Pamukkale es uno de los lugares más visitados de Turquía gracias a sus aguas termales, que han modelado un fascinante paisaje de piscinas escalonadas de color blanco y cascadas petrificadas. De hecho, fueron el motivo de la fundación de la antigua ciudad grecorromana de Hierápolis. Además, sus alrededores esconden lugares muy interesantes. ¿Nos acompañas a descubrir qué ver en Pamukkale?
Pamukkale es muy conocida por sus aguas termales y sus terrazas de travertino. De hecho, ha sido considerada un spa desde, al menos, el S. II a. C. Además, desde 1988, forma parte de la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
A día de hoy, es una de las principales atracciones turísticas de Turquía, es decir, recibe a un montón de gente que quiere conocer ese lugar paradisiaco que se muestra en tantas fotos de redes sociales.
Sin embargo, tenemos que decirte que esas fotos no son del todo reales, porque ni quedan tantas piscinas con esa preciosa agua de color azul, ni te vas a poder hacer una foto sin gente a tu alrededor. Además, está prohibido entrar en muchas de ellas y sólo puedes disfrutar de sus aguas termales en un área habilitada para los visitantes
Eso sí, si vas sabiendo todo esto, no te sentirás decepcionado y disfrutarás mucho de esta maravilla natural. Para ayudarte a descubrirla, vamos a contarte qué ver en Pamukkale y sus alrededores.
Índice
Cómo llegar a Pamukkale
Pamukkale se encuentra al sudoeste de Turquía, en la provincia de Denizli. Así, el aeropuerto más cercano es el de la ciudad de Denizili, que está a unos 70 km. Para encontrar el vuelo que mejor se ajuste a tus fechas y presupuesto te recomendamos entrar en Skyscanner.
Otra opción para llegar hasta aquí es el autobús o el coche de alquiler, que es como nosotros llegamos desde Bodrum, a unos 250 km de distancia.
Sin embargo, Pamukkale no está cerca de ninguna otra atracción turística importante. Por eso, una manera cómoda de llegar es unirse a una excursión organizada. Además, al ser tan popular, las hay desde numerosos lugares del país, como Antalya, Esmirna, Éfeso, Kusadasi, Fethiye, Göcek, Bodrum, Marmaris o Estambul.
Por otro lado, esta visita se suele incluir en los viajes de varios días por el país, como en este de 7 días por Turquía, o este de 6 días por Turquía.
Historia de Pamukkale y Hierápolis
La antigua ciudad helenística de Hierápolis fue fundada como un balneario en el S. II a.C por el rey de Pérgamo. Y es que aquí había numerosas fuentes termales. Más tarde, en el 133 a. C., pasó a formar parte de la provincia romana de Asia.
Debido a la alta actividad sísmica de la zona, Hierápolis fue destruida varias veces. Así, un terremoto muy severo en el año 60 dejó la ciudad en ruinas, por lo que se reconstruyó en estilo romano. Fue entonces cuando alcanzó su forma actual.
Por otro lado, su periodo de mayor prestigio como centro de relax lo alcanzó en los siglos II y III d. C. De este modo, los nobles romanos venían hasta aquí en busca de sus aguas termales y sus beneficios terapéuticos.
Además, la ciudad se convirtió en un importante centro para el cristianismo. De hecho, se cree que es el lugar del martirio de San Felipe en el año 80 d.C.
Durante el período bizantino, Hierápolis continuó floreciendo, pero, a principios del S. VII, fue devastada por otro terremoto.
En el S. XII, el área quedó bajo control turco, pero cayó en manos de los cruzados bajo el mando de Federico Barbarroja a finales de siglo. Poco después, Hierápolis fue abandonada.
Finalmente, en el S. XIV, un gran terremoto derribó los restos de la antigua ciudad, que fueron cubiertos progresivamente por piedra caliza. Hierápolis fue excavada por primera vez en 1887.
Por otro lado, Pamukkale significa castillo de algodón, haciendo referencia a sus características formaciones naturales de color blanco. Estas se encuentran a los pies de las ruinas de Hierápolis, que están, a su vez, en lo alto de la actual localidad de Pamukkale.
