Qué ver en Hannover, la capital de Baja Sajonia

La capital de Baja Sajonia, que vio nacer a varios reyes de Inglaterra, te espera con sus numerosas áreas verdes y su impresionante ayuntamiento. La ciudad, que fue ampliamente destruida duranta la II Guerra Mundial, guarda varios rincones, que, seguro, te van a sorprender ¿Nos acompañas a descubrir qué ver en Hannover?

Collage de 8 fotos sobre qué ver en Hannover

El estado de Baja Sajonia es el más grande de Alemania por detrás de Baviera y en él podrás descubrir lugares tan interesantes como Hamelin, Luneburgo, Goslar, Hildesheim o Braunschweig. Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de Hannover, su capital.

Sin embargo, si su nombre sólo te recuerda al marido de Carolina de Mónaco, Ernesto de Hannover, entonces sigue leyendo, porque ya es hora de que conozcas de donde viene su titulo.

Y sin más dilación, comencemos a hablar de cómo llegar a ella, de su historia y de qué ver en Hannover.

Dónde está Hannover y cómo llegar

Hannover se encuentra al norte de Alemania y es la capital del estado de Baja Sajonia. Las ciudades de mayor tamaño cercanas a ella son: Bielefeld, a unos 110 km, Bremen, a unos 140 km, y Hamburgo, que está a unos 160 km.

Por otro lado, los aeropuertos más próximos son el de Hannover, a unos 20 km del centro, el de Paderborn-Lippstadt, que está a unos 160 km, y los de Münster-Osnabrück y Hamburgo, ambos a unos 170 km.

Mientras que los de Hannover y Hamburgo son aeropuertos de gran tamaño y con muchas conexiones, los de Osnabrück-Münster y Paderborn-Lippstadt son pequeños. Sin embargo, ambos tienen vuelos a España. Y, como siempre decimos, para encontrar el mejor vuelo entra en Skyskanner.

Una vez en Alemania, puedes alquilar un coche o moverte en tren por el país.

Si necesitas alquilar un coche, te aconsejamos usar Rentalcars, y si te decides a usar el tren, entonces encontrarás toda la información sobre rutas y horarios en la página de la Deutsche BahnUna buena opción para conocer esta región es adquirir el Niedersachsen-Ticket, que es válido para trenes locales y otros medios de transporte durante todo un día en los estados de Baja Sajonia, Hamburgo y Bremen. Su precio depende del número de personas que se incluyan en él, ya que es válido para hasta 5 adultos y hasta 3 niños de 6 a 14 años.

Además, puedes comprar el Deutschland-ticket, que tiene validez mensual y te permite viajar por toda Alemania por sólo 49€ usando todos los transportes públicos locales que necesites.

Finalmente, si llegas en coche, te recomendamos leer consejos para conducir por las carreteras alemanas, donde hablamos de la etiqueta que necesitas para circular por las ciudades del país y del uso de neumáticos.

Nosotros llegamos en coche un domingo y aparcamos de manera gratuita en una calle cercana a la estación central. Sin embargo, si visitas Hannover entre semana, lo mejor es que lo dejes en un parking o bien en una zona más alejada del centro.

Información importante a la hora de visitar la ciudad: ¿Vale la pena visitar Hannover?

Hannover se encuentra entre las ciudades más grandes de Alemania y conserva, a pesar de su destrucción en la lI Guerra Mundial, interesantes edificios históricos, entre los que destaca su ayuntamiento. Además, paseando por ella, conocerás a personajes tan increíbles como el genio de la Ilustración, Gottfried Leibniz, al cual le debemos, en parte, el ordenador. Asimismo, tiene bonitos parques y cerca de ella puedes visitar Hamelin, Hildesheim o los montes del Harz.

Después de esto, está claro que sí pensamos que merece la pena visitar Hannover.

Cuánto tiempo necesito para visitar Hannover

Aunque la ciudad sea muy grande, su centro histórico es pequeño. Así, en un día puedes conocer perfectamente los lugares más interesantes que ver en Hannover.

Por supuesto, si te quedas más tiempo, podrás pasear tranquilamente por sus numerosas zonas verdes y descubrir otros barrios que no son el centro. Una manera de conocerlos es unirse a algún tour como esta visita culinaria por el distrito de List/Oststadt, este tour por Nordstadt, esta visita por el barrio de Linden-Limmer o esta excursión al barrio de List. Eso sí, son en alemán.

Cuándo visitar Hannover

Hannover está entre el norte y el centro de Alemania, por lo que siempre es un buen momento para visitarla. Eso sí, en enero y febrero los días son cortos y bastante fríos. Por eso, te aconsejamos descubrirla entre marzo y octubre.

Por otro lado, una época que a nosotros nos encanta para viajar a Alemania es el adviento, cuando abren los mercados de navidad y el país se llena de luces y olores agradables. Te dejamos aquí los mejores mercados de navidad alemanes para que te hagas una idea de lo que te puedes encontrar.

Qué y dónde comer en Hannover

Te hablamos de los platos más típicos del país en nuestro post sobre gastronomía alemana. Sin embargo, en Hannover puedes probar algunas especialidades de la región. 

Gerstenbrot o pan de cebada

– Grünkohl und Bregenwurst, que es col rizada con una salchicha típica de Baja Sajonia.

Calenberger Pfannenschlag, que es una salchicha que se sirve frita y está hecha con avena, carne de cerdo y de ternera, diversas especias, cebolla y hierbas. Esta puede servirse sola o acompañarse con patatas o pan u otros acompañamientos.

