En Potsdam descubrirás extensos parques creados por los monarcas prusianos alrededor de sus bellos palacios. Además, pasearás por calles por las que ya caminaron personajes como Voltaire, Bach, Napoleón o Einstein, que descubrieron la belleza de una ciudad, que, en el s. XX, vio como los líderes de las potencias victoriosas de la Guerra decidían el nuevo orden de Europa. ¿Nos acompañas a descubrir qué ver en Potsdam?
Visitar Potsdam es siempre una gran idea, ya sea como una excursión desde Berlín o como una escapada de fin de semana.
Y es que la antigua residencia de los reyes prusianos tiene muchos lugares interesantes, siendo los más conocidos sus numerosos parques y palacios, que, en 1990, fueron incluidos en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
Ahora vamos a contarte qué ver en Potsdam para que le saques el máximo partido a tu visita, pero en cómo ir a Potsdam te explicamos cómo llegar y qué entrada es la mejor para visitar sus palacios.
Índice
Historia de Potsdam
Antes de comenzar con qué ver en Potsdam, déjanos que te demos unas pinceladas sobre su interesante historia:
– Su primera mención escrita data del año 993, cuando era conocida como Poztupimi y una tribu eslava había construido un castillo en el S. VII para dominar el cruce en el río Havel.
– En 1317, es mencionada por primera vez como ciudad. Se llamaba Postamp y era una pequeña ciudad comercial sin mucha importancia que, desde 1416, estuvo en posesión de la poderosa familia Hohenzollern.
Potsdam como residencia de monarcas prusianos: Federico el Grande
– La ciudad tuvo que esperar hasta mediados del s. XVII para ganar en importancia. Fue entonces cuando Federico Guillermo, conocido como el Gran Elector, eligió Potsdam como su segunda Residencia junto a Berlín. Comenzó entonces una época de gran desarrollo.
– Más tarde, Federico Guillermo I la convirtió en una ciudad de guarnición con el traslado de la guardia personal del rey.
– Y llegó Federico el Grande, a quien Potsdam debe su magnífico aspecto. Así, mandó remodelar las calles y las fachadas y construir nuevos edificios, siendo el más conocido de todos el palacio Sanssouci. Además, como monarca ilustrado que era, promovió la ciencia y el arte, e invitó al filósofo Voltaire, que vivió aquí tres años como chambelán. La ciudad era entonces el centro cultural de Prusia junto a Berlín.
Este monarca murió el 17 de agosto de 1786 en Sanssouci y quiso ser enterrado en la terraza superior del palacio, pero sus restos acabaron en la iglesia de la Guarnición junto a su padre. Tuvo que esperar a 1991 para volver a su amado palacio. La tumba, una simple lápida en el suelo, suele estar decorada con patatas, porque, según dicen, fue él quien introdujo en Prusia este tubérculo tan querido por los alemanes, aunque, según los historiadores, no fue así.
– En 1806, Potsdam fue ocupada por las tropas de Napoleón Bonaparte, quien visitó la tumba de Federico el Grande y, según cuentan, dijo: «Si él hubiera estado vivo, yo no estaría aquí».
Potsdam y la II Guerra Mundial
– El papel de Potsdam como ciudad residencial, terminó en 1918. Posteriormente, durante la II Guerra Mundial, un ataque aéreo en abril de 1945 destruyó gran parte del centro de la ciudad. Además, los combates de los últimos días la dañaron aún más.
– La ciudad ganó fama mundial gracias a la Conferencia de Potsdam, que tuvo lugar del 17 de julio al 2 de agosto de 1945 en el palacio Cecilienhof. Fue entonces cuando los líderes de las potencias victoriosas, firmaron el Acuerdo de Potsdam, que trataba sobre la futura política de Alemania.
– Y llegó la hora de volver a levantar la ciudad. Potsdam formaba parte de Alemania del Este y el gobierno de la RDA prefirió, en muchos casos, demoler los edificios de la época prusiana que reconstruirlos. En su lugar, construyeron otros basados en el modelo socialista.
– En 1961, se levantó el Muro de Berlín y Potsdam perdió su conexión directa con Berlín Occidental. Por aquella época, el puente Glienicke, que formaba parte de la frontera entre Oriente y Occidente, fue utilizado para el intercambio de espías durante la Guerra Fría.
– Tras la Reunificación, volvió a restablecerse el estado de Brandeburgo y Potsdam se convirtió en su capital. Desde entonces, su centro histórico ha vuelto a cambiar, ya que se decidió devolver a la ciudad parte del aspecto que tenía antes de la Guerra. Además, se ha convertido en un centro científico del país, con Universidad y muchos institutos de investigación.
Qué ver en Potsdam
Potsdam tiene muchos lugares de interés repartidos en distintas zonas y una buena manera de empezar a conocerla es unirte a este free tour por Potsdam, donde te mostrarán algunos de sus sitios más importantes.
Por otra parte, si no tienes mucho tiempo, puedes subir al autobús turístico que recorre los distintos lugares que ver en Potsdam. Asimismo, es posible conocerla desde el agua, ya que se organizan tours en barco.
Qué ver en Potsdam centro
Alter Markt o mercado antiguo, uno de los lugares que ver en Potsdam
Como es probable que llegues a Potsdam en tren desde Berlín, lo primero que verás será su estación principal, que está muy cerca del casco histórico.
Así, tu primera visita puede ser el Alter Markt, donde están muchos de los edificios más importantes que ver en Potsdam.
