vamos, que le sacamos mucho provecho a nuestro primer día, a pesar del cansancio.
Asimismo, conocimos gente muy simpática que llevaba más días en Egipto y que nos contaron sus experiencias y nos dieron consejos que nos resultaron muy útiles en nuestro viaje.
Lo negativo, lo de siempre: la falta de libertad para decidir cuanto quedarte en cada sitio. Así, nos hubiera gustado estar más tiempo en el barrio copto, una zona que nos gustó mucho.
Después, nos llevaron a esa visita casi imprescindible en toda ruta guiada por Egipto: una tienda, en este caso de esencias. A ver, no estuvo del todo mal, pues se estaba fresco y nos invitaron a una bebida, pero no es algo que nosotros hubiésemos hecho.
Tras pasar unas dos horas y media en el museo egipcio, comimos en un barco en el Nilo. Y por último, fuimos al bazar de Khan el Khalili, donde nos costó mucho llegar a causa del tráfico que reinaba en la ciudad.
Conclusión: nos parece una buena idea para un primer contacto con el Cairo. Además, acaba pronto, en nuestro caso a las 16:00, por lo que te da tiempo, si quieres, a recorrer por tu cuenta el bazar o ir a otra zona de la ciudad. Si no, te vuelven a llevar a tu alojamiento.
Nosotros estábamos agotados y nos fuimos al hotel. Para cenar nos quedamos en la terraza, donde vimos el espectáculo de luces y sonidos de las pirámides, que, bajo nuestra opinión, no merece la pena pagar por él. Si quieres verlo, lo mejor es ir a un restaurante de la zona con terraza.
Día 3: Necrópolis de Giza y museo de las momias
Si viajas sin niños y no tienes ningún problema de movilidad, creemos que puedes recorrer la necrópolis de Giza por tu cuenta. Vete pronto, eso sí, para aprovechar las horas menos calurosas. Si quieres ir con guía pero mantenerte flexible, puedes participar en este free tour por las pirámides de Giza y, una vez terminado, seguir recorriendo las partes que más te interesen.
Si no te apetece andar bajo el sol, puedes reservar un coche que te lleve por el interior del recinto. O bien, hacer como nosotros y reservar coche más guía, que contratamos a través del hotel. Lo bueno de ir con guía, aparte de las explicaciones, es que es él quien se comunica con el chofer, que no suele saber inglés, y que mantiene alejados a todos aquellos que quieren venderte algo, que, en Giza, son muchos.
Nos recogieron a las 8:00 y sobre las 9:00 ya estábamos comprando las entradas. Nuestra idea era pasar la mañana conociendo la única de las siete maravillas del mundo antiguo conservada, pero sólo estuvimos unas tres horas. En este tiempo entramos en Keops, paramos en varios miradores y visitamos la esfinge. Al final, hacía mucho calor y la pequeña quería irse, por lo que decidimos no ir a uno de los miradores y acabar la visita antes de lo que pensábamos.
Si quieres saber más sobre esta necrópolis, te lo contamos en cómo llegar y qué hacer en las pirámides de Giza.
Nuestra intención era comer algo rápido e ir directos al museo nacional de la civilización egipcia, vamos, el de las momias. Sin embargo, el guía nos propuso ir a un restaurante y, como teníamos tiempo, aceptamos. De camino había una tienda de papiros y, como queríamos comprar uno, pensamos que era un buen momento. Nos enseñaron la planta del papiro, como se hacían y nos ofrecieron té.
Después de comer, fuimos al museo de las momias, que es muy moderno, está bien organizado, con un recorrido fácil de seguir y, muy importante, con aire acondicionado.
Si nos preguntases si merece la pena ir, nuestra respuesta sería depende. El museo es muy interesante y las momias de los faraones son increíbles, pero si no tienes mucho tiempo, creemos que puedes ahorrarte la visita y cuando vayas al museo egipcio en la plaza Tahrir fijarte bien en las momias de Yuya y Tuya.
Tras el museo, volvimos al hotel. Nuestra idea era coger un Uber para ir al Cairo, pero seguíamos sin internet, por lo que decidimos pasear un poco por Giza, que no tiene nada. Sin embargo, encontramos una pastelería donde compramos dulces riquísimos y una tienda de esencias que nos sorprendió, donde pasamos un buen rato con el dueño. Por si te interesa, está muy cerca de las taquillas de las pirámides en la parte de la esfinge y por fuera no llama nada la atención.
