Qué ver en Esch-sur-Sûre, uno de los pueblos más bonitos de Luxemburgo

Hay lugares que transmiten tranquilidad y uno de ellos es Esch-sur-Sûre. Este pueblo, situado en un meandro del río Sûre, está dominado por las ruinas del castillo más antiguo del Gran Ducado de Luxemburgo y se dispersa en unas pocas calles que recorrerás en poco tiempo. Eso sí, no te olvides de subir a sus miradores, porque es entonces cuando el pueblo te muestra toda su belleza. ¿Nos acompañas?

Collage de 8 fotos sobre qué ver en Esch-sur-Süre

Esch-sur-Sûre es una pequeña localidad de menos de 500 habitantes, cuyo nombre en alemán y en luxemburgués es Esch-Sauer. 

Con una espectacular situación en el valle del Sauer, en un meandro del río, lo único que tienes que hacer es disfrutar de las vistas recorriendo sus pocas calles en busca de su fortaleza en ruinas. 

Durante el paseo, te vas a impregnar del encanto de esta localidad, que está rodeada de bosques y colinas, y donde reina una inmensa tranquilidad.

Si has llegado hasta aquí, será, seguramente, porque estás pensando en conocer el Gran Ducado de Luxemburgo, por eso, igual te interesa echarle un ojo a alguno de nuestros posts sobre este pequeño país. 

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Y sin más dilación, déjanos que te contemos que ver en Esch-sur-Sûre.

Dónde está y cómo llegar a Esch-sur-Sûre

Esch-sur-Sûre está en el noroeste de Luxemburgo y es una comuna del cantón de Wiltz, en el distrito de Diekirch. 

Esta pequeña localidad está a menos de 20 kilómetros de la frontera con la región belga de Valonia y a unos 30 kilómetros del estado alemán de Renania-Palatinado.

La manera más cómoda para llegar a este bello rincón de Luxemburgo es en coche, que lo puedes aparcar de manera gratuita junto al puente de piedra.

Sin embargo, también puedes usar el transporte público, que, en Luxemburgo, es gratuito. Así, para llegar desde la capital, tendrás que coger un tren dirección Diekirch hasta Ettelbruck y, desde allí, tomar alguno de los autobús que pasan por Esch-sur-Sûre, por ejemplo, el 131 o el 133. 

Te dejamos la página web de la compañía de trenes de Luxemburgo, para que puedas calcular la ruta que mejor te convenga. También puedes mirar en la página web Mobiliteit.

Historia de uno de los pueblos más bonitos de Luxemburgo

La primera mención escrita sobre Esch-sur-Sûre está en un libro de la abadía de Echternach y se remonta al año 773/774. En este, un personaje llamado Nebelungus dona a la abadía sus propiedades junto con los siervos de “Hesc”.

La historia de su castillo comienza en el año 927, cuando Maingaud y su esposa Hiletrude adquieren Esch-sur-Sûre y levantan una torre residencial. El castillo, en lo alto de un promontorio rocoso, lo hacía fácil de defender y enseguida se convirtió en un lugar seguro para los señores de Esch.

De esta familia se pueden destacar a Enrique y Godofredo I, que participaron en la I Cruzada junto a Godofredo de Bouillon, o a Roberto II, que, en el S. XIII, se convirtió en uno de los vasallos más poderosos del Condado de Luxemburgo. También destaca Godofredo II, que llegó a ser regente del Condado y que, al morir sin descendencia, hizo que el castillo pasara por distintas familias hasta la disolución del señorío de Esch en 1795.

En el S. XV, con la aparición de la pólvora, se modificaron las fortificaciones y se rodeó todo el pueblo por una muralla que tenía unos 160 metros de longitud. A día de hoy, todavía puedes ver dos de sus antiguas torres defensivas

Sin embargo, a mediados del S. XVI, el castillo perdió importancia y, finalmente, fue usado de cantera por los habitantes para construir sus propias casas e, incluso, sirvió de vivienda para varias familias. A finales del S. XIX, el Estado de Luxemburgo se convirtió en propietario de este castillo ya en ruinas.

Qué ver en Esch-sur-Sûre

Como ya hemos dicho, Esch-sur-Sûre es un pequeño pueblo, cuya principal atracción son las ruinas de su castillo medieval fortificado.

Además, tiene un par de miradores que no te puedes perder, pues sus vistas sobre la ciudad son espectaculares. Para llegar a ellos y a las ruinas, recorrerás las pocas calles de Esch-sur-Sûre, por lo que pasarás por sus edificios más importantes, como la iglesia de la Natividad o la antigua torre defensiva.

A lo largo del pueblo, han colocado fotos antiguas que muestran como era la vida en el pasado, lo que le da un toque nostálgico a tu visita a esta tranquila localidad.