Historia del Alter Markt
Esta plaza ha sufrido grandes cambios a lo largo de su historia y la mayoría de sus edificios actuales son del s. XXI, aunque mantienen su aspecto de antes de 1945.
Así, su imagen actual proviene, principalmente, del reinado de Federico el Grande, que mandó rediseñar el antiguo mercado como una plaza romana. Sin embargo, la mayoría de sus edificios quedaron gravemente dañados durante la II Guerra Mundial y muchas de sus ruinas fueron voladas bajo el gobierno de la RDA, que quería crear un nuevo centro urbano socialista. Finalmente, en el s. XXI, se comenzó a reconstruir basándose en modelos históricos.
Qué ver en el Alter Markt
Palacio de la Ciudad
Este palacio fue, desde 1670, la residencia de los electores de Brandeburgo, que, con el tiempo, llegarían a ser los reyes de Prusia. Sin embargo, sus orígenes se remontan a una fortaleza mencionada por primera vez en el año 993
De este modo, cuando el Gran Elector eligió Potsdam como su segunda residencia, el castillo se reconstruyó en estilo barroco y bajo Federico el Grande recibió una nueva imagen en el estilo conocido como rococó de Federico. Sin embargo, salió mal parado de la Guerra y, tras muchas discusiones, fue demolido. En su lugar, se levantó un teatro, que, tras la Reunificación, fue demolido. Y es que iba comenzar la remodelación del casco antiguo en base a modelos históricos.
Así, en 2001, se reconstruyó una parte del palacio, el Portal de la Fortuna y, tras muchos debates, el palacio volvió a levantarse entre 2010 y 2013. Desde entonces, es la sede del parlamento estatal de Brandeburgo. Eso sí, su interior es moderno.
Tilo de petición
Por otro lado, en la esquina sur del palacio, en la calle Humboldt, está el tilo de petición, que era donde la gente dejaba sus súplicas a los reyes, especialmente en tiempos de Federico el Grande. El actual fue plantado en 1993, ya que el original tuvo que ser retirado en 1949.
Antiguo ayuntamiento
Construido en la década de 1750 por orden de Federico el Grande, se usó como tal hasta 1945. Después, tras los daños de la Guerra, fue reconstruido y hoy alberga el Museo de Potsdam, que trata sobre la cultura y la historia de la ciudad.
Este ocupa también las casas adyacentes, la estrecha Windelbandsche y la Knobelsdorff, que lleva el nombre del arquitecto de Federico el Grande. Ambas fueron destruidas durante la Guerra, pero sólo la segunda se reconstruyó fiel al origina
Iglesia Evangélica de San Nicolás
Este edificio de estilo clásico es el que más destaca de la plaza gracias a su cúpula, a la cual puedes subir para admirar las vistas de los alrededores.
Construida en la década de 1830 según los planos de Karl Friedrich Schinkel, tuvo que ser reconstruida tras la Guerra y fue consagrada en 1981.
Museo Barberini
Este museo se encuentra en el palacio Barberini, cuyo modelo es su palacio homónimo en Roma. Aunque fue construido en la década de 1770, el actual es del s. XXI, ya que tras la Guerra, sus ruinas fueron retiradas. Sin embargo, gracias a Hasso Plattner, uno de los fundadores de SAP, volvió a reconstruirse para albergar un museo de artet. Además de interesantes exposiciones temporales, aquí puedes ver su colección permanente, que guarda importantes obras impresionistas, muchas de ellas de Claude Monet.
Por cierto, si te gusta el arte contemporáneo, échale un vistazo a la casa Minsk, que no está en el Alter Markt, sino al otro lado del río. Su edificio es el del antiguo restaurante Minsk, construido en la década de 1970 en el estilo modernista de la RDA como señal de amistad entre ambas ciudades. Actualmente, alberga un museo centrado en obras de la RDA y artistas contemporáneos. Fue inaugurado en 2022 y, aunque no te interese, puede que quieras visitar su cafetería, que tiene vistas panorámicas y algún recuerdo de su pasado.
Y si te está gustando el post, puedes comprar las entradas para el museo Barberini y para la casa Minsk desde aquí. Eso sí, los menores de 18 años entran gratis y tienes descuento si tienes el Ticket Sanssouci o la Berlín Welcome Card.
Junto al museo Barberini está la casa Noacksche, que fue construida en 1777, destruida en 1945 y reconstruida en 2016, así como el palacio Pompeya, construido en 1754, destruido en 1945 y reconstruido en 2016. Su nombre recuerda a su modelo arquitectónico, el Palacio Pompeya en Verona.
Obelisco
El obelisco de mármol de casi 25 m de altura fue construido a mediados del s. XVIII y estaba decorado con cuatro medallones de los electores y reyes prusianos. Sin embargo, tras los daños de la Guerra, tuvo que ser reconstruido. Fue entonces cuando se cambiaron los retratos de los monarcas por los de importantes arquitectos para la construcción mercado, Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff, Carl von Gontard, Karl Friedrich Schinkel y Ludwig Persius.
Ringerkolonnade o columnata de la lucha
A mediados del s. XVIII, una columnata unía el palacio con las caballerizas, marcando el límite de la ciudad y el jardín de recreo. Durante la Guerra, fue parcialmente destruida y de sus 14 pares de columnas sólo quedan 7.
Antiguas caballerizas reales
Este es el edificio más antiguo que se conserva en el centro de Potsdam y fue construido a finales del s. XVII como un invernadero de naranjos. Más tarde, se convirtió en un establo para los caballos del rey y con Federico el Grande recibió su forma actual.
