En una ruta por Portugal que vaya de Lisboa a Oporto puedes descubrir la mágica Sintra, recorrer las calles encaladas de Óbidos, conocer algunas playas famosas en el mundo del surf, visitar monasterios plagados de historias, comprobar la devoción a la Virgen de Fátima, recorrer las salas de la universidad más antigua de Portugal, navegar por los canales de la ría de Aveiro y ver azulejos, muchos azulejos. ¿Nos acompañas?
¿Qué merece más la pena visitar, Lisboa u Oporto?
La verdad es que, tras visitar ambas, no sabríamos contestar esta pregunta. Y es que cada una tiene su propio estilo, las dos tienen mucho ambiente y ambas nos gustaron mucho.
En Octubre de 2020, como no podíamos decidirnos por una u otra, optamos por visitar las dos en una ruta por Portugal de dos semanas.
Así, primero viajamos a Lisboa, donde estuvimos tres días, y luego nos dirigimos por carretera a Oporto, ciudad en la que pasamos otros tres días.
Para encontrar los vuelos que mejor se adaptaban a nuestras fechas y presupuesto utilizamos Skyscanner.
Portugal nos sorprendió por la amabilidad de sus gentes, por su buena gastronomía, por sus bonitas ciudades y por sus azulejos.
Índice
Consejos para organizar una ruta por Portugal
Lisboa Card
Durante nuestra ruta por Portugal, encontramos numerosas atracciones interesantes, siendo la mayoría de ellas de pago.
Por eso, te recomendamos echarle un ojo a la Lisboa Card, una tarjeta que incluye descuentos en un gran número de visitas, no sólo de Lisboa, sino de otros lugares del país, además de transporte gratis en Lisboa, Sintra y Cascais.
Su precio depende del número de días para los que la compres. Nosotros la tuvimos los dos días que pasamos en Lisboa y le sacamos mucho beneficio.
Peajes
Un dato muy importante al realizar una ruta por Portugal en coche es cómo se pagan los peajes.
Así, en este país, hay peajes tradicionales, es decir, coges un ticket al entrar en la autopista y pagas al salir, y peajes electrónicos, en los que una cámara detecta el paso de los coches.
Aquí te dejamos la información sobre las distintas opciones para pagar los peajes electrónicos y este mapa que indica las autopistas que tienen este tipo de peaje.
Nosotros alquilamos un coche en Portugal usando Rentalcars que llevaba ya incorporado el sistema de reconocimiento y la compañía se encargó de cobrarnos los peajes electrónicos por los que pasábamos.
Nuestra ruta por Portugal de dos semanas
Nuestra ruta por Portugal fue la siguiente:
Día 1: Llegada de noche a Lisboa.
Día 2-4: Lisboa
Día 5: Sintra
Día 6: Sintra – Óbidos – Peniche
Día 7: Peniche – Alcobaça – Leiria – Nazaré
Día 8: Nazaré – Batalha – Fátima – Tomar
Día 9: Tomar – Coímbra
Día 10: Coímbra – Aveiro
Día 11: Aveiro – Costa Nova
Día 12: Ovar – Vilanova de Gaia – Oporto
Día 13-15: Oporto
Día 16: Salida desde Oporto
Este fue nuestro primer viaje con una niña pequeña, por lo que la ruta por Portugal que planeamos fue algo más relajada que la de nuestros viajes anteriores.
Además, como ya escribimos en el post sobre Salamanca, parte de nuestra familia vive allí, así que aprovecharon para visitarnos en Aveiro.
Por todo esto, acabamos descartando una serie de lugares, que, creemos, se podrían incluir si se viaja a otro ritmo:
– Visitar alguna de las ciudades del norte, como Viana do Castelo, Braga o Guimaraés. Para ello tendríamos que haber visto Oporto en dos días en vez de en tres.
– Otra de las zonas donde hubo bastante discusión fue en las aldeas de pizarra del centro de Portugal.
La idea era ir a alguna de ellas desde Tomar. Hubiera sido posible si hubiésemos visitado Aveiro, Ovar y Vila Nova de Gaia en menos tiempo.
– La bella ciudad de Évora siempre estuvo en nuestra lista, pero para visitarla teníamos que hacer un gran desvío. Así que decidimos dejarla para otro viaje a la zona del Alentejo.
