Tánger es una ciudad del norte de Marruecos que llegó a ser la ciudad más cosmopolita del continente. Aun hoy, paseando por sus calles, podrás sentir ese contraste entre ciudad de toques árabes y aire europeo. ¿Nos acompañas a descubrir qué ver en Tánger?

Tánger es una ciudad en la que numerosas civilizaciones han dejado su huella. Además, en el S. XX fue una Zona Internacional bajo el control de varias potencias europeas. Esto la convirtió en un paraíso fiscal y una ciudad cosmopolita y tolerante que atrajo a numerosos diplomáticos, empresarios, espías y artistas. Así, pintores como Delacroix o Matisee plasmaron en sus cuadros la luz de esta ciudad marroquí.
Actualmente, Tánger se está modernizando, pero conserva entre sus murallas una Medina llena de rincones muy interesantes que aun conserva recuerdos de su frenético pasado.
Nosotros vamos a contarte qué ver en Tánger, una ciudad que está muy cerca de la costa española. Por otro lado, en viajar a Tánger te hablamos de cómo llegar, qué tipo de transporte usar, dónde dormir y comer, así como de otros datos importantes a la hora de organizar tu viaje al norte de Marruecos.
Índice
Historia de Tánger
Comienzos de Tánger y cambios en el poder
Hay una leyenda que trata sobre la fundación de la ciudad. Según esta, Tingis era la esposa del gigante Anteo, quien fue asesinado por Hércules. Tras esto, Tingis y Hércules se juntaron y uno de sus hijos, Sófax, fundó la ciudad y le puso el nombre de su madre.
No obstante, Tánger fue fundada probablemente por los fenicios allá por el S. X a.C. Con el paso del tiempo, fue pasando por distintas manos, como cartagineses y romanos, convirtiéndose en la colonia de Tingis. También estuvo bajo el poder del Imperio bizantino y los visigodos, hasta que, en los primeros años del S. VIII, fue conquistada por los árabes durante varios siglos.
A mediados del S. XV, Tánger pasó a estar bajo dominio europeo. Así, en 1471, Portugal tomó la ciudad hasta 1661, cuando, para afianzar su alianza con Inglaterra, la cedió a la corona británica. Sin embargo, los marroquíes recuperaron Tánger en 1684 tras un largo bloqueo. Eso sí, antes de irse, los ingleses destruyeron la ciudad y su puerto.
Paraíso fiscal: Zona Internacional de Tánger
Gracias a su localización, Tánger se convirtió en la segunda mitad del S. XVIII en la capital diplomática de Marruecos y Estados Unidos abrió aquí su primera delegación en el exterior. Asimismo, a finales del S. XIX, era un importante centro para la diplomacia europea y, por lo tanto, en Tánger se llevó a cabo mucha de la actividad comercial del país.
En 1912, Marruecos perdió su independencia y quedó dividida entre Francia y España. De este modo, Tánger, así como el norte del país, cayó en la zona del protectorado español.
Sin embargo, en 1923, la ciudad se convirtió en Zona Internacional de Tánger, pasando a ser un condominio de varias potencias europeas y a tener leyes económicas y fiscales muy liberales. Como resultado, desarrolló una sociedad abierta, libertina y tolerante, que era mezcla de musulmanes, cristianos y judíos. Además, como puedes imaginarte, atrajo a numerosos extranjeros que escapaban de sus países en guerra, a millonarios extravagantes, a estafadores y a artistas. Vamos, una sociedad de los más variopinta.
Y llegó la Independencia de Marruecos, en la que Tánger jugó un papel importante, porque, gracias a su condición, fue un lugar elegido por los activistas para reunirse. Así, aquí se formó el Frente Nacional en 1951.
Finalmente, el 29 de octubre de 1956, Tánger se incorporó al Estado de Marruecos, terminando así la libertad de movimiento y comenzando el exilio de la mayor parte de sus habitantes judíos. Además, el cambio trajo una crisis económica, pero a finales del S. XX, Tánger comenzó a experimentar un nuevo crecimiento. De hecho, actualmente está experimentando un rápido desarrollo y modernización.
