Qué ver en Sultanahmet y sus alrededores, el corazón de la ciudad antigua

En Sultanahmet puedes visitar la mayoría de los edificios más emblemáticos de Estambul. Aquí se encuentra Santa Sofía, con su historia de más de mil años; la mezquita Azul, con sus 6 minaretes y su decoración de azulejos; la basílica Cisterna, un depósito de agua construido con bellas columnas; el palacio de Topkapi, centro administrativo del Imperio otomano durante 400 años. Muy cerca están dos de los mercados cubiertos más conocidos, el Gran Bazar y el Bazar de las Especias, donde en una de las calles que lo rodean se esconde un pequeño tesoro, la mezquita de Rüstem Pasha.  ¿Nos acompañas?

Collage 8 fotos sobre que ver en Sultanahmet

Si has llegado hasta aquí será, seguramente, porque vas a viajar a esta increíble ciudad. Por eso creemos que pueden serte de utilidad nuestros posts anteriores sobre Estambul y Turquía.

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En este post hablamos sobre Sultanahmet, una de las zonas más visitadas de Estambul y donde se encuentran la mayoría de los edificios históricos. Además, incluimos también sus alrededores, la zona de los bazares y la mezquita de Solimán, que está a unos 2 km del parque de Sultanahmet.

Toda esta zona puedes verla en un día, si vas a buen ritmo y no visitas museos ni palacios, pero si quieres visitar Topkapi, o alguno de los museos de este área, entonces es mejor que le dediques, al menos, día y medio. 

Información práctica para visitar Estambul

Este es el horario de las 5 oraciones islámicas diarias, que es muy práctico a la hora de visitar las mezquitas, pues suelen cerrar durante estas. La oración del viernes al mediodía es especialmente importante. Además, es posible que el horario de las mezquitas cambie en fechas señaladas como el Ramadán. También otros edificios, como los bazares, cambian sus horarios durante las fiestas religiosas. 

Si eres mujer, que no se te olvide cubrirte la cabeza al entrar tanto en las mezquitas como en los mausoleos. La mayoría tiene pañuelos a la entrada, que se pueden utilizar de manera gratuita. Así como túnicas, en caso de llevar ropa demasiado corta. Y, por supuesto, seas del sexo que seas, que no se te olvide descalzarte antes de entrar. 

En Estambul hay un gran número de lugares que son de pago. Para ahorrarte algo de dinero en las visitas, te recomendamos echar un ojo a los pases que combinan muchas de estas atracciones. Hablamos sobre estas en el post de consejos para viajar a Turquía

Una tarjeta que viene muy bien para moverse por Estambul es la Istanbulkart. Con esta se paga en todos los medios de transporte públicos. Hemos escrito sobre ella en nuestro post de cómo moverse por Estambul.  

Qué ver en Sultanahmet

Una buena manera de conocer su historia y sus monumentos importantes es hacer un tour guiado por Sultanahmet.

Pero si quieres explorar este área por tu cuenta, aquí tienes una lista de los lugares más interesantes.

Comenzamos la visita en el parque de Sultanahmet, donde una fuente y unos pequeños jardines separan dos de las mezquitas más conocidas de la ciudad, Santa Sofía y la mezquita Azul.

Santa Sofía

Este templo, que actualmente funciona de mezquita, destaca por su importancia histórica y su belleza.

Información sobre Santa Sofía

Santa Sofía ha sido construida tres veces en este mismo lugar. El primer templo se construyó por orden de Constancio II en el S. IV, pero fue incendiado. El emperador Teodosio II la reconstruyó en el 415, pero en el 532, durante el motín de Nika, fue destruida de nuevo.

El edificio actual se construyó en tan sólo 5 años, durante el gobierno del emperador Justiniano. Fue abierta al culto en el 537 como iglesia ortodoxa. Cuando el emperador entró en el templo por primera vez dijo: «Mi Señor, gracias por darme la oportunidad de crear un lugar de adoración así. Salomón, te superé» refiriéndose al templo de Salomón en Jerusalén.

El diseño fue obra de los arquitectos Isidoro de Mileto y Antemio de Tralles. Y para su construcción se enviaron las mejores piezas arquitectónicas de las provincias que estaban bajo dominio del emperador. Así, se usaron columnas del Templo de Artemisa en Éfeso, de Egipto y de Grecia. Cerca de la entrada principal llaman la atención dos vasijas de mármol de gran tamaño que datan de los S. 3 – 4 a. C. y que fueron traídas de la antigua ciudad de Pérgamo.

Durante el período bizantino, Santa Sofía era el lugar donde se coronaba a los emperadores. El área que no está cubierta por alfombras y donde el piso está decorado con piedras de colores, era el omphalion, el lugar de la coronación.

