Vista de Gijón desde el muro

5 buenas razones para visitar Gijón y no querer irte

Gijón atrae a la gente con su preciosa costa, sus grandes playas y su sabrosa gastronomía. Una ciudad de la que no te puedes ir sin pasear por su antiguo barrio de pescadores, disfrutar del mar Cantábrico desde alguno de sus miradores o ver atardecer descansando en una de sus playas. Una ciudad en la que te costará decidir en qué restaurante comer o en que pastelería endulzar tu visita. ¿Nos acompañas?

Collage 8 fotos Gijón

Gijón, Xixón en asturiano, se encuentra en el Principado de Asturias, a unos 28 km de Oviedo, la capital de la comunidad. Sin embargo, Gijón es su ciudad más grande.

Habitada por astures, romanos y musulmanes (durante menos de 10 años), fue reconquistada en el año 722, tras la victoria de las tropas astures en la batalla de Covadonga. Estas fueron lideradas por Pelayo, quien se convertiría en el primer rey del reino de Asturias.

Gracias a su puerto, Gijón fue desarrollándose y expandiéndose, especialmente en el s. XVIII. Fue entonces cuando nació uno de sus habitantes más célebres, Gaspar Melchor de Jovellanos. En el s. XIX, la ciudad experimentó un gran desarrollo gracias a la industrialización. Áreas como la minería, la siderurgia o el sector naval jugaron un papel importante para que Gijón se convirtiera en una destacada ciudad industrial. Pero en las últimas décadas del s. XX, la crisis de estas industrias llevó al cierre de un gran número de empresas. Tuvo entonces lugar la reconversión de Gijón, que se fue desindustrializando dando paso a la ciudad que conocemos hoy en día.

Gijón destacó también como lugar de vacaciones gracias a sus playas. De hecho, la familia real española disfrutó de sus aguas durante sus descansos de verano. Y monarcas como Isabel II, Alfonso XII y Alfonso XIII se bañaron en estas aguas del mar cantábrico.

En este post te contamos cinco estupendas razones para visitar esta ciudad, que nos parece una escapada perfecta de fin de semana.

Al final incluimos un mapa con todos los lugares de los que hablamos, para que te hagas una mejor idea de la ciudad.

1. Conocer su casco histórico y sus áreas más interesantes

Gijón no destaca por sus numerosos puntos de interés o por sus edificios emblemáticos. Gijón destaca por su costa y por su ambiente. Pero eso no quita que merezca la pena pasear por sus calles para descubrir ciertos lugares que, seguro, te van a gustar.

Una buena manera de conocer la ciudad es unirte a este free tour por Gijón o a esta visita guiada por Gijón. En ambas conocerás los puntos más importantes de la ciudad y aprenderás sobre su historia, sólo tienes que elegir la que más te interese. Si sois un grupo, igual os interesa este tour privado por Gijón.

En tu visita a Gijón no puedes dejar de conocer su parte más antigua, Cimadevilla, donde, en el s. I d.C, se desarrolló un asentamiento romano. Se encuentra en el cerro de Santa Catalina, una península que separa el antiguo puerto de la ciudad de la playa de San Lorenzo.

Piérdete por este antiguo barrio de pescadores recorriendo sus calles con casas de baja altura, antiguas casonas, numerosas plazas y donde todavía puede sentirse su aire marinero. Si te cansas, no te preocupes, porque hay muchísimos bares, restaurantes y sidrerías.

Al ser el casco antiguo de Gijón, presenta los principales puntos de interés. 

Aquí puedes rememorar el pasado romano de la ciudad viendo los restos de la muralla y visitando las termas. 

La muralla romana fue construida alrededor del s. III-IV y se mantuvo en uso hasta 1395, cuando la ciudad fue destruida durante un asedio. Los restos se redescubrieron en 1982 y hoy se puede ver además una reconstrucción parcial de estas en ladrillo.

