Qué ver en Rostock y Warnemünde

En el norte de Alemania se encuentra la ciudad hanseática y universitaria de Rostock, una ciudad con mucho ambiente y bonitos rincones. Muy cerca, allí donde el río Warnow desemboca en el mar Báltico, Warnemünde te espera con su playa de arena fina y sus bonitos atardeceres. ¿Nos acompañas a descubrir qué ver en Rostock?

Collage de 8 fotos sobre qué ver en Rostock

La verdad es que el estado de Mecklemburgo-Pomerania en el norte de Alemania pasa bastante desapercibido. Después de haberlo visitado, nos atrevemos a decir que es porque los alemanes lo mantienen en secreto. Y es que no quieren que sus maravillosas playas se llenen de gente, ni que sus ciudades de aire medieval parezcan un parque de atracciones.

Pues bien, la ciudad más grande y bulliciosa de Mecklemburgo no es su capital, Schwerin, sino Rostock, que se encuentra a unos 11 kilómetros del mar Báltico.

Esta importante ciudad hanseática vivió su esplendor en los siglos XIV y XV y, aunque las guerras y los incendios le han pasado factura, aun conserva importantes edificios en el estilo gótico de ladrillo tan típico del norte de Europa. Además, su puerto, que fue la base de su economía, es el mejor lugar para disfrutar de un descanso. Asimismo, no podemos olvidarnos de su universidad, una de las más antiguas del norte de Europa. 

Por cierto, si Rostock te sabe a poco, acércate a Warnemünde, un lugar donde aprenderás que Alemania sí tiene buenas playas.

Y sin más dilación, comencemos a hablar de cómo llegar a ella, de su historia y de qué ver en Rostock.

Dónde está Rostock y cómo llegar

Rostock se encuentra al norte de Alemania, en la costa del mar Báltico y frente a Dinamarca, que está a sólo 60 km. La ciudad pertenece al estado de Mecklemburgo-Pomerania y se encuentra a unos 80 kilómetros de Schwerin, la capital.

Por otro lado, las ciudades grandes más cercanas, así como los aeropuertos, son Hamburgo, a unos 170 kilómetros, y Berlín, a unos 220 km. Aparte, a unos 30 km está el aeropuerto de Rostock Laage, que tiene una oferta de vuelos muy limitada, pero que tiene conexión con Palma de Mallorca. Para encontrar el vuelo que mejor se adapte a tus fechas y presupuesto, te recomendamos entrar en Skyskanner.

Una vez en Alemania, puedes alquilar un coche o moverte en tren por el país.

Si necesitas alquilar un coche, te aconsejamos usar Rentalcars, y si te decides a usar el tren, entonces encontrarás toda la información sobre rutas y horarios en la página de la Deutsche BahnUna buena opción para conocer esta región es adquirir el Mecklenburg-Vorpommern-Ticket, un billete que te permite usar a lo largo de un día todos los trenes que quieras dentro de este estado. Su precio depende del número de personas que viajen, que pueden ser máximo 5, y del día de la semana. Así, hay un ticket de lunes a jueves y otro de viernes a domingo.

Además, puedes comprar el Deutschland-ticket, que tiene validez mensual y te permite viajar por toda Alemania por sólo 49€ usando todos los transportes públicos locales que necesites.

Finalmente, si llegas en coche, te recomendamos leer consejos para conducir por las carreteras alemanas, donde hablamos de la etiqueta que necesitas para circular por las ciudades del país y del uso de neumáticos.

Nosotros llegamos en coche y aparcamos de manera gratuita en una de las calles que están alrededor de la iglesia de San Nicolás. Más específicamente, en Gerberbruch, frente a un bonito edificio de ladrillo.

Además, puedes llegar hasta aquí en ferry. De hecho, hay viajes que conectan Rostock con Suecia y Dinamarca.

Y si llegas en crucero a Warnemünde, siempre puedes unirte a esta excursión para cruceros a Rostock.

Información importante a la hora de visitar la ciudad: ¿Vale la pena visitar Rostock?

Aunque Rostock no sea la ciudad más bonita del norte de Alemania, este privilegio se lo damos a Lübeck, Bremen, Stralsund y Luneburgo, su buen ambiente nos cautivó e hizo que subiera muchos puestos en nuestra lista de ciudades alemanas favoritas. Por eso, sí que te recomendamos incluirla en una ruta por el norte de Alemania.

Cuánto tiempo necesito para visitar Rostock

El centro histórico es pequeño y puedes conocer los lugares que ver en Rostock en medio día. Su parte con más encanto son las calles que llevan al puerto, donde seguro te apetece quedarte un rato a descansar junto al agua. Después, te recomendamos ir a Warnemünde y disfrutar de su playa de arena fina y de un bonito atardecer.

Nosotros llegamos a Rostock a la tarde, alrededor de las 17:30. Debido a esto, no pudimos entrar en la iglesia de Santa María, visitar alguno de sus museos, que los hay muy interesantes y gratuitos, ni subir a la torre de San Pedro. Así, te recomendamos llegar por la mañana o un par de horas antes que nosotros.

Cuándo visitar Rostock y Warnemünde

No paramos de hablar de la playa de Warnemünde. Y es que pasamos un rato estupendo en ella. Nosotros fuimos en agosto y nos coincidió un estupendo día de calor y nada de viento. Imagínate que mi hija estuvo jugando en el agua hasta que anocheció. 

Dicho esto, te aconsejamos ir a partir de mayo para que tengas más probabilidades de buen tiempo. Porque, como te puedes imaginar, el norte de Europa es un lugar en el que esto no está asegurado. Sin embargo, si no buscas darte un baño, los meses entre marzo y octubre son perfectos para viajar a Alemania.