Qué ver en Tánger
Aunque es una de las ciudades más pobladas y más grandes de Marruecos, los lugares más interesantes que ver en Tánger están localizados en un área más bien pequeña. De hecho, puedes descubrirlos a pie en un día. No obstante, tiene playa, por lo que te puedes plantear quedarte algo más de tiempo para disfrutar de ella.
Además, puedes usar este tiempo también para conocer sus alrededores, donde puedes visitar el Cabo Espartel, Asilah o Arcila, Tetuán o, incluso, la famosa Chefchaouen.
Por otro lado, entre los lugares que ver en Tánger destaca la Medina y su zona más alta, la Kasbah. Asimismo, cerca está el conocido como barrio español y alguna que otra zona interesante. Nosotros vamos a hablarte de todos ellos y los ordenaremos en función de cuál nos gustó más. Así, si tienes poco tiempo, puedes hacerte una idea de por dónde comenzar.
Por otra parte, una manera de conocer mejor la ciudad y su historia es unirse a esta visita guiada por Tánger, donde descubrirás muchos de sus lugares más interesantes de la mano de un guía. Y si no tienes mucho tiempo, échale un ojo al autobús turístico, que hace paradas tanto en el centro de Tánger, como en lugares más alejados.
La Kasbah o Alcazaba, uno de los lugares que visitar en Tánger
El lugar que más nos gustó que ver en Tánger fue su Kasbah, un recinto fortificado que se encuentra en la parte más alta de la Medina y que sirvió de sistema defensivo en el pasado.
Para llegar tendrás que cruzar alguna de sus puertas y luego caminar por sus callejuelas laberínticas con casas blancas de baja altura. Así, descubrirás pequeñas plazas, bonitas puertas y ventanas, y rincones preciosos que te harán no querer salir de allí. Además, al estar en la parte más alta, tiene un mirador perfecto para descubrir Tánger a vista de pájaro.
Por otro lado, nosotros estuvimos prácticamente solos en la Kasbah y, al igual que en la Medina, a veces la gente que vivía allí nos avisaba de que estábamos en una calle sin salida y nos ayudaban a orientarnos. Pero vamos, la Kasbah no es tan grande, por lo que perderse en ella no es muy grave.
Y aunque lo mejor es caminar sin ningún objetivo, aquí te indicamos los lugares que no deberías perderte.
Qué ver en la Kasbah de Tánger
Bab el Assa, una de las puertas más bonitas que ver en Tánger
Una manera de empezar a conocer la Kasbah es subir por las empinadas calles de la Medina y entrar por la puerta Bab el Assa. Nada más cruzarla, te encontrarás con uno de los rincones más bonitos que ver en Tánger: un pequeño banco decorado con azulejos.
Plaza de la Kasbah
Tras Bab el Assa está la plaza de la Kasbah, un amplio espacio que da a un mirador con muy buenas vistas al puerto. Además, si hace bueno, podrás vislumbrar la costa española.
El mirador se encuentra tras la puerta Bab Bahr y junto a un paseo con vistas al mar que va alrededor de la Kasbah. No obstante, también puedes llegar a él desde unas escaleras que hay en la parte baja de la ciudad.
Aparte, la plaza de la Kasbah ha sido siempre un lugar muy importante de Tánger, puesto que aquí construyeron los distintos dirigentes de la ciudad su residencia.
Museo de la Kasbah o museo de las culturas mediterráneas
En la plaza también está el museo de la Kasbah, que, en nuestra opinión, es uno de los lugares imprescindibles que ver en Tánger. Así, trata sobre la historia de la ciudad y las distintas culturas que han pasado por ella, y, aunque no tiene muchos objetos, los restos arqueológicos que muestra son muy interesantes, destacando un mosaico de la ciudad romana de Volubilis.
Además, se encuentra en el antiguo palacio Dar el Makhzen o palacio del Sultán, que fue construido cuando los ingleses se fueron de Tánger, allá por el S. XVIII. De este modo, entrar en el museo te permite disfrutar de su patio con fuente, de sus preciosos techos artesonados y de sus jardines.