Welfenspeisen o el postre de los güelfos, que conmemora a la familia que gobernó Hannover en el pasado. Este postre es blanco y amarillo, que son los colores de esta familia y se preparó por primera vez por un cocinero de Hannover para celebrar los 200 años del trono de esta dinastía. Este se basa en una crema de leche y vainilla y otra de vino y yema de huevo.

Lütje Lage, una bebida que consiste en beber a la vez cerveza local y brandy en dos vasos distintos. Para beberlo, necesitarás que te den instrucciones.

Esta bebida típica de Hannover se debe a Cord Broyhan, quien, en 1526, produjo una cerveza ligera que tuvo mucho éxito. Al tener menos alcohol, se acompañaba con aguardiente.

Restaurantes en Hannover

– La casa Broyhan, donde vivió el creador de la cerveza ligera, es ahora un restaurante perfecto para probar alguno de los platos típicos de la ciudad. Además, se encuentra en pleno casco antiguo y en un antiguo edificio de entramado de madera.

Si hace bueno en tu visita, una opción para comer es la cervecería al aire libre Waterloo, que está cerca del Nuevo Ayuntamiento. Y si quieres tener buenas vistas, el beach club Hannover, que está en la azotea de un edificio cercano al antiguo ayuntamiento.

Sin embargo, no vas a tener problema en encontrar restaurante en Hannover, pues la oferta es muy amplia.

Dónde dormir en Hannover

Nosotros visitamos Hannover como parada en un viaje hasta el estado de Mecklemburgo-Pomerania, en el norte del país. Así, llegábamos tarde y optamos por dormir en el motel 24h Hannover, que son hostales económicos a las afueras de las ciudades. No son los mejores, pero puedes llegar cuando quieras y para pasar una noche están muy bien.

Sin embargo, si viajas sin coche, no lo vemos una buena opción, pues suelen estar mal comunicados y en zonas industriales. En este caso, lo mejor sería quedarse en el centro, donde están la mayoría de lugares que ver en Hannover, así como muchos restaurantes y bares.

De todas formas, no vas a tener problema en encontrar alojamiento, pues la oferta es muy grande. Nosotros, para encontrar hotel usamos siempre Booking.

Cómo llegar del aeropuerto a Hannover

Desde el aeropuerto puedes llegar a la estación central de tren en unos 18 minutos con la línea S5 del S-BahnLa estación se encuentra bajo la Terminal C.

Mapa del S-Bahn de Hannover

Como el aeropuerto se encuentra en la zona de tarifa B, un viaje de ida cuesta, a noviembre 2024, 4,30€.

Aunque el S-Bahn nos parezca la mejor opción para llegar al centro, también puedes usar el autobús 470, que para cerca de la Terminal C. Este llega a la estación central de Langenhagen, donde puedes tomar el S-Bahn para llegar a Hannover. 

Asimismo, puedes ir en taxi o reservar un traslado privado, es este caso alguien estará esperándote a tu llegada.

Cómo moverse por Hannover

El centro histórico es pequeño, por lo que puedes conocerlo fácilmente a pie. Sin embargo, hay un par de lugares que ver en Hannover que están algo alejados, como Herrenhausen o la universidad. A estos puedes acercarte en U-Bahn.

Es decir, con el U-Bahn podrás viajar dentro de Hannover, pero para ir al aeropuerto o a sus alrededores usa el S-Bahn. Eso sí, los tickets son los mismos para todos los transportes públicos.

Por supuesto, hay distintos tipos de tickets y los niños hasta los 6 años viajan gratis. 

Información actualizada de los billetes

También está la opción de subirte al autobús turístico, que hace paradas en los lugares más interesantes que ver en Hannover.

Historia de Hannover

Vamos a contarte brevemente su historia para que entiendas el porqué de su actual aspecto. Sin embargo, siempre puedes saltar a la siguiente sección, que es qué ver en Hannover. 

– Fundación de la ciudad

Hannover se fundó como un asentamiento comercial en la primera mitad del S. XII. La primera mención sobre ella es de 1150 y, en 1241, recibió el título de ciudad. Esta comenzó a recibir privilegios de sus soberanos, la familia güelfa, y acabó convirtiéndose en un importante centro político y económico de la región. A mediados del S. XIV, se unió a la Liga Hanseática, en la que permaneció hasta 1620. 

Por cierto, si te interesa la historia de enemistad entre los gibelinos y los güelfos, en el post sobre la fortaleza de Weinsberg te contamos cuando recibieron sus conocidos nombres.

De ciudad residencial a Electorado del Sacro Imperio Romano Germánico 

En 1636, Hannover se convirtió en la residencia de la familia güelfa y, aunque perdió libertades políticas, creció en tamaño y prestigio. Unos años más tarde, en 1692, pasó a ser el noveno Electorado del Sacro Imperio Romano Germánico.

Reyes de Gran Bretaña

De 1714 a 1837, los electores de Hannover fueron también los reyes de Inglaterra. Desde entonces, Hannover se gobernó desde el país inglés y la ciudad perdió importancia como residencia de la corte.

Debido a esta unión, Hannover participó en la Guerra de los Siete Años, cuyos principales contrincantes fueron Francia y Gran Bretaña, así como en las Guerras Napoleónicas. Como resultado, la ciudad estuvo ocupada por los franceses de 1803 a 1813.

La muerte de Guillermo IV terminó con esta unión, pues, mientras que en Gran Bretaña las mujeres sí podían heredar el trono, en Hannover no.

– Reino de Hannover y anexión a Prusia

En 1815, tras el Congreso de Viena, se estableció el Reino de Hannover, que se mantuvo hasta 1866, cuando Prusia ganó la Guerra austro-prusiana. Fue entonces cuando se convirtió en la capital de la provincia de Hannover.