Tras el Saqueo de Constantinopla durante la IV Cruzada, que dio lugar al corto Imperio latino, Santa Sofía fue una catedral católica.

El último emperador bizantino, Constantino XI, rezó aquí horas antes de morir defendiendo las murallas de la ciudad. Y el primer símbolo de victoria del sultán Mehmet II, fue dirigirse a este templo y convertirlo en mezquita pocas horas después de su victoria en 1453. Tal era la importancia de Santa Sofía.

Durante el Imperio Otomano, para evitar más daños causados por terremotos, se le agregaron contrafuertes a los lados. Además, los sultanes la siguieron embelleciendo y le añadieron hasta 4 minaretes en diferentes periodos. 

En 1935, Santa Sofia pasó a convertirse en museo. Pero en el 2020 volvió a funcionar como mezquita. Debido a esto, alguno de los mosaicos que decoran su interior han sido tapados. De hecho, las cortinas blancas que verás en el espacio superior central tienen como función ocultar un mosaico de la Virgen con el Niño.

Desde el 15 de enero de 2024, los extranjeros que quieran visitar Santa Sofía tendrán que comprar una entrada que cuesta 25 €. El punto de venta se encuentra cerca de la entrada al palacio Topkapi, frente a la fuente de Ahmet III, y se accede directamente a la galería superior, donde hay varios mosaicos bizantinos y desde donde se tiene una vista panorámica de la mezquita, quedando restringido el piso inferior para los fieles. Abre de 9:00 a 19:30.

Cuando nosotros visitamos la mezquita en octubre de 2022, la entrada era gratis, pero no se podía acceder a la galería superior. Con esta nueva medida, no estamos seguros de cuál es el recorrido que hacen los turistas. De seguir siendo accesible,  en el jardín frente a la mezquita hay restos de la basílica construida por Teodosio I y es muy recomendable visitar los mausoleos de los sultanes Selim II, Murat III y Mehmet III, que se encuentran alrededor del edificio. Los de los sultanes Mustafá I e Ibrahim se encuentran en el antiguo baptisterio. La decoración interior de estos es realmente bella.

No olvides que estos mausoleos son también lugares de oración y, es muy probable, que coincidas con personas rezando. Además también hay que descalzarse para entrar y cubrirse la cabeza si eres mujer.

Mezquita Azul o del Sultán Ahmet

Frente a Santa Sofía se encuentra la mezquita Azul, una de las más bonitas de la ciudad. 

Información sobre la mezquita Azul

Su nombre oficial es la mezquita del Sultan Ahmet, ya que fue el gran proyecto del Sultán Ahmet I, quien la mandó construir a principios del S. XVII. Quería lograr un edificio que compitiera en belleza y grandeza con Santa Sofía. Su conocido sobrenombre viene de los más de 20.000 azulejos de Iznik de color azul que recubren sus paredes. Los azulejos de Iznik son el ejemplo más bello de cerámica otomana.

Durante mucho tiempo esta mezquita fue la única de Estambul que tuvo 6 minaretes, a día de hoy comparte este número con la de Camlica. De hecho, este fue un tema que dio que hablar en la época. Pues la única mezquita con 6 minaretes era, por aquel entonces, la de La Meca. Por eso se llegó a plantear el derribo de uno de los de la mezquita Azul. Al final el sultán acabó donando la construcción de un nuevo minarete en la mezquita sagrada de La Meca.

La mezquita Azul cierra durante las horas de oración, una hora antes y media hora después de esta. Al llegar verás el panel donde informan de las horas de apertura.

Es posible visitar esta mezquita dentro de un tour guiado a la mezquita Azul y Santa Sofía o con esta visita guiada a la mezquita Azul.

Muy cerca se encuentra el mausoleo de Ahmet I y su familia. Su interior está bellamente decorado con azulejos de Iznik. En general, las mezquitas que visitamos, tenían dentro del complejo tumbas y mausoleos que podían ser visitadas y, cuyo interior, era digno de ver. Recomendamos entrar en ellas.

Muy cerca de Santa Sofía se encuentra la Basílica Cisterna. De camino a esta pasas por los restos del Milion, un monumento erigido a principios del S. IV d.C., que marcaba el kilómetro 0 de Bizancio, origen de todos los caminos que llevaban a las ciudades del Imperio. 

Basílica Cisterna

Información sobre la Basílica Cisterna

En Estambul se construyeron un gran número de cisternas bajo tierra, puesto que se necesitaban grandes depósitos para abastecer de agua a una ciudad tan poblada y que sufrió bastantes asedios. La más conocida es la Basílica Cisterna, llamada así por estar situada bajo una basílica. 