Aunque sufrió graves daños durante la Guerra, no fue demolido, pues fue elegido para albergar el museo de cine, que funciona desde 1981 y trata sobre el estudio de cine Babelsberg, el más antiguo del mundo. Además, tiene un programa variado con películas infantiles, documentales o cine mudo, que se acompaña con música de un órgano histórico.
Detrás de las caballerizas está el Lustgarten o jardín de recreo, que es el parque más antiguo que ver en Potsdam. Tras la Guerra, se construyó aquí un estadio y un hotel, cuya altura sigue dominando el área. En 2001, tras la demolición del estadio, se creó el nuevo Lustgarten.
La iglesia de la Guarnición, un lugar que ver en Potsdam
Un lugar interesante que ver en Potsdam es la torre de esta iglesia, que, tras muchas críticas, comenzó a reconstruirse en 2017. Inaugurada en 2024, alberga una exposición sobre su historia y un mirador de pago. Para más información sobre la visita, entra en la página web de la iglesia.
El templo original fue construido por orden de Federico Guillermo I en la década de 1730 y fue su lugar de descanso y el de su hijo, Federico el Grande. Además, la visitaron importantes personajes, como el zar Alejandro I, Napoleón Bonaparte o Johann Sebastian Bach, que tocó en ella en 1747. Asimismo, los nacionalsocialistas la utilizaron con fines propagandísticos y en 1933, fue testigo del simbólico apretón de manos entre Paul von Hindenburg y Hitler.
Cómo te puedes imaginar, fue gravemente dañada durante la Guerra y sus ruinas fueron voladas por orden del gobierno de la RDA en 1968.
De aquí puedes dirigirte al Barrio Holandés. Si lo haces, pasarás por el cementerio de honor soviético, que tiene unas 400 tumbas de soldados soviéticos de la II Guerra Mundial y está junto a la Iglesia de San Pedro y San Pablo. Además, muy cerca está la iglesia francesa, obra de Knobelsdorff y la más antigua que se conserva en el centro de Potsdam. Su nombre recuerda que el Gran Elector ofreció a los hugonotes un nuevo hogar en Prusia y para ellos construyó este templo a mediados del s. XVIII. En el s. XIX, su interior fue rediseñado por Karl Friedrich Schinkel y durante la II Guerra Mundial permaneció casi intacta.
Barrio Holandés
Este barrio es una de las zonas más atractivas que ver en Potsdam y paseando por él te sentirás trasladado a los Países Bajos. Y es que aquí verás más de 100 casas de ladrillo construidas al estilo de este país. Además, seguro que te llaman la atención sus muchos negocios que tienen un aire muy acogedor. Así, hay tiendas, galerías, cafeterías y restaurantes.
Por otro lado, un buen momento para conocer el barrio holandés es durante alguna de sus fiestas, que también recuerdan a los Países Bajos. De este modo, en abril organiza el festival de los tulipanes y en la época de adviento el mercado navideño holandés, Sinterklaas.
Si te gustan los mercados de navidad, échale un ojo a Alemania en adviento.
Y ¿por qué hay un barrio holandés en Potsdam?
Porque a mediados del s. XVIII, Federico Guillermo I quiso traer artesanos holandeses a Potsdam. Y es que, además de tener preferencia por esta cultura, a finales del s. XVII Holanda era uno de los países más desarrollados de Europa. Por eso, para atraerlos, construyó este barrio para que se sintiesen como en casa.
Si quieres saber más sobre esta zona, visita el museo en Mittelstraße 8, que se encuentra en la casa Jan Bouman, el arquitecto que lo diseñó.
Restos de la muralla aduanera
Otro de los lugares que ver en Potsdam son las tres puertas que se conservan de la antigua muralla aduanera, que fue construida en el s. XVIII para controlar el área económica y evitar que desertaran los soldados.
Jägertor o puerta del cazador
La puerta más antigua es la Jägertor, de 1733. Su nombre recuerda que el área de Potsdam era un buen coto de caza, una de las razones por la que pudo ser elegida como ciudad residencial por los Hohenzollern.
Puerta Nauen
Esta se encuentra junto al barrio holandés y fue construida en 1755, siendo el primer edificio neogótico de Prusia. A nosotros nos recordó un poco a un hotel de Las Vegas.
Puerta de Brandeburgo
La más moderna es la puerta de Brandeburgo, que es también la más llamativa de todas, en parte por su color amarillo brillante.
Aunque se llama igual que la puerta más conocida de Berlín, esta es unos 20 años más antigua, ya que se construyó alrededor de 1770 por orden de Federico el Grande. Así, simboliza el ascenso de Prusia a gran potencia europea tras la Guerra de los Siete Años y toma como modelo los arcos triunfales romanos.
Una vez aquí, fíjate que cada uno de sus lados es distinto, ya que fueron diseñados por dos arquitectos diferentes. El lado de la ciudad es el más sencillo, mientras que el lado del campo, el que veían los que entraban a la ciudad, es más elaborado y recuerda al arco romano de Constantino.
Además, la calle que va desde esta puerta a la iglesia de San Pedro y San Pablo es la calle de Brandeburgo, la principal arteria comercial de Potsdam.
Memorial de la calle Linden
Este se encuentra en un edificio de estilo holandés construido en la década de 1730 que sirvió de prisión durante el nacionalsocialismo, la ocupación rusa y el tiempo de la RDA. Desde 2017, es un memorial donde puedes visitar las celdas de los prisioneros y aprender sobre sus víctimas.
