Pamukkale es uno de los lugares más visitados de Turquía gracias a sus aguas termales, que han modelado un fascinante paisaje de piscinas escalonadas de color blanco y cascadas petrificadas. También fueron el motivo de la fundación de la antigua ciudad grecorromana de Hierápolis. Además, sus alrededores esconden lugares de gran interés, como las antiguas ciudades de Laodicea y Afrodisias ¿Nos acompañas?
Pamukkale es una localidad muy conocida por sus aguas termales y sus terrazas de travertino. De hecho, esta zona ha sido considerado un spa desde, al menos, el S. II a. C. Además, desde 1988, forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
A día de hoy, es una de las principales atracciones turísticas de Turquía, lo que significa que recibe a un montón de gente que quiere conocer ese lugar paradisiaco que se muestra en tantas fotos de redes sociales.
Sin embargo, tenemos que decirte que esas fotos no son del todo reales, porque ni quedan tantas piscinas con esa preciosa agua de color azul, ni vas a poder hacer una foto sin gente a tu alrededor. Además, está prohibido entrar en muchas de las piscinas, de hecho, sólo puedes entrar en un área habilitada para que los visitantes puedan disfrutar de las aguas termales.
Si vas sabiendo todo esto, no te sentirás decepcionado y disfrutarás mucho de la visita a esta maravilla natural.
Consejo: No siempre es fácil encontrar los precios y horarios actualizados de las atracciones turcas. Por ello te recomendamos descargarte la Turkey museum app o visitar esta página oficial de los museos de Turquía.
Índice
Cómo llegar a Pamukkale
Pamukkale se encuentra al sudoeste de Turquía, en la provincia de Denizli. El aeropuerto más cercano es el de la ciudad de Denizili, que se encuentra a unos 70 km de distancia.
Para encontrar el vuelo que mejor se ajuste a tus fechas y presupuesto te recomendamos entrar en Skyscanner.
Otra opción para llegar hasta aquí es el autobús o el coche de alquiler, que es como nosotros llegamos desde Bodrum, a unos 250 km de distancia.
Debido a que Pamukkale no está cerca de ninguna otra atracción turística importante, una manera cómoda de llegar es unirse a una excursión organizada. Además, al ser un lugar tan popular, las hay desde numerosos lugares de Turquía, como Antalya, Esmirna, Éfeso, Kusadasi, Fethiye, Göcek, Bodrum, Marmaris o Estambul.
Por otro lado, la visita a Pamukkale suele estar incluida en los viajes de varios días alrededor de Turquía, como en este de 7 días por Turquía, o este de 6 días por Turquía.
Historia de Pamukkale y Hierápolis
La antigua ciudad helenística de Hierápolis fue fundada en el S. II a.C por Eumenes II, rey de Pérgamo, como un balneario, gracias a sus numerosas fuentes termales. En el 133 a. C., pasó a ser parte de la provincia romana de Asia.
Debido a la alta actividad sísmica de la zona, Hierápolis fue destruida varias veces a causa de los terremotos. En el año 60, uno muy severo dejó la ciudad en ruinas, por lo que se reconstruyó en estilo romano, alcanzando su forma actual. Tras esto, en los S. II y III d. C, la ciudad alcanzó su periodo de mayor importancia como un centro de relax para los nobles romanos, que acudían a ella en busca de sus aguas termales y sus beneficios terapéuticos.
Además, la ciudad se convirtió en un importante centro para el cristianismo. De hecho, se cree que es el lugar del martirio de San Felipe en el año 80 d.C.
Durante el período bizantino, Hierápolis continuó floreciendo, pero, a principios del S. VII, fue devastada por otro terremoto.
En el S. XII, el área quedó bajo el control turco, pero cayó en manos de los cruzados bajo el mando de Federico Barbarroja a finales de siglo. Poco después, Hierápolis fue abandonada.
En el S. XIV, un gran terremoto derribó los restos de la antigua ciudad, que fueron cubiertos progresivamente por piedra caliza.
Hierápolis fue excavada por primera vez en 1887, aunque fue a mediados del S. XX cuando se comenzó a excavar de manera continuada.
Por otro lado, Pamukkale significa en turco castillo de algodón, haciendo referencia a sus características formaciones naturales de color blanco. Estas se encuentran a los pies del sitio arqueológico de Hierápolis, que se encuentra en lo alto de la actual localidad de Pamukkale.