Además, una época que a nosotros nos encanta es el adviento, cuando se organizan numerosos mercados de navidad y el país se llena de luces y olores agradables. Te dejamos aquí los mejores mercados de navidad alemanes para que te hagas una idea de lo que te puedes encontrar.

Qué comer en Rostock

Al estar en el norte de Alemania, tenemos que recomendarte probar platos de pescado. Así, este es un buen lugar para comer, por ejemplo, arenque y pescado ahumado, como anguila, salmón o trucha.

Aparte, en nuestro post sobre gastronomía alemana encontrarás mucha más información sobre este tema.

Por otro lado, no vas a tener problema en encontrar un lugar donde comer en Rostock, pues hay muchos y muy interesantes. Así, alguno que llamó nuestra atención fue el Burwitz, que se encuentra en un edificio histórico del Mercado Nuevo, el Kellergeister, que está en una bodega del S. XVI, o el restaurante vegano Grüne Kombüse.

Sin embargo, creemos que la mejor opción es comer en el puerto, donde hay varios locales para probar platos de pescado. Así, está el Borwin, el Otto´s, restaurantschiff, que es un barco, o el Zur Kogge, un restaurante con historia y toques marítimos.

Un lugar que nos encantó por su estética y su ambiente, pues se encuentra en el edificio de ladrillo de una antigua destilería de mediados del S. XIX, fue la Fabriklikör, donde hubiésemos desayunado muy a gusto. Se encuentra frente a la Puerta de las Vacas y también puedes tomar algo o comer.

Finalmente, un restaurante distinto, pero que puede ser una experiencia divertida, es el Petrikeller, donde podrás comer como en la Edad Media, o eso dicen.

Nosotros, como hacía muy buen tiempo, preferimos sentarnos en una terraza del puerto a comer un fischbrötchen, lo que viene siendo un bocadillo de pescado, que está muy rico y es muy típico del norte. Los hay de distinto tipo, aunque los más comunes son los de arenques en sus distintas versiones y el de camarones. 

Además, lo acompañamos con unos calamares, que nos gustaron mucho, y una cerveza Rostocker, como no podía ser de otra manera.

Por cierto, si vas a ir a Warnemünde, puedes aprovechar para comer en la Lonja del Pescado, Rostocker Fischmarkte, que está a unos 4 kilómetros de Rostock. Para nosotros este es uno de los mejores lugares para comer pescado de la ciudad. Y si no fuimos, fue porque cierra a las 17:00 y los sábados a las 15:00.

Dónde dormir en Rostock

Nosotros llegamos a Rostock desde Schwerin, donde nos quedamos una semana en un pequeño apartamento sin muchos lujos, pero muy bien situado.
 

Por eso, no conocemos ninguno de los hoteles de Rostock.

Eso sí, de volver, escogeríamos un hotel en Warnemünde, como el hotel Neptune, que está junto a la playa, el Dock Inn, un curioso edificio hecho con contenedores marítimos, o bien un alojamiento cerca del puerto de Rostock o en su casco antiguo. 

De todas formas, no vas a tener problema en encontrar un alojamiento que se ajuste a tus intereses, pues la oferta es muy grande. Nosotros, para encontrar hotel usamos siempre Booking.

Historia de Rostock

Como ciudad portuaria que es, su historia está muy influenciada por su situación alrededor del río Warnow y su proximidad al mar Báltico. Nosotros vamos a contártela muy brevemente para que entiendas el porqué de su actual aspecto. Sin embargo, siempre puedes saltar a la siguiente sección, que es qué ver en Rostock.

Fundación de la ciudad: en el S. XII, un gran número de colonos alemanes se establecieron en lo que hoy es el Mercado Viejo. Este asentamiento creció rápidamente y, en 1218, recibió derechos de ciudad. Pronto se convirtió en la ciudad más importante de Mecklemburgo, siendo el comercio marítimo el motor de su economía.

Liga HanseáticaRostock fue miembro de la Hansa desde 1283, jugando un papel importante en ella hasta su declive, es decir, 1669. De hecho, junto con Stralsund, fue la ciudad hanseática más importante del Báltico después de Lübeck.

Apogeo de la ciudad: los siglos XIV y XV fueron una época de esplendor para Rostock. Así, alrededor de 1410, era una de las ciudades más grandes del norte del país, superada sólo por Lübeck, Hamburgo y Berlín, y, en 1419, aquí se fundó una de las universidades más antiguas del norte de Europa. Sin embargo, nunca logró ser una ciudad libre y su historia estuvo marcada por los conflictos con su soberano, los duques de Mecklemburgo.

Fin del apogeo: el declive de la Liga Hanseática, la Guerra de los Treinta Años y un devastador incendio en 1677, que destruyó casi todo el casco antiguo y el centro de su industria cervecera, acabaron con la prosperidad de Rostock.

Época francesa (1806-1813): Mecklemburgo fue ocupada por la Francia Napoleónica en 1806 y, en 1813, el ducado llamó a las armas a sus ciudadanos. Uno de los participantes más destacado en las Guerras de Liberación fue el mariscal nacido en Rostock Gebhard Leberecht von Blücher, que jugó un papel importante en la derrota de Napoleón durante la batalla de Waterloo

Industrialización de la ciudad, S. XIX: aunque tarde, la industrialización llegó a Rostock, dándole un nuevo impulso. Así, se modernizó y creció, demoliéndose en gran parte sus antiguas murallas. Ahora, aparte del comercio marítimo, también la construcción naval jugó un papel importante en su economía. 