Asimismo, la entrada incluye el museo de arte contemporáneo, que organiza distintas exhibiciones temporales y se encuentra en la antigua prisión de la Kasbah. Esta fue construida en el S. XVII y estuvo en funcionamiento hasta la década de 1970. Al formar parte del complejo del palacio del Sultán, su entrada también se encuentra en la plaza.
Horario y precios del museo de la Kasbah
Horario: 10:00 – 18:00. Cierra los martes.
Precio marzo 2025: 30 MAD
Museo de Ibn Battuta, el Marco Polo marroquí
Otro museo de la Kasbah es el que está dedicado a Ibn Battuta, un célebre personaje del S. XIV nacido en Tánger, que viajó por tres continentes durante unos 20 años.
Aunque el museo es más bien pequeño, está muy bien organizado y es fácil de seguir. Por eso, si tienes tiempo, nos parece una visita interesante donde puedes aprender sobre la vida de Ibn Battuta.
En marzo 2025, la entrada costaba 50 MAD y 20 MAD para los menores entre 5 y 15 años, y abría de 10:00 a 18:00 y los domingos de 12:00 a 20:00.
Por otro lado, el museo está en una bonita plaza donde se encuentra la puerta Bab Kasbah, por la que puedes salir para ir a uno de los cafés mas populares de Tánger, el Café Hafa.
Asimismo, aquí está la antigua estructura defensiva del fuerte de Ben Amar, del S. XVII, que se supone alberga una exposición sobre la historia de la ciudad, pero que cuando fuimos estaba cerrado.
Calles de la Kasbah
Por último, dedícale algo de tiempo a pasear por la Kasbah, que es pequeña, pero está llena de bonitos rincones y curiosos detalles.
Y aquí dejamos algunas fotos para que entiendas porqué fue la zona que ver en Tánger que más nos gustó.
Sitios donde comer o tomar un té en la Kasbah
Si quieres hacer una pausa en la Kasbah, a nosotros nos encantó la terraza del Salon Bleu, que está en la plaza de la Kasbah. Por eso, si ves una mesa libre, no dudes en subir, porque, a pesar de que el servicio es lento, las vistas son maravillosas y la comida está muy buena.
Por otro lado, el café Cherifa está junto a la puerta Bab el Assa y es perfecto para tomarse un té, gracias a su interior y a sus vistas a la Medina. Y no te costará verlo, porque su exterior está cubierto de grafitis.
La Medina, otro de los lugares que visitar en Tánger
Por supuesto, otro de los lugares que ver en Tánger es su Medina, que está llena de callejuelas, talleres artesanales, bazares y bonitos rincones. Y aunque no es tan espectacular como la de Fez, tiene mucho encanto y merece la pena pasear por ella, sobre todo por su parte más alta y alrededor de las murallas. Además, todavía guarda recuerdos de su época más internacional y cosmopolita.
Al igual que en la Kasbah, lo mejor es dejarse llevar, pero nosotros te diremos algunos lugares que no deberías perderte.
Qué ver en la Medina de Tánger
Plaza 9 de Abril o Zoco Grande
Aunque está fuera de la Medina, la incluimos aquí, porque seguramente sea lo primero que veas de Tánger y tu primera entrada a la Medina. Y es que aquí se encuentra la puerta Bab el Fahs.
Así, es una plaza que une la parte vieja de Tánger y su zona nueva, y siempre está muy animada. Además, encontrarás siempre taxis y algunos restaurantes, que a nosotros, la verdad, no nos dieron al ojo.
Asimismo, tiene algunos edificios interesantes, como el cine Rif, que tiene una fachada modernista y recuerda la época en que Tánger era zona internacional. Por aquel entonces, estaba especializado en proyectar películas españolas, pero ahora alberga la Cinemateca de Tánger. También descubrirás la mezquita Sidi Bouabid, que tiene un bonito minarete de color rosa. No obstante, a no ser que seas musulmán, no podrás entrar.
Por otro lado, aquí esta la librería Gran Zoco, donde puedes imprimir tus tarjetas de embarque. Te explicamos más sobre este tema en viajar a Tánger.
