Viajar a Salamanca, una de las ciudades más bonitas de España

Dos catedrales, una plaza impresionante y una de las universidades más antiguas de Europa te están esperando en esta ciudad castellana a orillas del Tormes. ¿Nos acompañas a descubrir cómo viajar a Salamanca?

Collage de 8 fotos sobre qué ver en Salamanca

No podemos negar que estamos enamorados de Salamanca, no sólo porque aquí viva gran parte de nuestra familia, sino porque nos encanta pasear por sus calles empedradas, ver cómo se pone el sol tras sus numerosas torres de color dorado y disfrutar de su gastronomía y ambiente en alguno de sus muchos bares y restaurantes. Y aunque llevemos toda nuestra vida visitándola, no nos dejamos de asombrar frente a sus impresionantes fachadas platerescas. 

Por eso, queremos explicarte cómo viajar a Salamanca y cómo disfrutar al máximo de tu visita. No obstante, para no saturarte, hemos escrito otro post donde nos centramos en qué ver en Salamanca.

Cómo llegar a Salamanca

Viajar a Salamanca en avión

Salamanca se encuentra a unos 200 km del aeropuerto de Madrid. Por lo que una vez aquí tendrás que reservar un coche o tomar el autobús.

Así, la compañía que une el aeropuerto de Madrid con Salamanca es Avanza Bus.

Por otro lado, para encontrar el vuelo que mejor se adapte a tus fechas y presupuesto te recomendamos entrar en Skyscanner, y para comparar las ofertas de las distintas compañías de alquiler nosotros utilizamos DiscovercarsRentalcars.

Viajar a Salamanca en autobús o en tren

Otra manera de viajar a Salamanca es en autobús o en tren. De este modo, la estación de autobuses se encuentra a unos 15 minutos de la plaza Mayor y la de trenes a unos 25 minutos.

Para ver qué medio de transporte te sale mejor para llegar a Salamanca, chequea la página de Trainline.

Viajar a Salamanca en coche

Si vienes en coche, no lo vas a necesitar más, ya que el centro de Salamanca es pequeño y en gran parte peatonal. 

Por eso, lo mejor es que lo aparques en algún parking o trates de buscar alguna calle fuera del centro. Lo sabemos, no es fácil encontrar un sitio gratuito y sin límite de tiempo. No obstante, puedes probar por la zona de la avenida Filiberto Villalobos y las calles aledañas.

Cuánto se tarda en visitar Salamanca

Salamanca es una ciudad con un casco antiguo de tamaño medio que puedes descubrir en un día. Sin embargo, tiene un par de visitas muy interesantes y un bonito paseo a lo largo del río. 

Por eso, aunque un día es suficiente para descubrir sus lugares imprescindibles, te recomendamos quedarte un par para poder conocerla con calma, probar alguno de sus muchos bares y restaurantes y, si te sobrase tiempo, hacer alguna excursión a sus alrededores, como Alba de Tormes, donde murió Santa Teresa de Jesús, o la Alberca, considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

Historia de Salamanca

Para que al viajar a Salamanca entiendas el porqué de su actual aspecto, aquí te damos unas cuantas pinceladas sobre su interesante historia.

Orígenes

Su historia comienza en el Cerro de San Vicente, allá por los siglos VII y IV a.C, durante la Edad de Hierro. Hoy en día, en esta zona hay un yacimiento arqueológico que muestra los restos encontrados. 

Las valientes mujeres salmantinas

En el año 220 a.C, Aníbal sitió Salamanca, pero a cambio de dinero y rehenes levantó el asedio. Sin embargo, los ciudadanos no cumplieron su palabra y Aníbal les atacó. 

Fue entonces cuando entraron en juego las valientes mujeres salmantinas, que escondieron armas debajo de su ropa y se las pasaron a los hombres en el momento adecuado. Aunque no ganaron, su astucia y valentía dejaron tan impresionado a Aníbal que les devolvió la ciudad y el dinero.

Salamanca romana

Durante el periodo romano, Salamanca era conocida como Helmántica y adquirió importancia comercial. 

A día de hoy, todavía quedan recuerdos de esta época, como el puente romano, que fue construido en el S. I d. C, y la Ruta de la Plata, una calzada que atraviesa España de norte a sur por su parte oeste.

Reconquista y comienzo de la Universidad de Salamanca

A finales del S. XI y principios del S. XII, tras la Reconquista, nuevos repobladores llegaron a la ciudad y en 1102, se estableció la sede episcopal. Su primer obispo fue Don Jerónimo de Perigeux, obispo de Valencia y compañero del Cid Campeador. 