Esta cisterna fue construida por orden de Justiniano I a principios del S. VI. Para ello se usaron 336 columnas, muchas de las cuales provenían, seguramente, de templos antiguos. La cisterna tiene una capacidad de almacenamiento de unas 100.000 toneladas. Llaman la atención las dos cabezas de Medusa, de las cuales no se conoce su origen y sobre las que hay muchas leyendas.

La cisterna Basílica proporcionaba agua al Gran Palacio y a los alrededores. También llegó a servir al palacio de Topkapi, pero los otomanos dejaron de utilizarla y cayó en el olvido. A mediados del S. XVI, un viajero que realizaba estudios sobre las ruinas de Bizancio, la descubrió al saber que los habitantes sacaban agua bajo el suelo de sus casas.

Además de por su importancia y belleza, esta cisterna ha ganado fama al aparecer en películas como Desde Rusia con Amor, de James Bond, e Inferno de Tom Hanks.

Al entrar uno se maravilla por su tamaño que, gracias al reflejo de las columnas en el agua, parece aun mayor. Además, la luz dentro es muy tenue y va cambiando de color, jugando con las diferentes esculturas que se encuentran repartidas por la cisterna.

Esta vuelve a ser una visita muy popular, por lo que vas a coincidir con mucha gente y es posible que tengas que guardar algo de cola. 

Puedes explorar este monumento dentro de una visita guiada a la Basílica Cisterna, con la cual evitas hacer colas. También puedes aprovechar y hacer esta visita guiada a la Basílica Cisterna y a Santa Sofía, dado lo cerca que se encuentran la uno de la otra.

Si por lo que fuera estuviese cerrada, hay otras que puedes visitar. Una es la cercana Cisterna de Teodosio que, además, realiza un espectáculo de luces. Otra opción es la Cisterna de Philoxenos, también cerca de la Cisterna Basílica. 

Tanto la Cisterna Basílica como la de Teodosio abren todos los días. La primera cuesta 300 LT, la segunda 350 LT y la Cisterna de Philoxenos 200 LT. Estos son precios a febrero 2023. Lo mejor es consultar las páginas web de cada una de ellas para ver la información actualizada. Nosotros estuvimos unos 20 min dentro de la cisterna.

También puedes visitar una cisterna que se encuentra debajo de una tienda de alfombras, Nakkaş Rugs. Nosotros no fuimos, por lo que no sabemos si la visita es gratuita, ni si se puede visitar durante todo el horario de apertura de la tienda.

Además, muy cerca de la Basílica Cisterna, vimos un restaurante situado dentro de una cisterna, Sarnıç Fine Dining Restaurant. 

En las calles cercanas a la Basílica Cisterna puedes encontrar casas con llamativas fachadas de colores, como el hotel Kybele, y edificios de madera otomanos, como el que alberga la Oficina de Turismo. Ambos se encuentran en la calle Yerebatan.

Hipódromo

La mezquita Azul se encuentra en uno de los lados del famoso Hipódromo

Lo que hoy día es un paseo de unos 400 m, en la antigüedad era uno de los lugares más importantes de Constantinopla. Su nombre nos indica que aquí había un enorme estadio donde se celebraban carreras de caballos. Fue construido a principios del S. III por Septimio Severo y renovado más tarde por Constantino el Grande. Fue además el escenario de muchos conflictos políticos y el lugar donde comenzaron muchos disturbios, el más grave de todos  fue el motín de Nika, en el 532, que desde aquí se extendió por toda la ciudad. El hipódromo salió bastante mal parado del saqueo de Constantinopla durante la IV Cruzada y dejó de usarse.

Las columnas y obeliscos que se ven a día de hoy a lo largo del paseo, ya decoraban la parte central del hipódromo en la antigüedad.

El obelisco de Teodosio fue esculpido en Egipto allá por el 1500 a.C y estuvo erigido en el templo de Karnak. En él puedes ver un jeroglífico que celebra una victoria de Tutmosis III. Decora el hipódromo desde el 390, cuando el emperador Teodosio I lo trajo a Constantinopla. La base de mármol donde está colocado, muestra al emperador y a su familia disfrutando de una carrera de caballos. Mide 20 m, aunque en su origen era más alto.

La columna serpentina proviene del templo de Apolo en Delfos, donde se encontraba desde el 478 a.C. en conmemoración a una victoria de los griegos sobre los persas. Esta era mucho más alta y estaba acabada con tres cabezas de serpiente. Decora el hipódromo desde que Constantino el Grande la trajo alrededor del 330.

El obelisco de piedra mide unos 32 m y no se sabe a ciencia cierta cuando fue esculpido. En el S. X fue restaurado por el emperador romano Constantino VII, quien lo recubrió con placas de bronce. Estas fueron robadas durante el saqueo de la Cuarta Cruzada. 