Como parte de Prusia, las condiciones de la industria mejoraron y hubo un gran crecimiento demográfico. Así, gracias a varias incorporaciones, la población aumentó a más de 400.000 en 1920.

 Periodo nacionalsocialista y II Guerra Mundial

Como ya sabes, el ascenso del partido nazi trajo consigo la persecución de los judíos, así como la de muchas minorías. Así, en octubre de 1938, en Hannover se deportó a Polonia a unos 500 judíos. Entre ellos se encontraban los padres de Herschel Grynszpan, que estaba en París. Tras enterarse de la noticia, se plantó en la embajada alemana y disparó al consejero Ernst vom Rath, que acabó muriendo. Este hecho se utilizó como excusa para la Noche de los Cristales Rotos.

Durante la Guerra, Hannover fue un objetivo importante, tanto por sus empresas, como por ser un importante centro de transporte. Por este motivo, sufrió más de 80 ataques aéreos desde 1940 hasta 1945, siendo el peor de ellos el del 9 de octubre de 1943. En total, murieron más de 6500 personas y gran parte de la ciudad quedó destruida.

Reconstrucción de la ciudad

Tras la Guerra, Hannover cayó en la zona de ocupación británica y, en 1946, se convirtió en la capital de Baja Sajonia.

La reconstrucción de la ciudad tuvo como objetivo hacer una ciudad amigable con los coches y no se dudó en demoler edificios históricos. Así, el centro de la ciudad pasó a tener amplias avenidas y zonas verdes cerca de las zonas residenciales. 

En 1947, se organizó la primera Feria de Exportación de Hannover, que, a día de hoy, tiene importancia internacional y se organiza en el segundo centro de exposiciones más grande del mundo. Gracias a ella, Hannover experimentó un auge en la posguerra y contribuyó a su rápida reconstrucción. Además, gracias a ella, mucha gente visita Hannover por negocios.

Maquetas de Hannover en el nuevo ayuntamiento que muestran su desarrollo a lo largo de la historia

Qué ver en Hannover

Las zonas donde se encuentran los lugares más interesantes que ver en Hannover son la zona del nuevo ayuntamiento, el casco antiguo, la zona de la universidad, así como el área del palacio de Herrenhausen.

Para no perderte nada, puedes seguir el Hilo Rojo, una ruta de unos 4 km que está indicada con una línea roja en la acera e incluye 36 lugares importantes que ver en Hannover.

Otra manera de descubrir la ciudad es uniéndote a esta visita guiada por Hannover.

Nuevo ayuntamiento: uno de los lugares que ver en Hannover

Vamos a empezar por el símbolo de la ciudad, el lugar que ver en Hannover que no puedes perderte: su nuevo ayuntamiento. De hecho, suele ser la imagen que se usa para promocionarla.

Al verlo, puede que pienses que es un castillo, pero no, es el actual ayuntamiento de Hannover, que fue construido entre 1901 y 1913. Y es que, debido al gran crecimiento de la ciudad a causa de la industrialización de finales del S. XIX, el antiguo ayuntamiento se quedó pequeño. 

Como resultado, la actual sede del alcalde mide casi 100 metros de altura y unos 130 metros de largo y, debido a su ubicación en una zona acuosa, este se levanta sobre 6.026 pilares de haya. 

El ayuntamiento está abierto al público, pero no puedes visitar todas sus salas. Así, puedes ver de manera gratuita la gran sala de entrada, donde hay 4 maquetas de la ciudad que muestran su desarrollo a lo largo de la historia.

Además, puedes subir a su cúpula, donde hay un mirador desde donde disfrutarás de unas estupendas vistas de la ciudad y sus alrededores. De hecho, con buen tiempo puedes alcanzar a ver los montes del Harz. Asimismo, comprenderás por qué Hannover es una de las ciudades más verdes de Alemania.

Y no sólo las vistas son interesantes, sino también el ascenso, pues la última parte se hace en un ascensor único en Europa porque tiene un recorrido curvo. Como su techo es de cristal, al subir puedes ver la trayectoria.

Por otro lado, si quieres descubrir alguna se sus salas, entonces tendrás que unirte a una de las visitas guiadas que organizan. Por ejemplo, si sabes alemán, puedes unirte a esta visita guiada al ayuntamiento.

Horario y precios del ayuntamiento de Hannover

El ayuntamiento abre de 8:00 a 18:00 y los sábados, domingos y festivos desde las 10:00. Ver la sala principal con las maquetas es gratuito, pero subir a la cúpula es de pago. 

Esta abre sólo de abril a octubre de 9:30 a 17:30 y los sábados, domingos y festivos desde las 10:00.

Como la última parte se sube en ascensor, es muy probable que tengas que hacer cola, pues no caben muchas personas en él. De este modo, aunque el último ascenso es a las 17:30, debido al tiempo de espera la taquilla puede cerrar antes.

El precio para subir, a noviembre 2024, es de 4€. Los estudiantes y los menores entre 5 y 14 años pagan 3,5€.

Parque Masch

Una vez hayas visitado el ayuntamiento, sal por su puerta trasera, donde hay un restaurante. Este se encuentra frente al parque Masch, un espacio verde con un estanque artificial, que se creo al mismo tiempo que el ayuntamiento, siendo el primer parque municipal de Hannover. Anteriormente, esta era la llanura aluvial entre los ríos Leine e Ihme.
 

Aquí, además de poder dar un paseo entre árboles y plantas de distintas especies, tendrás unas vistas magníficas del ayuntamiento reflejado en el agua. 