Las termas romanas se encuentran en lo que se conoce como Campo Valdés, donde hay una estatua de Octavio Augusto, conquistador de estas tierras. Se comenzaron a construir en el s. I y fueron redescubiertas en 1903, mientras se realizaban trabajos de alcantarillado. Abre de 9.30 a 14.00 y de 17.00 a 19.30. Fines de semana y festivos abre a las 10.00. Cierran los lunes. La visita es gratuita.

En el s. XV se construyó en este lugar, sobre las termas, la iglesia de San Pedro, que fue destruida durante la Guerra Civil. El edificio actual data de mediados del s. XX y es una de las imágenes más conocidas de Gijón gracias a su localización junto al mar, en uno de los extremos de la playa de San Lorenzo.

Otro punto que recuerda al Gijón romano es el edificio de la tabacalera, un antiguo convento de las agustinas recoletas que, tras su desamortización, fue utilizado como fábrica de tabaco. Esta cerró en 2002. En unas excavaciones llevadas a cabo en el s. XXI, se encontró un antiguo aljibe romano de los s. III-IV en su interior. El edificio está actualmente en obras, pero en un futuro será un centro de exposiciones. Se encuentra en la plaza del periodista Arturo Arias, un buen lugar para tomarse algo en alguno de sus numerosos locales.

En Cimadevilla también puedes descubrir varios lugares relacionados con uno de los ciudadanos más emblemáticos de Gijón, el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos, que nació aquí el 5 de enero de 1744. Así, puedes entrar en su casa natal, una casa-palacio de finales del s. XV que alberga algunos de sus objetos personales y que expone cuadros de pintores asturianos de los s. XIX y XX y de artistas europeos. En la última planta se encuentra el bello retablo del mar, hecho en madera por Sebastián Miranda. En él se muestra, con mucho detalle, la subasta de pescado en la antigua Rula. La entrada es gratuita y cierra los lunes. Abre de 9.30 a 14.00 y de 17.00 a 19.30. Fines de semana y festivos abre a las 10.00.

También puedes visitar su tumba entrando en la capilla de los Remedios, anexa a la casa. 

Una manera de recorrer Gijón es seguir el paseo con Jovellanos, una ruta que te llevará por puntos importantes de la ciudad que están indicados por losas redondas con los planes que este polifacético personaje tenía para esta villa.  

Para conocer esta zona de Gijón un poco mejor, puedes unirte a este tour por Cimadevilla y el puerto de Gijón.

Puedes salir de Cimadevilla por los soportales de la plaza Mayor, donde está el ayuntamiento y varios restaurantes. En esta plaza de pequeño tamaño se encuentra el hotel Asturias, que aparece en la película Volver a empezar de Garci, primer largometraje español en ganar un Oscar.

Una de sus salidas da a Campo Valdés, con las termas y la iglesia de San Pedro. Y otra te llevará a uno de los rincones más bonitos de la ciudad, la plaza del marqués, donde te encontrarás con la estatua de Don Pelayo. El primer rey de Asturias lleva en su mano la cruz de la Victoria, símbolo del Principado y cuyo original puedes ver en la catedral de Oviedo. Según cuenta la tradición, Pelayo llevaba esta cruz en la batalla de Covadonga.

Don Pelayo se encuentra frente al bonito palacio de Revillagigedo, que está unido a la colegiata de San Juan. El edificio data de principios del s. XVIII y fue construido por el primer marqués de San Esteban. Aunque te parezca simétrico, igual te interesa saber que una de las torres es mucho más antigua que la otra, puesto que data del s. XV (la derecha según miras la fachada). Es un centro de exposiciones que abre sólo cuando se organiza alguna.  

Frente al palacio se encuentra el pozo de la Barquera, donde, en los s. XVI – XVIII, se hacía pública la elección de los cargos del concejo.

Junto a la colegiata de San Juan está la oficina de turismo, en la casa Paquet, un bonito edificio de principios del s. XX.