– Castillo de Esch-sur-Sûre

Obviamente, uno de los lugares que tienes que ver en Esch-sur-Sûre es su castillo, cuyas ruinas son de acceso libre y gratuito, además de ser siempre accesibles y tener carteles informativos en inglés, alemán y francés.

Así, podrás descubrir su antigua capilla, que fue reconstruida a comienzos del S. XX, los restos del palacio y la torre del homenaje, una de las partes más antiguas del castillo, que también fue restaurada y que está en el punto más alto. Desde aquí, tendrás buenas vistas de los alrededores, especialmente de la torre de observación que hay frente al castillo.

– Mirador de la Madre de Dios y torre de observación

Otra manera de ver el castillo, el pueblo y el paisaje de bosques y colinas que lo rodea, es subir al mirador de la Madre de Dios, llamado así por la escultura de la Virgen que hay en él.
 
Para llegar, puedes subir por el camino que hay entre el hotel Le Postillon y el café des Rochers, que es algo empinado, pero es corto y fácil de hacer. Además, las vistas son tan bonitas que el esfuerzo merece la pena. 
 
Sin embargo, al llegar, vimos que había una carretera que llegaba hasta allí y que cerca había una capilla y un cementerio, por lo que suponemos que también habrá algún lugar cercano donde aparcar el coche, en caso de no poder subir a pie.
 
Las vistas desde aquí son espectaculares, pero hay un lugar desde el cual las vistas son todavía mejores, al menos, para nosotros.

Nos referimos a la torre de observación, una estructura de unos 10 metros de diámetro que protegía el lado sur del pueblo. Esta se encuentra separada del castillo por un gran foso y el lado que mira hacía la fortaleza está abierto, de manera que, si era capturada, no servía para lanzar un ataque contra el castillo. 

A la torre llegas desde el mirador de la Madre de Dios y está abierta, por lo que puedes subir a su parte más alta.

Este es, sin duda, uno de los lugares que tienes que ver en Esch-sur-Sûre.

Y para que saques tus propias conclusiones sobre que mirador te gusta más, aquí te dejamos una foto desde cada uno.

– Puentes sobre el río Sûre

De más fácil acceso son los dos puentes que cruzan el río y desde donde también obtendrás bonitas perspectivas de Esch-sur-Sûre.

El puente de piedra está junto a unos cuidados jardines, donde puedes leer el nombre del pueblo en sus arbustos. La vista desde aquí es muy bonita, pero a nosotros nos gusta más la que se obtiene desde el puente de la calle Kaundorf.

Al llegar tarde, tuvimos la suerte de poder ver anochecer en Esch-sur-Sûre, cuando las luces empezaban a iluminar las distintas edificaciones y le daban, si cabe, un toque más especial a esta pequeña localidad.

Dónde comer en Esch-sur-Sûre

Esch-sur-Sûre, debido a su tamaño, no tiene una gran variedad de restaurantes. Así, hay un par de cafeterías junto al puente de piedra, pero que no son la mejor opción si buscas comer algo más que un pequeño snack.
 
Nosotros cenamos en el restaurante conde de Godefroi. La comida estuvo buena y el ambiente era muy agradable. Además, es perfecto para ir con niños, pues tiene juegos y una esquina con juguetes sólo para ellos.
 
Como fuimos en época de truchas, aprovechamos para pedirla y, la verdad, es que estaba muy rica.
 

Qué hacer en los alrededores

Nosotros llegamos ya tarde y sólo vimos el pueblo, pero a un kilómetro está el embalse del Alto Sûre, que, aparte de abastecer de agua potable al país, debe de ser muy popular en verano. 
 
Además, aquí hay una antigua fábrica que se ha convertido en el museo de las telas y muestra su proceso de fabricación.
 

Todo ello pertenece al parque natural de Öewersauer, que está lleno de rutas de senderismo y de bonitos miradores, como el de Burfelt o el de Runtschelt.

Aparte, hemos visto en google maps que hay un banco con vistas al meandro donde está Esch-sur-Sûre y que un camino estrecho de tierra llega a él. 

Sin embargo, no sabemos de donde sale el camino, suponemos que de alguna de las calles que están pasando el puente de la calle Kaundorf, pero no tuvimos tiempo de investigar y tampoco sabemos cuanto se tarda en llegar ni cómo de accesible es.

Muy cerca, en la pequeña localidad de Rindschleiden, a unos 10 kilómetros al sur, está la iglesia dedicada a San Willibrord.

Su exterior no llama la atención, pero en su interior puedes ver frescos de los siglos XV y XVI. En base a las fotos que hemos visto, el desvío merece la pena.

Asimismo, Esch sur-Sûre no está lejos de otros lugares interesantes de Luxemburgo, como el castillo de Bourscheid, a unos 15 kilómetros, o el castillo de Vianden, a unos 30 kilómetros.

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