Lago Masch

Al sur del parque comienza el lago artificial Masch, que se creó para cubrir los ríos Leine e Ihme, los cuales provocaban inundaciones periódicas en la ciudad. El proyecto se completó en 1936 y los nacionalsocialistas lo usaron de propaganda para el partido. Durante la Guerra, se cubrió con lonas y réplicas de paisajes artificiales para dificultar la orientación de los pilotos enemigos.

Una manera de disfrutar del buen tiempo en Hannover es dar un paseo alrededor del lago, practicar deportes acuáticos en él o descansar en su orilla. Además, en verano puedes montar en uno de los barcos que lo recorre o bañarte en la pequeña playa que hay en su lado sur. De hecho, es un popular lugar de ocio para los habitantes de Hannover. 

Asimismo, si vienes durante el Maschsee festival, que dura más de 15 días entre finales de julio y principios de agosto, podrás disfrutar de la fiesta que se monta alrededor del lago, con conciertos y mucha oferta gastronómica.

Aparte, sus alrededores están decorados con varias esculturas, algunas de las cuales son de la época nacionalsocialista. Como te puedes imaginar, estas generan muchas críticas, pues está la pregunta de si son arte o propaganda. Algunas están en la orilla norte del lago, como la del portador de la antorcha.

Ruinas de la iglesia de San Gil o Aegidienkirche

Muy cerca del ayuntamiento se encuentran las ruinas de esta iglesia, que, a día de hoy, es un monumento a las víctimas de la guerra y la violencia. 

Construida a mediados del S. XIV, en 1943 fue destruida por las bombas y, tras la Guerra, se decidió no reconstruirla

Actualmente, puedes pasear de manera gratuita por sus ruinas, donde verás algunos monumentos funerarios de los siglos XVII y XVIII y varias esculturas conmemorativas. Una de ellas es la Campana de la Paz de Hiroshima, que fue un regalo de esta ciudad que está hermanada con Hannover. 

Casa Ernst Grote

Junto a las ruinas está la casa Ernst Grote, donde tendrás que alzar los ojos para ver la bonita decoración de su tejado. De hecho, puedes pasarte varios minutos descubriendo todos sus detalles.

Este edificio de ladrillo se construyó en la década de 1930, en un estilo que recuerda las casas antiguas de Hannover. Su dueño era la firma de café Ernst Grote.

Como muchos de los lugares que ver en Hannover, este quedó parcialmente destruido durante la Guerra, por lo que tuvo que ser reconstruida en 1949.

«Casco Antiguo»: uno de los lugares que ver en Hannover

Aunque en realidad la Aegidienkirche también formaba parte del casco antiguo de Hannover, pues estaba dentro de las murallas medievales, a día de hoy, y debido a la historia de la ciudad, esta parte tiene un aspecto más moderno.

Por eso, la zona a la que llamamos casco antiguo es la que se encuentra entre las calles Kramer y Burg, es decir, entre las iglesias del Mercado y de la Santa Cruz. Ya que es aquí donde están la mayoría de los edificios más antiguos que ver en Hannover.

Y es que, durante la reconstrucción de la ciudad, esta parte pasó a albergar también otros edificios de entramado de madera que se habían conservado en la ciudad. De esta manera, se creó una nueva zona antigua que permite imaginarte lo que fue Hannover.

Iglesia del mercado

La iglesia del mercado está dedicada a los santos Jorge y Santiago y es uno de los edificios más antiguos que ver en Hannover. Además, es uno de los grandes edificios del gótico de ladrillo del norte de Alemania. 

El templo actual comenzó a construirse a mediados del S. XIV y, en 1943, fue parcialmente destruido. Por eso, tuvo que ser reconstruida entre 1946 y 1952. 

Su interior es sencillo y en él destaca el retablo del altar Mayor que es de finales del S. XV, así como las vidrieras de alguna de sus ventanas. Aunque algunas son restauraciones más modernas, otras datan del S. XIV. Aparte, podrás ver la moderna vidriera de la Reforma.

Antiguo Ayuntamiento

Junto a la iglesia se encuentra el primer ayuntamiento de la ciudad, también en el estilo del gótico de ladrillo. De hecho, ambos forman el grupo de edificios en este estilo más al sur del país. 

Este dejó de ser utilizado como tal en 1863 y sus partes más antiguas datan de principios del S. XV, y, posteriormente, fue sufriendo diversas modificaciones. En 1943, fue parcialmente destruido, por lo que tuvo que ser reconstruido en parte en la segunda mitad del S. XX. 

En su interior hay ahora tiendas, negocios y un restaurante.

Plaza del mercado

Entre el ayuntamiento y la iglesia se encuentra la plaza del mercado, que para nosotros es uno de los lugares más bonitos que ver en Hannover, pues a su alrededor se conservan bonitas fachadas.

Además, aquí está la bonita fuente Hase, que fue inaugurada en 1881. Las figuras que la coronan, una pescadera y una florista, nos dice que este era el lugar donde se organizaba el mercado semanal. De hecho, la fuente se encontraba originalmente en la frontera entre los puestos de pescado y los de flores.

Actualmente, en este bonito rincón se organiza el mercado de navidad de Hannover. Si te gusta viajar en adviento, échale un vistazo a los mejores mercados de navidad de Alemania.

Por cierto, en el pavimento frente a la entrada de la iglesia hay marcada una pequeña cruz. Esta marca el punto desde donde puedes ver las torres de las cuatro iglesias luteranas principales de Hannover, la del Mercado, la de la Santa Cruz, la de San Gil y la de la ciudad Nueva. 

Markthalle: actual mercado de Hannover

El mercado de Hannover está frente al antiguo ayuntamiento, en un edificio moderno que no llama la atención. Sin embargo, en el pasado era un bonito edificio de acero y vidrio de finales del S. XIX que, tras la II Guerra Mundial, fue demolido. 