La romántica ciudad de Sintra, primera parada de nuestra ruta por Portugal
Tras conocer Lisboa durante tres días, alquilamos un coche de alquiler y nos fuimos a Sintra, que está a menos de 30 km de la capital.
Sintra es una excursión muy popular desde Lisboa y no necesitas coche de alquiler para llegar, pues desde la céntrica estación de Rossio salen con mucha frecuencia trenes que llegan en unos 40 minutos a esta bonita ciudad.
De todas formas, te contamos todo lo que necesitas saber para visitarla en qué ver en Sintra, la mejor excursión desde Lisboa.
Sintra tiene numerosas villas y palacios que se pueden visitar. Nosotros comenzamos con el famoso palacio da Pena, que nos gustó tanto por dentro como por fuera.
Además, paseamos por su extenso y exótico parque, donde descubrimos algunos de sus rincones y llegamos al curioso chalet de la condesa de Edla, cuya visita está incluida en la entrada.
Al ser un lugar muy visitado, te recomendamos ir entre semana y llegar pronto por la mañana o en las últimas visitas del día, pues suelen ser los momentos en los que hay menos gente.
Aquí te dejamos la información actual sobre la visita. También puedes comprar las entradas al palacio da Pena desde aquí. Aunque, si las compras desde la página oficial con al menos tres días de antelación, te harán un 15% de descuento.
Tras conocer el palacio da Pena, fuimos caminando al castelo dos Mouros, que fue una visita que nos gustó más de lo que esperábamos y desde donde disfrutamos de una maravillosa vista de los alrededores.
Esta es la información sobre la visita y también puedes comprar aquí las entradas al castelo dos Mouros. Aunque, igual que antes, si eres previsor y reservas tu entrada en la página oficial con, al menos tres días de antelación, obtendrás un 15% de descuento.
De aquí nos dirigimos a la Quinta da Regaleira, una villa muy famosa en el centro de Sintra.
En este caso, quizás por nuestras altas expectativas, la visita nos decepcionó un poco.
Si quieres adentrarte en estos jardines y descubrir todos sus secretos, puedes reservar una visita guiada a la Quinta da Regaleira y a Sintra.
Información actual sobre la visita a la Quinta da Regaleira.
Tras esta visita, barajamos acercarnos al Cabo da Roca, pero el día había sido largo y estábamos cansados.
Al día siguiente, visitamos el Palacio Nacional de Sintra, en cuyo exterior destacan dos grandes chimeneas cónicas.
Durante la visita, pasamos por bellas habitaciones que tenían las paredes recubiertas de azulejos y los techos pintados. Aunque la habitación que más nos sorprendió fue la sala de los Escudos, con su increíble artesonado de madera decorado con blasones.
A nosotros la visita de esta palacio nos encantó y la recomendamos totalmente.
Información sobre la visita. También puedes comprar aquí las entradas al Palacio Nacional de Sintra.
Además, tuvimos tiempo de pasear por Sintra para conocer algunos de sus rincones, como la fuente morisca y su bello ayuntamiento.
Y, por supuesto, fuimos a probar las queijadas y los travesseiros a la fábrica Sapa, que está cerca del ayuntamiento.
Segunda parada, la villa medieval de Óbidos
La siguiente parada de nuestra ruta por Portugal fue esta bonita villa medieval, uno de los lugares que más nos sorprendió de la ruta. Y es que Óbidos, con sus casas encaladas, sus calles empedradas y su muralla rodeándola, nos encantó.
Al llegar, aparcamos fuera de las murallas, junto al acueducto del S. XVI.
No hay mejor manera que empezar a conocer esta ciudad, que entrando por la Porta da Vila, cuyo interior, decorado con azulejos del S. XVIII, no te va a dejar indiferente.
Una vez dentro de las murallas, visitamos la iglesia de Santa María y el imponente castillo de Óbidos, que domina el pueblo y que actualmente alberga la pousada do castelo.
Desde su patio, tuvimos buenas vistas de los alrededores, del propio castillo y de las murallas, así como del santuario do Senhor da Pedra, donde se venera un crucifijo de piedra de los primeros cristianos y que está a unos 2 kilómetros del centro. Nosotros nos acercamos a él después de conocer Óbidos.