La estatua de Don Pelayo está mirando hacia el puerto deportivo y hacia los numerosos veleros que están allí amarrados.

Si te da envidia ver los numerosos barcos, no te preocupes, porque puedes subirte en uno de ellos uniéndote a este paseo en barco por la bahía de Gijón. Y si tienes título de navegación, puedes alquilar un barco sin patrón para pasar un buen rato descubriendo la costa gijonesa. Que no tienes título, pues alquilas un barco con patrón.

En donde hoy está el puerto deportivo, conocido como el muelle, siempre ha estado el puerto de la ciudad. De hecho, durante la época romana, en la plaza del Marqués había una fábrica de salazones. El puerto perdió su importancia comercial con la crisis industrial de finales del s. XX. Es entonces cuando se convierte en lo que se ve hoy día, un área muy agradable para pasear con variedad de locales e instalaciones deportivas.

En este hay dos esculturas que atraen a los visitantes. Una es el árbol de la sidra, realizada con más de 3000 botellas de sidra asturiana recicladas, y la otra es la conocida como las Letronas, que difícilmente las encontrarás sin gente, puesto que todo el mundo quiere una foto con el nombre de Gijón.

La calle peatonal que empieza muy cerca de las Letronas, la calle Corrida, es una de las zonas comerciales más transitadas de la ciudad. Merece la pena pasear por ella fijándose en sus elegantes edificios de diferentes estilos. Esta te llevará al mercado del Sur y al paseo de Begoña, que es una gran zona peatonal con numerosas cafeterías, zonas verdes, columpios y un carrusel para niños. Un rincón muy bonito de esta zona son los Campinos, formado por una pérgola de azulejos con estanques, situado frente a la iglesia de San Lorenzo.

En este paseo verás siempre a muchos gijoneses, ya sea caminando, sentados en los bancos o disfrutando de alguna de sus terrazas. De hecho, aquí está uno de los cafés más antiguos de Gijón, el café Dindurra, al que merece que entres para ver su decoración art decó. Sus orígenes se remontan al teatro Dindurra, de finales del s. XIX, que enseguida incorporó este café. El teatro no sobrevivió a los bombardeos de la  Guerra Civil, pero el café si. El teatro se reconstruyó y hoy es el teatro Jovellanos.

Si te interesa esta parte de la historia, puede que quieras unirte a este tour de la Guerra Civil por Gijón.

Te puede llamar la atención la relevancia que tiene la Virgen de Begoña en esta ciudad, tanto que da nombre a una de sus calles más importantes. De hecho hay gente que piensa que es la patrona de Gijón, aunque en realidad sea la Virgen de Contrueces. El hecho de que la patrona de Vizcaya sea tan importante en Gijón se remonta, según la tradición, a mediados del s. XVII, cuando unos marineros vizcaínos, en medio de una tormenta, prometieron construir a su Amatxu una capilla si salían de esa peligrosa situación. Así llegaron a Gijón y construyeron una capilla, que ya no existe, aunque sí que hay en la zona una iglesia de Begoña de finales del s. XIX.

Paseando por la ciudad fíjate en los numerosos edificios antiguos que tienen fachadas de azulejos o detalles en este material. Estos, además de embellecer las casas, son muy prácticos al limpiarse fácilmente.

Si viajas con niños o te gusta mucho el futbol, igual quieres pasear por el parque de Isabel la Católica. Este es el espacio verde más bonito de la ciudad, con una amplia zona de juegos y muy cerca del Molinón, el estadio donde juega el Sporting de Gijón. Aquí también está el parador de la ciudad, que se encuentra en un viejo molino. El parque está en uno de los extremos de la playa de San Lorenzo, cerca de la desembocadura del río Piles.

Si visitas Gijón en Navidad, estamos seguros de que te va a sorprender su iluminación. Prácticamente todas las calles del centro están decoradas, así como sus plazas y monumentos más representativos. Además, hay una amplia oferta de ocio para los más pequeños.