Para cenar fuimos a el Hadaba, un restaurante que te recomendamos en Giza, con una bonita perspectiva de las pirámides y buena comida.
Día 4: Visita a Dahshur, Menphis y Saqqara
Esta excursión la reservamos con la agencia Aswan individual, con los que quedamos muy contentos.
El viaje comenzó a las 8:00 desde nuestro hotel de Giza. Primero visitamos Dahshur, donde vimos la pirámide Roja, la Acodada y, de lejos, la Negra.
Decidimos entrar en la Roja, cuyo acceso no nos pareció tan difícil. Tienes que bajar por un camino empinado, estrecho y de poca altura, pero creemos que, a no ser que sufras de claustrofobia o tengas problemas de movilidad, se puede hacer. Eso sí, entramos sin la niña pequeña. La experiencia fue muy buena y, al contrario que el día anterior en la de Keops, estuvimos completamente solos.
A la pirámide acodada, cuyo acceso dicen que es más complicado, decidimos no entrar. Ya habíamos entrado en dos y nos pareció suficiente.
La siguiente visita fue Menphis, considerada la primera capital de Egipto. Aquí hay un pequeño museo, donde destaca la escultura colosal de Ramsés II y una esfinge de alabastro.
Por último llegamos a Saqqara, donde entramos en la pirámide de Teti, visitamos las tumbas de Kagemni, Iynefert e Idut, descubrimos el Serapeum y, por supuesto, paseamos por la zona de la pirámide de Zoser. Esta fue, para nosotros, la mejor visita del día.
Te contamos más sobre estos interesantes lugares en cómo visitar Dahshur, Menfis y Saqqara.
Alrededor de las dos del mediodía, regresamos al Cairo, donde dormíamos en el Evergreen Miramar, un hotel sencillo muy cerca de la plaza Tahrir.
Y salimos a conocer la capital de Egipto caminando. Así, recorrimos la distancia que separaba nuestro hotel de la calle al-Muizz en unos tres cuartos de hora. Lo más difícil fue cruzar la carretera por primera vez. Pero bueno, nos pegamos a un egipcio y pasamos a la vez que él. Luego ya, nos fuimos acostumbrando.
¿Mereció la pena hacer este camino a pie? Para nosotros sí, pues pudimos ver como se desarrolla la vida en el Cairo más allá de los lugares turísticos. Y es que pasamos por calles en las que los únicos turistas éramos nosotros, pero donde nunca nos sentimos inseguros.
¿Y qué vimos? De todo. Bares con hombres tomando té y fumando shisha, calles y calles donde sólo había tiendas de iluminación, un mercado de comida donde echaban agua a la carne para mantenerla fresca, una casa medio derruida con cabras dentro, aceras llenas de puestos donde vendían de todo, desde verduras, a planchas y ruedas de coche, y, por supuesto, mucho tráfico y gente metiéndose por todas partes, vamos, la definición de caos. Y llegamos a un bazar de ropa, con carteles escritos sólo en árabe, que acababa en la famosa calle al-Muizz.
Como nos merecíamos un descanso, nos sentamos en la terraza del Halwagy, un restaurante entre la mezquita Al-Azhar y el bazar de Khan el Khalili. Y quedamos muy contentos: la comida estaba rica, el servicio fue muy bueno y pagamos por todo unos 7€.
Terminamos tomando té en el conocido café el Fishawi, o café de los espejos, dentro del bazar de Khan el Khalili. Un lugar curioso que se nota que es muy frecuentado por turistas, pues no dejaron de pasar vendedores por las mesas, especialmente niños, durante todo el tiempo que estuvimos. Pagamos unos 3€ por dos tés.
Ya de vuelta al hotel, entramos en alguna mezquita y caminamos entre calles llenas de puestos, donde seguía habiendo tanta gente como antes.
Cenamos en el histórico café Riche, que estaba justo enfrente de nuestro hotel y que mantiene su ambiente clásico.
Para saber qué más puedes ver en la capital de Egipto, le puedes echar un ojo a qué hacer en el Cairo.
