Qué ver en Fez, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos

Esta ciudad imperial marroquí tiene una de las medinas más grandes del mundo, donde de seguro te perderás buscando su universidad, sus curtidurías, sus madrazas o sus zocos. Así, es un lugar lleno de historia, con una gran diversidad de olores y de colores. ¿Nos acompañas a descubrir qué ver en Fez?

Collage de 8 fotos sobre qué ver en Fez

Tras pasar tres días en Fez y sus alrededores, nos quedamos con ganas de conocer más a fondo el país. Y es que esta ciudad nos enamoró con sus múltiples ruidos, olores y colores.

Nosotros le dedicamos dos días a Fez y el tercero descubrimos Mulay Idrís, Volubilis y Meknés

Para que comprendas el por qué de nuestra fascinación por esta ciudad imperial, en este post te vamos a contar qué ver en Fez, así como nuestra propia experiencia. Además, en viajar a Fez te damos consejos para facilitarte la organización del viaje.

Qué ver en Fez

La ciudad puede dividirse en tres zonas, las dos medinas antiguas, Fez el-Bali y Fez el-Jdid, y la Ville Nouvelle, que tiene un aire más moderno. Nosotros no visitamos esta última, nos bastó ver sus amplias avenidas y sus modernos edificios desde el coche. 

En este caso, vamos a hablarte de qué ver en Fez siguiendo el orden de nuestra visita, ya que igual te puede ayudar a organizar tu propia ruta. Sin embargo, que sepas que puedes conocer Fez realizando un tour privado por la ciudad o uniéndote a esta visita guiada por la Medina, un lugar en el que es muy fácil perderse. Por otro lado, si sois varias personas, os puede interesar esta visita guiada por Fez, más tour panorámico

Por cierto, en Marruecos es común que sólo los musulmanes puedan entrar en los edificios religiosos. Por eso, tendrás que conformarte muchas veces con ver su interior sólo desde la entrada.

Qué ver en Fez el-Jdid

Nuestra primera visita fue Fez el-Jdid, ya que llegamos un viernes y los lugares del barrio judío no abren los sábados. Así, pedimos al taxista que nos traía del aeropuerto que nos dejara a las puertas del Palacio Real.

Esta zona de la ciudad fue fundada bajo los Mariníes como su ciudadela real fortificada y centro del gobierno del país en la segunda mitad del S. XIII. Actualmente, en Fez el-Jdid puedes visitar varias zonas: 

Mellah o barrio judío de Fez

Una de las zonas que ver en Fez es su antiguo barrio judío o Mellah.

En un principio, la comunidad judía de Fez, una de las más grandes y más antiguas de Marruecos, vivía junto a la población musulmana en Fez el-Bali. Sin embargo, bajo los Mariníes, los judíos fueron trasladados a un nuevo distrito en el lado sur de Fez el-Jdid. Las razones y la fecha exacta se desconocen. 

Actualmente, en este barrio ya no viven judíos y sus sinagogas no están en funcionamiento, ya que la comunidad fue disminuyendo debido a la emigración.

Aquí podrás visitar dos sinagogas, un cementerio judío y pasear por sus calles, donde verás una arquitectura distinta a la de la Medina, con casas de balcones abiertos.

Sinagogas del barrio judío

Las dos sinagogas son las de Ibn Danan y la de Al Fassiyine, a las que llegas tras atravesar estrechos callejones. Sus entradas son muy sencillas, es más, no las vas a distinguir de las puertas de otras viviendas.

– La sinagoga Ibn Danan data del S. XVII y cerró en la década de 1960. Como la mayoría de estos templos en la Mellah, fue dañada en varias ocasiones y reconstruida. Su nombre hace referencia a uno de sus rabinos, Shlomo Ibn Danan. 

– Por su lado, la sinagoga Al Fassiyine pertenecía a los judíos nativos de Fez antes de la llegada de los judíos sefardíes expulsados de la Península Ibérica a partir de 1492. Se dice que es la más antigua del barrio tras haber sido construida bajo la dinastía Mariní, aunque el edificio actual data del S. XVII y ha tenido varios usos a lo largo de su historia, como tienda de alfombras o gimnasio. La sinagoga continuó utilizándose activamente hasta finales de la década de 1950. 

