Hay tres monasterios portugueses que mezclan historia y arquitectura. Estos se encuentran en Alcobaça, Batalha y Tomar y son una excusa perfecta para viajar a este país. ¿Nos acompañas a descubrir estos tres monasterios de Portugal?
En la década de 1980, tres monasterios de Portugal entraron a formar parte del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Estos no están ni en Lisboa ni en Oporto, sino en Alcobaça, Batalha y Tomar, tres localidades en el centro del país.
Al visitarlos, podrás admirar su maravillosa arquitectura, así como aprender sobre la historia de Portugal. Y para ayudarte a a descubrirlos, hemos preparado este post en que el vamos a darte mucha información sobre estos tres impresionantes monasterios.
Además, en nuestro blog encontrarás más información sobre este país.
– De Lisboa a Oporto en una ruta por Portugal de dos semanas
– Sintra: la mejor excursión desde Lisboa
– Óbidos: la ciudad de las Reinas
Índice
Información general para visitar estos monasterios de Portugal
Cómo llegar a estos monasterios de Portugal
La manera más práctica para visitar estos monasterios de Portugal es en coche. Y es que, aunque puedes llegar a ellos en tren o autobús, los viajes suelen ser largos.
Por otro lado, Batalha no tiene estación de tren y la de Alcobaça está a unos 7 km del monasterio. Por eso, la mejor opción para llegar en transporte público es el autobús. Así, la compañía Rede Expressos ofrece viajes diarios a estas localidades desde la estación de Lisboa Sete Rios.
Esta compañía también ofrece viajes a Tomar, pero aquí sí hay estación de tren. Para consultar horarios y precios, entra en la página web de la compañía de trenes portuguesa.
De todas formas, puedes entrar en la página de Trainline, donde te mostrarán todas las opciones de tren y autobús que tienes para cada destino.
Otra manera de conocer estos tres monasterios de Portugal es uniéndote a una excursión organizado:
– Excursión a Alcobaça, Batalha, Tomar y Nazaré desde Lisboa
– Viaje a Batalha, Alcobaca y Tomar desde Nazaré
– Excursión a Tomar, Batalha y Alcobaca desde Coímbra
Ticket de entrada de estos monasterios de Portugal
La visita a estos tres monasterios de Portugal es de pago.
De este modo, si tienes la Lisboa Card, una tarjeta que incluye descuentos en muchas atracciones de Lisboa y también de otras partes del país, entrarás gratis en ellos.
Por otro lado, cuando nosotros visitamos estos monasterios de Portugal había un ticket combinado para los tres, pero lo han quitado. De todas formas, te recomendamos mirar siempre antes de tu visita sus páginas webs para ver si ha habido novedades.
Monasterios de Portugal: Santa María de Alcobaça
El monasterio de Santa María de Alcobaça fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1989.
Información sobre la visita al monasterio de Santa María de Alcobaça
– Nosotros llegamos en coche y aparcamos en un parking que había justo al lado del monasterio, en uno de los laterales de la plaza. Pagamos 2 €.
– El monasterio abre de octubre a marzo de 9:00 a 18:00 y el resto del año hasta las 19:00, siendo la última visita media hora antes del cierre.
– La entrada normal, a marzo 2025, cuesta 15€ y hay descuentos para estudiantes y mayores de 65. Los menores de 12 años entran gratis, así como ciertos grupos. Para más información entra en la página web del monasterio.
Historia del monasterio
Santa María de Alcobaça fue fundado en 1153 por el primer rey de Portugal, Alfonso Henriquez, que lo donó a Bernardo de Claraval tras la conquista de Santarem en 1147. De hecho, es uno de los primeros monasterios de Portugal asociados con la Orden del Cister.
Sin embargo, su construcción comenzó en 1178 y la iglesia se consagró en 1252, siendo la más grande del país en ese momento. Asimismo, sus edificios fueron los primeros construidos en estilo gótico en Portugal.
Además, este monasterio fue uno de los más importantes de la época medieval en Portugal, ya que tenía una fuerte relación con la monarquía portuguesa, que lo convirtió en uno de los más ricos e influyentes del país hacia 1300.