Dia 5: Vuelo a Asuán, isla elefantina
Nuestro vuelo a Asuán salía a las 7:00 de la mañana. Y, como recomiendan estar tres horas antes y se tarda una hora en llegar al aeropuerto, nos recogieron a las tres. En este caso, al ser tan temprano, no usamos Uber y reservamos un traslado privado al aeropuerto.
Llegamos a Asuán alrededor de las 8:30 y, nada más poner un pie en la salida, se nos acercó un taxista con el que acordamos un precio para ir al centro. Sin embargo, al salir del aeropuerto nos señaló la presa de Asuán, que estaba a unos 10 min en coche, y nos preguntó si queríamos ir.
Así que acabamos visitándola, subiendo al monumento de la amistad ruso-egipcia, desde donde hay buenas vistas de los alrededores y viendo el obelisco inacabado. Y ya, a las 10:30, nos dejó en el barco que cruza a la isla elefantina, donde estaba nuestro hotel. Le pagamos unos 30€, que nos pareció un poco caro, pero nos cansamos de regatear y, la verdad, es que fue simpático.
Tras dejar las maletas en la habitación del Guest House Bob Marley, salimos a dar una vuelta por la isla elefantina, que es un remanso de paz, donde apenas vimos gente. Caminamos por sus calles de tierra con edificios de alegres colores y aprendimos sobre la amabilidad de los nubios. Acabamos en una tienda de especias tomándonos un té y hablando con sus dueños.
Después, nos dirigimos al museo, donde puedes visitar las ruinas de un templo, pero hacía muchísimo calor y las reseñas no eran muy buenas, así que decidimos no entrar.
Buscando un sitio para comer, nos invitaron a ver el interior de una casa y nos cruzamos con los niños que volvían de la escuela. Al final, acabamos en el Kings Jamaica, con una terraza con vistas al Nilo y buena comida. Si quieres una cerveza, te dejan que la compres en la pequeña tienda que hay cerca.
Teníamos varias visitas apuntadas, que ya te contaremos en el post sobre Asuán, pero estábamos muy cansados y hacía mucho calor, por lo que nos fuimos al hotel a descansar un poco. De camino, un hombre nos ofreció un paseo de una hora en su faluca al atardecer, que nos pareció un buen plan y aceptamos.
Por la tarde, terminamos de descubrir la isla y nos tomamos un té en la terraza del Ibiza, con vistas al jardín botánico en la isla Kitcherner y al monasterio de San Simeón.
Y llegó el viaje en faluca, que nos costó unos 8€. El dueño fue muy amable, incluso nos llevó limones y dátiles de su huerta. El paseo estuvo muy bien, recorrimos una parte de la isla y vimos como atardecía y como la ciudad de Asuán se iba iluminando.
Al terminar, cruzamos el Nilo para dar una vuelta por el bazar de Asuán y visitar el Old Cataract hotel, donde Agatha Christie escribió muerte en el Nilo. Sin embargo, para entrar en él había que pagar una entrada que costaba 500 EGP por persona y que incluía una bebida. Nosotros decidimos no entrar y volver a cenar a la terraza de nuestro hotel.
Si quieres saber qué más puedes hacer en esta ciudad, puedes leer qué hacer en Asuán, el hogar de los nubios.
Día 6: Comienzo del crucero, excursión al pueblo nubio
Después de desayunar en el Kings Jamaica, a las 10:00 de la mañana nos recogieron para llevarnos a nuestro crucero, el Zeina.
Nos dieron la opción, pagándola aparte, de realizar la excursión al pueblo nubio. Nosotros no pensábamos hacerla, pues habíamos leído que era muy turística y no merecía la pena. Sin embargo, un grupo que la había hecho el día anterior nos animó y, al final, nos gustó mucho. Eso sí, todo el grupo dijo que no a la parada para bañarse en el Nilo y llegamos al pueblo en barco, nadie se subió a un camello ni a un coche de caballos.
Disfrutamos mucho el viaje hasta el pueblo, en el que pasamos frente al mausoleo del Aga Khan y vimos paisajes muy bonitos. La temperatura era perfecta y estuvimos en la parte alta del barco, comiendo dátiles y otros snacks que nos ofrecieron. El poblado si que era muy turístico, con numerosas tiendas de especias y otros souvenirs, pero también era super colorido y paseando vimos varios murales que nos encantaron.