Los Cruzados se llevaron también uno de los monumentos que decoraban el hipódromo. Este se encuentra a día de hoy en la plaza San Marcos de Venecia. Nos referimos a los caballos que decoran el balcón de la basílica y que formaban parte de una cuadriga cuyo origen se desconoce. ¿Y por qué están en Venecia? Porque los que llevaron a cabo el saqueo eran fuerzas venecianas.

Otros restos del Hipódromo se encuentran expuestos en el museo de arqueología de Estambul.

Alrededor del hipódromo puedes ver alguna ruina, que pasa bastante desapercibida. Así puedes ver lo poco que queda visible del palacio de Antíoco, de principios del S. V, debajo del cual se encuentra la cisterna de Philoxeno. Y en la parte sur están los únicos restos visibles del Hipódromo, lo que se conoce como Sphendone.

En el extremo norte del paseo, próximo a Santa Sofía, se encuentra la fuente alemana, que conmemora la visita del emperador alemán Wilhelm II al sultán en 1898. Fue construida en Alemania y, más tarde, transportada y ensamblada en su posición actual.

Y también se encuentran en los alrededores los lujosos baños de Roxelana, Haseki Hürrem Hamami, encargados por la esposa de Solimán el Magnífico y diseñados por el famoso arquitecto Mimar Sinan, y el museo de Arte Turco e Islámico, situado en un antiguo palacio del S. XVI y que alberga una importante colección de alfombras.

Como ves, el Hipódromo guarda muchos tesoros y mucha historia, y puedes aprender mucho más de él si reservas esta visita guiada por el Hipódromo.

Bazar Arasta

Detrás de la mezquita azul se encuentra el pequeño Bazar Arasta, mucho más tranquilo que los más conocidos y cuyas alcantarillas son muy originales. Este formaba parte del complejo de la mezquita Azul. 

Aquí se encuentra el museo de Mosaicos del gran palacio, que muestra los mosaicos encontrados durante las excavaciones del Gran Palacio de Bizancio y que datan de los S. V-VI. El Palacio fue construido por orden de Constantino el Grande, poco después de convertir a Constantinopla en capital del imperio Romano en el 330. Este fue agrandándose a lo largo de los años, pues los diferentes gobernantes querían dejar su sello en él, convirtiéndolo en un enorme complejo. Fue abandonado tras el saqueo durante Cuarta Cruzada.

Abre de 9 a 19:00 ( o 18:30 de octubre a marzo). El precio actual es de 60 LT (enero 2023).

También está aquí el café y restaurante Meşale, donde por las noches puedes ver a un derviche giróvago. Si, es turístico y no vale para entender el sentido del ritual Semâ, pero si no puedes, o no quieres ver la celebración que dura una hora, esta es una buena manera de ver en directo la increíble habilidad de los Derviches Giróvagos.

– Espectáculo de los Derviches Giróvagos.

Mezquitas pequeña Santa Sofía y Sokollu Sehit Mehmet Pasha

Cerca del bazar puedes visitar un par de mezquitas que no son tan conocidas, pero que merecen mucho la pena. Una, por su interesante historia y la otra, por su bella decoración interior. Estas son la pequeña Santa Sofía y la Sokollu Sehit Mehmet Pasha.

La pequeña Santa Sofía fue construida por el emperador Justiniano y su  esposa Teodora a mediados del S. VI, lo que significa que es contemporánea a Santa Sofía. Fue uno de los primeros edificios bizantinos importantes de Estambul, que por aquel entonces se conocía como la Iglesia ortodoxa de San Sergio y San Baco. Se convirtió en mezquita durante el Imperio Otomano, a finales del S. XV. Su interior es muy bonito, menos ornamentado que otros y de colores blanco, negro y azul. En muchos de los capiteles todavía pueden verse los monogramas de Justiniano y Teodora.

Los alrededores de esta mezquita tienen mucho encanto, con casas de madera otomanas y un ambiente relajado que contrasta con la turística zona del parque de Sultanahmet. 

Por una de estas calles llegas enseguida a la mezquita Sokollu Sehit Mehmet Pashaa la cual se accede por unas escaleras estrechas que dan a un bonito patio. El edificio fue diseñado por el arquitecto imperial Mimar Sinan a mediados del S. XVII. Su construcción fue comisionada por el gran visir Sokollu Mehmed Pasha y su esposa, Ismihan Sultan, que era nieta de Solimán el Magnífico e hija del sultán Selim II.

Lo que la destaca es su pequeño interior bellamente decorado con azulejos de Iznik.

Palacio de Topkapi

Nos toca hablar ahora de otro de los sitios impresionantes de Sultanahmet, el palacio de Topkapi. Como puedes suponer, aquí se forman grandes colas para entrar. Por eso puede merecerte la pena comprar la entrada al palacio con antelación, especialmente si lo vas a visitar en temporada alta. O bien reservar un tour guiado por el palacio, que también incluye el no hacer colas. Esta nos parece una gran idea, pues estas paredes deben de guardar un sinfín de historias. Para que te hagas una idea, nosotros lo visitamos a mediados de octubre y tuvimos que guardar algo de cola para comprar las entradas.