Así, los reyes iban aportando novedades al monasterio. Por ejemplo, ordenaron la construcción del claustro gótico a finales del S. XIII, el segundo piso del claustro en estilo manuelino a principios del S. XVI o las torres barrocas de la fachada de la iglesia a principios del S. XVIII.
Asimismo, fue el lugar de enterramiento de varios monarcas, como Alfonso II, Alfonso III y sus esposas, Urraca de Castilla y Beatriz de Castilla. Sin embargo, las tumbas más famosas son la de Pedro I y su amante Inés de Castro, los cuales descansan en dos magníficos sepulcros góticos.
No obstante, esta pareja no sólo destaca por sus sepulturas, sino por su historia de amor.
Historia de amor entre Inés de Castro y Pedro I
El futuro rey Pedro, que estaba casado con Constanza, se enamoró perdidamente de una de las damas de su mujer, Inés de Castro. Tras la muerte de su esposa dando a luz a uno de sus hijos, Pedro pasó a vivir con Inés, con la que tuvo cuatro hijos.
No obstante, la relación no fue bien vista por la Corte, pues ella estaba emparentada con los Reyes de Castilla y tenían miedo de su influencia castellana en el reino de Portugal. Así, el padre de Pedro, Alfonso IV, mandó asesinar a Inés.
Tras la muerte de su padre y la coronación de Pedro como rey, este mandó trasladar los restos de su amada a una tumba en Alcobaça y, según dicen, proclamó que se había casado con ella, exhumó sus restos, la coronó y obligó a los cortesanos a arrodillarse ante ella y besar su mano descompuesta. Eso sí, los detalles escabrosos no están probados históricamente.
Durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas entraron en el monasterio de Alcobaça, saqueando su importante biblioteca, quemando parte de la iglesia y robando objetos valiosos. Al final, en 1834, con la disolución de los monasterios de Portugal, los últimos monjes de Alcobaça abandonaron este lugar.
Qué ver en el monasterio de Alcobaça
Hay varios lugares muy interesantes que descubrir en este monasterio:
– Su iglesia de gran tamaño, con un interior muy luminoso y una decoración sobria, tal y como mandaba la Orden cisterciense. Además, en el crucero verás los sepulcros de Pedro I e Inés de Castro, que están entre las mejores obras de escultura gótica de Portugal.
Aquí puedes pasar un buen rato observando todos sus detalles, como los animales que sostienen las tumbas o los relieves de los laterales.
– El Panteón Real, una sala neogótica de finales del S. XVIII que guarda, entre otras, las tumbas del S. XIII de las reinas Urraca de Castilla y Beatriz de Castilla y de los reyes Alfonso II y Alfonso III.
– La sala de los Reyes, con estatuas de los siglos XVII y XVIII de los monarcas portugueses y con sus paredes decoradas con azulejos del S. XVIII. Estos cuentan la historia del monasterio de Alcobaça.
– El Refectorio, donde comían los monjes mientras uno de ellos leía en voz alta la Biblia desde el púlpito situado en una de sus paredes.
– La sala gótica de la fuente, donde hay una pila de agua del Renacimiento.
– Su claustro, que fue construido por orden de Dionisio I y es uno de los claustros cistercienses medievales más grandes de Europa.
– La cocina, construida a mediados del S. XVIII y revestida de azulejos. Además, tiene una impresionante chimenea. Esta sala estaba conectado con el río Alcoa a través de un canal por el que el agua y el pescado se desviaban hacia ella.
Otros lugares que ver en Alcobaça
– En la extensa plaza que hay frente al monasterio, está la pastelería Alcoa, que, aunque tenga tiendas en otras ciudades portuguesas, es originaria de Alcobaça. Esta prepara dulces conventuales siguiendo la tradición de los monjes cistercienses y, tras probar varios, podemos decirte que están muy buenos.
– Desde esta misma plaza verás las ruinas del castillo de Alcobaça, que están en lo alto de la ciudad, a unos 400 m del monasterio. Según las opiniones, estas no tienen nada de interesante, pero las vistas del monasterio y de la ciudad desde allí son bonitas. Teníamos pensado subir, pero como la fachada del monasterio estaba cubierta por andamios, decidimos ahorrarnos el paseo.