Nosotros entramos en la sinagoga de Ibn Danan tras pagar 10 MAD. Así, pudimos visitar la sala de rezo, el mikve y subir a su azotea, desde donde pudimos ver los alrededores y el cementerio judío, que fue establecido en la segunda década del S. XIX.

No es la visita más impresionante que ver en Fez, pero es interesante. 

Cementerio judío

Si no te vale con ver el cementerio judío desde la terraza de la sinagoga, puedes acercarte hasta él.

Este abre de 7:30 a 17:00 y cierra de viernes tarde a domingo por la mañana. Nosotros pagamos 10 MAD por entrar y pasear entre las tumbas blancas. Estuvimos completamente solos

Palacio Real

Fez el-Jdid está ocupado en gran medida por el Palacio Real o Dar al-Makhzen, que fue el centro de gobierno de Marruecos y que, a día de hoy, todavía es usado en ocasiones por el rey. 

Aunque sus orígenes se remontan al S. XIII, la mayor parte del palacio actual data del periodo de la dinastía alauita, es decir, del S. XVII en adelante.

El edificio no está abierto al público, por lo que tienes que conformarte con ver su exterior, siendo su parte más llamativa sus preciosas puertas de entrada. Estas fueron creadas a finales de la década de 1960 por orden del rey Hassan II y se encuentran junto al barrio judío.

Aunque actualmente esta sea su puerta principal, en el pasado no lo era. Y es que el rey Hasan II cambió la orientación del palacio a mediados del S. XX hacia el suroeste, frente a la Ville Nouvelle. De este modo, creó la gran plaza que hay frente a las puertas ornamentadas de bronce, la plaza de los Alaouitas.

Cuando pasees por Fez el-Jdid, verás numerosas puertas y restos de murallas de distintas épocas, ya que esta zona se encuentra rodeada y dividida por las antiguas murallas de la ciudad y las del palacio Real. 

Así, en uno de los extremos de la plaza de los Alauitas está la puerta Al-Amer, la antigua entrada occidental a Fez el-Jdid.

Originalmente, la entrada principal del palacio Real estaba en su lado noreste, en el Viejo Mechouar, una zona a la que merece que te acerques.

Para llegar a ella, nosotros visitamos primero el barrio judío y, después, entramos por la puerta Bab Semmarine, la entrada sur a Fez el-Jdid. Al cruzarla, llegas a la Grand Rue de Fez el-Jdid, que está llena de puestos de venta de todo tipo, así como de comida ambulante. Fue aquí donde vimos por primera vez en Fez a gente comiendo caracoles como comida rápida.

Pues bien, al final de la calle está el bullicioso Viejo Mechouar, un gran patio amurallado que precede a la antigua entrada principal del Palacio Real y que data del periodo mariní. En uno de sus lados está la puerta de Bab Dekkakin, que lleva al Nuevo Mechouar, que es más grande.

Parece ser que el Viejo Mechouar era antiguamente un puente fortificado sobre el río Fez, que todavía fluye bajo la plaza, saliendo de nuevo a la superficie cerca de los jardines Jnan Sbil, nuestra siguiente parada.

Si te entra el hambre, un restaurante para comer en esta zona es el café Alaui.

Jardines Jnan Sbil

Este es uno de los pocos espacios verdes que podrás visitar en la parte antigua de Fez. Es, por tanto, una visita diferente que te permite descansar del caos de la ciudad. Además, es muy popular entre los locales. 

Los jardines están entre Fez el-Jdid y Fez el-Bali, y fueron creados en el S. XIX por el sultán Moulay Hassan. En un principio, no eran públicos y estaban conectados al Palacio Real, pero, en 1917, se abrieron para todo el mundo.

Paseando por ellos, verás fuentes, más de 3000 especies de plantas repartidas en diferentes secciones, como el jardín andaluz, el de Bambú o el de cactus, y, en un pequeño lago, el bastión saadí Borj Sheikh Ahmed del S. XVI, que formaba parte de las antiguas fortificaciones de Fez el-Jdid.