Si este paseo por el centro te ha sabido a poco, entonces igual te interesa este free tour de los misterios y leyendas de Gijón, donde aprenderás curiosidades de la ciudad y conocerás algunos personajes de la mitología asturiana. También puedes decantarte por hacer este tour por el Gijón modernista.

Otro de los lugares que no te puedes perder en tu visita a Gijón es la Universidad Laboral. Esta se encuentra en las afueras, a unos 5 km del centro, por lo que tendrás que llegar en coche, hay un aparcamiento a la entrada; en taxi, el viaje cuesta unos 10 € o en autobús, líneas 1, 2, 18 y E71. También puedes llegar en bicicleta, una buena opción para conocer esta ciudad, puesto que cuenta con un gran número de carriles bici. Otra manera es utilizar el autobús turístico de Gijón, que hace paradas en los puntos más relevantes, incluida la Laboral.

La Universidad Laboral se construyó a mediados del s. XX, cuando un accidente en una mina da la idea de construir un internado para dar educación a los huérfanos de victimas de accidentes laborales. Sin embargo, durante su construcción surgió el plan de las Universidades Laborales. Estas estaban orientadas a la formación de los hijos de trabajadores y estuvieron en funcionamiento desde 1955 a 1989. En España hubo 21 sedes y la de Gijón fue la primera de ellas. En la década de 1980 fue abandonada y no se recuperó hasta los primeros años del s. XXI, con el programa Laboral, ciudad de la cultura. Hoy alberga diversas instituciones, entre ellas un centro de Formación Profesional y la sede de radiotelevisión del principado de Asturias.

La visita a la Laboral es muy recomendable, ya no sólo por conocer sus edificios, sino por aprender sobre su historia y desarrollo. Esta se divide en: parte exterior, donde su gran plaza, de dimensiones similares a la de San Marcos de Venecia, te sorprenderá, y sus jardines, basados en los del Generalife, te permitirán relajarte un rato; parte interior, donde visitarás su gran capilla de planta elíptica, su teatro, con una buenísima acústica, y algunas de sus salas, algunas de ellas decoradas con bellos azulejos de Talavera de la Reina pintados a mano; y la torre, la más alta de Asturias, a la que puedes subir para disfrutar de unas maravillosas vistas del complejo de la Universidad y de sus alrededores, con la ciudad de Gijón, los montes y el mar. Tranquilo, se sube en ascensor.

La parte exterior se puede visitar por libre y de manera gratuita, pero para conocer sus diferentes salas, disfrutar de las vistas y aprender sobre su historia tienes que comprar entrada. 

Puedes aprovechar el viaje y visitar también el jardín botánico Atlántico, que se encuentra junto a la Laboral.

Existen entradas que combinan la visita a la Laboral y al jardín botánico. Así como entradas para subir sólo a la torre. Los tickets se pueden comprar directamente en la caja, pero si quieres asegurarte una plaza, mejor que las reserves por adelantado de manera online. Eso sí, que sepas que se aplica una tasa de 1€ por reservarlas online. Para más información, visita su página web.

Si te está gustando este post y nos quieres ayudar con nuestro proyecto de viajando de incognito, entonces reserva desde aquí la visita guiada por la Universidad Laboral.

2. Recorrer sus paseos por la costa

Si algo tiene Gijón son paseos a la orilla del mar, que siempre están llenos de gente, ya sea paseando, corriendo o sacando a pasear a sus perros. De hecho, sus vecinos de Oviedo, los carbayones, llaman a los gijoneses los del «culo moyáu» (culo mojado).

Así que después de una copiosa comida, no hay nada mejor que recorrer alguno de estos paseos con vistas preciosas al mar cantábrico.

– El paseo del muro, que va paralelo a la playa de San Lorenzo durante unos 2 km.