Monasterios de Portugal: Batalha
En Batalha está otro de los grandes monasterios de Portugal, el monasterio dominico de Santa María de la Victoria, que fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.
Información sobre la visita al monasterio de Batalha
– La pequeña localidad de Batalha está a unos 140 km al norte de Lisboa, a unos 200 km al sur de Oporto y a unos 20 km al noreste de Alcobaça.
– Puedes aparcar cerca del monasterio en el parque Santa María da Vitoria. Nosotros no tuvimos ningún problema en encontrar plaza, pues había muchas.
– El monasterio abre del 16 de octubre al 31 de marzo de 9:00 a 18:00 y el resto del año hasta las 18:30, siendo la última visita media hora antes del cierre.
– La entrada normal, a marzo 2025, cuesta 15€ y hay descuentos para estudiantes, personas con discapacidad, desempleados y mayores de 65. Los menores de 12 años entran gratis. Para más información entra en la página web del monasterio.
– Si te está gustando el post, puedes comprar la entrada al monasterio de Batalha desde aquí. De este modo, nos estarás ayudando a seguir creando contenido, ya que tú pagarás lo mismo, pero nosotros nos llevamos una pequeña comisión.
Historia del monasterio de Batalha
Batalla de Aljubarrota
Comenzamos a hablar de su historia en el campo militar de San Jorge, que está a unos 3 km de Batalha, ya que fue aquí, el 14 de agosto de 1385, donde tuvo lugar la batalla de Aljubarrota, que enfrentó a las fuerzas portuguesas e inglesas contra las castellanas y francesas. Al final, los castellanos fueron derrotados y Juan I se proclamó rey del país, poniendo fin a la disputa entre Portugal y el Reino de Castilla y, por lo tanto, consiguiéndose la independencia del reino de Portugal.
Por cierto, puedes visitar el lugar donde tuvo lugar y donde está el centro de interpretación de la batalla de Aljubarrota. Sin embargo, nosotros lo encontramos cerrado y por eso te decimos que, si no vas a entrar en él, la visita tiene poco interés.
El centro abre de martes a domingo de 10:00 a 17:30 y la entrada normal cuesta 9€, aunque hay descuentos para jóvenes, pensionistas y familias.
Fundación, construcción y fin del monasterio
Y ¿por qué hemos comenzado hablando de esta batalla? pues porque fue vital para la construcción de Santa María de la Victoria.
Y es que, en 1386, como agradecimiento a la Virgen por la victoria, el rey Juan I mandó su construcción, convirtiéndose en un símbolo de la soberanía portuguesa.
Para levantarlo se necesitó más de un siglo, desde finales del S. XIV hasta la primera mitad del S. XVI, por lo que trabajaron en él varios arquitectos y abarcó el reinado de siete reyes, que fueron dejando su huella en él. Finalmente, el trabajó terminó cuando el rey decidió poner todos sus medios en otro monasterio de Portugal, el de los Jerónimos en Lisboa.
De este modo, Santa María de la Victoria se convirtió en uno de los mejores ejemplos del gótico en Portugal, con elementos muy destacados del estilo manuelino, que es un estilo arquitectónico típico del país, llamado así porque se desarrolló durante el reinado de Manuel I, es decir, entre 1495 y 1521. Así, es la variedad portuguesa del gótico tardío y se caracteriza por un abundante uso de motivos ornamentales en ventanas, techos, columnas, puertas y otros elementos estructurales. Muchos de estos son de carácter marítimo, haciendo alusión a la era de los descubrimientos portuguesa.
Durante la Guerra de la Independencia, las tropas napoleónicas saquearon e incendiaron el complejo. Al final, con la disolución de los monasterios de Portugal en 1834, fue abandonado y acabó en ruinas, hasta que, a mediados del S. XIX, gracias al rey Fernando II, comenzó su restauración.
Qué ver en el monasterio de Batalha
Hay varios lugares muy interesantes para descubrir en este monasterio:
– Su puerta de entrada, donde verás a Cristo entronizado rodeado por los evangelistas, los apóstoles y unas 80 estatuas divididas en 6 filas, entre las que hay ángeles, profetas y santos.