El parque cierra a las 17:30 y no se te va a olvidar, porque hay varios hombres encargados de avisar a la gente a toque de silbato.

Y de aquí nos fuimos a visitar Fez-el Bali, la parte más antigua de la ciudad.

Nosotros fuimos caminando a lo largo del corredor de murallas que unen Fez-el Jdid y Fez el-Bali y llegamos a la gran plaza Boujeloud, que está rodeada de murallas y puertas monumentales y donde se organiza un mercado.

 Qué ver en Fez el-Bali: qué visitar en la Medina de Fez

La parte más antigua de Fez es esta medina, que está formada por unos 9000 callejones y más de 300 barrios. Es decir, es muy seguro que te vas a perder, especialmente de noche, cuando es más difícil orientarse y todas las calles parecen iguales.

Este es un lugar donde descubrirás millones de olores y de sonidos distintos, y donde te sorprenderán sus bonitas puertas, sus impresionantes madrazas y la que dicen es la universidad más antigua del mundo. Así que abre bien los ojos para no perderte ningún detalle.

Aquí no entran los coches, pero ten cuidado, pues por ella circulan carros de trabajadores y burros transportando las mercancías.

Por otro lado, orientarse en la Medina no es fácil y Google Maps no es de gran ayuda, pues también él se pierde todo el rato. Estamos seguros de que se te acercarán personas que intentaran ayudarte y guiarte. Nosotros seguimos a alguno de ellos a cambio de una pequeña propina, porque no nos resultaron pesados y, realmente, nos fueron de ayuda. 

Sin embargo, siempre tienes que andar con cuidado y no fiarte de todo lo que te digan, pues a veces dicen que algo está cerrado o que no es en esa dirección, para así acabar en alguna de sus tiendas. 

Por eso, una manera de conocer esta parte de la ciudad tan laberíntica es de la mano de un guía, nosotros te proponemos este free tour por Fez.

Además, te recomendamos que no te quedes sólo con la lista de cosas qué ver en Fez, ya que hay numerosos lugares increíbles detrás de callejones y paredes sencillas. Así, puedes descubrir numerosos palacios que ahora albergan riads y restaurantes y que están decorados con fuentes, azulejos y bonitos techos de madera. Así como fondouks, antiguos caravasares, y diversos zocos, donde puedes ver a los artesanos trabajando 

Por eso, explora de vez en cuando algún callejón que llame tu atención y sube a alguna de las muchas terrazas que hay para ver la Medina desde otra perspectiva.

Puerta Boujeloud o Puerta Azul

La Medina de Fez está amurallada y su principal entrada occidental es una puerta monumental formada por tres arcos de herradura y decorada con azulejos de tonos azules en la parte exterior y verdes en su cara interior. Esta fue construida en 1913, durante el periodo francés, cuando el papel defensivo de la muralla ya no era importante. Por su parte, la puerta original, mucho más modesta, se puede ver en uno de sus lados.

Su nombre recuerda a un patio de armas, que sería la cercana plaza Boujeloud, donde estaba una de las principales ciudadelas de la antigua ciudad, la Kasbah Bou Jeloud.

Una vez cruzas la puerta, estás en una pequeña plaza que da acceso a las dos arterias principales de la vieja ciudad, Talaa Kebira o Gran Cuesta y Talaa Seghira o Pequeña Cuesta, que te llevarán al centro de la Medina.

Este lugar siempre está muy concurrido y es punto de encuentro de numerosos tours. Además, hay muchas cafeterías y restaurantes, algunos con terrazas donde puedes tomarte un té de menta o un zumo, y contemplar el ir y venir de la gente.

Madraza de Bou Inania

Uno de los monumentos que ver en Fez y cuyo interior te va a dejar con la boca abierta es esta madraza muy cercana a la puerta Azul.

Precio: 20 MAD (marzo 2024). En este caso no se subía al piso superior.

La madraza fue construida a mediados del S. XIV y su nombre nos recuerda a su fundador, el sultán Abou Inan. 