Origen de las fuentes termales
Las fuentes termales, que tan importantes han sido para la historia del lugar, tienen su origen en la actividad sísmica de la zona. Así, fueron los movimientos tectónicos los que hicieron aparecer las fuentes de agua con un alto porcentaje de calcio. Con el tiempo, se fueron formando las gruesas capas blancas de piedra caliza y travertino que bajan por la ladera de la montaña como si fueran cascadas petrificadas y las terrazas semiesféricas con una capa de agua poco profunda.
Sin embargo, debido al alto número de visitantes que recibía Pamukkale, la zona se orientó al turismo y no se controló su conservación. Así, se construyeron hoteles en lo alto del lugar, que, además, usaban las aguas termales para llenar sus piscinas. Asimismo, se hizo una rampa de acceso, se vertieron aguas residuales que oscurecieron la piedra blanca y la gente paseaba con zapatos y se lavaban con jabón en las piscinas.
Como te puedes imaginar, el paisaje se estropeó y, para intentar recuperar el área, la Unesco llevó a cabo una serie de medidas. De este modo, desaparecieron los hoteles, la rampa se cubrió de piscinas artificiales a las que puedes acceder sin zapatos, y muchas piscinas naturales se vaciaron para que se blanquearan de nuevo al sol, además de prohibir su acceso.
A día de hoy, todavía puedes ver los estragos de este turismo descontrolado.
Cuánto cuesta visitar Pamukkale
Información actual sobre la visita a Pamukkale
La entrada incluye la visita a las piscinas naturales y a los restos de la antigua ciudad de Hierápolis. Además, está incluida en el pase de museos The Aegean. Para más información sobre tarjetas combinadas, entra en consejos para viajar a Turquía.
Cuando nosotros fuimos, la entrada al museo arqueológico no estaba incluido en la entrada, pero sí en el pase The Aegean. Sin embargo, ahora parece que sí está incluido.
Asimismo, para bañarte en la antigua piscina de Cleopatra tendrás que comprar una entrada aparte, que, en agosto de 2024, costaba 340 LT y para los menores de 7 a 12 años 170 LT.
Por cierto, la piscina de Cleopatra está cerrada desde enero de 2025 y no sabemos cuándo abre de nuevo. Así, si quieres visitarla, echa un ojo a las reseñas en Google maps antes de ir para ver si ha reabierto.
Consejo: No siempre es fácil encontrar los precios y horarios actualizados de las atracciones turcas. Por ello, te recomendamos descargarte la Turkey museum app o visitar esta página oficial de los museos de Turquía.
Cuál es el horario de Pamukkale
En diferentes fuentes hemos encontrado horarios algo diferentes, por eso te recomendamos confirmar en el hotel antes de ir.
Del 1 noviembre al 29 de febrero: La puerta sur abre de 6:30 – 18:00, última entrada 17:30. El resto de puertas, así como la piscina de Cleopatra, abre de 8:00 – 18:00.
Del 1 marzo al 1 mayo: La puerta sur abre de 6:30 – 20:00, última entrada 19:30. El resto de puertas, así como la piscina de Cleopatra, abre de 8:00 – 20:00. La puerta norte abre de 8:20 – 20:00.
Del 1 junio al 30 septiembre: La puerta sur abre 6:30 – 21:00, última entrada 20:30. El resto de puertas, así como la piscina de Cleopatra, abre de 8:00 – 20:00.
Del 1 octubre al 31 octubre: La puerta sur abre 6:30 – 20:00, última entrada 19:30. El resto de puertas, así como la piscina de Cleopatra, abre de 8:00 – 20:00.
Si, sabemos que no pone horario en el mes de mayo, pero esto es lo que pone en el panfleto de información.
Por otra parte, el museo arqueológico abre de 8:00 a 17:00 (última entrada 16:45) del 31 de octubre al 1 de abril y de 8:00 a 19:00 (última entrada 18:45) el resto del año.
Cuanto tiempo se necesita para ver Pamukkale
Puedes visitar Pamukkale en medio día, es decir, ver las ruinas de Hierápolis y disfrutar de las piscinas naturales.
De todas formas, pensamos que es una buena idea pasar una noche aquí, porque, como ya hemos dicho, Pamukkale es muy popular. Por eso, es recomendable visitarla pronto por la mañana o a la tarde, evitando así los autobuses turísticos. Por ejemplo, cuando nosotros fuimos a primeros de octubre, la zona de las piscinas naturales estaba llena.
Además, quedarse a ver atardecer es muy recomendable. De hecho, el mejor momento de nuestra visita fue bajar por las terrazas de los travertinos con pocos visitantes y con la luz del atardecer reflejada en las paredes blancas.