– La iglesia, cuyo interior es amplio, estrecho y bastante sobrio, pero luminoso, gracias a sus bonitas vidrieras, alguna de las cuales son de la primera mitad del S. XV.
– Capilla del Fundador, que fue construida como panteón real en la primera mitad del S. XV. Aquí destaca la tumba conjunta del fundador del monasterio, el rey Juan I, y de su esposa, Felipa de Lancaster.
– Sala capitular, una gran habitación cubierta por una innovadora bóveda estrellada de ocho puntas sin apoyo central, donde está la tumba del soldado desconocido de la I Guerra Mundial.
– El claustro real de mediados del S. XV, donde puedes ver como se mezcla el estilo gótico y el manuelino.
Las capillas inacabadas del monasterio de Batalha
Una de sus partes más llamativas son las capillas inacabadas, que son un mausoleo octogonal, que, como su nombre indica, nunca fueron terminadas, pues les falta la bóveda.
Estas comenzaron a construirse en 1437, como un segundo panteón real por orden del rey Eduardo de Portugal. Sin embargo, soló él y su esposa, Leonor de Aragón, están enterrados aquí.
A lo largo de los años, su diseño original se vio modificado, hasta convertirse en una obra maestra del estilo manuelino. Aquí podrás pasarte un buen rato admirando su abundante decoración, en donde verás caracoles, ángeles, cuerdas y muchos motivos más típicos de este estilo.
Monasterios de Portugal: Convento de Cristo en Tomar
Y llegamos al último de los monasterios de Portugal de los que te vamos a hablar, el Convento de Cristo en Tomar, que fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.
Información sobre la visita al Convento de Cristo en Tomar
– El Convento de Cristo está en Tomar, a unos 45 km al oeste de Batalha, a unos 140 km al noroeste de Lisboa, a unos 200 km al suroeste de Oporto y a unos 80 km al sur de Coímbra.
– Al pasar una noche en Tomar, aparcamos cerca de nuestro alojamiento en el centro de la ciudad. Sin embargo, hay un parking de pago no muy amplio muy cerca del convento, que está en lo alto de la ciudad. Por otro lado, si no te importa caminar, puedes dejar el coche abajo y subir paseando hasta él. Eso sí, antes de subir, disfruta de la vista del Convento desde la ciudad, que, además, te da una buena idea de su tamaño.
– El monasterio abre de octubre a mayo de 9:00 a 17:30 y el resto del año hasta las 18:30, siendo la última visita una hora antes del cierre.
– La entrada normal, a marzo 2025, cuesta 15€ y hay descuentos para estudiantes, personas con discapacidad, desempleados y mayores de 65. Los menores de 12 años entran gratis. Para más información entra en la página web del Convento de Cristo.
También puedes conocer el monasterio uniéndote a esta excursión desde Lisboa de los caballeros templarios, donde aprenderás sobre esta orden de monjes guerreros.
Historia del Convento de Cristo
Tomar y los Templarios
Su historia está ligada al comienzo del reino de Portugal y a la Orden de los caballeros Templarios, pues, tras la conquista de esta región en 1158, el rey Alfonso Henriquez concedió estas tierras a la Orden.
Así, fue el primer gran maestre de la Orden en Portugal, Gualdim Pais, quien fundó el Convento de Cristo y la ciudad de Tomar en 1160. Este se encuentra enterrado en la iglesia Santa María do Olival, que está a las afueras del casco histórico.
De este modo, el convento fue la sede de los Templarios, que gobernaron esta zona central defendiéndola de los ataques árabes hasta su supresión a principios del S. XIV.
La Orden de Cristo
Fue entonces cuando se instituyó la Orden de Cristo, que tuvo como sede el Convento. Sus miembros apoyaron los descubrimientos en ultramar de Portugal, lo que les aportó grandes riquezas.
En el S. XV, Enrique el Navegante, gobernante de la Orden, mejoró el edificio que comenzó a construir Gualdim Pais. Y, posteriormente, se llevaron a cabo nuevas obras bajo los diferentes mandatos.