La dinastía Mariní fue prolífica en la construcción de este tipo de edificios, que eran escuelas coránicas, y esta fue la más importante de las que construyó esta familia, llegando a ser una importante institución religiosa. Tanto es así, que tiene un minarete, pues alcanzó el nivel de mezquita de los viernes. 

Esta madraza es un lugar muy popular, por lo que es normal que te encuentres con mucha gente. No te preocupes, tómate tu tiempo y fíjate en los muchos detalles de su decoración y, en algún momento, los visitantes se irán y podrás disfrutar más relajadamente de su bello patio, en cuyo centro hay una fuente para las abluciones.

Al salir, fíjate en el edificio frente a la madraza, la casa Dar al-Magana, que tiene en su fachada un curioso reloj hidráulico que ayudaba a saber los tiempos de oración, pero que no está en funcionamiento.

Cerca, conectando las dos calles principales de la Medina, hay un callejón que se ha hecho famoso por su decoración. Y es que de sus paredes cuelgan coloridos cuadros de la tienda que hay en él. Es por eso, que se ha ganado el nombre de calle arcoíris.

Plaza Nejjarine: Fuente, museo y zoco de los carpinteros

Nuestra siguiente parada fue esta pequeña plaza llena de lugares que ver en Fez.

La plaza Nejjarine, tal y como indica su nombre, era el lugar del zoco de los carpinteros. Hoy, sigue habiendo una pequeña calle con varios puestos para trabajar la madera, pero en nuestra visita estaban vacíos. Además, aquí destaca el fondouk Nejjarine y la fuente.

El fondouk era un antiguo caravasar o posada para comerciantes, donde podían alojarse y almacenar sus mercancías. Construido en la segunda mitad del S. XVII, a día de hoy es el museo Nejjarine de artes y oficios de la madera, que expone objetos de madera de varias épocas. 

Sin embargo, si merece la pena visitarlo, es por el propio edificio, que tiene un patio rodeado por tres pisos cubiertos por una preciosa balaustrada de madera.

En su terraza hay, además, una pequeña cafetería donde puedes hacer una pausa. Las vistas no son de las mejores que vas a ver en Fez, pero siempre está bien ver la ciudad desde arriba.

Horario y precio: Abre todos los días de 10:00 a 17:00 y cuesta 20 MAD por persona (marzo 2024).

Por cierto, en la medina verás más fondouks, cuyos patios te recordarán este museo. Por ejemplo, entre la Universidad y la plaza Seffarine está el fondouk Abd Lamajid, al cual puedes entrar de manera gratuita para ver las tiendas en su planta inferior.

Junto a la entrada al museo, hay una fuente pública que está entre las más bonitas que ver en Fez. Esta es una saqayya del S. XIX bellamente decorada con azulejos, cuyo objetivo caritativo era proporcionar agua potable a los transeúntes. En Egipto y otras ciudades islámicas se llaman sabil.

Además, en la plaza verás un letrero que dirige a la pequeña curtiduría Sidi Moussa, a la cual puedes entrar de manera gratuita a través de una tienda de productos de piel.

Mausoleo de Mulay Idrís

Muy cerca de la plaza está este mausoleo o zawiya, que es uno de los edificios más importantes de la medina y uno de los más sagrados de Marruecos. Y es que alberga la tumba de Idrís II, rey de Marruecos en el S. IX y fundador de Fez.

En el S. XIV, se encontró en este lugar una tumba con un cuerpo incorrupto, que fue identificado como Mulay Idrís II. Desde entonces, el área se considero sagrada, un recinto al que sólo pueden acceder los musulmanes. 

El mausoleo consiste en un conjunto de edificios que incluye la que se dice fue la residencia de este rey, una mezquita y una fuente de abluciones. 

Y aunque no vas a poder entrar en él si no eres musulmán, merece la pena que te acerques a la entrada para echar un vistazo y hacerte una idea de su recargado interior.

También en las calles de alrededor podrás ver elementos del mausoleo, como una ventana que conecta directamente con la tumba y desde la cual los musulmanes pueden orar y dar limosnas gracias a una abertura que hay bajo ella.