Podrás bajar a la arena cuando quieras usando alguna de sus 16 escaleras. La más conocida es la escalerona, punto de encuentro para los gijoneses, que, como verás, definen todo a lo grande.

Cerca de estas puedes visitar la ciudadela de Celestino Soler, que te permitirá entender cómo vivía la clase obrera más pobre en el s. XIX. Las ciudadelas eran hileras de casas unifamiliares de pequeño tamaño que compartían servicios. Se construían en los patios interiores de los edificios, tras callejones, para que no fueran visibles. La que hoy es un museo fue construida en el último cuarto del s. XIX y estuvo habitada hasta finales del s. XX.

Si no estás cansado del paseo por el muro, una vez llegas a la iglesia de San Pedro, puedes continuar hasta llegar al parque de Santa Catalina. Aquí, en lo alto del cerro de Santa Catalina, en lo más alto de Cimadevilla, se alza orgulloso desde 1990 el Elogio del horizonte, una escultura hecha de hormigón por Eduardo Chillida. Mide unos 10 m de altura y pesa unas 500 toneladas y si te pones en su centro podrás oír claramente  el ruido de las olas del mar rompiendo allá abajo. Por su forma es conocida popularmente como el váter de King Kong. Esta integrado en una antiguo fuerte que le da al lugar un aire todavía más especial. Y es que en esta zona se encuentra la batería de Santa Catalina

Ten cuidado al acercarte al precipicio, pues no hay ninguna barandilla de seguridad. 

Este es un buen lugar para disfrutar del atardecer, con unas vistas espectaculares. De hecho siempre hay gente paseando y descansando en este parque, donde hay también un skatepark.

– Si te apetece caminar, te recomendamos el camino litoral de San Lorenzo, que en unos 6 km, recorre el camino de la costa, que va desde Campo Valdés hasta el mirador de la Providencia, desde donde tienes unas vistas preciosas de la bahía de Gijón. El paseo es muy agradable y está decorado con varias esculturas de temas diferentes. Además, pasas por pequeñas playas más alejadas como la del Cervigón o Rinconín y la de Peñarrubia.

Si no tienes tiempo para hacerlo entero, puedes llegar solo hasta el expresivo monumento de la madre del emigrante, dedicado a todos los gijoneses que tuvieron que emigrar en busca de un futuro mejor, la mayoría por mar, como no podía ser de otra forma, y a sus familiares, que iban a despedirlos al puerto. Se la conoce como la Loca del Rinconín, por su aspecto y por donde está localizada.

Otra manera de conocer esta zona es unirse a este senderismo por la costa de Gijón.

– También puedes optar por hacer el camino que va del puerto deportivo hasta la playa de Poniente. Aquí se encuentra el acuario de Gijón, una visita muy recomendable, especialmente si viajas con niños. Muy cerca está el museo del ferrocarril, en la antigua estación del Norte.

3. Disfrutar de sus playas

En Gijón hay tres playas principales, la de San Lorenzo, la de Poniente y la del Arbeyal. Y, como ya sabemos, la ciudad se encuentra en una bahía dividida por el Cerro de Santa Catalina, lo que es Cimadevilla. Esta separa la playa de San Lorenzo en el este, de las playas de Poniente y Arbeyal en el oeste.

En las playas de Gijón vas a ver gente bañándose haga el tiempo que haga. Los bañistas conviven con los surfistas todo el año y con los perros en invierno.

La playa de san Lorenzo se encuentra en pleno centro de Gijón y es la principal y más conocida de la ciudad. Si estás por el paseo del Muro y no la ves, ten paciencia, puesto que ésta desaparece con la marea alta y no aparece hasta horas después, cuando baja. Así, la playa tiene un gran tamaño, unos 1,5 km de largo, pero su anchura depende mucho de la gran amplitud de las mareas que se producen.

La playa de Poniente es una playa artificial que fue inaugurada en 1995 para regenerar espacios afectados por la industrialización de la ciudad. Está limitada por el puerto deportivo y el barrio de Natahoyo, un barrio de origen obrero.