Una manera de conocer el centro de la ciudad es con este recorrido a pie autoguiado.
Mapa con los lugares que ver en Potsdam centro
En este mapa están indicados todos los lugares que ver en Potsdam centro de los que hemos hablado.
- 1. Estación Central
- 2. Mercado Antiguo
- 3. Casa Minsk
- 4. Antiguas Caballerizas
- 5. Jardín de Recreo
- 6. Iglesia de la Guarnición
- 7. Cementerio Soviético
- 8. Iglesia Francesa
- 9. Barrio Holandés
- 10. Puerta del cazador
- 11. Puerta Nauen
- 12. Puerta de Brandeburgo
- 13. Memorial de la calle Linden
Parque Sanssouci, uno de los lugares que ver en Potsdam
Llegó la hora de conocer la zona más famosa que ver en Potsdam, el parque Sanssouci, que debe su importancia y majestuosidad a Federico el Grande.
Así, todo comenzó con un palacio que el rey recibió de su padre en 1734 y que este transformó en su querida residencia de verano, el palacio Sanssouci. Tras su finalización, se centró entonces en sus alrededores, dando comienzo al parque Sanssouci.
Con los años, el sitio se fue ampliando con palacios y pabellones y se construyó una gran avenida recta de unos 2 kilómetros, que comienza en la entrada del obelisco y termina en el impresionante palacio Nuevo.
Actualmente, hay numerosos lugares que ver en su interior. Para saber sus horarios y precios, entra en cómo ir a Potsdam. Además, puedes descubrirlo con esta audioguía del parque Sanssouci.
Qué ver en el parque Sanssouci
Puerta Triunfal y Winzerberg
Cerca del portal del Obelisco, pero fuera del parque, verás un arco decorado con relieves de terracota que da entrada a un viñedo coronado por una villa italiana.
Pues bien, esta entrada formaba parte de una avenida triunfal ideada por Federico Guillermo IV para unir varios edificios del parque Sanssouci. Sin embargo, nunca se completó.
Sea como fuere, acércate para ver si está abierta. Si lo está, entra, pues podrás disfrutar de buenas vistas de la ciudad desde las terrazas de los viñedos y tomarte un buen vino. No sabemos su horario, pero el año pasado, organizaron las horas de Bacco de junio a septiembre de 17:00 a 20:00. Durante estas, vendían vino y algo de comer, es decir, el broche perfecto a tu visita a la ciudad.
Entrada del Obelisco
Esta entrada da paso a la avenida principal y, como su nombre indica, tiene un obelisco de mediados del s. XVIII, que está decorado con jeroglíficos. Sin embargo, no intentes descifrarlos, pues no tienen ningún sentido, ya que en aquella época todavía no se sabía traducirlos.
Si tomas la calle principal, pasarás por rotondas decoradas con flores, fuentes y estatuas de mármol. Este paseo es muy bonito, pues vas viendo al fondo de calles arboladas los distintos edificios que decoran el parque
Si te desvías un poco, llegarás a un bonito rincón donde está la Gruta de Neptuno, creada en la década de 1750.
Palacio Sanssouci
Enseguida llegarás a la Gran Fuente, que está rodeada de esculturas y te da la bienvenida con un chorro de gran altura. Sin embargo, Federico el Grande nunca la vio en funcionamiento. De hecho, no pudo ver ninguna fuente del parque funcionando, ya que, a pesar del dinero que gastó, el conocimiento de sus ingenieros no fue suficiente.
Si miras hacia arriba, verás el palacio Sanssouci, que fue construido por Knobelsdorff en el estilo rococó de Federico en la década de 1740. Este se encuentra en lo alto de una colina formada por terrazas de viñedos. Así que ya sabes, es hora de subir las escaleras que te llevarán al lugar que ver en Potsdam que no te puedes perder.
Historia del palacio
Todo comenzó porque Federico el Grande quería un lugar para él, un sitio donde poder retirarse y escapar de la corte. De hecho, su nombre, sans souci, significa sin preocupaciones. De este modo, el monarca pasó aquí sus veranos y fue aquí donde murió en 1786.
Sin embargo, sus sucesores prefirieron otros palacios y Sanssouci quedó prácticamente desocupado, hasta que, a mediados del s. XIX, Federico Guillermo IV lo volvió a convertir en su residencia de verano, restaurándolo y ampliándolo.
Por otra parte, el palacio resistió bien la II Guerra Mundial y la época de la RDA. Por eso, su interior todavía conserva muebles de Federico el Grande, como su escritorio o el sillón donde murió.
Cómo es la visita al palacio Sanssouci
La visita al palacio no es muy larga y se hace por libre y con audio guía. Sin embargo, necesitas reservar el ticket con cita previa y ser puntual.
Además, si vienes en temporada alta, podrás entrar en las cocinas del palacio, que son de la época de Federico Guillermo IV.
Asimismo, merece la pena que pasees por la terraza superior del viñedo, donde verás las decoraciones de la fachada del palacio, los cenadores y la sencilla tumba de Federico el Grande. Por cierto, esto lo puedes hacer de manera gratuita.
Jardín de Sanssouci y cómo funcionaron sus fuentes
Desde aquí, verás en la distancia la montaña de las Ruinas y la Torre Normanda, donde Federico el Grande mandó construir un depósito de agua para alimentar sus fuentes. Para mejorar su estética, le añadieron ruinas antiguas artificiales. Pero como ya hemos dicho, el sistema de agua nunca funcionó en época del monarca y, a mediados del s. XIX, se rediseñó la zona y se añadió la torre Normanda, que tiene unos 23 m de altura y que, actualmente, es un mirador.