Asimismo, podrás ver su cúpula piramidal verde desde alguno de los miradores de la ciudad.

Además, en este área verás barras de madera horizontales que impiden el paso de los burros a la zona sagrada. Parece ser que antiguamente también restringían el paso a los no musulmanes, pero ahora podemos acercarnos hasta la puerta.

Mercado Qissaria al-Kifah y zocos

El área del mausoleo está limitado en uno de sus lados por el mercado Qissaria al-Kifah, un bazar cubierto bastante grande que nos recordó a los de Estambul.

Pues bien, este es el histórico bazar central de la antigua ciudad de Fez. De hecho, ya se organizaba en este lugar desde los principios de la ciudad, allá por el S. IX. 

El mercado consiste en varias calles llenas de tiendas, que, tradicionalmente, cada una estaba especializada en la venta de un producto. Como te puedes imaginar, el bazar ha pasado por numerosas modificaciones a lo largo de su historia.

Cuando nosotros lo vimos, la mayoría de los puestos estaban cerrados y no sabemos si era por ser sábado o por ser el día anterior al comienzo del Ramadán.

La Qissaria forma parte de un área comercial más extensa, donde puedes encontrar distintos zocos o mercados tradicionales árabes. Sin embargo, este mercado cubierto fue siempre el más importante y donde podías encontrar los productos más lujosos.

En cuanto a los zocos cercanos, tenemos algo que decirte. Y es que, bajo nuestra experiencia, estos se han centralizado un poco y, en muchos de ellos, ya no ves su antigua organización por gremios, sino que encuentras, más o menos, los mismos productos.

De todas formas, sigue siendo interesante pasear por ellos, pues son parte de la ciudad de Fez, de su historia y de su encanto. 

Zoco de la Henna, aunque también verás muchos productos de cerámica. Se encuentra en una pequeña plaza con grandes árboles que es perfecta para alejarte del bullicio de la Medina.

Antiguamente, en uno de sus laterales estaba el maristán de Sidi Frej, un hospital que fue fundado en el S. XIII y que mantuvo su actividad hasta el S. XX. Este llegó a ser muy importante y parece que influyó en la creación de otras instituciones similares en Marruecos y en España. Hoy, está ocupado por un fondouk con tiendas de cerámica. 

Zoco Attarine, que está conectado a la Qissaria, en el pasado estaba especializado en tiendas de ultramarinos, pero a día de hoy presenta muchos puestos de especias.

Zoco Nejjarine, del que ya hemos hablado y era el zoco de los carpinteros. 

Madraza Attarine

Muy cerca del mausoleo está una de las madrazas más bonitas de la Medina y uno de los lugares que ver en Fez.

Precio: 20 MAD por persona (marzo 2024).

La madraza Attarine fue construida en la década de 1320 y su nombre se debe a la zona en la que está, el zoco Attarine.

Cuando llegues, su sencillo exterior no te va a preparar para lo que te espera en su interior: un bello patio con una fuente de mármol que está decorado con mosaicos y trabajos en estuco, además de una sala de oración cubierta por un precioso techo de madera.

Las madrazas, además de impartir clases, también ofrecían alojamiento a los estudiantes. Pues bien, en este caso también puedes subir a su piso superior para ver las 30 pequeñas y sencillas habitaciones donde dormían.

Además, desde sus plantas superiores tendrás vistas de los tejados verdes de la Universidad, aunque enseguida vamos a decirte un lugar mucho mejor para poder verla.

Mezquita/Universidad al-Qarawiyyin

Estamos, quizá, ante el edificio más importante de la ciudad, es decir, uno de los lugares que ver en Fez que no te puedes perder. Sin embargo, si no eres musulmán, tendrás que conformarte con ver el patio desde una de sus puertas. 

Ahora bien, cerca hay una tienda de telas, donde te permiten subir a su terraza para disfrutar de una bonita vista del interior de la Universidad y de sus tejados verdes.