Cómo entrar en Pamukkale
A Pamukkale/Hierápolis puedes entrar por 3 entradas que tienen horarios distintos.
Entrar a Pamukkale por la Puerta Norte
Esta puerta es la más alejada de las piscinas termales. Así, si entras por aquí, comenzarás la visita por la extensa Necrópolis de Hierápolis. Además, pasarás por una zona de terrazas de travertino con tumbas en su interior. Cuando nosotros estuvimos, estaban llenas de agua de un color azul precioso.
Otro punto a favor de esta zona es que vimos muy poca gente, vamos, que estuvimos prácticamente solos. Y no empezamos a ver muchos visitantes hasta que no nos acercamos al teatro y a las terrazas.
Así, desde esta entrada al teatro hay unos 2 km, pero el paseo no se hace pesado gracias al paisaje y a las ruinas de la antigua ciudad. De todas formas, hay un servicio de lanzadera dentro del recinto que te permite ir de la puerta norte a las piscinas. El servicio funciona de 8:00 a 17:00 y hay cada 30 minutos.
Por otra parte, la puerta norte está a unos 4 km del pueblo. Por eso, nosotros subimos en un dolmus que tomamos en la parada junto a Yildishan hotel. Sin embargo, pregunta en tu hotel cual es la parada que más te conviene. El trayecto duró unos 5 min y nos costó 10 LT por persona (octubre 2022).
También puedes llegar en taxi o en coche. De hecho, hay un aparcamiento junto a la puerta. Sin embargo, esto te obliga a volver por el mismo camino.
Entrar a Pamukkale por la Puerta Sur
La puerta Sur es la más usada por los grupos organizados, pues está muy cerca del teatro y de la piscina de Cleopatra. Además, está a unos 3 km del pueblo y puedes llegar andando, en dolmus, en taxi o en coche. Aquí hay también aparcamiento.
Entrar a Pamukkale por la Puerta Media
Esta se encuentra en el pueblo y, si la escoges, entrarás a través de las terrazas de travertino, es decir, que tendrás que ir descalzo. Para nosotros caminar por los travertinos fue una experiencia curiosa y te recomendamos hacerla, al menos una vez. Además, si esperas al atardecer, hay muchas probabilidades de que la luz sea preciosa. Ah! el agua de las piscinas no está tan caliente.
Otra manera de visitar este lugar es unirte a un tour por Pamukkale y Hierápolis, donde te recogen y te dejan en el hotel e incluye la entrada a Pamukkale y un guía.
Por cierto, nosotros entramos por la puerta Norte y salimos por la Media.
Consejos para visitar Pamukkale/Hierápolis
– Lleva comida, agua y crema solar, pues es un lugar donde no hay mucha sombra y la comida que venden ni es la mejor, ni la más barata.
– Que no se te olvide el bañador, no vaya a ser que te apetezca darte un baño en la piscina de Cleopatra. Sin embargo, cerca de esta hay cambiadores gratuitos y tiendas de souvenirs, donde, además, podrás comprar trajes de baño y toallas.
– Lleva calzado que sea fácil de quitar, pero lo suficientemente resistente para caminar por la ruinas. Además, mete una bolsa para guardar los zapatos mientras caminas por los travertinos. Si sólo vas a estar un rato en las piscinas, puedes dejarlos a la entrada.
– Lleva una toalla para secarte los pies después de haber disfrutado de las aguas termales.
– Ten cuidado al caminar por las terrazas de travertinos. Aunque no es tan resbaladizo como parece, hay zonas que sí lo son. Estas están señalizadas y aun así vimos resbalarse a varias personas.
– Respeta las normas y entra sólo en las piscinas abiertas. Además, hay guardias controlando que la gente no entre en las piscinas que están cerradas por un buen motivo.
Qué ver en Pamukkale
Los lugares que ver en Pamukkale son: las ruinas de Hierápolis, el museo arqueológico, la piscina de Cleopatra y las terrazas de travertino.
Ciudad antigua de Hierápolis
Las ruinas de Hierápolis tienen mucho que ver, como tumbas, templos, el teatro romano, fuentes monumentales o la puerta que se creía era la entrada al inframundo.