Entrar en el palacio permite hacerse una idea de la vida de los altos cargos del Imperio Otomano, pues este fue su centro administrativo durante 400 años.

La visita no es barata, pero creemos que merece mucho la pena. Su historia es muy interesante, los cuartos están bellamente decorados y los tesoros que guarda son impresionantes. Hay muchas combinaciones de tickets, pues la visita se divide en palacio, harem y la iglesia bizantina de Santa Irene. Esta es la información sobre los precios y horarios. Cierra los martes. Nosotros le dedicamos unas 3 horas a esta visita.

Justo antes de entrar al palacio por la puerta imperial, seguro que te sorprende la bella fuente del Sultan Ahmet II, del S. XVIII. La calle que te lleva hasta ella es la Soğuk Çeşme, que destaca por sus casas de madera. Aquí puedes contemplar la muralla que rodea el palacio.

Información sobre la visita al palacio de Topkapi

Este palacio fue el centro administrativo del Imperio Otomano desde la década de 1460 hasta 1856, cuando pasó al palacio de Dolmabahçe.

Su construcción se inició en 1459, por orden del sultán Mehmed II el Conquistador y fue renovado y agrandado a lo largo de los años. En su interior, el sultán y su familia llevaban una vida de privacidad, que se aseguraba con el uso de pasadizos secretos y ventadas enrejadas.

Una vez cruzas la puerta imperial, el palacio se extiende por 4 patios. Es normal que en un complejo tan grande te encuentres con alguna zona del palacio en obras, por lo que es posible que tu visita difiera ligeramente de lo que vamos a contar ahora.

En el primero se encuentran las taquillas y la iglesia bizantina de Santa Irene. Esta es una de las primerias iglesias que se construyeron en Constantinopla en el S. IV, pero tuvo que ser  reconstruida en el 532, por orden del emperador Justiniano I tras ser incendiada. Tras la conquista otomana de Constantinopla, quedó dentro del palacio de Topkapi y fue utilizada como arsenal hasta el S. XIX, además de como museo. Es por esto que nunca se convirtió en mezquita. Hoy se usa como sala de conciertos por su buena acústica.

En el segundo patio se encuentra el edificio donde se reunía el Consejo Imperial, compuesto por el Gran Visir y otros ministros, el sultán podía seguir las reuniones desde una ventana sin ser visto. Y también la Torre de la Justicia, el edifico más alto del palacio que verás desde muchos puntos de la ciudad. Además, aquí puedes visitar la increíble colección de armas y armaduras de los sultanes, así como las cocinas del palacio. 

En el segundo patio se encuentra la entrada al harén imperial, donde pasas por cuartos y cuartos bellamente decorados. Este era el hogar de la familia del sultán: de su madre, que ostentaba el cargo de sultán Valide, una posición muy importante en el imperio otomano; de sus esposas y concubinas; de los príncipes; de los sirvientes y de los eunucos que custodiaban el harén. A este no podía entrar nadie y sus habitantes no solían salir del palacio. La visita al harén sorprende por lo estricto de su organización y por lo  bellamente que está decorado.  

En el tercer patio visitas las áreas privadas y residenciales del palacio. En el pasado su entrada estaba restringida y nadie podía acceder sin la autorización del sultán. Aquí se encuentra la Sala de la Audiencia, con la sala del trono principal, la bonita biblioteca de Ahmed III y el Tesoro Imperial, que está compuesto por increíbles objetos, como los tronos de los sultaneshechos con los más preciados materiales, el primer mapa del almirante turco Piri Reis del S. XVI y dos de las joyas más valiosas del palacio, la daga Topkapi y el diamante de Spoonmaker, el cuarto más grande de su tipo. La daga está tachonada de esmeraldas y fue fabricada en el S. XVIII por orden del sultán Mahmut I, como regalo para el Shah de Persia Nadir, que fue asesinado antes de recibirla. En este patio visitas también la Cámara Privada, que alberga varias reliquias del Profeta Mahoma, como su manto o un pelo de su barba. Además de otros objetos sagrados, como el Bastón de Moisés, el turbante de José o una alfombra de la hija de Mahoma.

El cuarto patio es la parte más tranquila del palacio. Aquí está la sala de la circuncisión, bellamente decorada con azulejos, y varios pabellones, quioscos terrazas y jardines que tienen unas vistas preciosas sobre el Bósforo. 