El origen de las fuentes termales, tan importantes para la historia del lugar, se encuentra en la alta actividad sísmica de la zona. Así, fueron los movimientos tectónicos los que hicieron aparecer las fuentes de agua con un alto porcentaje de calcio. Con el tiempo, formaron las gruesas capas blancas de piedra caliza y travertino que bajan por la ladera de la montaña dando la impresión de cascadas petrificadas. También se formaron terrazas semiesféricas con una capa de agua poco profunda.
Sin embargo, debido al alto número de visitantes, la zona se orientó al turismo y no se controló su conservación. Así, se construyeron hoteles en lo alto del lugar, que, además, usaron las aguas termales para llenar sus piscinas, se acondicionó una rampa de acceso, se vertieron aguas residuales que oscurecieron la piedra blanca y la gente se paseaba con zapatos y se lavaban con jabón en las piscinas.
Como es fácil de imaginar, todo ello estropeó el paisaje y, para intentar recuperar el área, la Unesco llevó a cabo una serie de medidas. Así, desaparecieron los hoteles, la rampa se cubrió de piscinas artificiales, a las cuales puedes acceder sin zapatos, y muchas de las piscinas se vaciaron para que se blanquearan de nuevo al sol, además de prohibir su acceso.
A día de hoy, todavía pueden verse los estragos de este turismo descontrolado.
Cómo visitar Pamukkale/Hierápolis
Información actual sobre la visita a Pamukkale
La entrada incluye la visita a las piscinas naturales y a los restos de la antigua ciudad de Hierápolis. Además, entra en el pase de museos The Aegean. Para más información sobre tarjetas combinadas, te recomendamos leer consejos para viajar a Turquía.
Cuando nosotros fuimos, la entrada al museo arqueológico no estaba incluido en la entrada, pero si en el pase The Aegean. Asimismo, para bañarte en la antigua piscina de Cleopatra, tendrás que comprar una entrada aparte, que, en agosto de 2024, cuesta 340 LT y para los menores de 7 a 12 años 170 LT.
Horarios
En diferentes fuentes hemos encontrado horarios algo diferentes, por eso te recomendamos confirmar en el hotel antes de ir.
Del 1 noviembre al 29 de febrero: La puerta sur abre 7:30 – 18:00, última entrada 17:30. El resto de puertas, así como la piscina de Cleopatra, abre de 8:00 – 18:00.
Del 1 marzo al 1 mayo: La puerta sur abre 6:30 – 20:00, última entrada 19:30. El resto de puertas, así como la piscina de Cleopatra, abre de 8:00 – 20:00. La puerta norte abre de 8:20 – 20:00.
Del 1 junio al 30 septiembre: La puerta sur abre 6:30 – 21:00, última entrada 20:30. El resto de puertas, así como la piscina de Cleopatra, abre de 8:00 – 20:00.
Del 1 octubre al 31 octubre: La puerta sur abre 6:30 – 20:00, última entrada 19:30. El resto de puertas, así como la piscina de Cleopatra, abre de 8:00 – 20:00.
Si, sabemos que no pone horario en el mes de mayo, pero esto es lo que pone en el panfleto de información.
Tiempo necesario para visitar Pamukkale
Puedes visitar Pamukkale en medio día. Así, podrías ver las ruinas de Hierápolis y disfrutar de las piscinas naturales.
De todas formas, pensamos que es una buena idea pasar una noche en Pamukkale, porque de esta manera podrás disfrutar de esta maravilla natural pronto por la mañana o al atardecer.
Porque, como ya hemos dicho, Pamukkale es muy popular. Por ejemplo, cuando nosotros fuimos a primeros de octubre, la zona de las piscinas naturales estaba llena. Por eso, es recomendable ir o muy pronto por la mañana o a la tarde, evitando así los autobuses turísticos.
Además, quedarse a ver atardecer es muy recomendable. Para nosotros el mejor momento fue cuando bajamos por las terrazas de los travertinos con muchos menos visitantes y con la luz del atardecer reflejada en las paredes blancas. Y eso que nosotros no tuvimos un gran atardecer, porque después de comer el día anduvo algo nublado.
Cómo llegar a los travertinos
A Pamukkale/Hierápolis puedes entrar por 3 entradas diferentes, que tienen horarios distintos.
– La puerta Norte, que es la más alejada de las piscinas termales.