El mercado cierra los domingos y en él podrás ver los distintos puestos de venta, así como tomarte algo en alguno de sus puestos de comida.

Junto a su entrada fíjate en la escultura de una vendedora. Ella es Karoline Duhnsen, que vendió sus productos cárnicos en un puesto del mercado durante más de 50 años. Conocida como la abuela Duhnsen, la estatua se levantó cuando ella aun estaba viva.

Casa Leibniz

Otro de los rincones bonitos que ver en Hannover es la Holzmarkt o mercado de la madera, donde destaca la casa Leibniz. Sin embargo, que sepas que no lleva aquí tanto tiempo. Veamos por qué.

La Leibnizhaus era inicialmente la casa de una familia patricia de finales del S. XV, que, en el S. XVII, fue reconstruida, recibiendo su actual fachada renacentista. Sin embargo, no estaba aquí, sino en la cercana calle Schmiede. 

Durante los bombardeos de 1943, la casa fue destruida y, en 1983, se construyó un nuevo edificio con su antigua fachada fielmente reproducida. Actualmente, es utilizado por la universidad de Hannover.

Debido a que en ella vivió Gottfried Wilhelm Leibniz desde 1698 hasta su muerte, la casa lleva su nombre. 

¿Quién es Gottfried Wilhelm Leibniz? 

Paseando por Hannover, vas a ver muchas alusiones a este genio nacido en Leipzig en el S. XVII. De hecho, hay una ruta sobre él. Y es que, en 1676, se convirtió en el director de la biblioteca de Hannover, así como en consejero de la corte.

Sea como fuere, Gottfried Leibniz fue uno de los filósofos más importantes de su tiempo, además de un reconocido matemático, abogado, historiador y asesor político. Por ejemplo, inventó el sistema numérico binario, sentando las bases de los ordenadores actuales. 

Leibniz murió en Hannover y su sencilla lápida se encuentra en la iglesia de la Ciudad Nueva.

Otros edificios del Holzmarkt y alrededores

Aparte de la casa Leibniz, en la plaza hay otros edificios interesantes que sobrevivieron a los bombardeos de la II Guerra Mundial. Por ejemplo, varias casas de entramado de madera y la Noltehaus, un edificio neorrenacentista de finales del S. XIX que está junto a la casa Leibniz.

Además, en la calle Burg se encuentra la casa de entramado de madera más antigua que ver en Hannover, pues data de 1566.

Antes de iros, echarle un vistazo a la fuente de la plaza, que la mandó construir a finales del S. XIX el ferretero Oskar Winter para anunciar sus productos. De hecho, la figura que la decora es él mismo. Ahora es conocida porque tiene un anillo dorado, que, si lo giras, tus deseos se harán realidad, o, al menos, eso dicen

Poco tienes que andar para llegar a otro de los rincones más bonitos del casco antiguo, el formado por la iglesia de la Santa Cruz y la plaza Ballhof.

Iglesia de la Santa Cruz o Kreuzkirche

La iglesia de la Santa Cruz fue construida en 1333, aunque sufrió diversos cambios a lo largo de su historia. En 1943, fue destruida, por lo que tuvo que ser reconstruida entre 1959 y 1961. 

Su interior es sencillo y en él destaca el retablo del altar mayor pintado por Lucas Cranach el Viejo y la pila bautismal de bronce de principios del S. XV.

Plaza Ballhof

La iglesia se encuentra junto a la plaza Ballhof, que es una de las plazas con más encanto que ver en Hannover. 

Aquí está el Ballhof, un edificio construido en la segunda mitad del S. XVII como pabellón deportivo, donde la clase alta practicaba deportes de pelota. También servía para organizar exposiciones, conciertos y obras de teatro. De hecho, fue el salón de eventos más grande de Hannover hasta la segunda mitad del S. XIX. Más tarde, fue un centro de la vida gay de Hannover.

Sin embargo, este espacio esconde una historia oscura, pues, a principios del S. XX, en el casco antiguo vivían las familias pobres de la ciudad, así como los inmigrantes, entre los que había judíos y sintis. Como te puedes imaginar, esto no era del gusto de los nacionalsocialistas. 

Así, en la década de 1930, decidieron renovar la zona densamente habitada y ocuparla con ciudadanos más a su gusto. Para ello, expulsaron a los que allí vivían y demolieron antiguos edificios. La plaza se convirtió entonces en un patio para las marchas y el Ballhof en un centro para las Juventudes Hitlerianas. 

Otro de los edificios más llamativos de la plaza, la Spittahaus, una casa de entramado de madera construida originalmente en el S. XVII, se trasladó entonces a su posición actual y se rediseñó parcialmente. El edificio fue utilizado, entonces, por la Liga de Muchachas Alemanas. 

Tras la Guerra, el Teatro estatal se mudó al Ballhof, que se amplió en 1990 y se creó otro teatro más pequeño, el Ballhof Zwei.

Hoy, es una plaza tranquila, con cafeterías y restaurantes donde puedes sentarte un rato a disfrutar del momento. Sin duda, uno de los lugares que ver en Hannover.

Orilla del Leine: antiguas murallas, surf y las Nanas

No puedes irte del casco antiguo sin acercarte al río. Antiguamente, había que atravesar la muralla para llegar, pero ahora ya quedan pocos restos de ella. Y no porque fuera destruida en la Guerra, sino porque se derribó ya a finales del S. XVIII. Aunque la Guerra y la posterior demolición para la reconstrucción de la ciudad también ayudó a que quede apenas nada de ellas.