Es una zona que se nota se ha reconvertido en los últimos años y donde se han dejado elementos del pasado industrial de la ciudad, como la chimenea de la Fábrica de Vidrios de Gijón y los antiguos astilleros, donde está el acuario.

Antiguamente por esta zona estaba la playa del Pando, donde Isabel II tomó baños de olas y que desapareció a causa de la industrialización. Tras su desaparición, el uso turístico se traslado a la playa de San Lorenzo, que llegó a tener hasta 4 balnearios.

La playa del Arbeyal se encuentra más allá de la de Poniente, entre dos barrios obreros. Esta se recuperó tras la desindustrialización de la zona.

Gijón y sus playas son buenas para practicar deportes acuáticos. Una buena muestra son las múltiples actividades que se ofertan. Por eso, si eres de los que no les gusta descansar en una tumbona o en una toalla, estás de suerte. Aquí te dejamos algunas opciones.

4. Probar su gastronomía

Un viaje a Gijón no está completo si no pruebas su comida tradicional. Da igual si te gustan más los platos salados o los dulces, si eres de platos de cuchara, de comer carne o pescado, porque aquí hay para todos los gustos. Es bueno que sepas que en Asturias se come mucho y las raciones suelen ser muy generosas, así que pide media ración, si te lo permiten, o comparte el plato. Porque si no, vas a “acabar fartuco”.

Gijón está lleno de restaurantes, sidrerías, bares, cafeterías, pastelerías y tiendas de delicatesen y productos tradicionales. Estos locales te van a atraer con sus escaparates y estilo y te va a resultar difícil decidir donde no entrar.

El plato más conocido de la comida asturiana es la fabada. Este es un guiso a base de alubia blanca, fabes en asturiano, que se acompaña del compango, productos provenientes del cerdo, como morcilla asturiana, chorizo o tocino. Es un plato pesado, así que, si lo pides, seguramente te notes algo pesado por la tarde. Otro plato de cuchara es el pote asturiano, donde las alubias se acompañan además de berza y patata.

Un entrante, también bastante pesado, son los tortos. Estos son tortas elaboradas con harina de maíz y fritas. Lo que los hace deliciosos es el acompañamiento que llevan. Uno muy típico es picadillo, que puede llevar huevo frito. Pero los hay de todo tipo, con queso, verduras, morcilla… Otro entrante muy típico es el chorizo a la sidra, que está buenísimo. 

Como ciudad costera que es, Gijón tiene gran variedad de pescados y marisco. Por eso no puedes irte de aquí sin probar alguno de estos platos. 

Cuando pases por las sidrerías verás los viveros donde se encuentran centollos, nécoras, bogavantes o bueyes de mar. Un marisco que nos encanta y que sólo hemos comido aquí es el oricio o erizo de mar. Que no te engañe su aspecto, están buenísimos. Eso sí, tienes que visitar Gijón en la época apropiada, entre enero y marzo. Si no vienes en época de oricios, o no te atreves a pedirlos, puedes probar el paté de oricios que se vende en muchas tiendas. Gijón es también un buen lugar para comer pulpo, calamares o lapas. Otro plato a base de pescado que está muy bueno es el pastel de cabracho.

Te dejamos aquí una lista de nombres en asturiano que te va a venir bien a la hora de entender las cartas. Así las nécoras son andaricas, el buey de mar es ñocla, el bogavante es bugre y las lapas son llámpares. El rape es pixín y las sardinas pequeñas parrochas.

Pasando a la carne, el plato más conocido, gracias a su gran tamaño, es el cachopo. Este son dos filetes de ternera entre los que se pone queso y jamón. Todo ello empanado y frito. No dudes en compartir este plato.

Otro plato bastante común son los escalopines al cabrales, cuya salsa es una delicia y estamos seguros de que no vas a dejar ni gota en el plato.

Porque Asturias puede presumir de muchas cosas y una de ellas son sus incontables quesos. Y es que en esta comunidad se producen más de 40 variedades, de leche cruda o pasteurizada, duros o blandos, de oveja o de cabra. Los puedes comer como entrante, como postre o como acompañamiento para tus platos. Si como nosotros eres un amante de los quesos, este es tu paraíso. Pide una tabla variada y encuentra tu favorito. El nuestro es el de la Peral.

Algunos que te recomendamos probar es el ahumado de Pria, el Afuega´l Pitu, la peral, el tres leches, el de Gamonéu o el de Vidiago. Y por supuesto, su más famoso: el queso de Cabrales

Si quieres saber más sobre uno de los productos más conocido de Asturias, puedes unirte a este tour del queso de Cabrales.

Y si eres de los que siempre dejas un hueco para el postre, también estás de suerte. No puedes irte sin probar los frixuelos, parecidos a los crepes, el arroz con leche, con o sin leche requemada, las casadielles, un dulce con nuez y, aunque sean típicos de la ciudad de Oviedo, los carbayones.

Además, la enorme cantidad de cafeterías y pastelerías que hay en la ciudad te permite probar numerosas delicias dulces. Y si no nos crees, échale un ojo al bono Gijón goloso.

5. La sidra

Y es que esta bebida a base de zumo de manzana se merece un apartado propio. Toda Asturias es conocida por esta bebida, que, además de estar buena, se caracteriza por su típica forma de servir. No puedes irte de Gijón, o de Asturias, sin probarla. 

La sidra se pide por botellas y luego se sirven los culines. Una botella puede dar para unos 6 tragos, aunque esto dependerá del tamaño de estos. Ahora, con lo higiénicos que nos hemos vuelto, te darán un vaso por persona, pero tradicionalmente se daba uno por grupo pequeño.

Los mejores lugares para probarla son las sidrerías o chigres, donde los camareros te la escanciarán perfectamente. Una vez te den el vaso con el culín de sidra, te la tienes que tomar de un solo trago. A ver, no te atragantes, tómatela con calma, pero sin pausa y sin posar el vaso en la mesa. Así disfrutarás de todo su sabor. 

Un consejo, ten cuidado, porque como se bebe a tragos cortos, parece que no bebes mucho, pero al final, cuando ves el número de botellas acumuladas a tu alrededor o en tu mesa, te das cuenta de que has bebido bastante más de lo que pensabas.

A veces no te escanciaran la sidra, sino que te darán un escanciador automático. Estos son muy cómodos, el culín es siempre del mismo tamaño y te lo sirves tú mismo cuando te apetece.

Para entender mejor el mundo de la sidra, lo mejor es visitar un llagar, lugar donde se elabora la sidra, para que te cuenten sobre su historia, su elaboración y el porqué de su forma de servir. Aquí te dejamos una posibilidad, Visita al llagar sidra JR.

Ahora encontrarás, además de la sidra, un montón de productos a base de esta. Así, que ya ves, algo más que apuntar a la lista de cosas que probar.

Aquí dejamos el mapa con las localizaciones de los lugares de los que hemos escrito.

Mapa con los lugares más interesantes de Gijón

¿Cuánto tiempo necesitas para ver Gijón? 

Un día es tiempo razonable para conocer esta ciudad a orillas del mar Cantábrico. Puedes comenzar visitando la ciudad, disfrutar de una rica comida en alguna de las sidrerías de Cimadevilla y bajarla recorriendo alguno de sus paseos costeros.

Sin embargo, siempre puedes pasar más tiempo en Gijón, puesto que es un buen lugar para hacer base y conocer esta zona, que tiene muchos puntos de interés, entre otros la bonita ciudad de Oviedo, a unos 30 km, la ciudad de Avilés y el moderno Centro Niemeyer a unos 30 km, los preciosos pueblos costeros de Lastres, a unos 40 km, y Cudillero, a unos 50 km, o Covadonga, con el santuario de la Santina y el increíble paisaje de los lagos, todo ello a menos de 100 km.