Necrópolis
Lo más alejado de las piscinas es la extraordinaria necrópolis que se extiende a lo largo de 2 km. Aquí verás tumbas de distintos periodos y de varios tipos, desde sarcófagos y túmulos circulares, a tumbas familiares de gran tamaño. Además, puedes ver sepulturas dentro de las terrazas de travertino.
Baños romanos
Pronto llegarás a los baños romanos del S. III d.C, que estaban fuera de las murallas, ya que en las antiguas ciudades de Anatolia era normal que estos estuviesen extramuros, para que los que llegaban pudieran limpiarse y purificarse antes de entrar. Así, era también una forma de evitar epidemias.
Puerta de Frontinus o arco de Domiciano
Y enseguida llegas a la entrada monumental de la antigua ciudad romana, la puerta de Frontinus. Junto a ella están las letrinas de finales del S. I d.C.
Además, por esta zona puedes descubrir varias ruinas y perderte por caminos nada transitados para llegar a áreas más alejadas.
Teatro romano
Pronto verás el maravilloso teatro romano, que tuvo capacidad para más de 12.000 personas. Este se construyó, probablemente, en el periodo del emperador Adriano y fue renovado durante Septimio Severus en el S. III. Aunque no puedes bajar al escenario, la vista desde los asientos más elevados es espectacular.
Cerca del teatro, encima de una pequeña colina, se encuentra el Martirio de San Felipe, una estructura octogonal del S. V, que está situada en el lugar donde se cree que el apóstol fue martirizado y enterrado en el S. I d. C.
Plutonio: la entrada al inframundo
Bajo el teatro están los restos del templo de Apolo y del Plutonio, que fue el centro religioso más antiguo de Hierápolis. Y es que, debido a los gases tóxicos que emergían de una fuente termal dentro de una cueva, se consideró este lugar como la entrada al inframundo.
A día de hoy, encima de la cueva verás representado a Plutón, el dios del inframundo, junto a serpientes y al Can Cervero. Estas estatuas son réplicas de unas encontradas aquí.
Museo arqueológico
Este pequeño museo se encuentra en los antiguos grandes baños romanos y muestra los hallazgos de las excavaciones de Hierápolis y de los alrededores, como la ciudad de Laodicea. Consta de tres salas, sarcófagos, objetos pequeños y teatro, así como algunos elementos expuestos en el exterior.
La sala que más nos gustó fue la de los hallazgos del teatro, donde se exhiben los relieves que lo decoraban.
Antigua piscina de Cleopatra
Las aguas termales de esta piscina son ricas en minerales y están a unos 36 grados. Además, en el fondo hay fragmentos de columnas, que, aunque le dan un toque diferente, dificulta moverse por ella. Por eso, te aconsejamos ir con cuidado. De hecho, nosotros nos chocamos con varias de ellas. Según dicen, estas provienen de un templo antiguo, aunque tenemos nuestras dudas de que sea cierto. Asimismo, dicen que Cleopatra nadó en estas aguas, de ahí su nombre.
Sea como fuere, nosotros pasamos un buen rato dentro del agua y nuestra hija también. Así que, aunque no sea una piscina muy grande, ni nada super especial, a nosotros nos valió la pena pagar la entrada, pero, por supuesto, no es imprescindible.
Además, había un par de fotógrafos en el agua preguntando si querías un recuerdo. Nosotros no solemos hacer estas cosas, pero es que es tan difícil conseguir fotos buenas de los tres, que le dijimos que sí. Fue divertido y consiguió que nuestra hija le hiciera caso y “posase” para las fotos.
Cómo entrar a la piscina de Cleopatra
A ver, la entrada al recinto donde está la piscina es libre y hay tiendas de souvenirs, puestos de comida rápida y una zona de picnic. Asimismo, hay cambiadores gratuitos y taquillas para dejar tus pertenencias, que tenían una fianza de 20 LT en el momento de nuestra visita. Sin embargo, no estamos seguros de si puedes usar las taquillas sin entrar en la piscina.
Por otro lado, la entrada a la piscina es de pago y hemos leído que suele estar bastante llena de 11:00 a 16:00, así que es mejor que evites estas horas. No obstante, nosotros nos bañamos sobre las dos del mediodía y no había mucha gente, pero era octubre
Terrazas de travertino
Y llegamos al lugar que ver en Pamukkale que más visitantes atrae: sus piscinas naturales.