Uno de los pocos restos que quedan de ella es la torre de las beguinas, que está muy cerca de Holzmarkt. Estas es una torre defensiva del S. XIV, que se levantó como la más poderosa de la ciudad y también sirvió de prisión y almacén. Actualmente, forma parte del Museo de Historia y su nombre recuerda que estaba en el jardín de las beguinas.

Además, cerca de esta hay dos puertas, la Nueva en el puente de Leintor y la de los establos de la Corte o Marstalltor. Ninguna está en su posición original, pues se recolocaron en el lugar de dos antiguas puertas de la ciudad, la Leintor y la Brühltor, respectivamente.

Surf en el Leine

Por cierto, el rincón donde está la torre es perfecto para sentarse en una terraza o ver una peculiaridad de la ciudad, pues aquí está la ola del Leine, donde es posible ver gente surfeando, al igual que en el jardín inglés de Múnich. 

Esta es bastante nueva, pues se inauguró en 2023, y cuando fuimos nosotros no había ningún surfero. Igual tú tienes más suerte y puedes pasar un rato divertido viendo cómo la gente practica este deporte en medio de Hannover.

Nanas de Nikki Saint Phalle: uno de los lugares que ver en Hannover

Además, frente a la torre, pero en la otra orilla del río, se encuentran las tres grandes y coloridas Nanas de la artista francesa Nikki Saint Phalle. Las estatuas han recibido los nombres de tres mujeres importantes de la ciudad, Sophie, Charlotte y Caroline, y se han convertido en uno de los lugares más fotografiados que ver en Hannover.

Si te han gustado, que sepas que puedes ver más obras de esta artista francesa en el museo Sprengel y en el castillo de Herrenhausen.

El palacio del Leine

A estas alturas del post, igual te has preguntado dónde vivían los gobernantes güelfos. Pues bien, su residencia era el palacio del Leine, que está a orillas del río y muy cerca del Holzmarkt. En él nació, por ejemplo, el rey de Inglaterra Jorge I.

Su historia comenzó cuando Hannover se convirtió en ciudad residencial en 1636. Así, en el lugar de un un antiguo monasterio del S XIII, se levantó el palacio del Leine, que sufrió numerosas modificaciones a lo largo de su historia. La última fue al crearse el Reino de Hannover, cuando se le dio un estilo clasicista. Sin embargo, los planes de construcción para el palacio no llegaron a completarse, pues en 1856, el rey decidió construir el castillo de los güelfos, que hoy es la sede de la Universidad. 
 

Durante la II Guerra Mundial, el palacio sufrió graves daños y fue reconstruido a partir de 1956 para convertirse en la sede del Parlamento de Baja Sajonia. De este modo, estaba muy cerca del actual distrito gubernamental que se creó en sus alrededores. 

Así, a día de hoy, el edificio presenta estilo barroco en el lado que da al río, una fachada que recuerda a un templo con sus columnas corintias y su frontón triangular en la calle Leine y un ala moderna que aloja la actual sala de plenos.

Monumento a los Siete de Gotinga

Muy cerca del palacio, verás el monumento a los Siete de Gotinga, que recuerda un hecho importante de la historia constitucional alemana.

Para entenderlo, tenemos que viajar a 1837, cuando el nuevo monarca, el conservador Ernst-August I, deroga la constitución liberal del Reino de Hannover de 1833. Es entonces cuando siete profesores de la universidad de Gotinga protestan contra este hecho. Como resultado, son despedidos e, incluso, tres de ellos son expulsados del país. 

Entre estos siete personajes puede que te sorprenda saber que estaban los hermanos Grimm, ya que no se dedicaron sólo a recopilar cuentos infantiles.

Ópera de Hannover y Reloj Kröpke

Aunque esta zona que ver en Hannover no fue la que más nos gustó, reconocemos que merece la pena dar una vuelta por ella, pues es una zona moderna, muy comercial, con numerosos restaurantes y cafeterías y con algunos edificios interesantes.

Nos referimos a la plaza de la Ópera y sus alrededores, donde incluimos también la estación principal de trenes.

El edificio que más destaca es, por supuesto, el de la Ópera, que se construyó en la primera mitad del S. XIX en estilo clásico. Sin embargo, tuvo que ser reconstruida tras la II Guerra Mundial. Junto a ella, hay un pequeño parque con el monumento conmemorativo al Holocausto.

Asimismo, muy cerca verás el reloj Kröpke, un símbolo de la ciudad y un tradicional punto de encuentro, que está frente al café que le da nombre. Este fue muy popular en la década de 1920, sobre todo entre los artistas, y fue su dueño quien mandó levantar el reloj a finales del S. XIX. A pesar de que sobrevivió a los bombardeos, fue demolido en 1954, para, en 1977, colocarse una réplica en su antiguo lugar.

Tanto la ópera como el reloj se encuentran en la Georgstrasse, que fue una elegante avenida del S. XIX y ahora es la principal calle comercial del centro de la ciudad. 

Por otra parte, muy cerca está la estación central de trenes, un lugar muy bullicioso con la estatua ecuestre de Ernst August I. Este es otro punto de encuentro para los de Hannover, que quedan debajo de su cola.

Am Steintor: Torre Gehry

Uno de los extremos de la Georgstrasse es la plaza am Steintor, donde antiguamente se encontraba una de las puertas de la ciudad. 

A día de hoy, es un lugar que no puedes decir que sea bonito, pero que guarda algunas sorpresas. Eso sí, no lo consideramos un lugar imprescindible que ver en Hannover. 