Al anochecer, volvimos disfrutando del viaje por el Nilo y pasando frente al hotel Old Cataract iluminado.
Día 7: Abu Simbel, templo de Filae y templo de Kom Ombo
Y después de dos días tranquilos, comenzó la marcha.
A las 2:00 de la mañana salimos en autobús hacia Abu Simbel, a donde llegamos al amanecer. Fue precioso ver el lago Nasser con la primera luz del día. Sin embargo, al llegar a la entrada de los templos y ver la cantidad de gente que había, el misticismo del momento se diluyó bastante. Conseguimos entrar en los dos templos, aunque para el de Nefertari tuvimos que hacer bastante cola.
De vuelta a Asuán, visitamos el templo de Filae, al que se llega en barco, lo que le da un encanto especial. Casi sin gente, recorrimos sus diferentes edificios y disfrutamos de la belleza del lugar.
Y llegó la hora de volver al crucero y comenzar la navegación.
Después de comer, subimos a la terraza para disfrutar de las bonitas vistas del Nilo y refrescarnos en la piscina.
Cuando comenzó a atardecer, apareció el templo de Kom Ombo en la distancia, que visitamos ya de noche, completamente iluminado y con mucha gente.
Tras pasear por sus ruinas y entrar en el museo del cocodrilo, volvimos al crucero, donde cenamos y tuvimos la fiesta de la chilaba.
Día 8: Templo de Edfu y templo de Luxor
Y volvimos a madrugar, esta vez a las 5:00 de la mañana para visitar el templo de Edfu. En este también coincidimos con mucha gente en su interior, aunque al final algunos grupos se fueron antes que nosotros y pudimos pasear sin tanto agobio por las salas del templo dedicado al dios Horus.
De vuelta al crucero, disfrutamos de la mañana de navegación. Hablamos con la gente del grupo, alucinamos con los vendedores que se atan con cuerdas al crucero y venden productos desde sus barcas y cruzamos la esclusa de Esna.
Por la tarde, visitamos el templo de Luxor, al que llegamos de día y nos fuimos de noche, lo que cambió la imagen del templo.
Por la noche, hubo una exhibición de bailes típicos del país en el crucero: danza del vientre y derviche giratorio.
Día 9: Primer día en Luxor
A las 5:00 de la mañana salimos hacia Karnak. Al llegar no había prácticamente nadie, lo que ayudó a que fuera una visita increíble. Además, el guía nos llevó de maravilla por todo el complejo, dándonos bastante tiempo para disfrutar del templo más grande de Egipto.
Después, atravesamos el río y visitamos el templo de Hatshepsut, el valle de los Reyes y los colosos de Memnon y no hubo excesiva gente en ninguna de las paradas. Este día fue el único en que visitamos una tienda durante el crucero, una de artesanía en alabastro.
En el valle de los Reyes visitamos las tres tumbas incluidas en el ticket y tuvimos tiempo de entrar en las que quisiéramos de aquellas que se pagan aparte, entre las que están las de Tutankamón y la de Seti I. Nosotros entramos sólo en la tumba de Ramsés V-VI, según nuestro guía la mejor en cuanto a relación calidad-precio. Te explicaremos más sobre el valle de los Reyes en el post sobre Luxor.
Y se acabó el crucero.
Nos despedimos del resto del grupo cuando nos dejaron en nuestro alojamiento, Villa Sunrise, que estaba en la orilla oeste, frente al templo de Luxor. Era un apartamento con cocina y lavadora, que nos vino estupendo, pues llevábamos sólo equipaje de mano.
Esta zona es mucho más tranquila que la orilla opuesta, donde está el centro de la ciudad. A nosotros nos gustó que no hubiera tráfico, ni gente intentando venderte cualquier cosa, además, alrededor del hotel había varios restaurantes donde comimos muy bien y a muy buen precio. Y si queríamos ir a la otra orilla, sólo teníamos que coger el ferry o un barco privado, que nos costaron 10 y 50 EGP respectivamente.
Tras comer en la terraza del Blue Sky, tomamos el ferry que nos dejó muy cerca del museo de Luxor, que no consideramos que sea una visita imprescindible de la ciudad, pero que está bastante bien, con un par de momias y piezas de arte muy interesantes.
Volvimos en ferry al hotel y cenamos en el Nile view, también muy bien.