Además, puedes recorrer su muralla, que mide alrededor de 1,5 kilómetros de longitud. Sin embargo, que sepas que no tiene barra de protección, por lo que no lo recomendamos hacer con niños.
En una de las muchas tiendas de la calle principal, la Rua Direita, probamos el típico licor de guindas de Óbidos, la ginjinha, que te la sirven en pequeños barquillos con forma de taza y recubiertos de chocolate. Nosotros pagamos 2,5€.
Tras esto, nos dedicamos a callejear por Óbidos, descubriendo bellos rincones, plazas, callejones, casas encaladas decoradas con flores, iglesias y sus curiosas librerías, como la que se encuentra en la iglesia de Santiago o la del mercado biológico.
Aprovechamos para comer en el restaurante Alcaide, uno de los muchos locales que hay en el centro de Óbidos y, antes de irnos, subimos a las murallas por la Porta da Vila, para disfrutar de una bonita perspectiva de la ciudad.
Si quieres conocer esta villa de la mano de un guía, puedes unirte a un free tour por Óbidos.
Nosotros te contamos mucho más sobre ella en qué ver en Óbidos, la ciudad de las Reinas.
A esta localidad puedes llegar con una excursión desde Lisboa a Óbidos por libre o combinarla con la visita a otras ciudades cercanas, como esta excursión desde Lisboa a Óbidos y Nazaré.
Tercera parada de nuestra ruta por Portugal: la península de Peniche
Nuestro siguiente destino de nuestra ruta por Portugal fue Peniche, una ciudad costera a unos 30 km de Óbidos.
Esta localidad se encuentra en la península de Peniche, que antiguamente era una isla, pero la sedimentación hizo que, durante la Edad Media, este trozo de tierra se uniera al continente.
En ella podrás disfrutar de playas de arena blanca y de lugares perfectos para contemplar las bellas vistas de la costa.
El primer punto al que nos dirigimos fue el Cabo Carvoeiro, que es la parte más occidental de Portugal al norte de Cabo de Roca.
Aquí está el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, cuyo interior está bellamente decorado con azulejos del S. XVII. Además, en este pequeño templo se venera la imagen de Nuestra Señora que, según la leyenda, fue encontrada en el S. XII oculta en una cueva.
Muy cerca, está el mirador de la Cruz de los Remedios.
Y aquí nos quedamos a ver atardecer cerca del faro de Cabo Carvoeiro, con el océano al fondo, los acantilados fuertemente erosionados y los campos de lapiaz, que son superficies donde las rocas de formas irregulares están separadas por multitud de surcos.
Desde aquí alcanzamos a ver el pequeño archipiélago de las islas Berlenga, que se encuentra a unos 10 km de Peniche y fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unseco.
La más grande de estos tres islotes es Berlenga Grande, la única habitada y la única que puedes visitar en barco. Allí descubrirás las grutas marinas que rodean la isla.
Una opción para llegar a ella es con esta excursión a las islas Berlenga y sus cuevas o bien, tomando este ferry a Berlenga Grande.
Del mismo modo, puedes hacer snorkel en Berlenga Grande e incluso el bautismo de buceo.
Nosotros terminamos nuestro primer día en Peniche cenando pescado y marisco en el restaurante entre amigos, en el centro de la ciudad. Muy recomendable.
Al día siguiente, visitamos el centro de Peniche, donde destaca, sin lugar a dudas, su fuerte, que fue construida en el S. XVI para proteger el puerto, aunque ha sufrido posteriores renovaciones y reconstrucciones.
Durante la dictadura de Salazar fue usada como prisión y, actualmente, alberga el museo de la Resistencia y la Libertad.
No paseamos mucho más por el centro de Peniche, pues no nos llamó la atención, y la iglesia de la Misericordia, cuyo interior habíamos leído que merece la pena, la encontramos cerrada. Así que nos fuimos a descubrir otras partes de la península, que está llena de idílicas playas.
Así, la playa de los Supertubos es una de las capitales del surf de Europa, pues tiene una de las mejores olas. De hecho, aquí se celebra cada año una prueba del campeonato del mundo.
Por supuesto, nosotros no la vimos, pues no era temporada. Aun así, pasamos un rato muy agradable en esta playa de arena blanca.