Así, aquí está la torre Gehry, un edificio en acero inoxidable con su fachada ligeramente retorcida del arquitecto Frank Gehry. Además, es gracioso pensar que uno de los edificios de la plaza fuera uno de los primeros rascacielos del Imperio Alemán, pues, a día de hoy, no resulta especialmente alto. Así, el edificio Anzeiger con su característica cúpula es de la década de 1920 y mide 51 metros de altura. Además, es un ejemplo del expresionismo de ladrillo de Hannover y fue uno de los pocos edificios del centro que sobrevivió con pocos daños a los bombardeos de la II Guerra Mundial.

Y como has llegado hasta aquí, acércate a los restos de la capilla de San Nicolás, que está considerado el edificio más antiguo que ver en Hannover. Y es que esta se construyó a mediados del S. XIII fuera de las murallas, pues servía como capilla de la lepra. Fue destruida en gran parte durante la II Guerra Mundial y hoy sólo queda parte de ella y de su antiguo cementerio.

Los siguientes lugares que ver en Hannover no están en el centro de la ciudad. Así, para llegar a los palacios güelfo y de Herrenhausen puedes usar el U-Bahn, paradas Leibniz Universität y Herrenhäuser Gärten, o bien ir caminando por la verde avenida de Herrenhausen, que mide unos dos kilómetros de largo y une este palacio con el centro de Hannover.

Palacio Güelfo

Este palacio neogótico se construyó para ser la residencia de la familia real de Hannover en sustitución al palacio del Leine. Sin embargo, nunca cumplió su objetivo y, a día de hoy, es la sede principal de la Universidad Leibniz.

Así, lo mandó construir Jorge V en 1856, pero su reinado terminó en 1866, cuando Hannover fue anexionada a Prusia. Por ello, una vez terminado, el palacio quedó vacío, hasta que, en 1879, pasó a ser la sede de la Escuela Profesional Superior, que acabaría convirtiéndose en la universidad. 

Cuando el monstruo de las galletas robó la galleta de oro de Leibniz

Vamos a aprovechar la escultura del corcel de Baja Sajonia frente al edificio del palacio Güelfo para contaros una historia que parece sacada de un cuento:

Erase una vez una empresa muy conocida de Hannover que se llamaba Bahlsen, que hacía las galletas Leibniz, que todos los niños de Alemania conocían. Esta tenía su sede principal en la calle Podbielski, en un edificio decorado con un letrero donde dos hombres llevan la famosa galleta bañada en oro.

En 2013, esta galleta desapareció y el ladrón, que se hizo pasar por el monstruo de las galletas, reclamó a la empresa que donara muchos paquetes de su producto estrella a un hospital infantil de la ciudad. Como prueba, mandó la foto de un hombre disfrazado de Triki mordiendo la galleta dorada.

Al final, está apareció colgando del corcel frente a la universidad y Bahlsen donó 52.000 paquetes de galletas a instituciones sociales y todos vivieron felices y comieron perdices.

Además de ver el edificio del palacio que nuca fue un palacio, puedes pasear por su bonito jardín, que es un buen ejemplo de jardín paisajístico inglés.

De todas maneras, también puedes seguir por la avenida de Herrenhausen para llegar al jardín de Jorge, llamado así en honor al rey Jorge IV. Aquí verás, por ejemplo, el templo de Leibniz, que es de finales del S. XVIII y recuerda al genio de la Ilustración Gottfried Leibniz.
 

Palacio de Herrenhausen y jardines: uno de los lugares que ver en Hannover

Al final de la avenida de Herrenhausen está el palacio del mismo nombre, que comenzó a construirse en el S. XVII. Con el tiempo, este se fue modificando y ampliando para convertirse en un estupendo palacio de verano de la familia güelfa. Aquí nació, por ejemplo, el rey de Inglaterra Jorge II en 1683.

Sin embargo, el palacio se incendió durante la II Guerra Mundial en 1943, y lo que quedó de él fue finalmente demolido en los años 50. 

Con los años, se decidió construirlo de nuevo y, en el 2013, se inauguró el nuevo edificio del palacio, que alberga un centro de conferencias, además de un museo sobre el palacio y sus jardines.

Y es que, como buen palacio de verano, al palacio se le dotó de unos magníficos jardines. De hecho, estos se componen del Gran Jardín, del Berggarten o jardín de la montaña y del Georgengarten o jardín de Jorge, del que ya hemos hablado y es de acceso gratuito.

Gran jardín de Herrenhausen

El más representativo de los jardines de Herrenhausen es uno de los jardines barrocos más importantes de Europa. Ya que se terminó prácticamente en 1710 y, como en 1714 los electores de Hannover fueron reyes de Inglaterra y gobernaron desde allí, este fue olvidado y no sufrió grandes modificaciones. Su diseño se debe en gran parte a la electora Sofía.

Tras la II Guerra Mundial, los jardines fueron restaurados en gran parte en la década de 1960. Además, alguno de sus elementos, como la gruta y la Gran Cascada, no sufrieron daños. A día de hoy, es uno de los lugares que ver en Hannover.

Así, en estos extensos jardines podrás ver la Gran fuente, con su columna de agua de 70 metros de altura, un laberinto, una cascada, una gruta decorada por la artista Niki de Saint Phalle, una galería o un invernadero.

El jardín de la montaña o Berggarten

Este se encuentra junto al Gran Jard.ín y sólo tienes que cruzar la carretera para llegar a él. 

Su origen está en la segunda mitad del S. XVII, cuando se creó como huerto del palacio. Más tarde, fue transformado por la electora Sofía en un jardín de montaña con plantas exóticas y, desde mediados del S. XVIII, es un jardín botánico, donde puedes ver más de 12.000 especies de plantas. Además, si te gustan las orquídeas, estás de suerte, pues tienen una buena colección de ellas.

Asimismo, en su interior está el mausoleo de los güelfos, que sólo puedes ver por fuera. Este fue construido a mediados del S. XIX por orden del rey Ernst August.