Como te estarás preguntando cuándo funcionaron las fuentes, te lo vamos a contar. Al final, lo consiguió Federico Guillermo IV, que mandó construir una casa de bombas con la máquina de vapor más grande de Alemania en aquellos tiempos. Así, en 1842, el depósito de agua de la colina cumplió su propósito y las fuentes comenzaron a funcionar.
Por su parte, la casa de bombas presenta estilo morisco y es conocida como la mezquita. Esta se puede visitar, pero está fuera del parque y sólo abre algunos días específicos.
Pinacoteca y Nuevas Cámaras
El palacio Sanssouci está flanqueado por dos edificios, al este se encuentra la pinacoteca y al oeste las Nuevas Cámaras.
– La pinacoteca se construyó para albergar la colección de pintura de Federico y se finalizó en 1764. Al entrar, además de sus techos dorados y su suelo en mármol amarillo y blanco, te va a llamar la atención la cantidad de cuadros que cuelgan de sus paredes. De hecho, hay más de 140 obras, y entre ellas verás alguna de artistas tan reconocidos como Caravaggio, van Dyck o Rubens.
– Las Nuevas Cámaras fueron construidos entre 1771 y 1775, transformando un invernadero de naranjos en un palacio para huéspedes. Si lo visitas, pasearás por lujosas habitaciones, siendo la más destacada la Sala Jaspe.
Molino Histórico
Muy cerca está el molino histórico, un edificio de madera que llama la atención entre tanto palacio. Este es una reconstrucción de 1993 de un molino de viento holandés de finales del s. XVIII que se incendió durante la II Guerra Mundial. Sin embargo, aquí ya había un molino antes de que Federico el Grande construyera su palacio, el cual es el origen de una leyenda sobre el rey y el molinero.
En su interior, verás una exposición sobre su historia y su mecanismo, además de tener unas vistas decentes de los alrededores. También puedes comprar pan hecho con harina de Sanssouci. Sin embargo, No podemos decirte si merece la pena, porque cuando llegamos ya se había agotado.
Nueva Orangerie
Atravesando los bonitos jardines sicilianos, enseguida llegarás a la Nueva Orangerie, que es el último edificio palaciego construido en el parque y el más grande en extensión. Desde él, tendrás una amplia vista de los alrededores.
Este fue construido en estilo del renacimiento italiano entre 1851 y 1864 por orden de Federico Guillermo IV y está decorado con fuentes, esculturas y terrazas. Además, sobrevivió prácticamente intacto la II Guerra Mundial y en su interior puedes ver muebles originales, una sala decorada con copias de obras de Raffael, antiguos apartamentos y las salas que se usaban para albergar las plantas exóticas del parque durante el invierno.
Si sigues por el camino superior, llegarás a la Casa del Dragón, que fue construida en la década de 1770 al estilo de una pagoda china y que hoy día alberga un restaurante, así como al Belvedere Klausberg, un mirador construido alrededor de 1770 y que fue el último proyecto para el parque de Federico el Grande. Este tuvo que ser reconstruido tras la II Guerra Mundial y sólo abre en ocasiones especiales.
Palacio Nuevo, uno de los lugares que ver en Potsdam
El Palacio Nuevo comenzó a construirse en 1763, tras el final de la Guerra de los Siete Años. Así, Federico el Grande quiso mostrar el éxito y poder de Prusia con este imponente edificio barroco. De hecho, nunca fue su residencia principal, sino un lugar donde recibía a importantes gobernantes.
Tras su muerte, no se le dio mucho uso, hasta que, a mediados del s. XIX, se convirtió en la residencia de verano del príncipe Federico Guillermo, el futuro rey Federico III, que gobernó sólo durante 99 días. Además, fue la residencia de Guillermo II hasta su abdicación en 1918.
Sea como fuere, su exterior está decorado con más de 400 estatuas y en su interior se conservan muebles y otros objetos del s. XVIII. Entre sus numerosas salas destaca la de la Gruta, cuyas paredes están decoradas con conchas, fósiles, mármol y piedras semipreciosas. También puedes visitar su teatro, que aún sigue en uso, pero va a estar varios años cerrado por obras de restauración.
En su parte trasera, están las Comunas, que antiguamente albergaba las cocinas y las dependencias domésticas y que ahora pertenece a la Universidad de Potsdam.
Cerca del palacio verás dos pequeños templos, el Templo de la Amistad, que fue construido alrededor de 1768 en memoria de la hermana de Federico el Grande, Guillermina de Prusia (la verdad es que mucha imaginación para los nombres no tenían), y el Templo Antiguo, construido en 1768 para albergar obras de arte del monarca. Desde 1921, es un mausoleo para algunos miembros de la familia Hohenzollern.
Palacio Charlottenhof
Del palacio Nuevo puedes ir al palacio Charlottenhof. De este modo, pasarás por senderos poco transitados que te harán aislarte del bullicio del palacio Sanssouci.
Charlottenhof fue la residencia de verano del príncipe Federico Guillermo, futuro rey Federico Guillermo IV, quien, en la década de 1920, encargó a Karl Friedrich Schinkel la transformación de una casa de campo. El resultado fue este palacete de estilo clásico que está inspirado en las villas romanas.