La mezquita se fundó a mediados del S. IX, según dicen, por Fátima al-Fihri, que era hija de un rico comerciante. La familia provenía de Kairouan, en Túnez, y de ahí su nombre. 

Se desconoce la fecha en la que se comenzó a impartir enseñanza en la mezquita, pero, sea como fuere, se convirtió en uno de los principales centro educativos islámicos y fue muy respetada. Así, el edificio fue ampliado y mejorado por las sucesivas dinastías gobernantes, convirtiéndose en una de las mezquitas más grandes del continente africano.

Su enseñanza se centra en las ciencias jurídicas y religiosas islámicas y se dice que su edad de Oro como centro intelectual lo alcanzó en los siglos XIII y XIV. 

En la década de 1940, el centro se integró al sistema educativo estatal y las mujeres fueron admitidas. Finalmente, en 1963, se convirtió oficialmente en universidad.

Se considera a al-Qarawiyyin como la universidad más antigua del mundo o como la institución de educación superior en continuo funcionamiento más antigua del mundo. Aunque esta definición siempre traiga controversia. Otra mezquita que compite por ostentar el título de universidad más antigua es la de al-Azhar, en el Cairo.

Curtiduría Chouwara

Otro de los lugares que ver en Fez es la curtiduría Chouwara, que es, seguramente, la imagen que más hayas visto de esta ciudad. Y es que es uno de esos lugares que no te dejan indiferente. Primero, porque visualmente es impactante, y segundo, porque vas a ver el duro trabajo del curtidor que está acompañado por un olor no del todo agradable.

Y es que en estas curtidurías tradicionales el trabajo es totalmente manual. Así, verás a los trabajadores dentro de cubas llenas de tintes naturales, preparando la piel del cordero, el camello o la cabra.

Para poder verla tendrás que subir a la terraza de alguna tienda de los alrededores, que, como no podía ser de otra manera, venden productos de cuero. A nosotros nos pidieron 10 MAD por subir, pero no se pusieron nada pesados con que comprásemos, es más, ni se interesaron por nosotros. 

Además, te dan ramilletes de menta para que te los pongas bajo la nariz para mitigar el olor. Sin embargo, para nosotros no fue tan desagradable como habíamos leído. Sólo de vez en cuando venían ráfagas de mal olor en las que la menta hacía su cometido. Si que es verdad, que en marzo no hacía mucho calor, cosa que podría haber ayudado.

Por cierto, el mal olor se debe a que, para ablandar las pieles y limpiarlas, estas se introducen en fosas con cal y excrementos de paloma.

Ya te habíamos hablado de unas curtidurías, y es que en Fez hay varias aun en funcionamiento, por lo que hemos leído hay cuatro. Por eso, verás casi siempre carteles dirigiéndote a alguna de ellas. La de Chouwara es la más grande y una de las más antiguas, pues fue fundada en el S. IX. 

De camino a esta curtiduría desde la mezquita al-Qarawiyyin, pasamos por la puerta de entrada del mausoleo o zawiya de Sidi Ahmed al-Tijani, con su bonito minarete decorado con azulejos color turquesa. Sin embargo, es otro de esos lugares en los que te tienes que imaginar su lujoso interior desde la entrada.

Plaza Seffarine: zoco de los toneleros

No muy lejos de esta curtiduría está la pequeña plaza Seffarine, un lugar donde huele bien, pero que está lleno de ruido. 

Así, sabrás que estás llegando por el sonido metálico que hacen los caldereros al arreglar artículos de cobre. Y es que te encuentras en su zoco, donde siguen trabajando el cobre, que es uno de los oficios más antiguos y tradicionales de Fez.

Además, aquí está la madraza Seffarine, la biblioteca de la universidad y un hammam del S. XIV, que puedes visitar.

Nosotros disfrutamos de la plaza desde la terraza de la cafetería Seffarine, donde nos tomamos un par de tés con el acompasado ruido de fondo.

Madraza Cherratine

Otra de las madrazas que ver en Fez está muy cerca de esta plaza. Sin embargo, suele ser de las menos visitadas, pues su estado de conservación es peor. 