También fuimos a Ilhéu de Papoa, una brecha volcánica con curiosas formaciones rocosas y bonitas vistas, y terminamos en playa Baleal Norte, de arena blanca y famosa para practicar surf.
Si quieres aprender este deporte, Peniche puede ser un buen lugar para ello. Además, se ofertan cursos de surf.
Cuarta parada: Alcobaça y su impresionante monasterio
A 60 km de Peniche se encuentra el monasterio de Santa María de Alcobaça, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1989.
Te contamos mucho más sobre él en monasterios Unesco de Portugal: Alcobaca, Batalha y Tomar.
Al llegar, aparcamos justo al lado del monasterio, en el aparcamiento que hay en uno de los laterales de la plaza. Pagamos 2 €.
Durante su visita, pudimos entrar en su iglesia, donde nos impresionó su sobriedad y su gran tamaño. Además, vimos los maravillosos sepulcros góticos del rey Pedro y su amante Inés de Castro, cuya historia de amor es muy interesante.
Asimismo, paseamos por su claustro y entramos en la cocina, donde destaca su gran chimenea del S. XVIII.
Lo único de lo que no pudimos disfrutar fue de su fachada principal, pues estaba cubierta por andamios, lo que le quitó belleza a la gran plaza que se extiende frente al monasterio.
En esta página puedes chequear la información actual sobre la visita. Además, que sepas que su entrada está incluida en la Lisboa Card.
Tras la visita, entramos en la pastelería Alcoa, que es originaria de esta ciudad y elabora dulces conventuales siguiendo la tradición de los monjes cistercienses. No pudimos resistirnos y probamos varios de ellos. Todos estaban buenísimos.
Quinta parada de nuestra ruta por Portugal: el castillo medieval de Leiria
EL siguiente objetivo de nuestra ruta por Portugal fue la ciudad de Leiria, que está a unos 30 km de Alcobaça.
Esta fue una parada bastante rápida, pues su mayor reclamo es su impresionante castillo medieval, que estaba cerrado por obras de restauración, las cuales ya han acabado.
De hecho, si no vas a visitarlo, creemos que no merece la pena incluir Leiria en tu ruta por Portugal.
La ciudad fue conquistada en el S. XII por el I rey de Portugal, Alfonso Henriquez, y, bajo los diferentes reinados, el castillo fue reforzado y modificado. Así, fue fortaleza militar y, en el S. XIV, residencia real del rey Dionisio y su mujer, la reina Isabel. En el S. XIII, este fue el lugar donde se reunieron las primeras cortes.
Al llegar, aparcamos en el parking de pago que estaba en el recinto de la catedral. Nos costó 1,8€.
Por eso, lo primero que hicimos fue entrar en este templo, que fue construido en el S. XVI, pero que tuvo que ser restaurado tras el terremoto de 1755.
Desde aquí, puedes iniciar la subida al castillo por un paseo que no se hace largo y por el que pasas por la iglesia de San Pedro del S. XII, de la que sólo se conserva su pórtico románico.
Otra opción para llegar al castillo es tomar el ascensor gratuito que hay junto a la catedral.
Nosotros centramos nuestra visita en pasear por las estrechas calles que hay alrededor de la plaza Francisco Rodríguez Lobos, donde encontramos murales, bellas fachadas y un aire de cierto abandono. Aunque el rincón que más nos gustó fue el de la bonita casa de los pintores.
Puedes conocer mejor esta ciudad, participando en una visita guiada por Leiria.
Sexta parada: Nazaré, donde se juntan religión y surf
La siguiente parada en nuestra ruta por Portugal fue Nazaré, un antiguo pueblo de pescadores con playas de arena blanca y con la ola más grande que se ha surfeado. Está situada en la costa y se encuentra a unos 35 km de Leiria.
Su nombre viene, según la leyenda, de una imagen de madera de la Virgen que llegó desde la ciudad española de Mérida en el S. VIII, que, a su vez, había llegado a España desde Nazareth en el S. IV.
En esta localidad hay que diferenciar entra la parte baja, Praia, y la alta, que está sobre el acantilado, el Sítio. A este puedes llegar en coche o en un funicular que hay en la parte baja.
Es en la parte baja donde estaba el antiguo pueblo de pescadores, donde ahora puedes caminar por el paseo marítimo y disfrutar de su extensa playa.