En realidad, estas formaciones de color blanco se extienden por un camino muy extenso que recorre el sitio de norte a sur y puedes pasear a lo largo de ellas por un camino de madera. Si lo haces, en algunas zonas verás como la piedra tiene un color más parduzco.
Sin embargo, el área donde más gente hay es en las piscinas donde puedes bañarte. Bueno, lo de bañarse es exagerar un poco, pues estas pozas de agua no suelen tener mucha profundidad, a veces, no te llega ni hasta la rodilla.
Para entrar en ellas tienes que descalzarte y puedes dejar los zapatos a la entrada. La mayor parte de la gente se queda en las primeras piscinas, donde estás rodeado de personas intentando sacarse su mejor foto. Además, también hay fotógrafos que se pasean ofreciendo un recuerdo aun más especial, pues alquilan alas de ángeles.
Sin embargo, si continuas bajando, podrás disfrutar de estas aguas termales con algo menos de compañía.
Por cierto, junto a la entrada a las piscinas hay una cafetería y una tienda.
Mapa con los lugares más interesantes que ver en Pamukkale
- 1. Pueblo de Pamukkale
- 2. Puerta Media
- 3. Puerta Sur
- 4. Puerta Norte
- 5. Necrópolis de Hierápolis
- 6. Terrazas de travertinos
- 7. Piscina antigua de Cleopatra
- 8. Teatro romano de Hierápolis
- 9. Museo arqueológico
Volar en globo en Pamukkale
Si buscas información sobre qué hacer en Turquía, seguro que encuentras volar en globo en Capadocia. Pues bien, esta actividad también puedes hacerla aquí, en Pamukkale.
Nosotros vimos los globos sobrevolando los travertinos desde la ventana de nuestro hotel, así como a gente practicando parapente. Y es que los amantes de la adrenalina pueden sobrevolar Pamukkale en parapente.
Por cierto, una actividad más tranquila, que nada tiene que ver con globos ni travertinos, es ir a una ceremonia religiosa Sema, donde puedes ver a los derviches giratorios. El precio es bastante más económico que los que vimos en Estambul.
Otros lugares que ver en Pamukkale
Ciudad antigua de Laodicea
Las ruinas de Laodicea están a unos 12 km al sur de Pamukkale y, aunque puedes llegar en dolmus, nosotros fuimos en coche y aparcamos a la entrada del sitio arqueológico. Dentro, estuvimos algo menos de una hora, pero puedes pasar más tiempo si tomas caminos más alejados. Por cierto, estuvimos prácticamente solos.
Información actual sobre la visita a Laodicea
Su entrada está incluida en el museum Pass The Aegean.
Historia de Laodicea
La ciudad helenística de Laodicea se fundó en el S. III a. C y su nombre es el de la mujer del fundador, Antíoco II, rey del Imperio seléucida.
Más tarde, en el 133 a.C, pasó a formar parte del Imperio Romano y llegó a desarrollar una gran riqueza gracias a su buena localización en el cruce de dos rutas comerciales. Además, el político y filósofo romano Cicerón pasó un tiempo en esta ciudad alrededor del año 50 a. C.
Por otro lado, Laodicea fue el hogar de una importante comunidad durante los primeros años del cristianismo. De hecho, era una de las comunidades de interés del apóstol Pablo y aquí estaba una de las siete iglesias de Asia mencionadas en el Libro de Apocalipsis. De dos de ellas, la de Éfeso y la de Bergama, hemos hablado ya en posts anteriores.
Como ya hemos escrito, esta zona presentaba una alta actividad sísmica y, al igual que Hierápolis, Laodicea fue destruida varias veces a causa de terremotos. Así, fue abandonada después de un gran terremoto a principios del S. VII d.C.
Qué ver en Laodicea
Entre sus ruinas verás los restos de dos teatros, que, además, tienen unas vistas geniales a los travertinos de Pamukkale. También puedes visitar la basílica de Laodicea, que fue construida en el S. IV d.C y mantiene algunos mosaicos.
Laodicea se puede visitar dentro de una excursión de tres días, que incluye las Siete iglesias de Asia mencionadas en el Apocalipsis.
Visitar la cueva Kaklik
A unos 40 km al este de Pamukkale se encuentra esta cueva cuya visita te recomendamos.
¿Por qué? porque en ella puedes ver las mismas formaciones que en Pamukkale, pero en el interior de una pequeña caverna.