Día 10: Segundo día en Luxor
El día comenzó con uno de los dos sobrevolando Luxor en globo. Te recogen a las 4:40, por lo que ves amanecer mientras vuelas.
Tras un desayuno egipcio, nos fuimos a conocer más lugares en un taxi que contratamos a través del hotel por 35€ el día.
En nuestro segundo día en Luxor visitamos:
– Las tres tumbas abiertas del valle de las reinas más la de Nefertari.
– El templo de Medinet Habu.
– Las tumbas abiertas de Deir el Medina más el templo.
– Las tumbas abiertas del valle de los nobles.
– La casa de Howard Carter con la réplica de la tumba de Tutankamón.
Estuvimos prácticamente solos en todas las visitas y donde más gente vimos fue en el templo de Medinet Habu.
Muertos de calor, volvimos al Villa Sunrise a eso de las dos de la tarde y comimos en el restaurante Thebes, también muy bueno.
A la tarde pasamos a la otra orilla, esta vez en un barco privado, pues íbamos a la zona del templo de Luxor.
Entramos en el Old Winter palace, un elegante hotel donde Howard Carter se hospedaba cuando descubrió, en 1922, la tumba de Tutankamón. Sus jardines son perfectos para dar una vuelta. Después, fuimos al bazar y acabamos cenando en la terraza del restaurante Al-Sahabi Lane, con vistas al templo de Luxor. Queríamos haber ido, pero nos quedamos sin tiempo, a la mezquita de Abu Haggag, que está dentro del complejo del templo.
Para saber más sobre todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer, te recomendamos leer qué hacer en Lúxor, la antigua ciudad de Tebas.
Día 11: Templo de Dendera y llegada al Mar Rojo, Hurghada
Este día le tocó al segundo de nosotros disfrutar del maravilloso viaje en globo por encima de Luxor.
Tras el desayuno, nos pasó a recoger el coche que nos llevaría a Hurghada y que habíamos contratado con Aswan Individual.
De camino, paramos en el templo de Dendera, que fue uno de los que más nos gusto de todo el viaje a Egipto. Por eso, si tienes un día más en Luxor, te recomendamos visitarlo. De haber tenido más tiempo, nos hubiera gustado hacer esta excursión a los templos de Abydos y Dendera
A eso de las 13:00 llegamos a nuestro hotel en Makadi Bay, el Stella Beach Resort & Spa, que lo habíamos cogido en régimen de todo incluido a través de Booking. Nos pasamos el resto del día en el mar, haciendo snorkel y disfrutando de la piscina.
Día 12: Relax y barco con fondo de cristal
Este día, aparte de descansar en el hotel, hicimos un paseo en barco con fondo de cristal, para que la pequeña pudiera ver los peces del Mar Rojo. Nos pasaron a recoger al hotel y en unas tres horas ya estábamos de vuelta.
Nos planteamos ir a la isla Giftun o a Paradise Beach, pero preferimos disfrutar del hotel y que la niña descansara, que se lo había ganado.
Día 13: Hurghada y vuelta al Cairo
Tras aprovechar hasta el último minuto en el Stella Beach Resort & Spa, nos fuimos en taxi a Hurghada para visitar su centro. Descubrimos un área muy turística con numerosos restaurantes, pero el color turquesa del mar con la mezquita Al Mina al fondo hizo que esta parada mereciera la pena.
Tras entrar en la mezquita, fuimos al aeropuerto en taxi por unos 6€.
Si quieres saber más sobre este destino, puedes leer qué hacer en Hurghada.
Ya en el Cairo, tomamos otro taxi hasta nuestro alojamiento, el Nada hostel, y salimos a cenar. Descubrimos el Fish & Chips, un restaurante que nos encantó, a base de platos de pescado y con un arroz que estaba riquísimo.
Día 14: Visita al Cairo histórico o Cairo fatimí
Este día descubrimos el Cairo histórico por nuestra cuenta.
Te hablaremos más en detalle de todos los lugares que visitamos en un post sobre el Cairo, aquí te dejamos sólo la lista de todos ellos. Tuvimos que comprar entrada para la casa Bayt al Suhaymi, para la calle al-Muizz, para el complejo al-Ghuri y para las mezquitas de al-Rifai y del sultán Hasán. Aparte, nos tocó dar propinas para subir a las azoteas o para ver salas que no estaban abiertas.