En resumen, el Zoco Grande es una plaza que ver en Tánger, que no es especialmente bonita, pero sí importante, y cuyo nombre recuerda el día de 1947 en que el rey Mohamed V dio un discurso en este lugar reivindicando la independencia del país.
Además, junto a ella está el jardín de la Mendoubia, donde se encuentra el palacio del mismo nombre, que alberga el espacio a la memoria histórica a la resistencia y liberación de Tánger, que, creemos, es gratuito. Asimismo, entre algunos cañones verás árboles de gran antigüedad, especialmente un ficus que dicen tiene más de 800 años. También hay una zona con columpios.
Mercado de la Medina
Otro de los lugares que ver en la Medina es el mercado, al que también puedes entrar por la plaza 9 de Abril. De este modo, verás puestos de verduras, carne, aceitunas o pan, y, por supuesto, una buena zona de pescadería donde venden todo tipo de pescado y marisco.
Si te gusta este tipo de visitas, no te lo pierdas. A nosotros nos pareció muy interesante.
Calle Siagine y Zoco Chico
La calle Siagine sale de la plaza 9 de abril y es la arteria principal de la Medina. Esta es una calle ancha, donde encontrarás numerosas tiendas, una entrada al mercado, la antigua iglesia de la Purísima, que siempre vimos cerrada, y el museo Dar Niaba, que tiene una bonita entrada en piedra de cuando los portugueses controlaban Tánger. Este se encuentra en la antigua sede del Naib, el representante del Sultán marroquí ante las comunidades extranjeras en Tánger, y organiza exposiciones sobre la historia diplomática de Tánger, así como una colección de pintura. Su entrada costaba 20 MAD. También en esta calle está el Fonduk de Siagine, un antiguo caravasar que ahora alberga tiendas de ropa.
Además, esta calle te lleva al Zoco Chico, una plaza muy animada perfecta para ver el ajetreo de la ciudad sentado en alguna de sus cafeterías. Así, hay dos muy populares que están una junto a la otra, el café Tingis y el café Central.
De este modo, la primera es más sobria y la segunda más elegante, pero ambas recuerdan al ambiente europeo de cuando Tánger estaba liderada por potencias coloniales. Sea como fuere, son buenos lugares para tomarse un café o un té de menta.
Al ser una zona muy transitada, el área alrededor del Zoco Chico está llena de tiendas y restaurantes, y hay bastante alojamiento. De hecho, nosotros nos quedamos en un apartamento muy cerca de la plaza.
Gran mezquita de Tánger
Muy cerca del Zoco Chico está también la principal mezquita de la ciudad, cuyo edificio actual data de principios del S. XIX, pero cuya historia se remonta muchos años atrás.
Y es que desde hace mucho tiempo, este lugar estuvo ocupado por un templo. De hecho, se cree que aquí se construyó uno romano dedicado a Hércules y, más tarde, una iglesia. Sea como fuere, en el S. XIII se levantó una gran mezquita, que, cuando llegaron los portugueses, fue transformada en catedral. Al volver los musulmanes en el S. XVII, volvió a ser mezquita y, finalmente, en la primera mitad del S. XIX, se reconstruyó alcanzando en gran parte su aspecto actual. Si no eres musulmán, tendrás que conformarte con admirar su bonita entrada y su colorido minarete.
Esta se encuentra junto a un mirador desde donde puedes ver el puerto de la ciudad y muy cerca de uno de los hoteles más antiguos de Tánger, el Hotel Continental, actualmente cerrado por reformas. Por eso, no pudimos entrar, pero, según dicen, tiene un bonito interior y en su terraza puedes disfrutar de una estupendas vistas al puerto, ya que está frente a él, sobre el edificio de la antigua aduana. Además, este hotel traerá recuerdos a los amantes del Tiempo entre Costuras, una novela de María Dueñas de la que se ha hecho una serie.
Callejear por la Medina
Y, por supuesto, una de las cosas que hacer en la Medina es callejear por ella. Para ello, sólo tendrás que tomar alguna de las calles que salen de la rue Siaguine.
Su zona más interesante es la parte alta, donde encontrarás numerosos talleres artesanales y bonitos rincones. Además, cerca de la Kasbah está la tumba de Ibn Battuta, pero está cerrada y no hay mucho que ver.