Dentro, el agua fluye en pequeñas cascadas que llegan a inundar las pasarelas por donde caminas, por lo que es buena idea llevar calzado resistente. La cueva se recorre en muy poco tiempo y el olor te hará saber que las aguas termales contienen azufre.
Nosotros estuvimos totalmente solos. A la salida hay una cafetería y unos columpios. La visita fue gratuita.
Antigua ciudad de Afrodisias
Información actual sobre la visita a Afrodisias
Su entrada está incluida en el pase The Aegean.
A unos 70 km al suroeste de Pamukkale puedes visitar otras ruinas famosas, las de la antigua ciudad de Afrodisias. Estas conservan restos muy interesantes, como el tetrapylon, el Sebasteion o el estadio.
Hay tours que combinan la visita a Pamukakle con la de las ruinas de Afrodisias: Visita a Afrodisias y Pamukkale desde Esmirna o Kusadasi.
También puedes llegar en un tour de dos días por Éfeso, Afrodisias, Laodicea y Sirince.
¿Merece la pena visitar Pamukkale?
Pamukkale no está cerca de los sitios que suelen visitarse y se encuentra a unos 600 km de Estambul y de Capadocia, y a unos 200 km de ciudades de la costa turquesa como Esmirna o Antalya. Vamos, que tienes que tomar un desvío para llegar hasta ella.
Dicho esto, creemos que sí merece la pena visitar esta maravilla natural. De hecho, nosotros lo pasamos genial y fue un día diferente, en el que visitamos ruinas, paseamos por las terrazas de travertino, disfrutamos del blanco paisaje y pasamos un rato divertido en la piscina de Cleopatra.
Sin embargo, no estamos seguros de si merece la pena amoldar un viaje a Turquía sólo para poder visitar Pamukkale. Y es que, ni vas a estar sólo, ni vas a sacar las fotos que ves por redes sociales. Ten en cuenta que, a día de hoy, muchas de las piscinas están vacías y el característico color azul de sus aguas se ve en pocas de ellas y en esas no puedes entrar.
Dónde dormir en Pamukkale
Pamukkale tiene una gran oferta hotelera para todos los presupuestos.
Nosotros pasamos dos noches en el hotel Bellamaritimo, que tiene vistas a los travertinos. La habitación era súper amplia y, como es frecuente, incluía el desayuno turco. Además, estaba muy bien situado, cerca de una de las paradas del dolmus que lleva a la entrada norte de Hierápolis y a distancia caminando de la puerta media. Asimismo, tenía piscina y el personal fue muy amable y nos ayudó a organizar nuestra visita.
Otra opción, quizás algo más económica, es dormir en el pueblo cercano de Karahayit, que está a unos 7 km al norte de Pamukkale. Este presenta también aguas termales y formaciones como las de Pamukkale, aunque en este caso, en vez de blancas son de color óxido por los minerales del agua.
Nosotros teníamos pensado acercarnos, pero en el hotel nos dijeron que no merecía la pena.
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Dónde comer en Pammukale
En Pamukkale hay muchos sitios para comer, pero no recomendamos hacerlo dentro del recinto de las fuentes termales, pues la comida es más cara y la oferta son hamburguesas, bocadillos, patatas fritas y helados.
Por eso, nosotros compramos unos bocadillos en Hanimeli Gözleme, que está cerca de la parada del dolmus, y nos los tomamos más tarde en un banco con vistas a las terrazas de travertino.
Para cenar, fuimos a As Teras Manti Evi, cuya dueña fue muy amable y el kunefe que tomamos de postre estaba riquísimo, es más, puede ser el mejor que hayamos probado hasta ahora.
Eso sí, para no equivocarte a la hora de pedir, échale un ojo a nuestro post sobre gastronomía turca.
Además, aquí te dejamos nuestros posts sobre Turquía, por si te sirven de ayuda
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Increíbles las ruinas romanas con esos parajes naturales tan maravillosos.
Muchas gracias por compartir estos lugares.
Gracias! La verdad es que es precioso el conjunto de las ruinas de HIerápolis y las piscinas termales. Ojalá se siga cuidando.
Muchas gracias por compartir tan interesante entrada, que buena información!! 😉esta es una visita que siempre nos ha quedado pendiente en nuestros viajes a Turquía. Saludos!! 🙋♂️🙋♀️
Gracias! La verdad es que Pamukkale está algo alejado y no siempre es fácil incluirla en una ruta 🙂