Así, se comenzó a construir la Catedral, de la que surgió la importante Universidad de Salamanca, la más antigua en activo de España.

Por otra parte, la época de los Reyes Católicos fue un periodo muy bueno para Salamanca, ya que apoyaron a la universidad y a la ciudad, y el comercio de la lana fue muy fructífero.

Salamanca y las Guerras

Durante la Guerra de la Independencia, Salamanca estuvo ocupada por los franceses, que ocasionaron muchos daños en su Patrimonio. Finalmente, tras la famosa batalla de los Arapiles, que ocurrió cerca de Salamanca, el ejército francés cayó derrotado frente a españoles e ingleses liderados por el duque de Wellington. 

Además, de esta época hay que destacar al guerrillero salmantino Julián Sánchez el Charro.

Si te interesa esta parte de la historia, puedes participar en este tour por la Salamanca Napoleónica.

Por otro lado, durante la Guerra Civil Salamanca estuvo en el bando nacional y Franco se instaló aquí por un periodo de tiempo en el palacio Episcopal, hoy museo de la ciudad.

Salamanca y su color dorado

Un hecho que te puede llamar la atención es el color dorado de su casco histórico, que es debido a la piedra con la que están construidos sus edificios. Esta viene de las canteras de Villamayor, que está a unos 7 km de la ciudad, y desde 1940, está prohibido construir en el casco antiguo con otra piedra que no sea esta.

Por cierto, en 1988, Salamanca fue nombrada ciudad patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Pues bien, esta piedra arenisca tiene un color amarillo pálido cuando sale de la cantera, pero con el tiempo adquiere su peculiar color dorado debido a la oxidación de las partículas de hierro que tiene. Además, tras ser extraída, es blanda y se talla fácilmente, lo que ha permitido realizar las extraordinarias representaciones del arte plateresco tan común en Salamanca.

Símbolos de Salamanca: el Botón Charro 

Es muy probable que hayas oído hablar de una rana que decora la fachada de la universidad o de un astronauta que está en la catedral. Sin embargo, igual no sabes que uno de los símbolos de Salamanca, y de su provincia, es el Botón Charro, que vas a ver por todos lados al viajar a Salamanca.

Bueno, pues el botón charro es una joya, siendo una de las principales piezas de la filigrana charra, es decir, el trabajo de orfebrería típico de esta zona. Así, tradicionalmente presenta una bola principal, que representaba a la ciudad de Salamanca, y 8 más pequeñas, una por cada una de sus comarcas. Sin embargo, a día de hoy hay diferentes modelos.

Además, su origen es un misterio y ha dado lugar a varias teorías. De este modo, puede provenir de un disco solar celtíbero y pudo usarse en los S. II y I a. C., o venir de los romanos y visigodos, que utilizaban alguna pieza similar para decorar sus ropajes. Sea como fuere, a partir del S. XVII, los orfebres empezaron a realizarlo de manera frecuente para decorar los típicos trajes charros.

¿Qué es lo que no hay que perderse en Salamanca? o ¿Qué puedo visitar en Salamanca en un día?

Aunque hablamos largo y tendido sobre sus lugares más interesantes en qué ver en Salamanca, estos son los imprescindibles que tienes que conocer al viajar a Salamanca.

– La plaza Mayor, centro y corazón de la ciudad.

– La iglesia de la Purísima, con un retablo a la altura del Museo del Prado.

– La calle de la Compañía, una de las calles más bonitas que verás al viajar a Salamanca y donde están la Casa de las Conchas y la Clerecía, dos edificios impresionantes.

– El patio de Escuelas, donde está la Universidad de Salamanca y su increíble fachada plateresca

– Las dos catedrales de Salamanca, desde donde puedes tener una hermosa panorámica de la ciudad.

– El puente romano, uno de los recuerdos de Helmántica.

Iglesia de San Esteban y su fachada que parece un retablo

Por otra parte, una buena manera de descubrir la ciudad es uniéndote a este free tour por Salamanca, que es perfecto para conocer su centro histórico. Asimismo, puedes hacer este tour nocturno por Salamanca, porque no puedes irte sin pasear por sus calles iluminadas. 