Por su parte, en el Sítio hay buenos miradores con vistas espectaculares a la ciudad, a los acantilados y a las playas, así como el Santuario barroco de Nuestra Señora de Nazaré, la ermita de la Memoria y el fuerte de San Miguel Arcangel, donde hay un pequeño museo sobre la ola surfeada más grande del mundo.
La ermita de la Memoria fue la primera iglesia del Sítio, que fue erigida para conmemorar que la Virgen salvó a un caballero de caer por el acantilado mientras estaba cazando ciervos a finales del S. XII. De hecho, se construyó sobre la gruta donde se veneraba la imagen.
En el S. XIV, el rey Fernando I visitó la ermita y mandó construir una iglesia de mayor tamaño, el Santuario de Nuestra Señora de Nazaré, que fue modificado a lo largo de los siglos XVII y XVIII. El interior, donde está la imagen milagrosa, se encuentra decorado con bonitos azulejos holandeses del S. XVIII.
En la plaza donde están ambos templos, además de un gran número de gaviotas, verás varias vendedoras con el traje típico de la zona, que está formado por siete faldas.
A través de un camino con vistas a la playa Norte, donde se forma la famosa ola, llegamos al fuerte de San Miguel Arcangel, que se construyó en el S. XV para defender Nazaré de la piratería. Este fue mejorado con los años y, a principios del S. XX, se le añadió el faro.
Puedes visitar el fuerte para disfrutar de las espectaculares vistas y para ver el pequeño museo donde se explica el porqué del tamaño de las olas. Y es que algunas de las que se han surfeado han llegado a alcanzar los 26 metros.
Aquí aprendimos que bajo el agua se encuentra el Cañón de Nazaré, que es el desfiladero submarino más grande de toda Europa. Su gran profundidad y cercanía a la costa causan el tamaño de las olas, lo que ha convertido a la ciudad en un gran destino para los amantes del surf. De hecho, durante la temporada, aquí se reúne mucha gente para ver desde el faro la formación de las olas.
Durante el paseo, vimos la estatua de 6 m de altura del surfero de Nazaré, que combina la leyenda de la Virgen con la historia moderna de la ciudad, pues representa a una persona con tabla de surf y cabeza de ciervo, en alusión al animal que, saltando por el precipicio, casi acaba con la vida del caballero.
Por supuesto, en esta ciudad hay una gran oferta para practicar deportes acuáticos:
Sin embargo, si no te van los deportes acuáticos, siempre puedes hacer una visita guiada por Nazaré o hacer un tour con bici eléctrica las playas de Nazaré.
Séptima parada de nuestra ruta por Portugal, el monasterio de Batalha
En Batalha, a unos 30 km de Nazaré, se encuentra otro de los grandes monasterios de Portugal, incluidos en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.
Unos 3 kilómetros antes de llegar a Batalha, paramos en el campo militar de San Jorge, donde tuvo lugar la batalla de Aljubarrota en 1385, una disputa importante para la historia de Portugal, pues supuso la consolidación de Juan I como rey de Portugal y el fin de la disputa entre Portugal y el Reino de Castilla.
Nosotros encontramos el centro de interpretación cerrado, por lo que nos dedicamos brevemente a pasear por los alrededores. Bajo nuestra opinión, si no entras en el centro, la visita tiene poco interés.
Esta victoria portuguesa fue también la razón para la construcción del monasterio dominico de Santa María de la Victoria, un gran ejemplo del gótico portugués cuya construcción duró más de un siglo.
Una de las partes más llamativas del monasterio son sus capillas inacabadas, un mausoleo octogonal, que, como su nombre indica, nunca fue terminado.
Dentro del monasterio están enterrados varios reyes de Portugal, entre ellos el vencedor de la batalla de Aljubarrota, Juan I.
En esta página encontrarás la información actualizada sobre su visita.
Si tienes la Lisboa Card, te saldrá gratis visitarlo y también puedes comprar la entrada al monasterio de Batalha desde esta página.
Octava parada: Fátima, uno de los lugares de peregrinación más famosos del mundo
Nuestra siguiente parada en nuestra ruta por Portugal fue Fátima, que está a unos 25 km de Batalha y es mundialmente conocida por las apariciones de la Virgen a tres pastorcillos en 1917.