Nuestra ruta comenzó en la antigua puerta de la muralla Bab al-Futuh. A ella llegamos caminando desde nuestro hotel y fue interesante ver las calles del Cairo vacías y los puestos cerrados pronto por la mañana.
Junto a ella está la mezquita de Al-Hakim, que estaba cerrada. Nos acercamos a la puerta de Bab el Nasr y entramos en la mezquita y Sabil Kuttab de Sulayman Agha al-Silahdar. La visita a la casa Bayt al-Suhaymi nos gustó muchísimo. Entramos en la mezquita al-Aqmar y enseguida comenzamos a visitar los distintos monumentos de la calle al-Muizz: el palacio Bashtak el hammam Inal, la mezquita del sultán al-Zahir Barquq, la madrasa y Dome del sultán al-Nassir, el complejo Qalawun, el Sabil-kuttab de Abdel Rahman katkhuda, el mausoleo de as-Saleh Nagm ad-Din Ayyub y el Sabil-kuttab Khusru Pasha.
Antes de comer, visitamos también la mezquita de al-Hussein, considerada uno de los lugares islámicos más sagrados de Egipto, pues se cree que en sus terrenos está enterrada la cabeza de Husayn. Sin embargo, sólo entró la pequeña con su padre, pues las mujeres entran en la zona destinada para ellas, desde donde la que no se ve el interior de la mezquita.
Como estábamos al lado del bazar de Khan el Khalili, nos sentamos en una de sus cafeterías, Om Kalthom, a tomar un té y algo para picar.
Nuestra siguiente parada fue la mezquita al-Azhar, una de las más bonitas del Cairo. Cerca se encuentra el complejo de al-Guri, al que llegamos cruzando un mercado totalmente diferente al de Khan el Khalili, donde, además de fruta y verduras, vendían conejos, patos y gallinas. Visitamos el caravasar y la mezquita al-Guri, donde también subimos a su azotea.
Entramos en la mezquita del sultán el Muayyad, que está muy cerca de la puerta de Bab Zuweila, y de aquí nos dirigimos a la zona de la ciudadela para visitar la mezquita de Al-Rifa´i y la mezquita madrasa del sultán Hasán.
En motocarro fuimos a Ibn Tulun, pero la encontramos cerrada, por lo que volvimos al hotel.
Cenamos de nuevo en el Fish & Chips.
Día 15: Oasis de Bahariya
Volvimos a madrugar, ya que a las 6:00 de la mañana nos recogían para ir al oasis de Bahariya.
De esta excursión lo único malo que podemos decir, es que hay 4 horas de coche hasta llegar, pero el viaje merece la pena.
En este día visitamos el desierto negro, nos bañamos en una poza (que es la parte que menos nos gustó), fuimos a la montaña de cristal, vimos el valle de Aqapat, nos tiramos en una tabla de snowboard por las dunas y nos enamoramos del desierto blanco, donde disfrutamos de un precioso atardecer, de una sabrosa cena y de una increíble noche bajo las estrellas.
Hay tiendas de campaña y sacos de dormir, no te preocupes, que no tienes porque dormir a la intemperie.
Día 16: Amanecer en el desierto Blanco y vuelta al Cairo
Al día siguiente, nos despertamos al amanecer y, tras pasear un rato entre las formaciones del desierto Blanco, desayunamos estupendamente y volvimos al Cairo.
Esta es la actividad que reservamos: excursión privada de una noche por el desierto blanco y el oasis de Bahariya. Sin embargo, si no lo quieres hacer en grupo privado, tienes esta excursión al oasis de Bahariya.
También hay una excursión de tres días al desierto, aunque nosotros lo vemos ya demasiado tiempo.
De vuelta a la capital, aprovechamos para visitar la torre del Cairo.
Día 17: Mezquita Ibn Tulun y barrio copto
Nuestro avión salía al mediodía, por lo que pudimos visitar algún lugar del Cairo que se nos había quedado en el tintero. Este día nos movimos con Uber, que nos funcionó de maravilla.
Así, visitamos Ibn Tulun, la mezquita más antigua de África, donde puedes subir a su minarete, y volvimos al barrio copto, para recorrerlo a nuestro aire y entrar en algunos de los templos que no conocíamos.