En la zona baja de la Medina puedes visitar el museo de la Legación americana, que costaba 50 MAD. Este se encuentra en un edificio de estilo morisco que fue la primera propiedad de Estados Unidos en el extranjero y albergó la sede diplomática de este país en Marruecos durante 140 años desde 1821. Actualmente, es un centro cultural y un museo que trata las relaciones entre estos dos países y donde puedes ver cómo era la vida en el Tánger internacional. Si lo visitas, descubrirás su patio con fuente y sus elegantes salas, así como una dedicada al escritor Paul Bowles. Abre de lunes a viernes de 10:00 a 17:00 y los sábados y domingos de 10:00 a 15:00.
Además, en una calle cercana a este museo, Cheikh al Harrak, se encuentra la sinagoga Nahon, que nosotros encontramos cerrada, pero que tiene un bonito interior.
Cafeterías y restaurantes de la Medina
Aunque te hablamos de dónde comer en viajar a Tánger, aquí te contamos alguno de los locales que más nos llamaron la atención de la Medina.
Así, alrededor del Zoco Chico hay varios restaurantes que te recomendamos probar, como el restaurante Ahlen, el Kebdani o el Al Maimouni.
Y aparte del Gran Café Central y del Tingis, otra cafetería que llamó nuestra atención fue el Café Baba, por donde han pasado numerosos famosos, como los Rolling Stones.
Por cierto, puedes conocer alguno de los platos típicos de Marruecos uniéndote a este tour gastronómico por Tánger,
Murallas de Tánger
Aunque vas a ver muchas puertas y torres de la antigua muralla mientras paseas por la Medina, el mejor lugar para aprender sobre ella es el centro de interpretación de las fortificaciones de Tánger, que se encuentra en el fuerte Borj Dar el Baroud. No obstante, este costaba 50 MAD y, aunque está muy bien y nos gustó, la visita es bastante rápida, porque no hay tanto que ver. Aparte, las vistas desde lo alto son bonitas, pero tampoco tan distintas de las que puedes obtener desde otros lugares de manera gratuita. Por eso, si no tienes mucho tiempo o no te apetece gastarte el dinero, puedes obviarlo.
Este se encuentra junto a la amplia plaza Bab el Marsa, que da al puerto, una zona que se está remodelando y modernizando, y donde está la antigua aduana, que guarda algunas fotos antiguas y cuya entrada es gratuita.
Además, desde aquí se ve la bonita mezquita del Puerto, que fue inaugurada en 2018. Si no eres musulmán, no podrás entrar y tendrás que conformarte con ver su interior desde la puerta o desde alguna ventana.
Barrio de Marshan: Tumbas Fenicias y Café Hafa, un lugar que ver en Tánger perfecto para tomarse un té
Algo alejado de la Medina, en el barrio de Marshan, se encuentran las tumbas fenicias. No obstante, puedes ir caminando. Así, son unos 10 minutos a pie desde la Kasbah, más específicamente, desde la plaza donde está el museo de Ibn Battouta. Y aunque está bastante descuidado, es un lugar que ver en Tanger que nos encantó.
Así, hablamos de una antigua necrópolis fenicia con numerosas tumbas excavadas en la roca. Además, debido a su localización junto al mar, se ha convertido en un lugar muy popular para sentarse y disfrutar de las vistas del estrecho de Gibraltar.
Antes de volver a la Medina, acércate al café Hafa, una cafetería muy concurrida gracias a sus increíbles vistas. De este modo, sólo tienes que sentarte en una de sus terrazas frente al mar y esperar a que te traigan tu té de menta, o lo que quieras. Cuando fuimos, el té costaba 12 MAD, pero al estar en Ramadán, cobraban 20 MAD.
Como teníamos tiempo, después del té dimos una vuelta por el parque de Marshan, donde vimos a la gente paseando a sus perros y a los niños practicando fútbol.
Además, en este barrio se construyeron algunos de las mejores mansiones de Tánger. De hecho, en uno de los lados del parque está el palacio de Marshan, que es propiedad del rey de Marruecos y se construyó en la década de 1950. Sin embargo, no puedes ver mucho de él, pues está protegido por una verja.