Estos eran Lucía y sus dos primos, Jacinto y Francisca, a los que se les apareció la Virgen varias veces entre el 13 de mayo y el 13 de octubre, esta última vez los niños estaban acompañados por 70.000 peregrinos y ocurrió el milagro del sol.
Durante las apariciones, la Virgen les hizo un llamamiento a la Oración y les reveló el Secreto de Fátima, que estaba formado por tres visiones, una del infierno, otra de una guerra peor que la I Guerra Mundial y la tercera, desvelada en el año 2000 por Juan Pablo II, el asesinato de un Papa.
Por todo ello, el Santuario de Fátima es un importante lugar de peregrinación y un sitio que, aunque no seas creyente, impacta.
Impacta por el número de peregrinos que atrae, por su gran devoción y por el tamaño de la plaza frente a la basílica, que es el doble de grande que la de San Pedro en el Vaticano. Y fue aquí donde mejor comprobamos los efectos de la Pandemia, pues la explanada estaba completamente vacía.
La visita a Fátima se centra en la zona que rodea la basílica neobarroca de Nuestra Señora del Rosario, que fue construida en 1928 y es el lugar donde están las tumbas de los tres pastorcillos.
Por otro lado, la imagen de la Virgen de Fátima se venera en la Capilla de las Apariciones, que marca el lugar donde la Virgen se les apareció a los tres niños, y está situada en la explanada. Esta imagen lleva, en su corona, la bala que dispararon a Juan Pablo II en 1981.
Además, a un kilómetro y medio, está la zona de Aljustrel, donde vivían los pastorcitos y donde puedes ver sus casas de piedra. Hasta aquí puedes llegar en coche o en un tren que sale del centro de Fátima y que recorre los lugares de interés.
Los alrededores de la basílica están preparados para acoger a un gran número de peregrinos y hay multitud de tiendas de recuerdos y restaurantes, aunque muchos de ellos no tenían muy buena pinta. Eso sí, los golosos pueden comprar unos merengues que están muy ricos.
Para conocer mejor la historia de está ciudad, puedes reservar un free tour por el Santuario de Fátima o bien un tour por la ciudad.
Además, puedes hacer un tour por los alrededores de Fátima, que incluye el pequeño pueblo medieval de Ourem con su castillo de origen árabe.
A Fátima puedes llegar en coche, en autobús o con una excursión organizada. Por ejemplo, uniéndote a este tour de medio día desde Lisboa o en un tour de día completo.
Y si quieres participar en la procesión de las velas, puedes unirte a esta excursión nocturna a Fátima desde Lisboa. Aunque en esta ruta por Portugal sólo pasamos unas horas en Fátima, en un viaje anterior si que participamos en esta procesión.
También puedes llegar hasta aquí con esta excursión a Fátima y Aljustrel desde Coímbra.
Novena parada de nuestra ruta por Portugal: el convento de Cristo en Tomar
A 30 km de Fátima está Tomar, donde puedes visitar otro gran monasterio del centro de Portugal, el Convento de Cristo, que fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.
Te damos mucha más información sobre él en monasterios Unesco de Portugal.
Fundado por los Caballeros Templarios en 1160, en él verás una mezcla de estilos arquitectónicos como románico, gótico, manuelino y renacentista.
Su mayor característica es la iglesia redonda románica, conocida como charola o rotonda, construida por los Templarios en el S. XII. Asimismo, aquí verás algunas de las obras maestras del estilo manuelino, como la ventana de la sala capitular, que está profusamente decorada.
Además de visitar el interior del edificio, podrás recorrer sus murallas y pasear por sus jardines.
En esta página podrás chequear la información actual sobre la visita, que te saldrá gratis si tienes la Lisboa Card.
Ciudad de Tomar
Desde la parte baja de la ciudad, hay buenas vistas del Convento, las cuales te dan una buena idea del tamaño del complejo.
Antes de irnos, paseamos por las calles estrechas de su casco histórico, visitamos su plaza principal, donde está la iglesia de San Juan Bautista y el ayuntamiento, y entramos en la sinagoga, que fue construida en el S. XV.
También dimos un agradable paseo por el parque de Mouchau, donde vimos una noria romana, y nos acercamos a la cercana Capilla de Santa Iria, que encontramos cerrada.
A unos 4 kilómetros del centro, paramos en el acueducto de los Pegoes, que fue construido a finales del S. XVI y llevaba agua al Convento de Cristo.