En su interior, se mantiene gran parte del mobiliario original y su sala más original es una habitación que está decorada como una tienda de campaña de un general romano. Además, en el exterior hay fuentes, estatuas, columnas y un pequeño jardín. La verdad es que es un bonito rincón, donde estuvimos prácticamente solos.
Baños Romanos
Charlottenhof está muy cerca de los Baños romanos, que, a pesar de su nombre, nunca se utilizaron como termas. Así, fueron una idea de Federico Guillermo IV, que era un amante de Italia e incluso aportó ideas y dibujos para su diseño. Los distintos edificios de este complejo se construyeron entre 1829 y 1840 por Karl Friedrich Schinkel.
Pabellón Chino
Pasando por el último árbol que sobrevive del vivero real fundado en 1790, llegamos al Pabellón Chino, que lo mandó construir Federico el Grande. Este pertenece al entonces popular estilo de Chinoiserie, vamos, a lo chino, mejor dicho, lo que los europeos consideraban chino. En su parte exterior destacan las figuras doradas a tamaño real vestidas con ropas orientales.
Iglesia de la Paz
Por último, puedes pasarte por la iglesia de la Paz, que está inspirada en modelos italianos y la mandó construir Federico Guillermo IV, completándose en 1850.
Si entras, verás su ábside decorado con un mosaico del s. XIII procedente de una iglesia de Murano. Además, funciona de mausoleo de la familia Hohenzollern. De este modo, aquí están las tumbas de Federico Guillermo I, padre de Federico el Grande, y Federico Guillermo IV.
Mapa con los lugares que ver en el Parque Sanssouci
- 1. Entrada del Obelisco
- 2. Gruta de Neptuno
- 3. Gran Fuente
- 4. Palacio Sanssouci
- 5. Montaña de las Ruinas
- 6. Casa de Bombas
- 7. Pinacoteca
- 8. Nuevas Cámaras
- 9. Molino Histórico
- 10. Nueva Orangerie
- 11. Casa del Dragón
- 12. Belvedere Klausberg
- 13. Palacio Nuevo
- 14. Templo de la Amistad
- 15. Templo Antiguo
- 16. Hipódromo
- 17. Charlottenhof
- 18. Baños Romanos
- 19. Pabellón Chino
- 20. Iglesia de la Paz
Colonia Rusa Alexandrowka, uno de los lugares que ver en Potsdam
Si todavía tienes tiempo para descubrir más lugares que ver en Potsdam, te aconsejamos ir a la colonia rusa Alexandrowka.
No es muy grande, más bien, es pequeña, pero merece la pena pasear por sus calles donde hay bonitas casas de madera. Además, una de ellas alberga un museo sobre la historia de la colonia y otra un restaurante.
Asimismo, a 5 minutos caminando, está la bonita iglesia Ortodoxa Rusa memorial Alexander Nevsky, que fue consagrada en 1829.
Y ¿por qué hay una colonia rusa en Potsdam?
Porque cuando Prusia cayó derrotada contra el ejército de Napoleón en 1806, tuvo que pactar con Francia en contra de Rusia en 1812. Fue entonces cuando 62 soldados rusos capturados se quedaron en Potsdam y acabaron formando parte del ejército prusiano. Al morir el zar Alejandro I en 1825, 12 de estos soldados aun vivían y, en su memoria, Federico Guillermo III mandó construir esta colonia para ellos.
Belvedere en Pfingstberg y la Guerra Fría
El Belvedere en Pfingstberg es un palacio que ver en Potsdam situado a 76 metros de altura. Este fue construido a mediados del s. XIX en un lugar con unas vistas perfectas de los alrededores.
Además, aquí está el Templo de Pomona, considerado el primer edificio construido por Karl Friedrich Schinkel en 1800 como un pabellón de té. Este arquitecto es considerado uno de los mejores de Prusia.
Ambos edificios se deterioraron tras la II Guerra Mundial, porque el personal militar soviético se mudó a esta zona en la década de 1950. Además, cuando se construyó el Muro, el Belvedere quedó cerrado a la vista y no fue hasta 1987 que se comenzó a restaurar el edificio en ruinas.
Por otro lado, el Belvedere está muy cerca del Nuevo Jardín, otro de los lugares que ver en Potsdam. De camino a él, pasarás por elegantes villas, como Villa Quandt o villa Lepsius, y verás información sobre el uso del distrito por el servicio secreto. De hecho, queda algún resto del Muro en la calle Langhans. Y es que aquí estuvo uno de los lugares de inteligencia más importantes de los soviéticos durante la Guerra Fría.
También puedes visitar de manera gratuita el memorial de la calle Leistikow, donde, desde 1945, estuvo el centro de detención de la KGB.
Nuevo Jardín: el lugar de la Conferencia de Potsdam
Llegamos al Nuevo Jardín, que Federico Guillermo II, sobrino y sucesor de Federico el Grande, hizo construir como contraste al de Sanssouci a partir de 1787.
Palacio de Mármol
Además de los jardines, también mandó levantar un nuevo palacio, el Palacio de Mármol, una obra al estilo del clasicismo temprano que se convirtió en su palacio de verano y donde murió en 1797.
El palacio está a orillas del lago Sagrado y debe su nombre a los elementos decorativos en mármol de su fachada. Tras la II Guerra Mundial, se utilizó como comedor para los oficiales del Ejército Rojo y, más tarde, como museo del ejército militar.
Junto a él está la antigua cocina del palacio, que tiene forma de ruina artificial y está conectada a él por un pasaje subterráneo.
Además, cerca hay una pirámide, que sirvió de bodega de hielo para mantener frescos los alimentos. Así, en invierno se tomaba hielo del lago y se almacenaba en ella.