Fin de la I Guerra Mundial: la ciudad perteneció al Gran Ducado de Mecklemburgo-Schwerin hasta 1918, cuando se formó el Estado Libre de Mecklemburgo-Schwerin. Rostock, la ciudad más grande de Mecklemburgo, siempre ha sido el centro económico de este estado.

Rostock como centro de la industria aeronáutica: en la década de 1920, se fundaron dos empresas de construcción de aviones, Heinkel y Arado, lo que impulsó su economía y la fortaleció militarmente. De hecho, Rostock llegó a los 100.00 habitantes y pasó a ser una gran ciudad en 1935.

– II Guerra Mundial y destrucción de la ciudad: como centro de la industria armamentística, Rostock fue un objetivo importante durante la Guerra y fue bombardeada ya en 1940. Sin embargo, los ataques más graves ocurrieron en abril de 1942. Tras estos, el centro histórico quedó muy dañado.

Rostock en la RDA: Rostock cayó en la zona soviética y la reconstrucción de la ciudad comenzó en los años siguientes, pero sus calles históricas sólo se reconstruyeron parcialmente. Durante la época de la RDA, su puerto fue muy importante, siendo el centro de construcción naval y transporte marítimo del país. De este modo, la ciudad superó los 250.000 habitantes.

Reunificación alemana: tras la Unificación, una gran parte de su población emigró y la industria naval decayó. Actualmente, la universidad juega un papel importante en su economía y la ciudad ha vuelto a tener más de 200.000 habitantes. De hecho, es la ciudad más grande de Mecklemburgo-Pomerania.

Qué ver en Rostock

Ya es hora de hablar sobre los lugares que ver en Rostock, que se encuentran en la margen izquierda del río Warnow.

Y para entender mejor cómo está organizada la ciudad, te diremos que, a partir de finales del S. XII, surgieron a lo largo del río tres asentamientos comerciales, cada uno con su propio mercado e iglesia. Finalmente, se fusionaron en 1265 para formar Rostock. Así, estos eran el Viejo Asentamiento, alrededor de las iglesias de San Pedro y San Nicolás, lo que hoy es el casco antiguo, el del Medio, alrededor de Santa María y actual centro de la ciudad, y el Nuevo, alrededor de la iglesia de Santiago, que ya no existe, y que actualmente es la zona de la universidad. 

Mercado Nuevo o Neuer markt

Vamos a empezar con el Mercado Nuevo, que está en el centro del casco histórico y guarda alguno de los principales lugares que ver en Rostock. Además, si visitas Rostock de martes a sábado, coincidirás con el mercados que aquí se organiza.

Esta plaza se convirtió en el centro económico de la ciudad tras la unión de los tres asentamientos en el S. XIII, por lo que aquí se construyó el ayuntamiento. Además, fue el lugar elegido por la clase alta para vivir. De este modo, a su alrededor se levantaron bonitas casas a dos aguas. A lo largo de los años, estas se fueron remodelando al gusto de cada época.

Sin embargo, su aspecto actual difiere bastante al de antes de la II Guerra Mundial, pues fue destruida en gran parte durante los bombardeos de 1942. Más tarde, durante la RDA, algunos de sus edificios fueron demolidos y la plaza se convirtió en un aparcamiento.

Actualmente, es una zona peatonal con varios restaurantes y terrazas y una fuente moderna donde te puedes sentar a disfrutar del ambiente. Si lo haces, aprovecha para echarle un vistazo a los distintos lados de la plaza.

Así, el lado norte, que originalmente estaba cerrado por edificios residenciales, fue destruido durante la Guerra. De hecho, sólo se salvaron 3 de sus 10 casas, que fueron finalmente demolidas en la década de 1950. A día de hoy, está cubierto en parte de césped y, quién sabe, igual en unos años su aspecto es otro.

También el lado sur fue destruido y en su lugar se levantó la actual oficina de correos.

Sin embargo, sus otros dos lados tuvieron más suerte, pues el ayuntamiento salió prácticamente ileso y en el lado oeste se conservó un interesante conjunto arquitectónico. De hecho, puedes ver bonitas casas a dos aguas cuyos orígenes se remontan a la época medieval. Entre ellas destaca la que tiene una fachada blanca en estilo neo renacentista, que adquirió su actual aspecto en 1874, y la que alberga el restaurante Burwitz, que presenta la fachada más antigua de la plaza, pues es de 1600. Eso sí, sufrió graves daños en 1942 y fue reconstruida.

Ayuntamiento de Rostock

Uno de los lugares que ver en Rostock es el ayuntamiento, un edificio peculiar que choca por su mezcla de elementos barrocos y góticos, pues tras una fachada de color rosado sobresalen los pináculos de la época medieval. Y es que en el S. XVIII, una tormenta dañó el edificio y el pórtico en estilo gótico de ladrillo fue cubierto por su actual fachada barroca. Asimismo, también puedes ver la fachada original bajo su arcada, donde hay restos de una pintura mural medieval.

Y aunque cueste imaginárselo, en su momento fue uno de los ayuntamientos del gótico de ladrillo más importantes del Báltico y era comparable a los de Lübeck y Stralsund, dos de los ayuntamientos más bonitos de Alemania

Por otro lado, este es el edifico secular más antiguo conservado en Rostock, pues su origen se encuentra en tres casas del S. XIII. Como es normal, sufrió diversas modificaciones a lo largo de su historia, así como varias ampliaciones. Sin embargo, sobrevivió a los bombardeos de 1942. Eso sí, su lado derecho tuvo que ser reconstruido en estilo funcionalista.