La madraza Cherratine se construyó en 1670 y su nombre, escuela de los fabricantes de cuerda, hace referencia al zoco que había en esa zona. Al igual que otras madrazas de esta zona, aquí se alojaban estudiantes de la cercana universidad al-Qarawiyyin.

Nosotros decidimos no acercarnos tras haber visitado ya la madraza Attarine y la de Bou Inania.

Precio de la entrada: 20 MAD.

Zoco Sabaghine o el de los tintoreros

Un zoco que nos pareció muy interesante fue el de los tintoreros, donde puedes ver como los trabajadores tiñen la lana manualmente. 

Además, es una calle estrecha muy colorida, pues las madejas de lana recién teñidas se secan extendidas en el suelo o colgando del techo.

Aquí volvimos a ver la amabilidad de la gente de Fez, pues uno de los trabajadores estuvo un rato mostrando a nuestra hija todos los colores con los que coloreaba la lana.

El zoco está entre la plaza Seffarine y la plaza Rcif, a lo largo del río Fez.

Plaza Rcif

Nosotros encontramos esta plaza totalmente en obras, por lo que no pudimos ver el ambiente local que habíamos leído que tiene. Sin embargo, si que nos perdimos por las calles de sus alrededores, donde descubrimos un bazar nada turístico con mucha gente de la zona comprando.

En esta plaza podrás ver la mezquita y la puerta que llevan su mismo nombre. Nosotros, además, aprovechamos para comer en el Riad Fes Bab Rcif, que no fue el más económico de los restaurantes que probamos, pero donde la comida estaba muy rica. Debe de tener terraza, pero el día que fuimos llovía tanto que ni nos interesó preguntar.

Por cierto, te hablamos de los restaurantes donde estuvimos en Fez, así como de los platos típicos, en consejos para viajar a Fez.

Barrio Andalusí

Desde la plaza Rcif nos dirigimos al barrio andalusí, que recibe este nombre por las familias musulmanas que se asentaron en la margen derecha del río tras emigrar de Córdoba en el S. IX.

A medida que caminábamos, todos nos mandaban en dirección contraria, hacía la plaza Rcif de nuevo, pues parece ser que no es muy normal ver turistas por allí. Sea por lo que fuere, no paraban de preguntarnos a donde queríamos ir, eso sí, de una manera simpática y para nada pesada.

Finalmente, un chico se ofreció a guiarnos, y así, sin saber ni cómo y tras haber girado bastantes veces, llegamos a la mezquita andalusí, que es uno de los edificios más importantes del barrio y una de las más antiguas de la ciudad. Como es normal en Fez, si no eres musulmán, no podrás entrar.

Esta mezquita fue construida a mediados del S. IX, según dicen, por Maryam al-Fihri, que era la hermana de Fátima, la que pudo haber fundado la mezquita al-Qarawiyyin al mismo tiempo.

Tras esta breve visita, nos dirigimos a la madraza Sahrij, que está junto a la mezquita y que tampoco es accesible al público, y de allí a un mirador cercano desde donde hay unas vistas preciosas de la ciudad.

Nuestro siguiente destino era la puerta de Bab Guisa, por lo que nuestro guía nos llevó a buscar un petit taxi, para lo cual tuvimos que recorrer el barrio, que no es nada turístico. Así, vimos panaderías tradicionales y mercados donde la gente compraba café a granel, especias y esa mantequilla que es mucho más fuerte que la nuestra. Vamos, que le pagamos muy a gusto la propina.

Ver atardecer, o no, desde las tumbas meriníes

Lo de ver atardecer en las tumbas meriníes te lo vas a encontrar como consejo en muchos sitios. Nosotros, como tuvimos muy mal tiempo, no vimos ningún atardecer digno de mención, pero no por eso dejamos de acercarnos a este mirador con unas vistas increíbles sobre la ciudad. 

Para ello, fuimos hasta Bab Guisa, al norte de Fes el-Bali, donde vimos a un pastor con sus ovejas. Y subiendo por la ladera llena de tumbas blancas del cementerio, llegamos a las ruinas de las tumbas meriníes. Estas pertenecieron a una necrópolis real de la dinastía Mariní, la cual gobernó entre los siglos XIII y XV. 