Museo de Arqueología

Muy cerca del palacio se encuentra el museo de Arqueología. Esta es la información sobre precios, horarios y estado del museo

El museo está dividido en tres secciones:

Museo de Arqueología, donde sobresalen los sarcófagos de la Necrópolis de Sidón, como el de Alejandro o el de las plañideras.

Museo del quiosco de Azulejos, un edificio que data del S. XV y que fue mandado construir por Mehmet II. Muestra una gran colección de azulejos y cerámicas turcas de los S. XII a principios del XX.

Antiguo Oriente, donde se exhiben objetos de los países del Cercano Oriente, como un fragmento del camino procesional de Babilonia. 

Puedes visitar el museo arqueológico con un guía

Y no hay mejor sitio para descansar de la visita a Sultanahmet, un área llena de historia y puntos de interés, que en el parque Gülhane, antiguamente parte del palacio de Topkapi. 

Terrazas con vistas al parque de Sultanahmet

En Estambul hay infinidad de edificios con terrazas con unas vistas espectacularesEn Sultanahmet destacan las terrazas de varios hoteles. Y lo bueno es que no tienes que dormir en ellos para subir a su azotea. Nosotros tomamos un desayuno turco en el Seven Hills. El precio fue algo más alto que en otros lugares, pero las vistas hicieron que mereciera la pena. También puedes comer o tomarte un café. Si vas en temporada alta, es mejor que reserves mesa. Nosotros, que visitamos Estambul a mediados de octubre, llegamos a eso de las 8:00 y fuimos los segundos en sentarnos, pero cuando nos fuimos la terraza estaba ya bastante llena. 

Es un lugar muy turístico, donde además los camareros y los clientes dan comida a las gaviotas para que se acerquen. Pero vamos, lo mejor son las vistas de los alrededores y de las mezquitas de Santa Sofía y de Sultanahmet. Además desde aquí puedes ver, junto a Santa Sofía, las ruinas del Gran palacio de Bizancio. Cuando visitamos Estambul estas estaban cerradas al público.

Otros hoteles que tienen terraza con buenas vistas son el Adamar Hotel y el Arcadia Blue hotel.

Qué ver en la zona de los bazares

Y nos dirigimos ya a los bazares más conocidos de la ciudad, el Gran Bazar y el de las Especias. De camino puedes visitar otros puntos interesantes.

Estación de Sirkeci

Para llegar puedes pasar por la estación de Sirkeci. Esta fue construida a finales del S. XIX como la estación terminal del Orient Express, que realizó el recorrido Paris-Estambul de 1883 a 2009. Su interior, donde predomina la madera, recuerda en parte estos tiempos, donde la cafetería, que ahora se llama Orient Express, era punto de encuentro de escritores y periodistas.

Por esta zona encontrarás varios lugares para probar y comprar delicias turcas y baklava.

Mezquita Nueva

Pronto llegas a la Mezquita Nueva, que se encuentra junto al bullicioso puerto de Eminönü y al lado del Bazar de las Especias. Originalmente fue llamada mezquita Valide Sultan, pues se comenzó a construir por orden de Valide Safiye Sultan, a finales del S. XVII, y fue terminada por orden de Valide Turhan Sultan. Esta última ordenó también la construcción del bazar de las especias, con la intención de que ayudara económicamente a las necesidades de la mezquita y a sus actividades de caridad. 

Frente a la mezquita está el mausoleo imperial, con las tumbas de Valide Turhan Sultan y la de su hijo, el sultán Mehmet IV, entre otras. Y enfrente se encuentra el Hünkar Kasri, un pabellón que funcionaba como sala de espera y recreo para los sultanes. Se supone que se puede visitar de manera gratuita, pero funciona como sala de exposiciones y parece que sólo abre cuando hay  una. Nosotros lo encontramos cerrado, pero si lo ves abierto no dudes en entrar.

Puente de Gálata

Y en el puerto de Eminönü se encuentra el puente de Gálata, que cruza el Cuerno de Oro comunicando los barrios de Eminönü y Karaköy. El puente actual fue construido en 1994, pero es el quinto que ha habido en este lugar. Se puede cruzar por su parte superior, llena de hombres pescando, y por su parte inferior, llena de restaurantes que ofrecen pescado, aunque no creemos que esta sea la zona más recomendable para comer.

Al lado del puente llaman la atención unos barcos dorados donde se preparan platos de pescado. En esta zona es normal encontrarse a gente comiendo el típico bocadillo de pescado, Balik Ekmek

Mezquita de Rüstem Pasha

Y muy cerca, con una entrada escondida en una calle llena de tiendas, se encuentra una de las mezquitas que más nos gustaron, la mezquita de Rüstem Pasha, cuyo impresionante interior está decorado con azulejos de Iznik. Este muestra la riqueza de quien la mandó construir, Rüstem Pasha, Gran Visir de Solimán el Magnífico, que se casó con una de sus hijas, Mihrimah Sultán. La mezquita fue diseñada por Mimar Sinan, a mediados del S. XVI. 