Ciudad Nueva y antiguo barrio Español
Sin ser la zona que ver en Tánger que más nos gustó, sí creemos que merece la pena dar una vuelta por ella. Y es que estamos hablando del centro del Tánger internacional. De este modo, alguno de los lugares que no puedes perderte de la Ciudad Nueva son:
Cementerio judío de Tánger
Muy cerca del mercado y de la Legación americana, puedes visitar de manera gratuita el cementerio judío de Tánger, donde podrás pasear entre sus tumbas y disfrutar de unas buenas vistas al mar.
Por supuesto, agradecen un donativo.
Hotel el Minzah
El hotel Minzah fue uno de los lugares míticos del Tánger Internacional. Así, abrió en la década de 1920 y aquí se alojaron incontables celebridades. Si quieres saber quiénes, sólo tienes que dar una vuelta por su bonito patio decorado con los retratos de sus clientes más afamados.
Además, su interior aún recuerda su glorioso pasado y tiene ese encanto de hotel lujoso algo pasado de moda. Si quieres darte un capricho, puedes comer en su restaurante o tomarte algo en su cafetería. O acércate sólo a ver sus bonitas salas, que, según dicen, sirvieron de inspiración para los escenarios de Casablanca, así como del Tiempo entre Costuras.
Asimismo, hay muchas historias alrededor de este hotel, por ejemplo, que durante la II Guerra Mundial alojó en distintas áreas a nazis y a aliados, así como que fue un lugar de encuentro para espías.
Otro hotel en esta zona que albergó a un artista fue el Grand Hotel Ville de France. Y es que fue el hogar de Matisse y, dicen, que las vistas le inspiraron para crear la obra Ventana en Tánger. Además, han mantenido la habitación donde se alojó y, si quieres, tú también puedes dormir en ella.
Gran Café de París
Cerca del hotel el Minzah está el Gran Café de París, que parece anclado en el tiempo, pues no ha cambiado nada en los últimos años. Así, todavía puedes ver su decoración en madera y sus grandes espejos. En serio, al verlo, nos pareció estar en alguna cafetería antigua española.
En su momento, fue lugar de encuentro de escritores y, durante la II Guerra Mundial, también de espías. Hoy, es un buen lugar donde hacer una pausa, tomarse un té y ver la vida desarrollarse a tu alrededor.
Junto a la cafetería está la plaza Faro, donde hay un par de cañones y tiene vistas al mar. Esta se encuentra en la avenida Pasteur, una de las principales de esta parte de la ciudad.
En ella se encuentra otro negocio que recuerda a la época de la Tanger colonial, la librería de las columnas, por donde pasaron los numerosos escritores que vinieron a Tánger, como Paul Bowles. Asimismo, no lejos de aquí está el modernista teatro Cervantes, que es de 1913 y actualmente está cerrado por obras de restauración. Su construcción se llevó a cabo por tres españoles, entre ellos Esperanza Orellana. Por eso, muy cerca del teatro verás el nombre de la calle Esperanza Orellana escrito como si te encontraras en Córdoba.
Catedral de Tánger
Dentro de esta parte de la Ciudad Nueva se encuentra el barrio de San Francisco, también conocido como antiguo barrio español. Su nombre recuerda que fueron los franciscanos quienes impulsaron el desarrollo de esta zona. Por eso, aquí está el hospital español, la sede del instituto Cervantes y los colegios Severo Ochoa y Ramón y Cajal.
Además, merece la pena que te acerques a la catedral de Tánger, que oficialmente es la catedral de la Inmaculada Concepción y del Espíritu Santo, pero que también se conoce como catedral española. Esta comenzó a construirse en la década de 1950 y fue inaugurada en 1961. En su interior moderno destacan sus vidrieras.
Como curiosidad, este fue el edificio más grande de Tánger y su campanario dominaba el perfil de la ciudad hasta 1983. Enseguida sabrás por qué.
Mezquita Mohammed V
La mezquita Mohammed V se encuentra muy cerca de la catedral y se inauguró en 1983. Esto es, su minarete fue el que superó en altura al campanario de la catedral. De hecho, es el más alto de la ciudad.