Orangerie y establecimiento holandés
No muy lejos está la Orangerie, que tiene un portal egipcio custodiado por una esfinge. Terminada en 1793, aquí se celebraban conciertos públicos en los que el propio rey tocaba el violonchelo.
Y junto a la entrada principal del parque está el establecimiento holandés, es decir, una hilera de casas de ladrillo que servían de residencia para los sirvientes
Palacio Cecilienhof, uno de los lugares que ver en Potsdam
Sin embargo, el edificio más famoso de estos jardines es este palacio en estilo Tudor de la década de 1910. De hecho, fue el último palacio construido bajo los Hohenzollern, más específicamente, bajo el emperador Guillermo II, que lo mandó levantar para su hijo Guillermo y su esposa Cecilie. Estos lo usaron de residencia hasta 1945.
Su exterior es muy bonito, destacando las chimeneas, que están bellamente decoradas y son todas diferentes. Sin embargo, su fama no se debe a su belleza, sino a la Conferencia de Potsdam, que tuvo lugar en él. Desde entonces, una estrella de flores rojas decora el césped de su patio principal.
Durante esta reunión, la sala residencial se convirtió en una sala de conferencias, cuya mesa redonda fue hecha especialmente para la negociación. Sentados en ella estaban los líderes de las potencias aliadas que salieron victoriosas de la II Guerra Mundial: Truman por EEUU, Churchill y Clement Attlee por Gran Bretaña y Stalin por la URSS.
Además de las habitaciones donde se llevó a cabo la Conferencia, también puedes visitar las antiguas viviendas del príncipe heredero.
Otros lugares que ver en el Jardín Nuevo
Cerca del palacio hay una gruta de cristal y conchas que fue construida en 1792 para celebrar fiestas de té y cenas. Con la construcción del Muro de Berlín, la cueva quedó en la franja fronteriza y acabó deteriorándose.
Por otro lado, desde aquí puedes llegar al Meierei, una cervecería en la orilla del lago. Este edificio fue creado como lechería para abastecer a la corte y, más tarde, se instaló en ella una casa de bombas para regar el parque.
Además, en la orilla sur del lago se encuentra la Biblioteca gótica, que albergaba la colección de libros de Federico Guillermo II. Durante la II Guerra Mundial sufrió graves daños y tuvo que ser reconstruida en la década de 1990. Puedes ver su interior a través de la ventana.
Mapa con los lugares que ver en el Jardín Nuevo
- 1. Colonia Alexandrowka
- 2. Belvedere
- 3. Villas italianas
- 4. Memorial calle Leistikow
- 5. Palacio de Mármol
- 6. Cocina del palacio
- 7. Pirámide
- 8. Orangerie
- 9. Establecimiento Holandés
- 10. Palacio Cecilienhof
- 11. Gruta de Concha y Cristal
- 12. Meierei
- 13. Biblioteca Gótica
Otras zonas que ver en Potsdam si le dedicas más de un día
Parque Babelsberg
Otro parque que ver en Potsdam es el de Babelsberg, que está a orillas del río Havel y se desarrolló alrededor del Palacio de Babelsberg. Este fue construido en 1834 en estilo neogótico y fue la residencia de verano del emperador Guillermo I y su esposa Augusta.
El castillo fue testigo de importantes eventos históricos, como el nombramiento de Otto von Bismarck como Primer Ministro de Prusia en 1862. Además, al norte del palacio corría la frontera entre Berlín Occidental y la República Democrática Alemana durante la división del país.
Si visitas este parque, podrás ver otros monumentos aparte del palacio: la Columna de la Victoria, que conmemora la victoria en 1866 de la guerra austro-prusiana y se encuentra en el punto más alto, lo que la convierte en un buen mirador; la sala de máquinas, que permitía el funcionamiento del sistema de fuentes del parque; el pequeño castillo, que fue la residencia del hijo mayor del emperador Federico III; el antiguo palacio de justicia de Berlín, que fue reconstruido en 1871 utilizando partes originales del edificio del s. XIII, y la Torre Flatow, que se construyó en la década de 1850.
Una manera de conocer el parque Babelsberg es haciendo un recorrido a pie autoguiado.
Puente Glienicke
Desde el parque tienes vistas al puente Glienicke, que conecta Berlín y Potsdam y que se hizo muy conocido durante la Guerra Fría. Y es que aquí se llevaban a cabo el intercambio de espías entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Este fue construido a principios del s. XX y por su centro pasa la frontera estatal entre Brandeburgo y Berlín. Así, durante la división del país, esta era la frontera entre Berlín Occidental y la República Democrática Alemana, convirtiéndose en un puesto de control. El puente presenta dos colores, siendo la parte de Berlín un poco más oscura.
Torre Einstein
Un lugar curioso que ver en Potsdam es este observatorio construido en la década de 1920 para confirmar experimentalmente la teoría de la relatividad. De hecho, fue diseñado por el astrofísico Finlay Freundlich en colaboración con Albert Einstein.
Schifffbauergasse
Un lugar que ver en Potsdam que es perfecto para relajarse junto al agua al final del día es el Schifffbauergasse, una interesante área cultural y comercial.
Para llegar a ser lo que es hoy día, ha pasado por diversas funciones. De este modo, en 1817 era un astillero donde se construían barcos de vapor. Más tarde, se convertiría en un cuartel militar. Asimismo, aquí se pondría en funcionamiento una fábrica de gas y un molino de achicoria y también se desarrollaría la piscicultura.