Para entrar en ella hay que subir unas escaleras estrechas y oscuras que van a parar a un patio donde, en sus paredes, ya se ven las primeras muestras de azulejos. Si te asomas desde el patio, podrás ver como la mezquita se encuentra sobre las tiendas que, antiguamente ayudaban a su financiación.

Dentro puedes pasarte bastante tiempo y eso que es bastante pequeña, descubriendo los numerosos diseños geométricos y florales que decoran la mezquita. Para que te hagas una idea, hay uno 2300 azulejos que forman alrededor de 80 patrones diferentes. 

La mezquita abre a las 9:00 y cierra durante la oración. Una de las entradas se encuentra en la calle Hasircilar.

Bazar de las Especias

La mezquita de Rüstem Pasha se encuentra muy cerca del Bazar de las Especias, un mercado cubierto construido en el S. XVII, como parte del complejo de la mezquita Nueva. Su nombre oficial es Bazar egipcio, porque, según se dice, se construyó con el dinero pagado como impuesto sobre las importaciones egipcias.

Con forma de L, en él se reparten más de 80 tiendas, muchas de las cuales venden especias que le dan al bazar un gran colorido y aroma. Además puedes comprar otros alimentos, como frutos y verduras secas, hierbas, delicias turcas y baklavá. 

El mercado abre de 8:00 a 19:30 y sus alrededores están también llenos de tiendas y puestos para comer. Hay mucho ambiente y te puedes sentar en alguna terraza para disfrutar de él. Nosotros desayunamos aquí, en uno de los puestos que venden el delicioso dulce turco, künefe. Y en la cafetería Kurukahveci Mehmet Efendi, muy conocida en Estambul, vimos grandes colas para compra café.

Gran Bazar

Cerca se encuentra el Gran Bazar, que es como una pequeña ciudad. Abre de 9:00 a 19:00 y cierra los domingos. Los horarios pueden cambiar en fiestas religiosas como el Ramadán.

Información sobre el Gran Bazar

Se empezó a construir a mediados del S. XV por orden de Mehmet II, poco después de la conquista de la ciudad, para impulsar su economía. En sus orígenes era un edificio donde se vendían textiles y se encontraba cerca del palacio imperial, en la actual plaza de Beyazit. Con los años fue creciendo y remodelándose a causa de incendios y terremotos, hasta convertirse en el caótico laberinto que es hoy día.

El Gran Bazar llegó a ser un mercado muy importante. Hay que pensar que el Imperio Otomano se extendía por tres continentes y controlaba los caminos entre Asia y Europa. 

Alrededor del Bazar se desarrollaron hans, caravanserais o posadas, que eran edificios de pocas plantas alrededor de un patio con tiendas y almacenes. Algunos de estos todavía se mantienen y puedes descubrirlos paseando por la zona del Gran Bazar y el Bazar de las Especias. 

A día de hoy el bazar tiene más 60 calles y 3000 tiendasEl interior está dividido en secciones, como oro, antigüedades o alfombras. Te puedes pasar dentro todo lo que quieras, desde media hora para ver el ambiente, hasta un día entero si quieres recorrer todos sus rincones. 

Además, todavía se mantienen algunos de los hans, como el Zincirli Han o el BüyüK Valide Han. Hemos leído que desde este último puedes subir a una azotea que tiene una buena vista de la ciudad. Nosotros no llegamos a ir, así que no sabemos cómo se consigue que te abran la puerta para subir.

Una buena manera de conocer este laberíntico bazar es reservar un tour guiado. 

Visita guiada del Gran Bazar.

Visita del Gran Bazar y del Bazar de las Especias.

Al salir del bazar te sigues sintiendo dentro de uno, pues las calles de los alrededores están repletas de tiendas.

Alrededores del Gran Bazar

Una de las entradas del Gran Bazar está en la plaza Beyazit. Aquí se encuentra el arco de Beyazit, que da acceso a la Universidad de Estambul. Dentro se encuentra la gran torre de Beyazit, que vas a ver desde muchos miradores, gracias a sus 85 m de altura. 

En esta plaza puedes visitar la gran mezquita de Beyazit, que fue mandada construir por el sultán Bayezid II alrededor del 1500. Lo que la convierte en uno de los primeros complejos imperiales en ser construidos tras la conquista.

En la antigüedad este era un punto importante de la ciudad de Constantinopla, pues aquí se encontraba el foro de Teodosio, que fue construido inicialmente en tiempos de Constantino el Grande. 

En esta zona se organiza el Bazar de los libros o Sahaflar, pero nosotros no lo vimos. 