Puedes conocer Tomar uniéndote a esta excursión desde Lisboa de los caballeros templarios.
Décima parada: Coímbra y la universidad más antigua de Portugal
El siguiente objetivo de nuestra ruta por Portugal fue esta ciudad universitaria que se encuentra a unos 80 km de Tomar. Nosotros la visitamos en un día, pasando una noche en ella.
Coímbra es la cuarta ciudad más grande Portugal por detrás de las áreas metropolitanas de Lisboa y de Oporto y de la ciudad de Braga y fue incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 2013.
La ciudad está dividida en parte Baja, donde antiguamente vivían los artesanos, y en zona Alta, donde vivían los aristócratas, clérigos y más tarde, los estudiantes. Además, está atravesada por el río Mondego.
Una manera de descubrir los encantos de esta bella ciudad, es unirse a un free tour por Coímbra.
Nosotros comenzamos nuestra visita comiendo en el restaurante de la Quinta das Lágrimas, un hotel de 5 estrellas con spa y campo de golf. Como hacía buen tiempo, nos sentamos en la terraza.
Este lugar es famoso por sus magníficos jardines de ambiente romántico, que son considerados el lugar del romance entre Pedro I y su amante Inés de Castro. Dicen que el fantasma de ella sigue vagando por ellos. Nosotros no lo vimos, pero los jardines nos parecieron preciosos.
De allí, nos fuimos a las ruinas del monasterio de Santa Clara la Vieja, que está a orillas del rio Mondego. Como estaban cerrados, nos conformamos con ver su exterior.
Su historia está ligada a la reina de Portugal Santa Isabel de Aragón, que fue enterrada aquí, pero, tras su abandono, se trasladó su tumba al cercano monasterio de Santa Clara la Nueva.
Junto a él hay un mirador desde donde disfrutamos de una bonita perspectiva de Coímbra.
Una vez cruzamos el río, nos dirigimos a la parte con más ambiente y encanto de la ciudad, el casco antiguo, con sus calles estrechas y empinadas.
Como la catedral nueva seguía abierta, decidimos ir hasta allí por las empinadísimas escaleras del Quinchorro.
Tras la visita, paseamos por la zona de la universidad, donde vimos alguna república. Y, callejeando, llegamos a la zona del arco de Almedina, que formaba parte de la fortificación medieval de la ciudad.
Aquí nos tomamos unas cañas en el bar medina y probamos el chorizo grelhado, que te lo sirven todavía al fuego. Además de gustarnos, pasamos un buen rato mientras esperábamos a apagarlo. Para unas cañas estuvo bien, pero para comer elegiríamos otros lugares.
Si quieres saber los mejores lugares de la ciudad para saborear sus platos típicos, puedes realizar este tour gastronómico por Coímbra.
Al día siguiente, desayunamos en la calle Ferreira Borges, que está llena de cafeterías, tiendas y pastelerías. Nosotros elegimos la Briosa, que tenía una gran variedad de dulces.
Nuestra primera visita fue el monasterio de la Santa Cruz, que está ligado al santo portugués más famoso, San Antonio.
Su visita nos gustó mucho, tanto los sepulcros reales como el coro tallado en madera, así como la sacristía y el claustro del Silencio.
Justo al lado, vimos la elegante cafetería de la Santa Cruz, situado en un edifico que antiguamente pertenecía a la iglesia.
Y por fin hicimos una de las visitas obligadas de la ciudad, la universidad.
Así, visitamos los edificios del palacio de Escuelas y exploramos el museo de ciencias, una visita curiosa pero algo anticuada. Sin embargo, no pudimos subir a la torre de la Universidad al estar cerrada.
También entramos en la biblioteca barroca Joanina, que está considerada una de las más ricas de Europa, y vimos la prisión de la Universidad. Asimismo, visitamos la capilla de San Miguel, cuyo interior es muy bonito.
Tanto la librería, como las salas del palacio y la capilla nos encantaron, pero no consideramos el museo de Ciencias una visita imprescindible. Hemos leído que en 2022 han abierto la Cabina de las curiosidades, igual ahora es mejor.
Según los intereses de cada uno, hay distintas entradas que combina varias de estas áreas. Te dejamos aquí la información sobre la visita.