Además, la mayoría de sus edificios se usaron a lo largo de los años para fines militares por el ejército alemán, el ejército Ruso y el ejército Nacional Popular de la RDA. Tras la Reunificación, se cerraron las fábricas de gas y las tropas militares se retiraron.
Poco a poco, el lugar fue llenándose de arte y cultura y se abrió al público. Para ello, los edificios industriales se renovaron, como el Schinkelhalle, uno de los más antiguos del lugar, que fue diseñado por Karl Friedrich Schinkel en 1822 como caballerizas y que ahora es una sala para conciertos y otros eventos.
Hoy, entre antiguos edificios industriales y militares, barcos y arquitectura moderna, hay numerosas asociaciones culturales que organizan exposiciones de arte contemporáneo, espectáculos o conciertos al aire libre. Asimismo, encontrarás diversos lugares para comer y tomar algo.
Por último, si quieres conocer Potsdam de una manera diferente, puedes participar en un juego de escape autoguíado.
Mapa con las distintas zonas que ver en Potsdam
Para que te hagas una idea de las distancias, en este mapa te indicamos las distintas zonas que ver en Potsdam de las que hemos hablado.
- 1. Parque Babelsberg
- 2. Parque de atracciones Filmpark Babelsberg
- 3. Puente Glienicke
- 4. Torre Einstein
- 5. Schifffbauergasse
- 6. Centro histórico de Potsdam
- 7. Parque Sanssouci
- 8. Jardín Nuevo
Dónde comer en Potsdam
No vas a tener ningún problema para comer en Potsdam, ya que hay numerosos locales.
Zonas con ambiente
– Alrededor de la Puerta Nauen encontrarás una zona muy animada con gran variedad de restaurantes, bares y cafeterías. Nosotros intentamos entrar en Pauline, un restaurante francés con muy buena pinta, pero era sábado y estaba a tope.
– El barrio holandés es otra buena zona para comer, con restaurantes y pequeñas cafeterías. Nosotros estuvimos en Lekker Koffie, una cafetería cuya decoración te hace sentir en Holanda. El café estaba muy bueno y también la comida, eso sí, no es el sitio más económico.
– Asimismo, puedes acercarte a tomar algo a Schifffbauergasse, donde podrás comer hasta en un barco.
– Si quieres comer algo rápido y más barato, seguro que encuentras algo en la principal calle comercial de Potsdam, la calle de Brandeburgo. Y es que una buena manera de comer en Alemania cuando se tiene poco tiempo es ir a una panadería, donde suelen tener una gran variedad de bocadillos y del famoso pan alemán, bretzel, que, además, lo rellenan con distintos ingredientes. Por ejemplo, es muy típico el bretzel con mantequilla.
Comer en edificios históricos
– En la calle Schopenhauer 33, cerca de la puerta de Brandeburgo, está el restaurante alemán, Alter Stadtwächter, en un antiguo cuartel junto a los restos de la antigua muralla de la ciudad.
– Otro restaurante situado en un edificio histórico es de la colonia Alexandrowka, que se encuentra en una de sus casas de madera. Aquí podrás probar comida rusa y disfrutar de su jardín. Nosotros intentamos ir, pero su horario no nos encajó. Por eso, acabamos en el cercano Café Matschke am Nuen Garten, donde probamos platos rusos en un ambiente que nos encantó.
– La Drachenhaus es otro edificio peculiar donde comer en Potsdam, pues está en el parque Sanssouci y se construyó por orden de Federico el Grande.
Vayas a donde vayas, échale un vistazo a qué comer en Alemania para no equivocarte a la hora de pedir.
Consejos para visitar Potsdam
¿Te han entrado ganas de visitar Potsdam? Pues llegar desde Berlín es super fácil. Así, sólo tendrás que tomar el S-Bahn o un tren regional y en menos de una hora ya estarás descubriendo los lugares que ver en Potsdam. Te damos muchos más detalles sobre este viaje en cómo ir a Potsdam.
Sin embargo, si esto te parece un lio, puedes unirte a esta excursión guiada a Potsdam, donde un guía te explicará el interés de cada lugar, o a esta excursión a Potsdam y Sachsenhausen, una manera de hacerte una idea de ambos lugares si no tienes mucho tiempo.
Por otro lado, si te gusta pedalear, tienes la opción de descubrir sus palacios y jardines en bicicleta desde Berlín.
Pero vengas como vengas, es muy probable que quieras entrar en alguno de sus palacios. Por eso, te aconsejamos que le eches un ojo al ticket Sanssouci, que los incluye todos.
Por último, en nuestro blog tenemos mucha información sobre Berlín, que igual te sirve de ayuda.
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wow! que completo, nos encantó, queda guardado! 😉 Saludos! 🙋♂️🙋♀️
Muchas gracias por el comentario 🙂
«Parques creados por los monarcas prusianos alrededor de sus bellos palacios». Con ese comienzo se haces irresistible leer tu post. Ser residencia de reyes, como es el caso de Federico Gullermo, es garantía de prosperidad para una ciudad no cabe duda. Con Federico el Grande y el chambelán Voltaire, no me extraña que Potsdam fuera el centro cultural de Prusia (compartido con Berlin).
Felicidades por este buen post. Os invito a visitarme y comentar. Vuestra opinión es valiosa para mí.
Saludos
Muchas gracias por tu comentario. Nos alegra saber que te ha gustado. Para nosotros Potsdam fue una gran sorpresa a la que le debemos una segunda visita