Desde aquí la vista es alucinante y puedes ver lo grande e intrincada que es la Medina, así como sus numerosos edificios de baja altura con tejados de color ocre, que se extienden por todas partes. Sólo de vez en cuando sobresale algún minarete y algún tejado verde de alguno de sus edificios más importantes.

Y una vez disfrutamos de las vistas, volvimos caminando a nuestro Riad próximo a la puerta Azul.

La zona cercana a la mezquita de Bab Gisa nos gustó mucho, pues vimos muchos talleres pequeños de artesanos, como carpinteros, tejedores o panaderos, y nosotros éramos los únicos turistas. Además, llegamos a una pequeña plaza, donde había gente sentada y unos músicos tocaban instrumentos tradicionales.

Y para terminar con los lugares que ver en Fez el-Bali, aquí te dejamos algunas fotos de la Medina para que te hagas una idea de su ambiente.

Otros lugares que ver en Fez

Nosotros le dedicamos un día y medio a Fez y, como habrás visto, nos dio tiempo a ver bastante. 

Si sólo tuvieses un día para conocer esta ciudad, nuestra recomendación es que te centres en los lugares que ver en Fez el-Bali y disfrutes recorriendo las numerosas calles de la Medina que están llenas de sorpresas.

Por otro lado, si tuvieses más tiempo, aquí te dejamos un par de lugares que a nosotros se nos quedaron en el tintero.

Museo Dar Batha

Muy cerca de la Puerta Azul está este museo etnográfico que nosotros encontramos cerrado, pues lleva ya varios años restaurándose. Te dejamos la página web del museo para que puedas informarte sobre su estado.

Se encuentra en un antiguo palacio real del S. XIX.

Palacio Glaoui

Esta mansión es un palacio de finales del S. XIX-principios del S. XX, que perteneció a la familia Glaoui.

Aunque parece que está un poco abandonado, creemos que es un lugar digno de conocer. Hay que pagar entrada, pero no sabemos cuanto.

Borj nord y Borj sud
Estos fuertes de la segunda mitad del S. XVI, construidos por la dinastía Saadi, son, hoy día, dos perfectos miradores sobre la ciudad de Fez. Su antiguo objetivo era mantener bajo control a la población de Fez el-Bali y defenderla de los ataques externos. 
 

Como puedes imaginarte, Borj Sud está en las colinas al sur de la ciudad vieja y Borj Nord al norte. Este último alberga el museo de las Armas, aunque parece que está cerrado temporalmente.

Algunos de estos puntos panorámicos están incluidos en este tour panorámico por Fez al atardecer.
 

Otra opción si te quedas un día más en Fez es hacer una excursión por sus alrededores, que es lo que hicimos nosotros en nuestro tercer día. 

Excursión a Mulay Idrís, Volubilis y Meknés. Te contamos todo lo que puedes ver durante esta en qué ver en Mulay Idrís, Volubilis y Mequinez en un día.

Excursión a Sefrou, Bhalil, Ifrane y Azrou

O puede ser que quieras visitar esa ciudad tan fotogénica de color azul que está a unos 200 kilómetros al norte de Fez: Chaouen.

Excursión a Chaouen o excursión a Chaouen en un día.

Y si lo que te apetece es relajarte después de andar por la caótica medina, siempre puedes disfrutar de un baño y masaje en un hamam.

Mapa con los lugares que ver en Fez

Aquí te dejamos un mapa con los lugares más interesantes que ver en Fez.

Mapa indicando los lugares más interesantes que ver en Fez

¿Vas a viajar a Marruecos?

Pues esta información puede resultarte útil. Además, al usar nuestros enlaces nos ayudas a seguir creando contenido 😊

Encuentra los mejores vuelos con Skyscanner

Encuentra los mejores hoteles con Booking

Busca tu coche de alquiler con Rentalcars o Discovercars

Sácale el máximo partido al viaje con las actividades de Civitatis o GetYourGuide

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *