Situada en un valle rodeada de colinas y viñedos, Stuttgart es una ciudad que guarda entre sus calles y sus distritos muchas sorpresas para el visitante, que conocerá una ciudad verde, llena de miradores, con una interesante arquitectura moderna, museos de gran nivel y que es considerada la cuna del automóvil. Si todo esto no fuera suficiente, es una de las puertas de entrada a la Selva Negra. ¿Nos acompañas?

Stuttgart es la capital del estado de Baden-Württemberg, en el sur de Alemania, y la sexta ciudad más grande del país.
La ciudad, con una amplísima oferta hotelera, restaurantes para todos los gustos, una gran red ferroviaria, un aeropuerto y mucho ambiente, es perfecta para hacer base y conocer sus alrededores, que es una zona maravillosa. Si no nos crees, sólo tienes que echarle un vistazo a nuestro post las mejores excursiones desde Stuttgart. La ciudad, además, puede ser considerada como la puerta de entrada a la Schwarzwald, Selva Negra, y a la Schwäbische Alb, Jura de Suabia, puesto que se encuentra a 1 hora de estos bellos entornos naturales.
Si bien es cierto que Stuttgart no es la ciudad con más encanto del país, sí que se merece que se le dedique algo de tiempo para conocer su pequeño casco histórico, sus extensas y bien cuidadas zonas verdes, visitar algunos de sus interesantes museos o disfrutar de las vistas desde algunos de sus numerosos miradores. Además, es perfecta para los amantes del automóvil, gracias a los museos de Mercedes Benz y Porsche, y para los que les guste la arquitectura moderna.
Por ello, sí que creemos que es una buena escapada para, no sólo conocer la ciudad, sino sus bonitos alrededores.
Así que, para que le saques el máximo partido a tu visita, hemos preparado este post en el que te contamos cuáles son los sitios más interesantes de la ciudad y te explicamos todo lo necesario para tu estancia.
Si has llegado hasta aquí, es seguramente porque estás interesado en esta zona de Alemania. En nuestro blog podrás encontrar más información sobre Baden Württemberg:
– Qué ver en la Selva Negra, una guía para descubrir sus secretos
– Qué ver en Gengenbach, uno de los pueblos más bonitos de la Selva Negra
– Selva Negra: qué ver en Schiltach, uno de sus pueblos más bonitos
– Las mejores excursiones desde Stuttgart. Descubriendo el sur de Alemania
Además, para que disfrutes de la gastronomía alemana durante tu viaje, te recomendamos leer nuestra guía sobre los platos tradicionales de este país.
Y si vas a viajar en coche, igual te interesa leer nuestro post con consejos para conducir por las carreteras alemanas.
Cómo llegar a Stuttgart
El aeropuerto internacional de Stuttgart se encuentra a unos 14 km del centro.
Para encontrar los vuelos que mejor se adaptan a tus fechas y presupuesto, te recomendamos entrar en Skyscanner, desde donde también podrás reservar hoteles y coches de alquiler.
Desde el aeropuerto puedes llegar a la estación central de Stuttgart en unos 30 minutos, usando el S-Bahn, o el U-Bahn. Cuál es la diferencia entre ambos medios de transporte no es muy importante, ambos pueden asimilarse con el metro, así que toma el que más te convenga.
– Hay dos líneas de S-Bahn que salen de la terminal del aeropuerto: S2 y S3. Un viaje cuesta 3,70 €. Los tickets se pueden comprar en las máquinas rojas y de manera online desde la página de la Deutsche Bahn.
El horario del S-Bahn es muy amplio, de 5:08 a 2:08 entre semana, y los fines de semana y festivos de 5:08 a 3:08. La frecuencia variará según el día y la hora, pudiendo ser cada 15 min, 30 min o cada hora.
– La línea U6 sale de una parada que está a unos 5 min de la terminal. El viaje cuesta unos 3,70 €. El billete se compra en las máquinas amarillas.
El horario de esta línea es muy amplio, de 4:21 a 1:19. La frecuencia variará según el día. Entre semana hay cada 10 o 15 min, según la hora.
También existe la opción del traslado privado. En este caso te recogen en el aeropuerto y te llevan directamente a tu destino.
Cómo moverte por Stuttgart y sus alrededores
Para descubrir esta zona de Alemania no necesitas alquilar un coche, aunque obviamente este da más libertad, puesto que con los trenes de la Deutsche Bahn puedes moverte por toda la región. En su página puedes consultar todas las rutas, horarios y precios. Una buena opción para conocer la zona es adquirir el Baden-Württemberg ticket, un billete que permite tomar a lo largo de un día todos los trenes que se quiera dentro de este estado. Es válido para un máximo de 5 personas. Están incluidos los medios de transporte S-Bahn, U-Bahn, tranvías y autobuses.
Además, desde el 1 de mayo puedes comprar el Deutschland-ticket, que tiene validez mensual y te permite viajar por toda Alemana por sólo 49€ usando todos los transportes públicos locales que necesites.
Recomendamos mirar antes de cada viaje la página de la compañía, porque a veces hay tramos en obras que modifican los trayectos.
Por otro lado, para moverte por Stuttgart puedes utilizar el S-bahn y el U-bahn.
Aquí puedes consultar el mapa de las diferentes rutas del S-bahn. Este te permite llegar también a muchos pueblos de los alrededores.
Aquí puedes consultar el mapa de las diferentes rutas del U-bahn.
Hay varias opciones de tickets, cuyo precio depende de las zonas a las que vas a viajar. Así, cuanto más lejos vayas, más pagas. Hay hasta 7 zonas. Además está el ticket de corto recorrido, sólo 3 paradas, que cuesta, en 2023, 1,70€. Los niños hasta 6 años viajan gratis y los de 6 a 14 pagan menos.
La mayor parte de las paradas dentro de Stuttgart son zona 1; el aeropuerto, Esslingen y Ludwigsburg son zona 2. Un ticket sencillo dentro de la zona 1 cuesta 2,90€ y para zona 2 cuesta 3,70€.
Pero si vas a coger el tren varias veces, igual te conviene comprar los billetes de día, Tagesticket (5,80 € zona 1 y 7,40 € zona 2). Este es válido sólo para una persona, pero también hay opción de grupo de hasta 5 personas (11,60€ zona 1 y 14,40€ zona 2).
Los tickets son también válidos para el tren de cremallera, teleférico, autobuses, trenes de cercanía y en ciudades cercanas como Esslingen o Ludwigsburg.
Los billetes los puedes comprar online o en las maquinas que hay en las paradas, también en los autobuses.
Te dejamos aquí toda la información sobre los tickets.
Si llegas en coche, que sepas que aparcar en Stuttgart no es barato. Además, como gran ciudad que es, suele tener mucho tráfico.
Una opción es dejar el coche en un parking en las afueras y moverte en transporte público, en los llamados Park + Ride, que están cerca de paradas de tren y también son de pago.
Aparcar en las zonas principales de la ciudad es de pago de lunes a sábado de 8:00 a 22:00. Cada 11 minutos son 20 céntimos y por 14 h (máxima tarifa) pagas 10,30€.
Otra opción son los parkings. Uno que usamos nosotros es el de la staatsgalerie, en pleno centro de Stuttgart. Su tarifa máxima son 12 € y pagas 1,20 € cada 30 min.
Además, ten en cuenta que Stuttgart, como casi todas las ciudades alemanas, es una zona de baja emisión, Umweltzone. Por eso, para poder circular con tu vehículo por la ciudad, necesitarás llevar una pegatina especial que indique su nivel de emisión. Sólo las pegatinas verdes dan este derecho. Conducir sin ella, o con una incorrecta, es motivo de una multa de, actualmente, 100€. Las zonas de baja emisión están indicadas por señales de tráfico.
La pegatina la puedes adquirir en Alemania, por ejemplo, en los talleres de inspección de vehículos como TÜV, donde pagarás unos 5€. También puedes pedirla online. Algunas empresas te gestionan el trámite, cosa que eleva algo el precio de esta. También hay ciudades alemanas que lo tramiten online por un bajo precio, como en esta página de Berlín.
En Stuttgart también hay restricciones para los vehículos que usan diésel. Para estar seguro de que no infringes ninguna ley, aquí te dejamos este link donde se indican las ciudades de baja emisión, mirar pestaña Umweltzone, y las zonas con restricción de diésel, pestaña Durchfahrtsbeschränkungen.
Hay vehículos que están exentos de llevar esta pegatina, como las motos y los vehículos de 3 ruedas. Si alquilas un coche, la compañía se encargará se que todo esté en regla.
Historia de Stuttgart
Antes de contaros qué ver en esta ciudad, queremos explicaros brevemente su historia, para que entiendas porque la ciudad tiene su actual aspecto.
La zona más antigua de Stuttgart es el distrito de Bad Cannstatt. Fue aquí donde, en el s. I d.C, se estableció el primer asentamiento de la ciudad de Stuttgart, un fuerte de caballería romana, Castell Cannstatt. Alrededor de él se fue desarrollando un asentamiento civil, que llegó a ser una de las ciudades romanas más grandes de lo que hoy es Baden Württemberg. Su final llegó con la invasión alamana del s. III.
Se considera mediados del s. X como el momento de la fundación de Stuttgart. Esta era en su origen una yeguada, un lugar para la cría de caballos. Y es de aquí de donde viene su nombre, Stutengarten, jardín de yeguas.
Y ahora ya sabemos el porqué de la importancia del caballo en la ciudad, que vas a verlo representado en numerosos lugares, como por ejemplo en su bandera. Además es el símbolo de una de las empresas de automóviles de Stuttgart, Porsche.
En 1251, Stuttgart pasó a los condes de Württemberg. Eberhard I amplió la ciudad y reforzó sus fortificaciones para convertirse en la sede principal de los Condes de Württemberg en 1320. En 1495, el conde Eberhard V se convirtió en el primer Duque de Württemberg, elevando a Stuttgart a la sede del Ducado.
La Guerra de los Treinta Años, 1618-1648, devastó la ciudad, la peste bubónica no hizo más que empeorar la situación. Al menos, en 1688, la ciudad salió ilesa de la Guerra de Sucesión del Palatinado. La famosa ciudad de Heidelberg fue destruida durante esta guerra.
En 1718, el duque Eberhard Ludwig trasladó la sede del ducado desde Stuttgart, una ciudad decadente, a Ludwigsburg, donde se construyó un palacio barroco a su gusto. Pero con su sucesor, Karl Alexander, la ciudad volvió a recuperar su antigua posición.
En 1770 se fundó la academia militar Karlsschule, que fue elevada a universidad en 1781. Su alumno más famoso fue Friedrich Schiller, quien estudió aquí medicina. Pero la universidad fue disuelta en 1794, por razones económicas y por miedo al surgimiento de ideas revolucionarias, como las que habían llevado a la revolución francesa. Y es que, a finales del s. XVIII, Stuttgart era una ciudad provinciana, de calles estrechas, ganadería, población agrícola y unos 20.000 habitantes.
En 1805, la ciudad se convirtió en capital del Reino de Württemberg. Su primer rey fue Federico I, aunque fue durante el reinado de su sucesor, Guillermo I, cuando se construyeron muchos de los edificios más importantes de Stuttgart.
En el s. XIX, Stuttgart experimentó un crecimiento gradual y con el comienzo de la industrialización, la población creció constantemente.
En la Segunda Guerra Mundial, gran parte de la ciudad fue destruida tras sufrir 53 ataques aéreos, de los cuales el peor fue el 12 de septiembre de 1944. El 21 de abril de 1945, Stuttgart fue ocupada por tropas francesas, pero en julio pasó a formar parte de la zona de ocupación americana. Stuttgart se postuló como la nueva capital de la República Federal, junto a ciudades como Fráncfort, Kassel o Bonn, que fue finalmente la elegida.
Un personaje controvertido de la posguerra fue el alcalde Arnulf Klett, responsable de la reconstrucción de la ciudad. Esta se basó en ideas modernistas y no tanto en reconstrucciones históricas. Este modo de actuar fue muy criticado en su momento. Así, en el centro de Stuttgart no quedan muchos edificios anteriores a la guerra.
Qué ver
Stuttgart no destaca por sus edificios históricos, pero te va a sorprender por sus numerosas zonas verdes, el gran número de museos y su papel pionero en áreas como el automovilismo y la arquitectura moderna.
Comencemos con todo lo que te espera si decides venir a esta metrópoli alemana.
Vamos a dividir la visita en casco histórico, alrededores del casco histórico y zonas más alejadas, a las cuales puedes llegar en transporte público.
Visita al casco histórico
Mapa de los puntos de interés del casco histórico y sus alrededore

- 1. Estación principal, Hauptbahnhof
- 2. Ópera de Stuttgart
- 3. Schlossplatz
- 4. Schillerplatz
- 5. Karlsplatz
- 6. Marktplatz
- 1. Eugensplatz
- 2. Bohnenviertel
- 3. Feuersee
- 4. Europasviertel
El casco histórico de Stuttgart es pequeño y se recorre fácilmente caminando. Al estar lleno de interesantes museos, puedes tardar en recorrerlo desde un par de horas a un día entero. Esto dependerá, por supuesto, de tus intereses.
Nunca es mala idea comenzar la visita a la ciudad uniéndote a un free tour por Stuttgart. En este recorrerás los edificios más emblemáticos y te enterarás de muchísimas historias y detalles de la ciudad que, de otra manera, pueden pasarte desapercibidas. Si sois un grupo igual os interesa este tour privado por Stuttgart.
Vamos a comenzar el paseo en la concurrida estación principal de trenes, Hauptbahnhof. Creemos que es un buen punto, puesto que es muy probable que esta sea tu primera toma de contacto con la ciudad.
Si visitas Stuttgart ahora, vas a encontrar la zona en obras y rodeada de grúas. Y es que en 2010 comenzó un ambicioso proyecto, Stuttgart 21, que pretende modernizar la estación y soterrar sus andenes. Una seña característica de la estación, que se construyó entre 1914 y 1928, es su torre del reloj coronada por el símbolo de Mercedes-Benz. En este momento el símbolo no está a causa de las obras.
Desde la estación sale la Königstrasse, la principal calle comercial de la ciudad. Como te puedes imaginar, está siempre muy frecuentada, especialmente los sábados. Aquí hay muchísimos negocios, con cafeterías, restaurantes, y con todo tipo de tiendas. Al principio, junto a la estación, está la oficina de turismo. Esta calle peatonal mide más de un kilómetro y pasa por la Königsplatz, donde están los principales edificos históricos de la ciudad.
En esta calle verás un elemento típico de Stuttgart, los Bretzelkörble, cestas de brezeln, que son pequeños puestos donde puedes comprar este típico pan alemán. La idea la trajo, en 1969, Ursula Zotz-Füess desde Nueva York. No esperes ver más puestos de comida ambulante, este es el único permitido.
Pero nosotros no vamos a tomar la Königstrasse, nosotros iremos a los jardines superiores del castillo, que comienzan muy cerca de la estación.
Estos están decorados con numerosas esculturas y te llevan hasta un estanque, el Eckensee. Es bonito visitar este rincón cuando llega el buen tiempo, cuando las fuentes están en funcionamiento y los árboles están en todo su esplendor. Pero también en otoño, cuando los diferentes colores le dan un toque especial y se puede disfrutar del reflejo de los edificios sobre el agua en calma. Porque en Alemania, las fuentes se apagan, y hasta se cubren, para evitar su deterioro a causa de las heladas.
El estanque está rodeado de importantes edificios. Uno de ellos es la Ópera Estatal de Stuttgart, una de las más importantes de Alemania.
La primera representación de ópera en Stuttgart se remonta años atrás, a 1660, y se realizó en los antiguos edificios del teatro. Pero debido a un incendio en 1902, se tuvo que construir un nuevo edificio para las representaciones. Y, entre 1909 y 1912, se construyó un teatro doble, que consistía en una “casa grande” para la ópera y una “casa pequeña” para el teatro. Pero sólo el primero sobrevivió a los bombardeos de la guerra, quedando casi intacta. El teatro se reconstruyó, pero en estilo moderno, y es el edificio que se ve junto a la ópera.
El teatro estatal de Stuttgart consta de tres secciones, ópera, ballet y teatro, y tiene reputación internacional. Por eso, si eres un amante de estas representaciones, aprovecha tu visita a Stuttgart para ver algún espectáculo.
Algo más alejado está el Parlamento, en un edificio de vidrio oscuro, donde puedes comer en su restaurante, Plenum Stuttgart, que tiene una terraza en los jardines del palacio. Detrás del edificio, hay un trozo del muro de Berlín.
En el estanque hay, desde 2022, una obra que seguramente te hará pensar por qué alguien quiso afear este rincón. Sin embargo, al acercarte, seguro que cambias de opinión. Lo que se ve, es como quedó el techo de cobre de la ópera tras los temporales que hubo en Alemania en 2021. Su objetivo es concienciar sobre el cambio climático.
Al otro lado del estanque se ve el edificio del arte, coronado por un ciervo dorado. Fue construido a comienzos del s. XX y reconstruido tras la II Guerra Mundial. El edificio es la sede de la Asociación de Arte de Württemberg, que se dedica a difundir el arte contemporáneo.
Y el último edificio que vemos es uno de los lados del Nuevo palacio.
Y de aquí nos vamos a la plaza más bonita de Stuttgart, la amplia plaza del palacio, Schlossplatz, donde edificios modernistas se mezclan con los edificios históricos más importantes de la ciudad.
Este lugar, con sus jardines, sus bonitas fuentes, su gran columna y su templete, es, sin lugar a dudas, algo que no puedes perderte en tu visita a Stuttgart. Además, te permite hacer un recorrido por la historia de Stuttgart, con el Antiguo palacio, cuyos orígenes se remontan al s. X, el Nuevo palacio del s. XVIII, el Königsbau, construido por orden de Guillermo I en el s. XIX, y el cubo de vidrio del s. XXI.
La plaza del castillo, antiguo patio de armas y desfiles, es el corazón del casco antiguo. Aquí siempre hay mucho ambiente y, si hace buen tiempo, sus jardines están llenos de gente descansando y niños jugando. Además, es probable que coincidas con algún evento organizado. En adviento se decora con imágenes representativas de la ciudad.
En el centro se levanta la Columna del Jubileo, de unos 30 metros de altura, que está coronada por la diosa Concordia, de 5 metros de alto. Esta se levantó a mediados del s. XIX para honrar el 25 aniversario del gobierno y el 60 cumpleaños del rey Guillermo I. A sus lados hay dos fuentes, colocadas en 1863 en honor al rey Guillermo I, decoradas con angelotes que representan los ríos más importantes de Württemberg, entre los que están el Neckar, que cruza la ciudad, y el famoso Danubio. Frente a la torre, hay un quiosco de música de hierro fundido, donde antiguamente las bandas militares amenizaban los domingos.
Los importantes edificios que rodean la plaza son:
El Nuevo palacio, que fue la residencia de los duques y reyes de Württemberg hasta mediados del s. XIX. Se comenzó a construir en 1746 porque el viejo palacio ya no era suficiente para el duque Carl Eugen. Por eso, para poder mantener la corte en Stuttgart y no en Ludwigsburg, se ordenó levantar este palacio acorde para la familia.
El edificio salió muy dañado de la II Guerra Mundial y se discutió mucho sobre su reconstrucción. Al final, a mediados del s. XX, se decidió no demolerlo y reconstruir principalmente su parte exterior. Actualmente alberga la sede de dos ministerios y por ello visitarlo no es sencillo, puesto que normalmente no hay visitas guiadas
Detrás del palacio está el jardín de la academia, llamado así porque aquí estaba la Hohe Karlsschule, la academia militar elevada a universidad donde Schiller estudió medicina. Hoy no queda nada, sólo una placa cerca de la fuente que muestra como era. Las ruinas del edificio, parcialmente destruido tras la guerra, fueron demolidas en 1959 para ampliar la zona.
El Palacio Antiguo se remonta al s. X, al origen de la ciudad, cuando se debió de construir un castillo para proteger la yeguada. Este ha sufrido muchas modificaciones y ampliaciones a lo largo de su historia. A mediados del s. XVI, el castillo medieval se transformó en un palacio renacentista. Durante la II Guerra Mundial parte del complejo quedó gravemente dañado y se reconstruyó a mediados del s. XX.
No te quedes sólo en el exterior y sube sus escaleras para entrar en su bonito patio porticado. Aquí Eberhard V, primer duque de Württemberg, te da la bienvenida montado en su caballo.
Hoy el castillo alberga el museo estatal de Württemberg, con exposiciones muy interesantes sobre arqueología, arte e historia y las joyas de la corona de Württemberg. Además, durante la visita se entra en la bella iglesia de mediados del s. XVI, rediseñada en estilo neogótico. En la cripta están las tumbas de varios miembros de la familia Württemberg.
Abre de martes a domingo de 10:00 a 17:00, la entrada normal cuesta 6€. Los miércoles a partir de las 14:00 pagas lo que tú quieras.
Junto al castillo destaca la columna de Mercurio, que está coronada por una escultura dorada de este dios. Esta forma parte de la antigua cancillería y fue construida a finales del s. XVI como una torre de agua.
El Königsbau se encuentra frente al palacio Nuevo y fue construido a mediados del s. XIX por orden del rey Guillermo I. En este se organizaban conciertos y bailes y albergaba también diferentes tiendas y negocios. Lo más llamativo del edificio es su larga columnata, con 34 columnas. Durante la Segunda Guerra Mundial sufrió graves daños y fue reconstruido a mediados del s. XX.
Hoy, sigue habiendo en su interior tiendas y cafeterías y, para ampliar su capacidad, se adjuntó a su parte trasera un edificio que alberga el centro comercial Königsbau Passagen.
A un lado de este se encuentra, desde 2005, el cubo de cristal que alberga el Museo de Stuttgart, donde se exhibe arte moderno y contemporáneo. Si te gustan las obras del pintor Otto Dix, no dudes en visitarlo, pues tienen una extensa colección de sus obras. Además, desde el piso superior disfrutas de una vista fantástica de la plaza. De todas formas, si quieres una bonita perspectiva de esta, sube las escaleras que están junto al cubo. El museo abre de martes a domingo de 10:00 a 17:00 y los viernes hasta las 20:00. La entrada cuesta 6€.
Si pasas de día y de noche, tendrás una diferente imagen del museo, puesto que su aspecto cambia bastante. Así de noche se ilumina y es posible ver parte de su interior.
En el lugar del museo, se encontraba en el pasado el Kronprinzenpalais, palacio del príncipe heredero, de mediados del s. XIX, el cual se decidió no reconstruir tras la guerra, sino demoler sus ruinas.
Y continuamos la visita por la plaza de Schiller, a la cual se puede acceder desde la plaza del palacio. Este es otro bonito rincón de la ciudad, que guarda los dos edificios más antiguos del centro de la ciudad, el palacio Viejo y la Colegiata. Según el día que la visites, pensarás que es un lugar bullicioso, con un mercado de flores y productos locales que se organiza los martes, jueves y sábados, o un lugar relajado, especialmente si la visitas un domingo. Y si tienes la suerte de estar aquí a finales de agosto-principios de septiembre, te encontrarás con el Stuttgarter Weindorf, pueblo del vino de Stuttgart, una fiesta donde podrás probar los vinos y comprobar la importancia de la viticultura en este estado.
El centro de la plaza lo ocupa una estatua del famoso dramaturgo Friedrich Schiller, que nació en la cercana localidad de Marbach am Neckar y que estudió medicina en Stuttgart.
La plaza está rodeada por los siguientes edificios históricos.
La colegiata es la iglesia principal de la Iglesia evangélica en Württemberg y la distinguirás gracias a sus dos torres desiguales. En el s. X, se construyó una primera iglesia en este lugar, que ha sido ampliamente renovada y ampliada a lo largo de su historia. Por ello presenta elementos de diversos estilos arquitectónicos. Alrededor de 1320, se trasladó aquí el lugar de enterramiento de los Condes de Württemberg.
De su parte exterior llama la atención el grupo de apóstoles que decoran una de sus entradas laterales. Estos formaban parte de la puerta de los apóstoles del s. XV, que no sobrevivió a la guerra. Y es que la colegiata resultó gravemente dañada por los bombardeos y tuvo que ser reconstruida a mediados del s. XX. Su interior, aunque es moderno, no te lo puedes perder, pues conserva monumentos que se salvaron de la guerra. Así, el más antiguo es la tumba del conde Ulrich I y la duquesa Agnes von Liegnitz, de finales del s. XIII. Las 11 figuras de piedra que hay en el coro se crearon en el s. XVI y representan a varios condes de Württemberg.
La colegiata mantiene una antigua tradición que se remonta a 1618. Ya entonces, algunos trompetistas hacían sonar sus instrumentos desde la torre. Hoy día se sigue haciendo dos veces por semana: los martes y los jueves a las 8:45.
La Fruchtkasten, caja de frutas, llamada así por su uso como granero, se encuentra junto a la colegiata y es uno de los edificios conservados más antiguos de Stuttgart, puesto que sus orígenes se remontan a finales del s. XIV. Tuvo que ser reconstruido tras la guerra. Hoy día alberga la casa de la música con una importante colección de instrumentos musicales históricos, que también organiza conciertos donde se toca alguno de ellos. Su entrada está incluida con el palacio Viejo.
El Prinzenbau, edificio del príncipe, es un palacio del s. XVII, que se utilizó hasta 1918 para los miembros de la familia de Württemberg e invitados importantes. Alberga la sede del Ministerio de Justicia. Tuvo que ser reconstruido tras la guerra.
La Vieja Cancillería data del s. XVI, aunque ha pasado por numerosos cambios y tuvo que ser reconstruida tras la guerra. Fue la sede del gobierno y administración del Ducado, que más tarde sería Reino de Württemberg. Alberga la farmacia de la Corte y parte del Ministerio de Justicia.
La siguiente parada es un verdadero deleite para los sentidos, y es que vamos a entar en el Markthalle, mercado. Aquí es mejor que entres sin hambre, porque si no te va resultar difícil resistirte a comprar en alguno de sus puestos.
A comienzos del s. XIX se inauguró este nuevo mercado para una ciudad en continuo crecimiento. En su fachada destacan sus miradores en estilo Art Nouveau y su interior, aparte de auténticas delicias, guarda alguna peculiaridad, como las vías de tranvía más antiguas de la ciudad, que se usaban para llevar los productos al mercado.
Frente a la entrada principal del mercado está la Karlsplatz, plaza de Carlos. Aquí puedes aprender sobre el periodo nacionalsocialista en Stuttgart visitando el hotel Silber, que fue el cuartel general de la Gestapo en la ciudad. Aquí los opositores al régimen eran encarcelados y torturados y se organizaba la deportación de los judíos. Hoy alberga una exposición que es de entrada gratuita. Abre de martes a domingo de 10:00 a 18:00, y los miércoles hasta las 21:00.
En la plaza se encuentra también el monumento a las víctimas del Nacionalsocialismo.
Los sábados se organiza en este lugar un mercado de objetos de segunda mano, que resulta curioso recorrer y donde puedes encontrar alguna reliquia.
Nos dirigimos ya a la Marktplatz, plaza del mercado, dominada por el ayuntamiento, que es el tercero que hay en este lugar. El primero era de mediados del s. XV, de estilo renacentista. El segundo, dañado durante la II Guerra Mundial, era de principios del s. XX, en estilo gótico flamenco. Y el actual, de mediados del s. XX, presenta una moderna fachada y conserva parte de los laterales del ayuntamiento gótico. Sin embargo, para poder llevar a cabo la construcción del nuevo ayuntamiento, la torre del antiguo edificio, que no quedó destruida tras la guerra, fue demolida y reemplazada con la actual, que mide unos 60 m.
En uno de los laterales del ayuntamiento se puede ver la escultura de Stuttgardia, que ya decoraba el segundo ayuntamiento y que sobrevivió a los bombardeos. Es una figura alegórica que pretende ser la diosa tutelar de la ciudad.
El interior del ayuntamiento guarda una peculiaridad, un ascensor paternoster aun en funcionamiento y abierto al público. Estos ascensores no se detienen nunca, por lo que subir y bajar puede ser una aventura. Su nombre viene de su similitud a las cuentas de un rosario.
Museos en el casco histórico.
Además de los ya mencionados, en la parte trasera de la ópera y del Nuevo palacio, en la calle Konrad Adenauer, hay un par de museos más.
Uno que te recomendamos, especialmente si te gusta la pintura, es la galería estatal de Stuttgart, una importante pinacoteca alemana con obras de artistas alemanes y europeos de diferentes épocas, como Lucas Cranach, Rembrandt, Rubens, Dalí, Delacroix, Cézanne, Degas, Monet, Matisse, Otto Dix, Klee, Mondrian o un gran número de obras de Picasso. ¿Te hemos convencido? porque estos son sólo un ejemplo de los artistas que puedes encontrar dentro.
Abre de martes a domingo de 10:00 a 17:00, los jueves hasta las 20:00. Los tickets cuestan 7€, los miércoles es gratis.
Aunque no te interese y no pienses entrar, acércate a ver su colorido exterior, donde la mampostería se mezcla con partes de metal y tuberías de colores rosa, verde y azul.
Otro museo interesante es el museo de historia en el Wilhelmpalais, un palacio construido a mediados del s. XIX, por orden del rey Guillermo I, como casa para sus dos hijas. Fue, además, la residencia de Guillermo II, último rey de Württemberg, que vivió aquí hasta 1918, año de su abdicación. Dañado durante la II Guerra Mundial, fue reconstruido a mediados del s. XX y es utilizado como museo desde 2018.
Aquí aprenderás la historia de la ciudad. Y también es un buen lugar para ir con niños, pues en su interior pueden sentirse como auténticos constructores.
Abre de martes a domingo de 10:00 a 18:00, los viernes hasta las 21:00. Muchas de sus salas son de entrada gratuita, como la habilitada para los niños. Las exposiciones especiales cuestan 6€.
Alrededores del casco antiguo
El centro histórico de Stuttgart se encuentra en la parte baja de un valle rodeado por colinas, muchas de la cuales se encuentran cultivadas con viñedos.
Por eso, en cuanto decides visitar algún barrio a más altura, vas a verte en la necesidad de subir escaleras. Porque otro aspecto característico de la ciudad son sus más de 400 escaleras, que en el dialecto de la zona, el suabo, se conocen como Stäffele. Estas tienen su origen en la viticultura, cuando los viñedos se encontraban en las empinadas laderas. Así, para poder trabajar en ellos, se crearon estas escaleras, que ya vas a comprobar que son muy empinadas y de gran longitud.
Lo bueno es que tras el esfuerzo de subir te esperan buenas vistas de los alrededores.
Una de las escaleras más bonitas lleva al primer punto de los alrededores que queremos recomendarte:
Plaza Eugen, Eugensplatz
Este bonito lugar está a unos 900 m del palacio Nuevo, eso sí, a través de empinadas calles con bonitos edificios y escaleras. El esfuerzo lo puedes recompensar en la heladería pingüino, donde se forman largas colas.
También puedes llegar con el U-Bahn hasta la parada Eugensplatz.
Aquí hay varias cosas remarcables:
– Las vistas que se tienen del casco histórico de Stuttgart, que lo convierte en uno de nuestros miradores preferidos. Bueno, nuestro y de mucha gente. Pues es un lugar muy popular y siempre hay gente sentada en sus bancos y pasarelas disfrutando del momento.
– Una de las fuentes más bonitas de Stuttgart, la fuente de Galatea, con una escultura de esta Nereida y una pequeña cascada de agua. Esta fue inaugurada a finales del s. XIX y, en aquel entonces, muchos criticaron el grado de desnudez de Galatea. Se dice que la reina Olga, quien donó la escultura, para acallar las quejas, dijo que iba a colocarla de espaldas, con el culo señalando a la ciudad.
– El monumento al famoso humorista Vicco von Bülow, conocido como Loriot, que vivió cerca de esta plaza. También encontrarás referencias a este artista en los nombres de algunos helados de la heladería pingüino.
Bohnenviertel
A unos 700 m del palacio Nuevo se encuentra el Bohnenviertel, el barrio de las alubias, que era el barrio de la gente menos pudiente, de ahí su sobrenombre, puesto que esta legumbre era el ingrediente principal de su dieta. Este distrito ha logrado mantener parte de su encanto en esta moderna ciudad. Se encuentra entre las plazas Charlotte y Leonhards.
Es una buena idea ir a pasear por este barrio, uno de los más antiguos de la ciudad, para ver uno de los pocos restos de la antigua muralla, la torre Schellenturm de mediados del s. XVI, edificaciones antiguas, entrar en sus cafés y tiendas de moda y aprovechar para comer, pues hay varias tabernas tradicionales, donde probar el vino de la zona. Un ejemplo es el weinstube zur Zirke o el Schellenturm, situado en la torre de la muralla.
Otra manera de conocer el vino de esta región es hacer una cata de vino en el museo del vino de Stuttgart.
Y si sois un grupo, podéis uniros a un safari enológico.
Europaviertel, distrito Europa
Este barrio de edificios modernos se encuentra a kilómetro y medio del palacio Nuevo, en la parte trasera de la estación principal. Se nota que es de nueva construcción, y es que empezó a desarrollarse en la última década del s. XX. Aquí hay bancos, hoteles, oficinas, restaurantes de ambiente moderno y tiendas. Y si lo incluimos es porque guarda una de las bibliotecas más bonitas del mundo, en la Mäilander platz, donde hay cafeterías, restaurantes y un gran centro comercial, el Milaneo.
La biblioteca, que se inauguró en 2011, es un cubo de hormigón y vidrio esmerilado de unos 40 m de altura diseñado por el coreano Eun Young Yi. Si estás aquí por la noche lo verás iluminado de azul. Es una visita muy popular, no sólo por estudiantes y lectores, sino por mucha gente que quiere sacarse fotos en su bonito interior.
Cuando entras, te das cuenta que el color que domina su interior es el blanco, lo que transmite paz y tranquilidad. Lo primero que te llama la atención es una gran sala vacía y muy alta, que te hace aislarte del bullicio exterior. Al subir por las escaleras te encuentras con un espacio interior completamente blanco, donde destacan los libros con lomos de colores diferentes. Además es muy luminosa, gracias a una claraboya en el techo.
El horario de la biblioteca es muy amplio, de lunes a sábado de 9:00 a 21:00, pero la azotea con vistas a la ciudad sólo abre de 9:00 a 18:00.
Feuersee, lago del fuego, y la iglesia de San Juan
Este idílico rincón se encuentra a unos 2 km al oeste del Nuevo palacio. Aquí te encontrarás con la iglesia de San Juan en una península del lago artificial Feuersee, que fue construido en el s. XVIII.
La iglesia, construida a mediados del s. XIX en estilo neogótico, fue gravemente dañada durante la II Guerra Mundial. Y durante su reconstrucción se dejó inacabada, puesto que le falta la parte superior de la torre, recordándonos así la destrucción de la guerra.
Otros puntos más alejados

- 1. Bad Canstatt
- 2. Capilla funeraria de los Württemberg
- 3. Palacio Solitude
- 4. Jardín Chino
- 5. Plaza Santiago de Chile
- 6. Colonia de Weissenhof
- 7. Museo Mercedes Benz
- 8. Museo Porsche
- 9. Torre de la televisión
- 10. Jardines del palacio
- 11. Jardín Villa Berg
- 12. Parque Rosenstein
- 13. Parque Killesberg
La ciudad de Stuttgart tiene un gran número de distritos, algunos de los cuales se merecen que los visites. La mejor manera de llegar a ellos es tomando el transporte público, aunque, si tienes tiempo y te apetece, siempre puedes ir caminando, atravesando bonitos jardines o fortaleciendo las piernas en sus múltiples escaleras.
Cómo verás hay bastantes puntos a los que puedes ir, sólo tienes que escoger los que más te interesen.
Otra manera de conocer esta extensa ciudad es subirte al autobús turístico de Stuttgart, que recorre muchos de los puntos de interés de la ciudad.
Bad Cannstatt
Bad Canstatt es el distrito mas grande y más antiguo de Stuttgart. Habitada por romanos y alamanes, esta ciudad balneario creció en importancia en los s. XVIII y XIX, cuando sus complejos termales atrajeron a destacados personajes.
En esta hay varios lugares de gran interés, por eso es uno de los lugares que no puedes perderte en tu visita a Stuttgart.
– Pasear por su casco antiguo. Bad Canstatt salió mejor parada que su vecina Stuttgart de la guerra. Por eso, aquí podrás ver numerosos edificios históricos y restos de su muralla. El más antiguo data de mediados del s. XIV y está en Brählesgasse 21. El edificio más bonito es el Klösterle, pequeño monasterio, que data de mediados del s. XV y llama la atención por su entramado de madera de color rojo. La iglesia del s. XV fue la única de las cuatro grandes iglesias góticas de la ciudad que permaneció casi intacta tras la guerra.
– Disfrutar de su parque balneario y rememorar los tiempos en que esta ciudad atraía a multitud de visitantes gracias a sus manantiales curativos.
– Ver donde «nació el automóvil». El parque balneario, además de ser un lugar precioso donde perderse, guarda otro punto muy interesante, el cobertizo donde Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach trabajaron juntos y desarrollaron el primer motor de alta velocidad del mundo en 1883.
– Otra cosa que hacer en Bad Canstatt es ir al parque del travertino, donde lo natural se mezcla con lo industrial. Los restos de las antiguas canteras de travertino, que cerraron en 2007, sus grúas y vías se han integrado perfectamente en un parque donde se puede aprender sobre el pasado industrial de Stuttgart
– Si estás aquí en septiembre-octubre disfrutar de la Canstatter Volksfest, la segunda fiesta más grande en Alemania tras la Oktoberfest. Sus orígenes se remontan a 1815, cuando la erupción de un volcán indonesio hizo que el clima se volviera loco. Esto provocó que hubiera un año sin verano, donde las cosechas se perdieron y hubo una gran hambruna. El rey de entonces, Guillermo I, tomó varias medidas para reformar la agricultura y evitar más males. En 1818, como signo de esperanza y para celebrar la abundante cosecha del año, se celebró una fiesta agrícola que sentó las bases de la fiesta actual. A día de hoy recibe alrededor de cuatro millones de visitantes y es conocida popularmente como der Wasen, por el lugar donde se celebra. Si vienes en primavera, abril-mayo, puedes disfrutar del festival de primavera, que es más moderno y más pequeño, pero donde se hace prácticamente lo mismo.
Otra manera de conocer este distrito es uniéndote a esta excursión culinaria por Bad Canstatt.

Klösterle

Bad Canstatt

Parque del Travertino

Balneario
Capilla funeraria de los Württemberg
El siguiente punto es perfecto para los románticos. Esta capilla funeraria es conocida popularmente como el Taj Mahal de Suabia. Y es que, al igual que el edifico más famoso de la India, esta tumba también se construyó por amor.
En este caso por el amor del rey Guillermo I hacia su segunda esposa, su prima Catalina Pavlovna, que, desgraciadamente, murió inesperadamente a los 3 años de la boda, con sólo 30 años.
En su honor, su viudo levantó este mausoleo, donde también esta enterrado él y una de sus hijas. Al entrar, sobre la puerta, se puede leer «El amor nunca termina». Bonito, ¿verdad?
El lugar es también perfecto para disfrutar de unas buenas vistas. Pues la capilla se levanta sobre el valle del Neckar, rodeada de viñedos.
Abre del 1 de abril al 30 de noviembre. Esta es la información sobre los horarios y días de semana que se puede visitar. La entrada normal cuesta 4€.
Palacio Solitude
A las afueras de Stuttgart se puede visitar el antiguo palacio de caza del duque Carl Eugen, construido a mediados del s. XVIII. El exterior del palacio es de estilo rococó, pero su interior pertenece al clasicismo, con formas más sencillas. Desde el palacio se tiene, además, bonitas vistas de los alrededores.
Los jardines del palacio se pueden visitar libremente y de manera gratuita, pero para conocer el interior hay que unirse a una visita guiada. Dejamos aquí la información sobre el horario, porque esta cambia según el periodo del año. La entrada al interior cuesta 6€.
Jardín Chino
En Stuttgart hay un lugar donde puedes sentirte un poquito como en China, en un pequeño jardín típico del sur de este país, que fue construido en 1993 para una Exposición Internacional de Horticultura.
Tras la exposición no se quiso desmantelar y se llevó a la ubicación donde se encuentra ahora, una zona a media altura con una vista preciosa sobre la ciudad baja. La visita es gratuita.
De acuerdo con la tradición, representa el mundo en miniatura y es un lugar perfecto para relajarse y pasar un rato tranquilo.
Plaza Santiago de chile
Otro lugar que te hace pensar en tierras lejanas es esta pequeña plaza, que es más bien un mirador al estar situado en lo alto de una ladera.
Aquí hay una escultura de un Moai de la isla de Pascua.
Junto a la plaza está el parque Wernhalden, donde puedes comprobar el gran tamaño de las sequoyas.
Hasta aquí puedes llegar usando el tren cremallera, zahnradbahn, que va de Marienplatz a Degerloch. De esta manera puedes disfrutar de las magníficas vistas sin cansarte.
Colonia de Weissenhof, Weissenhofsiedlung
Hablamos ahora de un sitio incluido en la lista de patrimonio de la humanidad de la Unesco desde 2016. Estas son dos casas diseñadas por Le Corbusier, aunque la zona significó mucho más, siendo un lugar pionero para la arquitectura moderna.
Nos referimos a una exposición de arquitectura moderna realizada en 1927, bajo la dirección de Mies van der Rohe. En ella 17 arquitectos plasmaron sus ideas en las afueras de Stuttgart. Fueron pioneros y crearon viviendas minimalistas, de formas cúbicas, funcionales y muy luminosas. Todo muy nuevo para la época. Además para la construcción se emplearon materiales experimentales como hormigón ligero, paneles de corcho o paneles de yeso. Participaron arquitectos de varios países, entre ellos Walter Gropius, Le Corbusier o Hans Scharoun, y se construyeron un total de 21 casas. Durante la II guerra mundial parte de la colonia fue destruida.
Puedes pasear de manera gratuita por este barrio residencial, donde hay un mapa que muestra las obras de cada uno de los arquitectos y su ubicación original. Y desde 2006, se puede visitar el museo Weissenhof, que se encuentra en una de las casas diseñadas por Le Corbusier. En este, además de aprender sobre la historia de la colonia, visitas la casa tal y como se encontraba en 1927 y ves el diseño multifuncional que le dio a las salas, donde estas podían transformarse, gracias a paredes correderas, en dormitorios. Desde la terraza se tiene buenas vistas de los alrededores.
El museo abre de 11:00 a 18:00 de martes a viernes y desde las 10:00 los fines de semana y festivos. La entrada normal cuesta 5€.
Museo Mercedes Benz y Museo Porsche
Otro área en la que la ciudad también ha sido pionera es en la industria automovilística. Ya hemos dicho que se considera este lugar como el «nacimiento del automóvil». Y hoy en día, Mercedes-Benz y Porsche, así como las grandes empresas Bosch y Mahle, tienen su sede en Stuttgart.
Hay dos museos que harán las delicias de los amantes de los coches, el de Mercedes y el de Porsche. Los dos bastante diferentes entre ellos.
– El museo de Mercedes, que se encuentra en Bad Canstatt, es muy grande y merece que le dediques bastantes horas, unas 3. Pues en sus 9 pisos cuenta la historia de la compañía, que comienza en 1886 con el primer automóvil de Carl Benz. Además puedes ver coches como los del emperador Guillermo II o el primer papamóvil.
– El museo de Porsche no es tan grande, pero tanto su diseño como los coches que se exponen hacen que la visita sea muy interesante. Además puedes montarte en alguno de los coches y sentirte dentro de un taller gracias a la realidad virtual.
Torre de la televisión
También la ciudad fue pionera en la construcción de la torre de la televisión, puesto que fue la primera torre de televisión del mundo hecha de hormigón armado. Fue inaugurada en 1956.
La torre es un mirador que, gracias a sus 217 m, permite ver, cuando hace buen tiempo, la Jura de Suabia. Además, en su interior hay un restaurante. Es un lugar muy popular para ver atardecer. Aquí está la información de horario y precios.
Parques y jardines
Stuttgart puede presumir de tener un gran número de extensas zonas verdes. De hecho, si te apetece puedes recorrer la «U verde», un camino de 8 kilómetros que une los parques más bonitos de la ciudad y que se extiende desde el centro hasta el Killesberg. Así, si la recorres, pasarás por los jardines de palacio, el parque de Villa Berg, el parque Rosenstein o Killesberg.
Los jardines de palacio se dividen en parte superior, media e inferior. La parte más cercana al palacio Nuevo es la superior. Los jardines medio e inferior son una zona muy popular, donde la gente hace deporte, se junta para hacer barbacoas o simplemente pasa el rato tirada en la hierba. Hay estanques, zonas arboladas, biergarten y zonas para niños. Es un sitio perfecto para descansar después de conocer el centro de la ciudad.
Al final del jardín inferior se encuentra el parque de Villa Berg, antigua residencia de verano del rey Karl Friedrich y la reina Olga.
Después pasas al parque Rosenstein, uno de los parques más bonitos de la ciudad. Aquí se encuentra el castillo de Rosenstein, construido en la década de 1820 por orden de Guillermo I, que se lo dedicó a su esposa Catalina, la que está enterrada en el Taj Mahal de Suabia. El nombre recuerda a su flor favorita, la rosa y hay un jardín de estas flores junto al castillo, desde donde se tienen unas bonitas vistas de la ciudad y el río Neckar. Hoy el castillo alberga una parte del Museo de Historia Natural.
El parque se diseñó a mediados del s. XIX y es un precioso parque paisajístico inglés de gran tamaño. Aquí se encuentra el Wilhelma, zoo y jardín botánico, un lugar perfecto para ver la floración del magnolio a finales de marzo. Además de uno de los tres baños minerales de la ciudad, das Leuze.
Y es que Stuttgart tiene el depósito de agua mineral más grande de Alemania y el segundo de Europa tras Budapest. Por eso, en la ciudad puedes disfrutar de sus aguas en tres baños minerales, das Leuze, los baños minerales de Berg, en el parque de Villa Berg, y SoleBad en Bad Cannstatt. Estos se alimentan de manantiales reconocidos como curativos. Así, este agua es buena para tratamientos de spa, rehabilitación y prevención.
Así que, ya sabes, apunta a tu lista de cosas para hacer en Stuttgart, visitar un baño de aguas minerales.
Hohenpark Killesberg
El Killesbergpark está al norte de la ciudad y se remonta a la feria de horticultura de 1939. Antes de la feria, parte del parque era una cantera.
Su punto más alto está coronado por la torre Killesberg, de 42 metros de altura. Subir hasta lo más alto cuesta 1€ y desde arriba tendrás unas vistas increíbles de la verde ciudad de Stuttgart y del valle del Neckar.
Pero ir al parque no merece la pena sólo por la torre. Especialmente si viajas con niños esta puede ser una muy buena visita, con un increíble parque infantil, una feria histórica y un tren, el Killesbergbahn, que recorre parte de esta extensión verde. En verano es muy recomendable el jardín de dalias.
Dónde comer
Cómo comprenderás, en la sexta ciudad más grande de Alemania no vas a tener problema para encontrar un lugar donde comer o una cafetería donde sentarte a descansar.
Una zona de la que ya hemos hablado es el Bohnenviertel, un lugar donde encontrarás tabernas tradicionales.
Y otra zona que nos gusta mucho es la que se encuentra muy cerca de la plaza del mercado, en las calles Geissstrasse, Töpferstrasse y Eberhardstrasse. Es un área con muchos locales de restauración y algún rincón con encanto. Si buscas comida tradicional, puedes ir a la taberna Weinstube Kachelofen. Si te gusta el ramen, el Umami ramen Stuttgart está muy bien, aunque seguramente tendrás que esperar un rato, pues es muy popular y no tiene muchas mesas.
Otra opción son las Brauhaus, o casas de la cerveza, como la Carls Brauhaus, en la plaza del palacio, o la Schönbuch, también en el centro.
Pero vamos, que en el centro vas a encontrar todo tipo de comida, sólo tienes que escoger el que más te guste. Y tampoco es difícil encontrar donde comer en los distritos de Stuttgart.
Sobre que comer, te aconsejamos nuestro post sobre gastronomía alemana, donde encontrarás los platos más típicos de este país. Platos típicos de esta región son los maultauschen, pasta rellena que suele llevar carne y verduras tales como espinacas y las linsen mit Saite, lentejas con salchicha y una pasta típica. !ah! que no se te olvide probar el vino.
Dónde dormir
Pues depende mucho de cuáles sean tus planes. Si quieres visitar la ciudad y moverte en transporte público para conocer los alrededores, merece la pena que te alojes en el centro, que está muy bien comunicado con todos los distritos de la ciudad y es donde hay más ambiente y una mayor oferta gastronómica y cultural.
Si lo que vas a hacer es llegar en coche para visitar en un día la ciudad y después hacer alguna ruta por la región, entonces sería mejor coger algún hotel en la periferia, donde aparcar es más sencillo y económico. Sólo tienes que fijarte en que tenga alguna parada de tren cerca, para poder ir fácilmente a los puntos que más te interesen.
Otra opción es dormir en Bad Canstatt, donde está el museo de Mercedes, hay ambiente, muchos restaurantes y está bien comunicado.
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Nos gusta mucho sacar fotografías en nuestros viajes. Para ello llevamos la cámara Nikon D3400 con objetivo Tamron 18-200. En los viajes largos llevamos también nuestra antigua cámara, la Canon Powershot G5x, por si tenemos problemas con la primera. Además, esta sigue siendo nuestra primera opción si vamos a la montaña, pues es pequeña y ligera. Siempre llevamos varias tarjetas de memoria. La mochila que usamos para llevar las cámaras es esta.
Nuestra guías favoritas para preparar nuestro viajes son la DK y la Lonely Planet. Además nos encantan los libros de Kunth, que siempre proponen muy buenas rutas y las fotos invitan a viajar. El problema es que son en alemán.
Pues me han entrado ganas de volver, porque me doy cuenta de que me he perdido muchas cosas en visitas anteriores. Como siempre, ¡súper completo!
Como siempre, muchas gracias por el comentario :). Y la próxima vez que vayas a una ciudad alemana, preguntamé 🙂
Cierto 😅. O mejor voy contigo 😂. 🤗