Viajar a la Costa Turquesa en febrero. ¿Merece la pena?

¿Quieres tener una playa paradisiaca para ti sólo y sentirte el primero que descubre una ciudad antigua? ¿Te gusta sacar fotos sin nadie en tus encuadres? ¿Te molesta que los vendedores te atosiguen? Si has contestado sí a estas preguntas: viajar a la Costa Turquesa en febrero es perfecto para ti.

Collage de 8 fotos sobre ruta por la costa turquesa

En febrero de 2025 tuvimos unos días de vacaciones y, siendo sinceros, no todos los destinos son apropiados en este mes en el que suele hacer mucho frío y oscurece pronto.

Al final, nos decidimos por la Costa Turquesa, un lugar donde los inviernos son bastante suaves. Además, no era nuestra primera vez en Turquía, un país que nos encanta.

De este modo, para ayudarte a elegir un buen destino en temporada baja, vamos a contarte cómo es viajar a la costa turquesa en febrero.

Cómo es el tiempo en la Costa Turquesa en febrero

Pues muy agradable, ya que las temperaturas pueden alcanzar los 15ºC. Eso sí, cuando se acerca la noche, se va notando el frío. Así, en muchos locales vas a ver chimeneas encendidas y en aquellos que no tienen, igual no te quitas la chaqueta.

En nuestro caso, tuvimos un poco de todo, incluso vimos gente bañándose en el mar un día que salió muy bueno. No obstante, a nosotros nos faltó un poco de valentía para meternos.

Por otro lado, en Antalya pasamos frío. De hecho, por la noche no apetecía nada salir a cenar. Y cuando visitamos las ruinas de Termeso, que están a unos 40 km de esta ciudad y a una cierta altura, llegamos a estar a 0º. Eso sí, fuimos pronto por la mañana, sobre las 9:00. 

En cuanto a lluvia, tuvimos mucha suerte, porque sólo nos mojamos un día. Y ni siquiera mucho, pues lloviznó algo al mediodía, paró, y luego cayó una buena tromba durante una hora a la tarde.

Ventajas de viajar a la Costa Turquesa en febrero

Para nosotros, viajar a la Costa Turquesa en febrero fue un completo acierto por varias razones:

Ambiente tranquilo y tradicional

Hemos vivido momentos muy curiosos que hubieran sido imposibles en temporada alta. Y es que, al no haber casi turistas, los negocios se estaban preparando para la nueva temporada. Por ejemplo, en el castillo de Simena había varios hombres cambiando una escalera mientras algunas mujeres preparaban té en un hornillo. Cuando llegamos, pararon lo que estaban haciendo y se pusieron a charlar con nosotros.

Del mismo modo, en casi todos los lugares vimos gente arreglando sus barcos y sus locales, así como mucho pastor por la carretera, es decir, nos encontramos un modo de vida tradicional que no creemos que se pueda experimentar en verano.

Además, al no haber casi turismo, tampoco había vendedores atosigándote o camareros invitándote a entrar en sus restaurantes.

Temperaturas moderadas

El tiempo fue moderado, lo que nos permitió disfrutar de algún viaje en barco y de varios ratos en la playa. Así, aunque no nos bañamos, sí paseamos por la orilla y un día nos llegamos a poner el bañador. Eso sí, sólo para sentarnos en la arena. 

Por otro lado, pudimos descubrir sus muchas ciudades antiguas sin asfixiarnos de calor.

Estar sólo en las visitas

La mayoría de los sitios que visitamos estaban vacíos, por lo que pudimos disfrutar de ciudades antiguas y playas paradisiacas para nosotros solos. Además, como no se unió nadie más en la excursión por Kekova que hicimos, tuvimos el barco para nosotros y durante el día sólo nos cruzamos con otras dos embarcaciones. De hecho, sólo una vez tuvimos que esperar para sacar una foto sin gente y fue en la puerta de Adriano en Antalya.

Así, playas que suelen estar repletas en verano, en febrero sólo tenían perros y gatos con los que pelearte por sentarte en la arena. 

Por cierto, si quieres saber qué lugares visitamos, entra en ruta de 10 días por la costa turquesa. 

Ofertas de temporada baja para viajar a la Costa Turquesa

Los precios de algunos alojamientos eran más bajos por ser temporada baja.

Desventajas de viajar a la Costa turquesa en febrero

Sin embargo, viajar a la Costa Turquesa en febrero también tiene sus desventajas.

Negocios cerrados

Muchas tiendas estaban cerradas, por lo que si te gusta ojear y buscar recuerdos, no vas a tener muchos lugares donde entrar. 

Asimismo, no todos los restaurantes estaban abiertos. Sin embargo, siempre encontramos algo que nos convenció y sólo en la ciudad antigua de Olimpo estaba todo cerrado, a excepción de un pequeño supermercado con snacks. 

Por otro lado, algunos locales no tenían todo lo que ofrecían en la carta.

Hay actividades que sólo se realizan en temporada alta

Al ser temporada baja, no pudimos hacer algunas actividades, como visitar el pueblo griego de Castelorizo, pues los viajes comenzaban en marzo. Y, obviamente, no pretendas hacer en febrero un viaje azul, es decir, ese crucero en goleta por el mar Mediterráneo.

No obstante, pudimos recorrer los alrededores de Kekova en barco. Eso sí, para reservarlo antes de ir, sólo encontramos esta excursión por Kekova, mientras que en temporada alta puedes elegir entre más opciones. Una vez allí, vimos alguna agencia más abierta, pero la mayoría estaban cerradas. Y es que, como ya hemos dicho, sólo nos cruzamos con dos barcos en todo el tiempo que duró la excursión.

Por otro lado, algunas visitas tienen restricciones, como el cañón de Saklikent, una visita muy popular cuando hace calor. Así, si lo visitas en temporada baja, es muy probable que parte del recorrido este cerrado. De hecho, nosotros fuimos y sólo pudimos hacer sus primeros 300 metros. Sin embargo, su precio era el mismo y también nos hicieron pagar por el parking, aunque allí no hubiese nadie más que nosotros.

Las temperaturas nos son suficientes para bañarse y tostarse al sol

Aunque vas a disfrutar de playas paradisiacas para ti sólo, no hace para bañarse. Así, aunque un par de días nos hizo bueno, y hasta caminamos por la orilla, en otros hacía demasiado viento.

Obras en algunas visitas de la Costa Turquesa

Como hay muy poco turismo, aprovechan para hacer trabajos de conservación en temporada baja. De este modo, coincidimos con obras en muchas ciudades antiguas. Sin embargo, se podían visitar igual, sólo que había trabajadores en algunas zonas.

¿Merece la pena visitar la Costa Turquesa en temporada baja?

En base a nuestra experiencia, nosotros te decimos que definitivamente sí. Y es que puedes disfrutar de un destino increíble a tu aire y casi para ti sólo.

Por cierto, en nuestro blog vas a encontrar mucha más información sobre Turquía.

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4 comentarios en “Viajar a la Costa Turquesa en febrero. ¿Merece la pena?”

  1. En mi experiencia, siempre es interesante viajar a los destinos en temporada baja, salvo que sean lugares de «sol y playa». Cualquier visita cultural o de naturaleza será mucho más tranquila y podrás disfrutar de experiencias más auténticas y menos masificadas.

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