Pagando una entrada aparte, en este jardín puedes visitar el acuario, que está en la casa de la selva tropical construida para la Expo del año 2000. También puedes comprar las entradas al acuario desde esta página web.

Horario del palacio de Herrenhausen y los jardines

– El Gran Jardín y el jardín de la montaña abren a las 9:00 y cierran a las 16:30 de noviembre a enero, a las 17:30 en febrero, a las 18:00 en marzo y octubre, a las 19:00 en abril y septiembre y a las 20:00 de mayo a agosto. Eso sí, la última entrada es una hora antes del cierre y la gruta y los invernaderos cierran media hora antes del cierre,

-El museo del palacio abre sólo del 1 de abril al 31 de octubre de 11:00 a 18:00.

– Los juegos de agua son de lunes a viernes de 10:00 a 12:00 y de 15:00 a 17:00. Los sábados, domingos y festivos de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00. Sólo funcionan en la temporada de verano.

Precio del palacio de Herrenhausen y los jardines

Los precios son distintos para la temporada de verano y la de invierno, que va del 1 de noviembre al 31 de marzo. Además, los menores de 18 años entran gratis y el precio reducido es para estudiantes o personas con discapacidad.

– La entrada completa, que incluye el Gran Jardín, el jardín de la montaña y el museo cuesta en verano 10 € y en invierno 6€. Entrada reducida son 8€/5€.

Entrada individual Jardín de la montaña: 5€ y la reducida 3,5€.

Ticket de tarde al Gran Jardín a partir de las 17:30: 4€.

Iluminación: 6€ /4€. Y es que de mayo a octubre, los jardines son iluminados por la noche.

Bosque de Eilenriede

Por cierto, ya que hablamos de jardines, no podemos dejar de hablar del gran bosque urbano de Eilenriede, que se encuentra al este del centro de la ciudad. Para que te hagas una idea de su tamaño, te diremos que es casi el doble de grande que Central Park, lo que ayuda a que Hannover sea una de las ciudades más verdes de Alemania.

Así, si tienes tiempo, siempre puedes recorrer alguno de sus muchos senderos para descubrir alguna de las torres de un antiguo sistema de defensa de mediados del S. XIV, como la torre Döhren o la torre Lister, que ahora es una cervecería al aire libre, un laberinto o, si viajas con niños, alguno de sus parques infantiles.

Museos que ver en Hannover

Vamos a terminar este post de los lugares que ver en Hannover hablando de alguno de sus museos.

Museo Estatal: cerca del nuevo ayuntamiento y del lago Maschsee está este museo que, si lo visitas, podrás descubrir desde pinturas y esculturas de los siglos XIV al XX, a piezas de arqueología e historia natural. 

Museo Sprengel: próximo al museo anterior, esta visita es perfecta para los amantes del arte moderno, pues aquí se expone arte de los siglos XX y XXI.

Por cierto, si te gusta el arte contemporáneo, mira qué exposición organizan en la Kunstverein de Hannover en el momento de tu visita.

Museo August Kestner: sin movernos mucho, podemos visitar este museo que está justo al lado del Nuevo Ayuntamiento. Su edificio es un cubo de hormigón y vidrio, pero en el interior guarda la antigua fachada neoclásica del museo original de finales del S. XIX.

Aquí verás arte del Antiguo Egipto y de otras culturas antiguas, además de una importante colección de monedas y medallas y de arte aplicado europeo.

Va a estar cerrado hasta el 1 de abril de 2025.

Mapa con los lugares más interesantes que ver en Hannover

Aquí te dejamos un mapa con los lugares más interesantes que ver en Hannover.

Mapa indicando los lugares más interesantes que ver en Hannover

Lugares que ver en los alrededores de Hannover

Castillo de Marienburg

Si te has quedado con ganas de ver más castillos de los güelfos, acércate al de Marienburg, que fue un regalo del rey Jorge V a su esposa María. Se encuentra a unos 30 kilómetros al sur de Hannover.

Fue construido a mediados del S. XIX y actualmente no se pueden visitar sus habitaciones, pues está cerrado por obras de restauración.

Hildesheim

Muy cerca del Marienburg está la ciudad de Hildesheim, con una preciosa plaza central y varias iglesias románicas incluidas en la Lista de Patrimonio Mundial por la Unesco, entre ellas su catedral.
 

Braunschweig

Otra bonita ciudad cercana a Hannover, pues se encuentra a sólo 70 km al este.

Hamelin

¿Quién no conoce al flautista de Hamelin? Pues desde Hannover tienes sólo 50 kilómetros a la ciudad de donde se llevó a los niños. Y sí, te confirmamos que parece sacada de un cuento de los hermanos Grimm.

El Harz

El estado de Baja Sajonia comparte con Sajonia-Anhalt y Turingia la cadena montañosa de poca altura del Harz. Esta es una zona perfecta para organizar una ruta en coche, pues guarda lugares realmente interesantes. Si no te lo crees, échale un ojo a qué ver en el Harz, las montañas donde se reúnen las brujas.

Una de sus localidades más bonitas es Goslar.

Bremen

Y hablando de cuentos, ¿quién no conoce a los músicos de Bremen? pues esta ciudad está a unos 130 kilómetros al norte de Hannover y tiene mucho de lo que estar orgullosa.

Lüneburgo

Menos conocida, esta ciudad al norte de Alemania es una de nuestras favoritas. Y es que no paras de sorprenderte en cada esquina de su casco antiguo. Si te gusta el estilo gótico de ladrillo, apúntate bien su nombre.

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1 comentario en “Qué ver en Hannover, la capital de Baja Sajonia”

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