Te recomendamos que rodees el ayuntamiento, pues así descubrirás su parte trasera, donde hay un puente cubierto y varios edificios históricos que acabaron formando parte de él a comienzos del S. XX. 

Uno de ellos es la Kerkhoffhaus, una casa patricia en estilo gótico de ladrillo construida en la segunda mitad del S. XV, aunque sufrió algunas remodelaciones a lo largo de su historia. Actualmente, alberga el archivo de la ciudad.

También verás un antiguo portal renacentista que adornaba la entrada de una casa del Mercado Nuevo. 

Como era normal en aquella época, la planta baja del ayuntamiento y su sótano funcionaron de almacén, sala de ventas y bodega y, a día de hoy, alberga el Ratskeller, un restaurante con un aspecto muy medieval.

La serpiente anguila del ayuntamiento

El ayuntamiento de Rostock tiene un elemento que llama la atención, una especie de serpiente anguila que decora la base de una de sus columnas. 

Según dicen, representa la sabiduría y, si tocas su cabeza, tendrás suerte. Sin embargo, la verdad es que no se sabe con seguridad ni desde cuándo está en el ayuntamiento ni su función. Las primeras historias sobre ella se remontan a principios del S. XIX.

De todas maneras, tú tócala, que es gratis y nunca se sabe.

Iglesia de Santa María

Uno de los monumentos más importantes que ver en Rostock es la maciza iglesia de Santa María, que pertenece al estilo gótico de ladrillo y recuerda más bien a una fortaleza. Desde el Mercado Nuevo vas a ver muy bien parte de su estructura, pero no dejes de rodearla para ver su torre, que parece más ancha que alta.

Este es el principal templo luterano de Rostock y sus orígenes se remontan a una iglesia mencionada ya en 1232. Después, le siguió un templo gótico terminado en 1279, pero, al convertirse en la parroquial principal de la prometedora ciudad hanseática de Rostock, se ideó un nuevo edificio más grande y representativo. Fue entonces cuando, en 1290, comenzó la construcción de la actual iglesia gótica de tres naves, que finalizó a mediados del S. XV.

Su importancia puede verse en que la universidad de Rostock, una de las más antiguas del norte de Europa, se fundó en 1419 con una celebración en Santa María, que fue iglesia universitaria hasta finales del S. XIX

Durante la II Guerra Mundial, Santa María fue la única de las cuatro iglesias principales de Rostock que sobrevivió a los bombardeos.

Interior de la iglesia

A pesar de la perdida de mobiliario durante la Reforma, su interior guarda numerosas obras de arte.

Así, destaca el altar mayor barroco del S. XVIII, el púlpito renacentista del S. XVI, una pila bautismal del S. XIII, la galería principesca en estilo rococó del S. XVIII para los duques de Mecklemburgo y, por supuesto, su reloj astronómico, que mide once metros de altura y data de mediados del S. XV. El reloj está casi en su estado original y todavía funciona, de hecho, parece que a las 12:00 sus figuras se ponen en movimiento. 

Horario y precio de la iglesia de Santa María

La iglesia abre de lunes a sábado de 10:00 a 17:00, siendo la última entrada 15 minutos antes del cierre. Los domingos y festivos abre de 11:00 a 15:00 y este horario puede verse modificada, por ejemplo, a partir de noviembre cierra a las 16:00.

La entrada normal cuesta 3€ y 2€ si la visitas 30 minutos antes del cierre. Además, los niños entran gratis. Por otro lado, la entrada reducida, para gente con discapacidad o sin trabajo, cuesta 2,5€. Aparte, los domingos la visita es gratuita, aunque agradecen un donativo.

Alrededores de Santa María

Frente a su entrada está am Ziegenmarkt o el mercado de las cabras, un rincón muy bonito de Rostock con algún que otro edificio interesante.

Así, aquí está la antigua casa del sacristán, que es un edificio de ladrillo con una acogedora cafetería, am Marientreff, y la antigua casa de la moneda con un portal renacentista del S. XVII. Junto a este se encuentra el antiguo Kantorat, cuyos orígenes se remontan al S. XIII.

Calle Kröpelin

Otro de los lugares que ver en Rostock es su principal calle comercial, que va del Mercado Nuevo a la Puerta de Kröpelin, una entrada de las antiguas fortificaciones. 

Aquí encontrarás numerosas tiendas y restaurantes, así como históricos edificios y la plaza de la Universidad, un lugar con mucho ambiente.

Su parte más bonita y colorida es la que se encuentra entre el Mercado Nuevo y la plaza de la Universidad, pues ha conservado tradicionales edificios a dos aguas de distintos estilos. Eso sí, muchos son restauraciones del S. XX. 

Entre estos edificios destaca la bonita casa Ratschow, que es fácil de distinguir, pues es el único que tiene una fachada gótica de ladrillo. Esta se construyó a finales del S. XV y, aunque sobrevivió a los bombardeos, en mayo de 1945 fue víctima de un incendio, por lo que se tuvo que reconstruir el edificio tras la fachada de ladrillos. Actualmente, alberga la biblioteca municipal. 

Puerta Kröpelin

Esta antigua entrada es uno de los lugares que ver en Rostock, pues es un símbolo de la ciudad, así como uno de sus monumentos más antiguos. En el pasado, su imponente aspecto debía anunciar la importancia de la ciudad hanseática a los que a ella llegaban.

La puerta, que mide 54 metros de altura, era una de las cuatro entradas principales de las antiguas fortificaciones y se levantó en estilo gótico en la segunda mitad del S. XIII. En ese momento, contaba sólo con dos pisos, pero se fue ampliando hasta llegar a sus cinco pisos actuales. Aun hoy puedes reconocer el nivel original, pues las piedras tienen colores diferentes.

Esta entrada no fue derribada cuando se empezaron a desmantelar las fortificaciones, ni tampoco sufrió graves daños durante los bombardeos de 1942, a diferencia de sus alrededores. Sin embargo, ya no está unida a la muralla de la ciudad y ahora sirve como museo, donde puedes aprender sobre el sistema defensivo Rostock, además de disfrutar de bonitas vistas de los alrededores.

La torre abre de 10:00 a 18:00 y hasta las 17:00 de noviembre a febrero. Entrar cuesta de 3 a 5€.

Universidad de Rostock y plaza de la universidad

Aunque pueda pasar algo desapercibida por estar en medio de la calle principal, la plaza de la universidad es una de las tres históricas de la ciudad. Y es que era el mercado del asentamiento nuevo, que, en aquel tiempo, se llamaba mercado del lúpulo. Durante la época de la RDA, llevó también el nombre de Stalin.

Originalmente, el mercado estaba alrededor de la iglesia de Santiago, pero no la busques, pues ya no existe, ya que tras los daños sufridos en la II Guerra Mundial, se demolieron sus ruinas. Hoy día, puedes ver un recuerdo de ella en la plaza Jakobikirche.

Por su parte, esta plaza se salvó parcialmente de los bombardeos de 1942, pues el edificio principal de la universidad y su lado sur quedaron intactos, no así su lado norte, que quedó completamente destruido.

Como te puedes imaginar, aquí destaca sobre todo el edificio principal de la universidad, que fue construido en estilo neo renacentista en la segunda mitad del S. XIX. Sin embargo, el ala sur, que es conocida como el Nuevo Museo, se levantó en 1844. Date un tiempo para observar su fachada, pues aquí están representados miembros de la familia gobernante, de la universidad, de la ciudad y del clero. Dentro, está la tesorería de la universidad, con exposiciones sobre su historia. 

Además, a su alrededor hay otros edificios que también pertenecen a la universidad:

– Junto a ella está el instituto Zoológico, que es el antiguo Tribunal Superior de Apelación. Este alberga la colección zoológica de la universidad, que fue fundada en 1775 y se centra en la gran diversidad del mundo animal. Aquí podrás ver, por ejemplo, fósiles y animales disecados. 

El museo es de entrada gratuita y abre de lunes a viernes de 10:00 a 16:00.

– El palacio Ducal fue construido en 1714 y era la residencia de los duques de Mecklemburgo durante sus estancias en Rostock. A mediados del S. XVIII, se amplió y se le añadió un teatro, que ahora es conocido como la Sala Barroca. Su bonito interior se ha mantenido fiel al original y hoy día es una bonita sala de conciertos, que, creemos, sólo puede visitarse participando en uno de los eventos que allí organizan.

Además, el palacio alberga la oficina de turismo.

Aparte, en la pequeña zona verde de la plaza está la estatua del mariscal nacido en Rostock Gebhard Leberecht von Blücher, que jugó un papel decisivo en la derrota de Napoleón en Waterloo.

Nosotros encontramos esta plaza especialmente animada, pues hacía mucho calor y había numerosos niños corriendo entre los chorros de la fuente.

Por cierto, la universidad también posee un jardín botánico, lo malo es que está a unos 3 km del centro de la ciudad. Por lo que parece, es un buen lugar para ver la floración del cerezo. En su página web te indican cómo llegar en transporte público. 

Monasterio de la Santa Cruz: Museo de Historia de Rostock

Detrás de la universidad está el monasterio cisterciense de la Santa Cruz, que fue fundado en el S. XIII y se disolvió en 1920. A día de hoy, su iglesia, que fue construida en la segunda mitad del S. XIV, funciona como iglesia universitaria, y el resto de sus edificios alberga el museo de historia de Rostock.

Si lo visitas, podrás aprender sobre la interesante historia de la ciudad, ver importantes colecciones de artesanía, de monedas, de juguetes o de arte sacro, además de pinturas de artistas holandeses de los siglos XVI al XIX, así como obras del arte degenerado, como se le llamó durante la época nazi.

Además, su jardín, que está junto a las antiguas murallas, es un lugar perfecto para hacer una pequeña parada en tu visita a la ciudad. 

Horario y precio del museo de historia de Rostock

El museo abre de martes a domingo de 10:00 a 18:00 y su entrada es gratuita.

Actualmente, este es el único complejo monástico que se conserva de manera completa en Rostock. Además, cerca de él está el monasterio de San Miguel, que se fundó en el S. XV y albergó una importante imprenta. Disuelto en el S. XVI, sirvió de residencia estudiantil, armería y almacén, hasta que, en 1942, se incendió. Tras la restauración, una parte del monasterio alberga la biblioteca de la universidad.

Las murallas de Rostock

Tras las paredes del monasterio se encuentra el parque Wallanlage, donde antiguamente estaba el foso y distintas estructuras de las fortificaciones de la ciudad. Si lo recorres, verás fuentes, estatuas y lugares para hacer un descanso. Además, aquí está el tramo más largo que queda de las murallas de Rostock de unos 450 metros de largo. 
 

Cómo eran las murallas de Rostock y qué pasó con ellas

Pues bien, estas comenzaron a construirse en el S. XIII, una vez que se fusionaron los tres asentamientos, los cuales, seguramente, ya tenían algún tipo de defensa.

Así, a partir de 1270, se comenzó a levantar un anillo de unos 3 kilómetros, que tenía varias torres y 22 puertas. Estas se dividían entre puertas terrestres y puertas de playa, que eran las que daban al puerto y las más abundantes.