De hecho, desde Gijón se ofertan excursiones de un día a muchos de estos destinos.

Excursión a Covadonga, donde se visita el santuario, los lagos y Cangas de Onís.

Excursión a Avilés, Cudillero y Luarca, en esta última localidad nació Severo Ochoa.

Excursión al Parque Natural de Somiedo.

Excursión a Ribadesella y Lastres, donde también se visita el pueblo marinero de Tazones.

Cómo llegar

A Gijón puedes llegar en coche. Para aparcar te recomendamos que lo hagas en un parking, pues encontrar plazas libres gratuitas no es fácil. Aunque siempre puedes irte a los barrios alrededor del centro y probar suerte.

Por supuesto que puedes llegar en tren o en autobús. Ambas estaciones se encuentran por la zona de Poniente, una cerca de la otra. La de autobús se conoce como la de ALSA, pues todos los autobuses que llegan son de esta compañía, que fue fundada en Luarca, una población asturiana a unos 90 km de Gijón. ALSA es el acrónimo de automóviles de Luarca SA.

Y también puedes llegar en avión. El aeropuerto más cercano es el de Asturias, que se encuentra a unos 40 km de Gijón.

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Desde el aeropuerto puedes llegar a Gijón en taxi. El viaje dura una media hora, dependiendo del tráfico, y cuesta algo más de 50 €, aunque hay que tener en cuenta que las tarifas pueden cambiar según las horas del día. También puedes reservar traslado privado, con el que alguien te estará esperando a tu llegada. 

La opción más económica es el autobús. Este cubre el trayecto aeropuerto- Avilés- Gijón- Oviedo y sale todos los días entre las 8:00 y las 00:00. La frecuencia es casi cada hora y el trayecto hasta Gijón es de unos 50 min. El billete cuesta 9€. La parada del autobús se encuentra en la terminal de pasajeros en la planta 0. 

Dónde dormir

La oferta hotelera de Gijón es muy amplia, por lo que no te va a ser difícil encontrar algo que se ajuste a lo que buscas

El tamaño de la ciudad es perfecto para conocerla a pie, por eso cualquier zona del centro, donde están la mayoría de los hoteles, es buena para alojarse. Además, hay restaurantes y cafeterías en todas partes. Algunos hoteles están en línea de playa, por lo que tienen muy buenas vistas. 

Como ves, la opción es amplia y todo dependerá de tu presupuesto e intereses. Para encontrar las mejores ofertas en hoteles, nosotros usamos Skyscanner.

El tiempo en Gijón

El tiempo en Gijón es tradicionalmente fresco, sin alcanzar temperaturas muy altas. Además, es frecuente que llueva. Así que no es mala idea llevar un chubasquero o un paraguas. Eso si, haga el tiempo que haga verás gente recorriendo sus paseos marítimos y bañándose en las playas. Por eso, si eres tan valiente como los gijoneses, que no se te olvide tampoco tu traje de baño.

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Nos gusta mucho sacar fotografías en nuestros viajes. Para ello llevamos la cámara Nikon D3400 con objetivo Tamron 18-200. En los viajes largos llevamos también nuestra antigua cámara, la Canon Powershot G5x, por si tenemos problemas con la primera. Además, esta sigue siendo nuestra primera opción si vamos a la montaña, pues es pequeña y ligera. Siempre llevamos varias tarjetas de memoria. La mochila que usamos para llevar las cámaras es esta.

Nuestra guías favoritas para preparar nuestro viajes son la DK y la Lonely Planet.

8 comentarios en “5 buenas razones para visitar Gijón y no querer irte”

  1. Después de conocer un poco Gijon me parece estupendo el reportaje. Espero volver para poder aprovechar sus sugerencias. Las fotos preciosas.

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