Así, fue el actual rey de Marruecos, Mohammed VI, quien la mandó construir, poniéndole el nombre de su abuelo. Pues bien, esta se financió desde Kuwait y, según dicen, esto fue porque un gobernante de este país no quería que el campanario de una iglesia católica fuera el elemento más representativo del horizonte. Sea como fuera, ahora la plaza frente a la mezquita se llama plaza de Kuwait.
Por cierto, no podrás entrar en la mezquita a no ser que seas musulmán. A pesar de ello, el exterior es bonito y merece la pena acercarse si tienes tiempo.
Playa de Tánger
Aparte de las que tiene a su alrededor, cerca del cabo Espartel o las cuevas de Hércules, Tánger tiene una extensa playa de arena y un paseo marítimo con edificios de gran altura donde encontrarás hoteles y restaurantes. Así, es una zona con un aire más moderno que las anteriores de las que hemos hablado.
No obstante, vas a encontrarte con varias personas que van a ofrecerte recorrer la playa montado en algún animal. En nuestro caso, era a caballo o en pony.
Cuando nosotros fuimos a Tánger, era marzo y estaban celebrando el Ramadán. De este modo, al llegar a la playa la encontramos casi vacía, pero al ir a acercarse el atardecer, comenzó a llenarse de grupos de amigas y familias que bajaban a romper el ayuno en ella.
Mapa con los lugares que ver en Tánger
Aquí te dejamos un mapa donde te indicamos dónde están todos los lugares que ver en Tánger de los que te hemos hablado.
- 1. Plaza de la Kasbah
- 2. Museo de Ibn Battouta
- 3. Plaza 9 de Abril/ Zoco Grande
- 4. Jardín de Mendoubia
- 5. Mercado de la Medina
- 6. Rue Siaghine
- 7. Zoco Chico
- 8. Gran mezquita de Tánger
- 9. Hotel Continental
- 10. Tumba de Ibn Battouta
- 11. Museo de la Legación americana
- 12. Sinagoga Nahon
- 13. Centro de interpretación de las fortificaciones
- 14. Mezquita del Puerto
- 15. Tumbas fenicias
- 16. Café Hafa
- 17. Cementerio judío
- 18. Hotel el Minzah
- 19. Gran hotel Villa de Francia
- 20. Gran café de París
- 21. Avenida Pasteur/plaza Faro
- 22. Teatro Cervantes
- 23. Catedral
- 24. Mezquita de Mohammed V
- 25. Playa
Qué ver cerca de Tánger
La excursión más popular que hacer en Tánger por su cercanía a la ciudad es el Cabo Espartel y las Cuevas de Hércules. A estas últimas no fuimos porque leímos que su entrada era demasiado cara para lo que era.
– El Cabo Espartel, donde se juntan el océano Atlántico y el Mar Mediterráneo y donde puedes disfrutar de unas preciosas vistas y visitar un faro.
– Las cuevas de Hércules es el lugar donde, según la mitología, el héroe Hércules descansó. Independientemente, la imagen más famosa de la cueva es un agujero que se ha formado con la forma del continente africano.
Aparte, a una hora en tren está la localidad de pescadores de Asilah o Arcila y a una hora en autobús Tetuán. Por último, un poco más lejos, a unas dos horas en autobús, puedes llegar a la famosa Chefchaouen.
Te contamos cómo puedes llegar a todos estos lugares en viajar a Tánger. Además, hay excursiones organizadas a las que puedes unirte para llegar a ellas sin tener que preocuparte por el transporte, como esta excursión al Cabo Espartel, las Cuevas de Hércules y Arcila o este viaje organizada a Chefchaouen desde Tánger.
Asimismo, a unos 6 km al oeste de la ciudad está el extenso parque de Rmilat, con vistas al mar, numerosos senderos y la villa Perdicaris.
Si no tienes mucho tiempo, puedes echarle un ojo a este autobús turístico, que incluye paradas por el centro de la ciudad, así como en lugares más alejados, como el cabo Espartel, las cuevas de Hércules o el parque Rmilat.
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