Las murallas sufrieron numerosas modificaciones a lo largo de su historia, en función de las necesidades de cada momento. Sin embargo, a mediados del S. XVIII perdieron su papel militar y comenzaron a ser derribadas para que la ciudad pudiera crecer y modernizarse. Además, la II Guerra Mundial dejó graves daños en lo que quedaba del sistema defensivo, por lo que otros muchos elementos fueron demolidos. Eso sí, otras partes fueron restauradas.

Actualmente, puedes ver las siguientes estructuras defensivas, además de la puerta de Kröpelin, que es la torre más representativa del sistema defensivo y de la que ya hemos hablado.

Puerta de Piedra o Steintor

Comencemos con la puerta que lleva al Mercado Nuevo, que era una de las cuatro puertas principales de Rostock y recibió su actual aspecto renacentista en la segunda mitad del S. XVI. Durante los bombardeos de 1942, la puerta sufrió graves daños y se incendió. Por eso, tuvo que ser restaurada a mediados del S. XX.

En el lado que da a la ciudad verás tres escudos de armas, el del soberano, los duques de Mecklemburgo, el de los gobernantes, que eran los señores de la ciudad, y el de la ciudad hanseática de Rostock. Además, hay dos esculturas de grifos junto a la entrada. Y es que este es el animal heráldico de Rostock.

Junto a la puerta, seguro que llama tu atención un gran edificio de ladrillo. Es la Ständehaus, que fue construida a finales del S. XIX. En un principio, funcionó como sede del Parlamento, pero ahora alberga el Tribunal Regional Superior. En su fachada verás representados a cuatro duques de Mecklemburgo.

Nosotros no pudimos entrar, pero hemos leído que si preguntas al personal, puedes visitar el piso inferior.

Torre Lagebusch

Esta torre fue construida en la segunda mitad del S. XVI en estilo renacentista y llegó a usarse de prisión. Es la única que se conserva de las fortificaciones.

Puerta de las Vacas o Kühtor

Muy cerca de esta torre y unida a ella por un tramo de la muralla, se encuentra la Puerta de las Vacas, la más antigua de las entradas de Rostock, pues está documentada por primera vez en 1262.

Aunque en un principio era una de las puertas principales, enseguida dejó de serlo, pues el privilegio pasó a la Puerta de Piedra, que estaba conectada con el Mercado Nuevo, esto es, el centro económico de la ciudad. Por eso, esta empezó a ser usada para el tránsito del ganado. De ahí su nombre. 

Durante la II Guerra Mundial, la puerta fue víctima de las bombas y tuvo que ser reconstruida en la década de 1980.

Puerta de los Monjes o Mönchentor

Esta puerta, mencionada por primera vez en 1316, es la única puerta de playa que se conserva. Y es que estas entradas perdieron su importancia en la década de 1860, cuando se dejó de cobrar peaje de entrada. Así, todas fueron demolidas en 1896. A excepción de esta, claro, que, además, se salvó de los bombardeos. Sin embargo, sus alrededores, la calle Grosse Mönchenstrasse, fue completamente destruida.

Su aspecto actual data de comienzos del S. XIX, cuando fue remodelada en estilo clásico.

Y pasamos a conocer la parte más antigua de Rostock, donde estaba el primer asentamiento que recibió los derechos de ciudad en 1218.

Esta área sufrió graves daños durante la II Guerra Mundial, pero ha logrado conservar un aire tranquilo, con casas de baja altura y rincones con encanto. 

Aquí destacan dos lugares que ver en Rostock, las iglesias de San Nicolás y de San Pedro.

Iglesia de San Nicolás

¿Te imaginas vivir en una iglesia? pues en San Nicolás es posible. Veamos por qué.

La iglesia de San Nicolás comenzó a construirse en 1230, aunque fue modificada a lo largo de su historia. Asimismo, durante los bombardeos de 1942 sufrió graves daños y sus ruinas tuvieron que esperar hasta 1976 para ser reconstruidas.

Desde entonces, tiene una particularidad que nos sorprendió nada más verla: su ático alberga ahora apartamentos, por lo que verás balcones decorados con plantas en su tejado y timbres en su entrada. 

Esta volvió a abrir al culto en 1994, pero los servicios religiosos sólo se llevan a cabo en ocasiones especiales, y su antiguo altar mayor se encuentra ahora en la Iglesia de Santa María. 

Un rincón muy bonito de San Nicolás es el arco de las velas, que es un pasaje en la calle decorado con una imagen del patrón de la iglesia. Este se tuvo que construir debido a la altura del coro. 

Una vez visitado San Nicolás, sólo tendrás que recorrer la bonita calle Lohgerber para llegar a la zona más antigua de la ciudad, el Alter Markt o Mercado Viejo, donde está la iglesia de San Pedro.

Mercado Viejo o Alter Markt

Pues ya estamos en la última de las tres plazas históricas que ver en Rostock, que es, además, la más antigua, pues en esta colina se fundó el primero de los tres asentamientos de la ciudad.

Esta plaza ha sufrido grandes cambios a lo largo de su historia, pues fue víctima del gran incendio de 1677 y de los bombardeos de 1942. Además, fue un área bastante olvidada durante la época de la RDA. Tras la Unificación, la zona del Mercado Viejo y sus alrededores fue renovada y se reconstruyeron alguno de sus edificios. Como resultado, es una zona residencial tranquila por donde merece dar un pequeño paseo.

Iglesia de San Pedro

El edificio más emblemático del Mercado Viejo es San Pedro, que es la iglesia más antigua que ver en Rostock. Además, con sus 117 metros es también la más alta. 