Otra manera de conocer esta institución es uniéndote a una visita guiada por Coímbra y su universidad.
Nosotros aprovechamos para comer por la zona en O Burrito, un restaurante vegano que estuvo genial.
Y pusimos fin a nuestra visita a Coímbra entrando en la Catedral Vieja, de estilo románico y con un aspecto parecido a una fortaleza.
Durante el día, vimos varios estudiantes llevando el típico traje académico.
Te contamos mucho más sobre esta bonita ciudad en qué ver en Coímbra.
Penúltima parada de nuestra ruta por Portugal: Aveiro y sus moliceiros
Aveiro está a unos 60 km de Coímbra y, gracias a sus canales, es conocida como la Venecia de Portugal.
Una manera perfecta de conocer esta ciudad, es participar en un free tour por Aveiro.
Nosotros le dedicamos un día y nos dio tiempo a conocer sus lugares principales y a disfrutar de su gastronomía.
Así, comimos muy bien en el mercado do peixe y en O telheiro y probamos su dulce típico, los ovos moles, hechos con yema de huevo.
Aunque este no es el único producto de la ciudad. Si quieres conocer todas sus delicias, puedes unirte a una degustación de productos regionales en Aveiro.
También paseamos por su antiguo barrio de pescadores y descubrimos su casco antiguo, con bastantes edificios en estilo art nouveau.
Además, recorrimos sus canales en un moliceiro y, durante el trayecto, nuestro guía nos fue contando historias sobre la ciudad. Acabamos muy satisfechos. Este fue nuestro paseo en moliceiro por Aveiro.
Finalmente, entramos en la iglesia de la Misericordia, con su preciosa fachada de azulejos, en la Catedral de Santo Domingo y en el museo de Aveiro, que está muy ligado a la historia de Santa Juana, hija del rey Alfonso V.
Después de comer, fuimos la playa de Costa Nova, famosa gracias a sus casas de colores.
Nosotros recorrimos su paseo marítimo, disfrutamos de sus bonitas casas, nos tomamos un rico pastel de nata en una de sus cafeterías y acabamos el día viendo atardecer en el faro de Aveiro en la playa da Barra.
Otra opción para conocer esta zona es unirte a un free tour por Costa Nova.
Por otra parte, siempre puedes llegar a Aveiro con alguna visita guiada desde diferentes ciudades de Portugal:
Oporto: excursión a Aveiro y Costa Nova
Coímbra: excursión a Aveiro y Costa Nova
Y para saber si te interesa visitar esta ciudad, échale un ojo a qué hacer en Aveiro, donde te contamos mucho más sobre ella.
Última parada de nuestra ruta por Portugal: iglesias de Ovar y Vilanova de Gaia
De Aveiro a Oporto hay unos 75 kilómetros y en este tramo hay varias iglesias muy interesantes.
Dos de ellas están en Ovar y destacan por sus fachadas cubiertas por azulejos. La tercera, la de Vilanova de Gaia, se encuentra sobre una roca junto al mar.
La primera que visitamos fue la iglesia matriz de Santa María de Valega, que está a unos 35 km de Aveiro.
Al llegar, enseguida nos sorprendió su colorida fachada de azulejos, pero como estaba cerrada, no pudimos entrar. Por las fotos que hemos visto, tiene un bonito techo de madera.
La segunda iglesia está en Cortegaça, a unos 7 kilómetros de la anterior, y fue construida a principios del S. XX. Su fachada está recubierta por azulejos azules y blancos.
La última se encuentra a unos 20 km, en la playa del Senhor da Pedra y fue construida en el S. XVIII.
Y de aquí nos dirigimos a Oporto, la cual descubrimos en nuestros últimos días de viaje y donde pusimos punto final a nuestra ruta por Portugal.
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Muy buena ruta, y la verdad es que en dos semanas podemos apreciar lo que visitamos en ese viaje.
Muchas gracias por compartir estos lugares.
Gracias! disfrutamos mucho de esta ruta 🙂
¡Impresionante ruta! No os dejáis nada, ¿eh? 😉 Preciosas fotos… Qué recuerdos de nuestra estancia en Portugal… ¡Ya tengo ganas de leer sobre Lisboa y Oporto! 😊
Pues nos dejamos un montón de cosas, no te creas!!!