Para saber más sobre esta zona tan interesante del Viejo Cairo, puedes leer qué ver en el barrio copto.
Cambios en el viaje y otras visitas
Nosotros estamos muy contentos con nuestra ruta. Sin embargo, si vas a ir a Egipto menos tiempo o viajas sin niños pequeños, estos son los cambios que nosotros haríamos:
– Visitar Giza y Saqqara en un mismo día. Creemos que es una buena manera de ahorrar un día, especialmente si no tienes mucho tiempo. Así, puedes echarle un ojo a esta excursión a las pirámides de Giza, Menphis y Saqqara.
– Si quieres conocer el desierto Blanco, pero no tienes mucho tiempo, puedes reservar esta excursión de un día al oasis de Bahariya.
– Viajar a Asuán el día que empieza el crucero y no un día antes. Nosotros disfrutamos mucho el día que estuvimos en la isla elefantina y nos permitió descansar antes del crucero, pero creemos que lo puedes dedicar a otras visitas del país o utilizarlo para visitar Abu Simbel y verlo, así, con menos gente.
También puedes ir a Asuán y visitar algunos de los lugares a los que nosotros no fuimos, como la estela del hambre en la isla Sehel, las tumbas de Qubbett el-Hawa, el monasterio de San Simeón o el templo de Kalabsha. Personalmente, hubiésemos hecho la excursión a la isla Sehel, pero no estaba disponible cuando fuimos y, al llegar, el calor y el cansancio nos disuadieron de organizarla por nuestra cuenta. Aquí encontrarás más información sobre Asuán.
– Si no quieres hacer el crucero, puedes visitar los templos de Edfu y Kom Ombo desde Asuán o desde Luxor. Y también puedes visitar el templo de Filae dentro de una excursión desde Asuán.
Como siempre al realizar un viaje a un nuevo país, hubo varias visitas que nos quedamos con ganas de hacer:
– La ciudad de Alejandría. Nos planteamos ir, pero creímos que era un día muy pesado para la pequeña y, además, los menores de 6 años no pueden entrar en la biblioteca, por lo que hubiésemos tenido que hacer la visita por separado. Puedes visitar Alejandría en un día con esta excursión desde el Cairo.
– Conocer el oasis de Siwa. Al final optamos por conocer el oasis de Bahariya, pero nos queda pendiente para otra visita a Egipto.
– Conocer otras zonas del Mar Rojo. Nosotros escogimos Hurghada por su cercanía a Luxor. Pero también miramos Marsa Alam y la zona del Sinaí, donde nos hubiese gustado visitar el monasterio de Santa Catalina.
– Hacer el crucero por el lago Nasser. Lo estuvimos mirando, pero claro, en nuestro primer viaje decidimos hacer el del Nilo. Sin embargo, navegar por este inmenso lago artificial visitando templos nubios menos conocidos nos parece muy interesante.
¿Vas a viajar a Egipto?
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en el café de los espejos tomamos té y recuerdo el ambiente que había. También el caos de las calles del Cairo. Pero creo que aprovechasteis mejor el tiempo .Tendremos que volver después de tus consejos tan buenos.
Siempre es una buena idea volver a un destino que te gustó
he leído 4 días y viendo las fotos me he sentido en Egipto recordando lo que vi
Nos alegramos muchos de que te haya traído recuerdos
Qué maravilla de fotos! 😍 Me ha encantado seguir vuestra ruta con detalle, completísima, como siempre 😍
Muchas gracias por el comentario!!
recuerdo un pueblo nubio donde estuve y no era muy colorido, nos enseñaron unos cocodrilos pequeños que toque ,estaban dentro de la casa donde tomamos té
Seguramente sería una excursión en Asuán
Que pedazo de viaje por Egipto habéis realizado, a nosotros, entre otros nos han quedado por ver Hurghada y el Oasis de Bahariya. Excelente post, muy bien descrito y acompañado de una preciosa recopilación de fotos! 😉 Saludos! 🙋♂️🙋♀️
Muchas gracias por el comentario!! Nosotros disfrutamos mucho la ruta y el oasis de Bahariya es muy recomendable. Habrá que volver, porque también nos hemos dejado muchas cosas por conocer.
Muy buen artículo. Así es como se escribe una buena guía. 👍🌎
Muchísimas gracias por tu comentario. Nos alegra que te guste 🙂