Así, la primera iglesia de San Pedro fue mencionada en 1252, aunque ya debía de existir anteriormente. Esta fue sustituida por un templo que empezó a construirse hacia el 1300 en el lugar de la actual iglesia, que, a su vez, fue reemplazado por una basílica de tres naves en estilo gótico de ladrillo a mediados del S. XIV. En el S. XVI, la Reforma protestante de la ciudad comenzó en esta iglesia de la mano del predicador Joachim Slüter.

A pesar de sufrir daños a lo largo de su historia, los más grandes fueron los causados por los bombardeos de 1942, ya que quedó en ruinas. Sin embargo, su reconstrucción comenzó pronto y en la década de 1960 ya se había completado. Eso sí, no recibió su esbelta aguja hasta 1995.

Desde entonces, la iglesia tiene un mirador a unos 45 m de altura al que puedes acceder en ascensor para tener una bonita perspectiva de la ciudad y sus alrededores. 

Horario y precios de San Pedro
La iglesia abre de 10:00 a 18:00 y hasta las 15:00 de octubre a abril.
 
Mientras que visitar la iglesia es gratuito, subir a la torre tiene un coste de 4€. Eso sí, los menores entre 7 y 16 años pagan 1€ y los menores de 7 años no pagan.
 
Además, la entrada reducida cuesta 3€ (estudiantes y personas con discapacidad).
 

Calles alrededor del puerto de Rostock

Hemos dejado para el final la parte que más nos gustó de Rostock, su puerto y las calles que lo rodean. Y es que aunque esta zona sufrió graves daños durante los bombardeos de 1942, aun quedan rincones dignos de ver.

Para llegar a ella, es muy probable que cruces la Langenstrasse, una avenida construida durante la época de la RDA.
 

Así, esta parte del casco antiguo fue muy importante para la historia de Rostock, pues unía el centro de la ciudad con el puerto. De esta manera, sus calles terminaban en las puertas de playa, de las que ya sólo queda la de los Monjes.

Además, aquí estaba el núcleo de la industria cervecera de Rostock, que fue muy importante para su economía. De hecho, fue el principal producto de exportación de Rostock durante la Liga Hanseática y a principios de la Edad Moderna. Para que te hagas una idea, en alguna de estas calles había hasta 20 cervecerías.

Sin embargo, la zona sufrió el gran incendio de 1677, así como los bombardeos de la II Guerra Mundial. Además, en la primera mitad de la década de 1970, se demolió parte del área para su completa remodelación. Sin embargo, en 1975, se paró este modo de acción. Así, un ejemplo muy interesante es la calle Wokrenter, que presenta un lado con edificios de estética moderna y otro reconstruido con casas históricas a dos aguas. Otras calles que también nos gustaron fueron Lagerstrasse y Burgwall.

La casa del árbol

Uno de los lugares que ver en Rostock es esta casa en estilo gótico construida en 1490. Y es que es uno de los edificios comerciales de la época hanseática más antiguos que se conservan en la ciudad. En ella destaca su alta y estrecha fachada de ladrillo, así como su hastial escalonado.

Se encuentra en la calle Wokrenter y su nombre recuerda a su principio de construcción. Nosotros la encontramos cerrada, pero se puede visitar y, por lo que hemos visto, es muy interesante.

Puerto de Rostock

El último lugar que ver en Rostock del que te vamos a hablar es su puerto, que ha sido muy importante para su economía. Por ejemplo, a mediados del S. XIX aquí estaba la mayor flota mercante de la región del Báltico.

Actualmente, es el mejor lugar de la ciudad para dar una vuelta y descansar en alguno de sus restaurantes o terrazas. Al menos, bajo nuestra opinión. Además, también puedes sentarte en las escaleras del puerto y disfrutar del paisaje, un lugar muy popular, sobre todo, al atardecer.

Y es que, a finales del S. XX, se fueron eliminando las instalaciones portuarias. Eso sí, todavía puedes ver la réplica de una grúa de 1780 frente a la calle Wokrenter, así como grúas de los años 50 y 60 en la península de Haedge. 

Asimismo, aquí puedes subirte a alguno de los barcos para dar una vuelta por el puerto de Rostock. 

Si vienes el segundo fin de semana de agosto, lo verás lleno de gente y de eventos, pues es entonces cuando se celebra el Hanse Sail, un importante evento marítimo.

Otros lugares que ver en Rostock

Si le vas a dedicar más tiempo a la ciudad, aquí te recomendamos un par de lugares extra que ver en Rostock.

Museo marítimo de Rostock e IGA Park

Situado a unos 10 kilómetros del centro histórico, el museo marítimo se encuentra dentro del barco MS Dresde en el río Warnow. Aquí podrás aprender sobre la historia marítima de Rostock y la evolución de la construcción naval.

Información sobre la visita al museo marítimo de Rostock

Si te acercas hasta aquí, no dejes de pasear por el IGA park, pues el museo se encuentra junto a él. Aquí descubrirás un montón de rincones interesantes, como el jardín chino, el holandés o el Weidendom. Es de entrada gratuita.

Sitio conmemorativo del antiguo centro de detención preventiva de la Stasi

Cerca del parque Wallanlage se encuentra este edificio, donde aprenderás sobre su historia, las actividades de la Stasi y las condiciones de la prisión, así como sobre la vida de alguno de sus presos, que eran la mayoría presos políticos.

La visita es gratuita y abre de martes a jueves de 10:00 a 15:00.

Mapa con los lugares que ver en Rostock

Aquí te dejamos un mapa con los lugares más interesantes que ver en Rostock. Esperamos que te ayude a orientarte.