Por ello, el Convento de Cristo, que comenzó a construirse en el S. XII y se terminó a finales del S. XVII, mezcla los distintos estilos arquitectónicos de los periodos históricos por los que pasó, como románico, gótico, manuelino y renacentista, así como las distintas funciones que tuvo a lo largo del tiempo. Además, en él trabajaron algunos de los mejores arquitectos del país en aquella época.
Como curiosidad, en 1581, aquí se reunieron las Cortes y se proclamó al rey de España, Felipe II, como Felipe I de Portugal. Este fue el comienzo de la Unión Ibérica, que terminaría en 1640.
Qué ver en el Convento de Cristo
Durante tu visita, descubrirás mucha de sus áreas, alguna de las cuales todavía recuerdan a la Orden de los Templarios. De hecho, una de sus principales características es la iglesia románica redonda del castillo de Tomar, conocida como charola o rotonda, que fue construida por los Templarios en el S. XII como su oratorio privado.
Sin embargo, a mediados del S. XV, fue modificada para convertirse en la capilla mayor de la nueva iglesia. Fue entonces cuando se decoró su interior con pinturas y esculturas, mostrando la gran riqueza de la Orden en aquellos tiempos.
Además, también verás alguna de las obras maestras del estilo manuelino, como la gran ventana que decora la fachada de la Sala Capitular, que muestra símbolos de la Orden de Cristo, del rey Manuel I, cuerdas y motivos vegetales. La cara en su parte inferior puede ser la de su diseñador, Diogo de Arruda.
Por otro lado, pasarás por un gran número de claustros. Y es que el complejo tiene 8 patios, que fueron construidos en los siglos XV y XVI. De entre todos ellos destaca el claustro mayor, que fue construido en estilo renacentista durante el reinado de Juan III.
Asimismo, recorrerás sus murallas y pasearás por sus jardines, haciéndote una idea de cómo era la fortaleza de Tomar, que se levantó en lo alto de una colina en la segunda mitad del S. XII, con su muralla exterior y una ciudadela con torre del homenaje.
Otros lugares que ver en Tomar
En Tomar, aparte de visitar el Convento de Cristo, merece la pena que des una vuelta por las calles estrechas de su casco histórico.
De este modo, llegarás a su plaza principal, donde está la iglesia de San Juan Bautista del S. XV, el ayuntamiento y una estatua del fundador de la ciudad, Gualdim Pais.
Muy cerca, se encuentra una de las sinagogas más antiguas de Portugal, que fue construida en el S. XV y que hoy aloja un museo sobre los judíos. Su entrada es libre y abre de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00. Cierra los lunes.
Por otra parte, en el parque de Mouchau hay una noria romana, y cerca del puente del S. XV está la capilla de Santa Iria, que fue construida en el lugar donde se cree que fue martirizada. Su interior debe de ser bonito, nosotros no logramos verla abierta.
Además, a unos 4 km de la ciudad, está el acueducto de los Pegoes, que fue construido a partir de 1593 por orden del rey Felipe I para abastecer de agua al Convento de Cristo y a las tierras que lo rodeaban. Este medía unos 6 km de longitud y tenía un total de 180 arcos.
¿Vas a viajar a Portugal?
Pues esta información puede resultarte útil. Además, al usar nuestros enlaces nos ayudas a seguir creando contenido 😊
Viaja siempre con seguro: Reserva tu seguro de viaje Iati y ahórrate un 5%
Encuentra los mejores vuelos con Skyscanner
Encuentra las mejores ofertas en alojamiento con Booking
Descubre los mejores billetes de tren o autobús para tu viaje entrando en Trainline
Busca tu coche de alquiler con Rentalcars o Discovercars
Sácale el máximo partido al viaje con las actividades de Civitatis o GetYourGuide
Viaja con datos ilimitados con la eSIM de Holafly y consigue un 5% de descuento

























Cuando estuve. Lisboa y visité el Monasterio de Batalha quedé fascinada. Desde luego que es un viaje más que recomendable. Un abrazo
Que chulada de lugar!! NOs lo apuntamos para cuando estemos por la zona 😉