Qué ver en los alrededores de Salamanca

Si te vas a quedar varios días en Salamanca, puedes realizar alguna excursión por su provincia

Así, la más famosa es visitar la Alberca, uno de los pueblos más bonitos de España. Sin embargo, no hay que olvidarse de Ciudad Rodrigo, Mogarraz, Alba de Tormes, donde murió Santa Teresa de Jesús, o Candelario

Asimismo, puedes descubrir bonitos rincones naturales, como el meandro del Melero, la Sierra de Francia, los Arribes del Duero o las Batuecas.

Además, Salamanca está cerca de otras ciudades de Castilla y León tan bonitas como Zamora, 67 km, Ávila, 110 km, o Segovia, 160 km.

Qué comer en Salamanca

Además de saber que ver al viajar a Salamanca, también es importante que sepas cuáles son sus productos más típicos:

Hornazo y empanada

La empanada ya sabrás lo que es y el hornazo es similar, pero más contundente, pues su relleno lleva chorizo, carne de cerdo y huevo. Por su lado, la empanada original es la de bonito, aunque ahora las hay de todos los sabores, incluso dulces. 

Puedes probar ambos productos en la calle de la Rúa, pues hay muchas tiendas que venden trozos sueltos. Además, puedes comprarlos en alguna pastelería y comerlos después, por ejemplo, en la ribera del río. 

A propósito, comer hornazo es muy típico el lunes de Aguas, una fiesta muy popular que se celebra el lunes siguiente al de Pascua. Esta tiene su origen en el regreso de las prostitutas a la ciudad después de Semana Santa.

Embutido, uno de los productos estrellas que probar al viajar a Salamanca

¿Quién no ha oído hablar del embutido de Salamanca? No sólo el jamón de Guijuelo, también el chorizo, salchichón o lomo son exquisitos.

Si quieres saborear el jamón de Guijuelo, puedes unirte a esta visita a Alma de Ibérico.

Chanfaina

Guiso de arroz que lleva cordero, sangre cocida y huevo.

Patatas revolconas o meneás

Patatas machacadas con mucho pimentón y torreznos.

Farinato

Embutido elaborado con manteca de cerdo, pan y pimentón. Podría decirse que recuerda a la morcilla, pero de color naranja, o al chorizo, pero este hay que cocinarlo. La mejor manera de comerlo es con pan y huevos fritos.

Carne de morucha

Una raza bovina propia de la zona

Dulces típicos de Salamanca

Rosquillas de Ledesma, que son de pequeño tamaño y es difícil tomarse sólo una.

Bollo maimón, un bizcocho muy esponjoso.

Obleas.

Dónde comer en Salamanca

Comer en Salamanca no es ningún problema, pues la ciudad está llena de bares y restaurantes de gran calidad.

– La opción más económica es comprar un trozo de hornazo, empanada o algún bocadillo de embutido, en alguna tienda de la calle de la Rúa.

– También sale rentable ir de tapas. Y es que la mayoría de los bares incluyen con cada consumición una pequeña tapa, que a veces no es tan pequeña. Por ejemplo, el bar el abuelo sirve huevos con farinato. Además, una zona famosa para ir de tapas es Van Dick, en la calle de este nombre. Por cierto, se está empezando a cobrar la consumición.

– Por supuesto, está la opción de ir a un restaurante, que los hay muchos y muy buenos. Así, está la Vaca vieja para comer carne, el O´Pazo Couñago, el Río de la Plata, el restaurante Isidro o el Consentido, donde se mezcla tradición y modernidad. De todas maneras, hay un montón y de todos los precios.

Y si te quieres tomar un buen vermut, no dudes en ir al LiliCook vermutería, en la plaza Sexmeros, donde te va a costar elegir cual quieres y con qué espuma lo acompañas. Además, tiene buenas raciones. Eso sí, suele estar lleno.

Dónde dormir en Salamanca

Salamanca tiene una gran oferta hotelera para todos los presupuestos, por lo que no te va a ser difícil encontrar un alojamiento. Para buscarlo, te recomendamos usar Booking, donde puedes encontrar ofertas muy interesantes. 

Entre los alojamientos más especiales, que no son los más económicos, llaman la atención: 

Sercotel las Torres, en la misma plaza Mayor.

Parador de Salamanca, alejado del centro pero con unas vistas increíbles a la ciudad.

Hotel San Poloen las ruinas de esta iglesia.

– El elegante hotel Palacio de san Esteban, ubicado en el antiguo convento de los Dominicos.

– Hotel NH Collection Salamanca Palacio de Castellanos justo enfrente del Convento de los Dominicos.

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