Otra de las entradas al Gran Bazar se encuentra junto a la bella mezquita de Nuruosmaniye, que significa la Luz de Osmán. Fue construida en el S. XVIII por orden del sultán Mahmud I y refleja la transición al barroco otomano. Su cúpula es la cuarta en tamaño detrás de las de Santa Sofía, Solimán y Fatih. Su interior es de mármol blanco y tiene un gran número de ventanas que le dan mucha luminosidad. Visitarla es un momento de tranquilidad en medio del bullicioso Gran Bazar. 

Cerca de esta mezquita se encuentra la plaza de Çemberlitaş, donde se alza una columna rota. Esta es lo que queda visible del foro de Constantino, una de las primeras construcciones de Constantinopla, que marcaba el centro de la nueva ciudad fundada por el emperador romano a mediados del S. IV. Por él pasaba la Mese, la calle principal de la antigua ciudad, por donde se dirigía el camino ceremonial. La columna, que estaba situada en el centro del foro, conmemora la designación de la ciudad como la nueva capital del Imperio Romano.

La columna de Constantino, columna de Çemberlitaş o columna quemada, se construyó con bloques de pórfido traído de Egipto y en su parte superior se encontraba una estatua de Apolo, que se cambió por una cruz tras caerse la primera. La altura total del monumento podía alcanzar los 50 m. Esta ha sufrido muchos daños a lo largo de los años a causa de rayos, terremotos, incendios y el saqueo de Constantinopla. Se dice que Constantino guardo importantes reliquias en su base.

Qué ver en la zona de la Mezquita de Solimán

Cerca del Gran Bazar se encuentra otra de las mezquitas más conocidas de Estambul, una mezquita imperial que se destaca en el perfil de la ciudad, la mezquita de Solimán. El edificio se ve muy bien desde el puente de Gálata. 

Esta es una de las mezquitas más grandes y bellas de la ciudad, comisionada por el sultán Solimán el Magnífico, bajo cuyo gobierno el Imperio Otomano alcanzó su apogeo y se extendió por África, Europa y Asia.

Información sobre la mezquita de Solimán

El sultán Solimán quería construir una mezquita que indicara el poder del Imperio Otomano y le encargó el proyecto a Mimar Sinan. Este se inspiró en la mezquita de Santa Sofía para diseñarla a mediados del S. XVI. Se tardaron siete años en construirla. La tumba del arquitecto se encuentra junto a las murallas de la mezquita.

El interior es bello, aunque más sencillo que otros. Tiene 4 minaretes, número reservado a las mezquitas de los sultanes, y se dice que, al ser Solimán el décimo sultán en dirigir la ciudad, estos están decorados con 10 galerías.

El edificio ha sido dañada a causa de incendios y terremotos. Además, durante la I Guerra Mundial, la mezquita se usó como depósito de armas y una explosión acabó dañándola. Por eso ha necesitado de varias restauraciones.

Dentro del complejo se encuentran los bellos mausoleos del sultán Solimán y su esposa, Hürrem Sultan, conocida como Roxelana, que tuvo una gran influencia en el Imperio. Ella era cristiana de raíces polacas, pero fue raptada por los tártaros y vendida a la corte del sultán, llegando así a ser una mujer más del harén. Pero acabó convirtiéndose en la más famosa de las concubinas y Solimán la convirtió en su esposa. El mausoleo de Solimán es el más espectacular. Está decorado con azulejos de Iznik, marfil, mármol y metales preciosos. En este se encuentra también la tumba de su hija Mihrimah Sultan. 

El complejo de la mezquita fue pensado para atender las necesidades de los ciudadanos e incluía un gran número de edificios, de los que muchos aun siguen en pie, pero con otros usos. Así, en la zona de la entrada principal, algunos de estos edificios son ahora una biblioteca y varios restaurantes. Estos solían ser casas de té donde se vendía opio. Pasear por los alrededores de la mezquita permite descubrir otros edificios del complejo.

Al estar situada en lo alto de una colina, las vistas desde sus jardines merecen la pena.

La mezquita de Solimán se puede descubrir dentro de un tour guiado que incluye la visita a Santa Sofía y a la mezquita Azul.

Abre de 9:30 a 16:30.

Los alrededores de la mezquita son bonitos, con un gran número de casas otomanas de madera, algunas en muy mal estado. Merece la pena darse una vuelta por la zona.  

Cerca hay un gran número de cafeterías con terrazas que ofrecen unas vistas espectaculares de la mezquita de Solimán, del Bósforo y de la ciudad.

Nosotros nos tomamos un té en Sefa-i Hürrem, pero toda la calle está llena de locales con terrazas. Cual es la mejor, no lo sabemos, pero si quieres ver la mezquita de Solimán, id al nuestro o a los que están calle arriba.

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