Mapa con los lugares más interesantes que ver en Rostock

Warnemünde

Y si visitas Rostock, no puedes dejar de conocer Warnemünde, que se encuentra a unos 12 km al norte, en la desembocadura del río Warnow en el mar Báltico.

Esta localidad pertenece a Rostock desde 1323, ya que así la ciudad hanseática se garantizaba el acceso al mar. Sin embargo, Warnemünde siguió siendo un pequeño pueblo pesquero hasta el S. XIX, cuando se convirtió en uno de los balnearios costeros más importantes de Alemania.

A día de hoy, sigue siendo un popular destino turístico y uno de los puertos de cruceros más importantes del país junto con el de Kiel.

De hecho, desde aquí se ofertan excursiones de día a Berlín para los pasajeros de cruceros.

Cómo llegar a Warnemünde desde Rostock

Nosotros llegamos en coche, pero también puedes ir en transporte público. Por ejemplo, las líneas de S-Bahn S1, S2 y S3 llegan hasta aquí en unos 20 minutos. El viaje te costará unos 3€.

También puedes utilizar la línea de autobús 36 o ir en barco, pero sólo en temporada alta.

Al llegar, dejamos el coche en el aparcamiento frente a la iglesia, que es perfecto, porque está muy cerca del puerto. Sin embargo, estaba muy lleno y era bastante caro (1 hora 3€, con un máximo permitido de 3 horas). Eso sí, en temporada baja es más barato.

Qué hacer en Warnemünde

Pasear por sus calles

No te va a llevar mucho tiempo, pues Warnemünde no es muy grande. Aun así, no dejes de recorrer la calle Alexandrinen, donde verás bonitas casas de baja altura. Una de ellas, construida en 1767, alberga el museo de Warnemünde, donde puedes aprender sobre su historia y las costumbres de sus habitantes.
 
También merece la pena recorrer Am Strom, que va paralela al Alter Strom, es decir, el estuario original del Warnow. Este paseo está lleno de restaurantes y tiendas. Además, verás numerosos barcos que ofrecen bocadillos de pescado.
 

Visitar su faro y la «tetera»

El faro de Warnemünde es una guía para los barcos y también te indica donde se encuentra una de las entradas a la playa. Este mide 37 metros de altura y se construyó en 1897.
 
Además, no te tienes que conformar con verlo sólo desde fuera, pues abre de semana santa hasta la primera semana de octubre. Así, desde el faro puedes disfrutar de una bonita panorámica de los alrededores. 
 
Su horario es de 10:00 a 18:30, pero la última entrada es media hora antes del cierre. Visitarlo cuesta 2€.
 
Junto a él está el edificio conocido como la Tetera, que fue construido en 1968 y destaca por su peculiar tejado, que fue diseñado por Ulrich Müther, un importante representante del modernismo arquitectónico de la RDA. En su interior hay un restaurante y una panadería.
 

Por cierto, no te vuelvas loco buscándole un parecido a una tetera, pues su apodo le viene de un edificio anterior. 

Disfrutar de su playa

La playa de Warnemünde tiene más de 3 kilómetros de longitud, arena fina y alcanza hasta 200 metros de ancho. Vamos, que es una estupenda playa que te hace olvidar que estás en el norte de Europa.

De hecho, es lo que más nos gustó de Warnemünde: sentarnos en la playa y ver atardecer, al mismo tiempo que nuestra hija jugaba en la orilla del agua. 

También ayudó que había un bar con hamacas y sillas de playa, donde probamos el Sanddorn Spritz, una alternativa al Apperol, que está hecho con este fruto tan típico de Mecklemburgo, que en español se llama Espino amarillo.

La verdad es que pasamos un buen rato. No estuvimos solos, pues había un montón de gente que también quería disfrutar de esa estupenda noche de agosto, pero no nos importó y conseguimos hasta una hamaca para relajarnos aún más. De hecho, nos costó bastante irnos.

Por ponerle una pega, diría que se nos hizo raro entrar al mar junto a las gaviotas y que, aunque nos gustó pasear por las numerosas algas que había a la orilla, pues era divertido hundirse en ellas, no parábamos de pensar que debía de haber bastante caca de gaviota. 

Por supuesto, en la playa puedes alquilar los populares asientos de playa alemanes, los strandkörbe. Estos se encuentran frente al gran edificio del hotel Neptun

¿Sabías que el origen de la silla de playa está muy unido a Warnemünde? Y es que se considera que su inventor fue Ludolph Wilhelm Eduard Bartelmann ,que, en 1882, hizo una silla para disfrutar del mar protegido del viento y del sol. 

Pues bien, en 1883, su esposa abrió la primera tienda de alquiler de sillas de playa en Warnemünde. Una placa en la casa en Am Leuchtturm 10 recuerda este hecho.

Paseos en barco

Paseando por Warnemünde, vas a ver numerosos anuncios de paseos en barco. Uno que nos llamó la atención fue el que te lleva a conocer el brezal de Rostock.

Otra opción es reservar esta experiencia de navegación.

Centro de Ciencias Marinas

Nuestro último consejo para hacer en Warnemünde es ir al centro de ciencias marinas, donde puedes ver a los investigadores mientras trabajan con focas. El centro de investigación se encuentra en un antiguo barco en el puerto deportivo Hohe Düne.

Este abre de mayo a octubre de 10:00 a 16:00, del 23 de marzo a abril de 10:00 a 15:00 y en noviembre de 10:00 a 15:00 de jueves a domingo.

La visita no es gratuita y los menores entre 4 a 16 años pagan 5€ y los adultos 9€.

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