Si usas esta entrada, comienzas la visita por la extensa Necrópolis de Hierápolis y pasarás por una zona de terrazas de travertino con tumbas en su interior. Cuando nosotros estuvimos, estaban llenas de agua de un color azul precioso.
Otro punto a favor de esta zona es que vimos muy poca gente, vamos, que estuvimos prácticamente solos. Y no empezamos a ver un número creciente de visitantes hasta que no nos acercamos al teatro y a las terrazas.
Desde esta entrada al teatro hay unos 2 km. Sin embargo, el paseo no se hace pesado gracias al paisaje y a las ruinas de la antigua ciudad. De todas formas, hay un servicio de lanzadera dentro del recinto, que te permite ir de la puerta norte a las piscinas. El servicio funciona de 8:00 a 17:00 y hay cada 30 minutos.
Por otra parte, la puerta norte está a unos 4 km del pueblo. Por eso, nosotros subimos en un dolmus que tomamos en la parada junto a Yildishan hotel. Sin embargo, pregunta en tu hotel cual es la parada que más te conviene. El trayecto duró unos 5 min y nos costó 10 LT por persona (octubre 2022).
También puedes llegar en taxi o en coche. Hay un aparcamiento junto a la puerta, pero esto te obliga a volver por el mismo camino.
– La puerta Sur, que es la más usada por los grupos organizados, pues está muy cerca del teatro y de la piscina de Cleopatra.
Se encuentra a unos 3 km del pueblo. Así, puedes llegar andando, en dolmus, en taxi o en coche. Aquí hay también aparcamiento.
– La puerta Media es la que se encuentra en el pueblo de Pamukkale. Si escoges esta entrada, tienes que atravesar las terrazas de travertino y, para ello, hay que ir descalzo. Es una experiencia curiosa y te recomendamos hacerla, al menos una vez. Si esperas al atardecer, hay muchas probabilidades de que la luz sea preciosa. Ah! el agua de las piscinas no está tan caliente.
Lo que nosotros hicimos fue acercamos en dolmus a la puerta norte y bajar al pueblo por los travertinos, saliendo por la puerta media.
Otra manera de visitar este lugar es unirte a un tour por Pamukkale y Hierápolis, donde te recogen y te dejan en el hotel e incluye la entrada a Pamukkale y un guía.
Consejos para visitar Pamukkale/Hierápolis
– Lleva comida, agua y crema solar. Este es un lugar caluroso y, paseando por las ruinas de Hierápolis o por las piscinas, no hay sombra. Además, la comida que puedes comprar allí ni es la mejor ni la más barata.
– Que no se te olvide el bañador, no vaya a ser que te apetezca darte un baño en la piscina de Cleopatra. Cerca de esta hay cambiadores gratuitos y tiendas de souvenirs, donde podrás comprar trajes de baño y toalla si se te olvidan.
– Lleva una toalla para secarte los pies después de haber disfrutado de las aguas termales.
– Lleva calzado que sea fácil de quitar, pero lo suficientemente resistente para que te deje caminar por la ruinas. Y también una bolsa para meter los zapatos mientras caminas por los travertinos. Si sólo vas a estar un rato en las piscinas, puedes dejar estos a la entrada.
– Ten cuidado al caminar por las terrazas de travertinos. Aunque no es tan resbaladizo como parece, hay zonas que sí lo son. Estas están señalizadas y aun así vimos resbalarse a varias personas.
– Respeta las normas y entra sólo en las piscinas abiertas. Además, hay guardias controlando que la gente no entre en las piscinas que están cerradas por un buen motivo.
Qué ver en Pamukkale
Ciudad antigua de Hierápolis
Hierápolis tiene mucho que ver, como tumbas, templos, el teatro romano, fuentes monumentales o la puerta que se creía era la entrada al inframundo.
Lo más alejado de las piscinas es la extraordinaria y extensa necrópolis, que se extiende a lo largo de 2 kilómetros. Aquí verás tumbas de distintos periodos y de varios tipos, desde sarcófagos y túmulos circulares, a tumbas familiares de gran tamaño. Además, puedes ver sepulturas dentro de las terrazas de travertino.
Pronto llegarás a las ruinas de los baños romanos del S. III d.C, que se encontraban fuera de la ciudad y que, más tarde, en el S. VI, fueron convertidos en iglesia. Y es que era normal en las antiguas ciudades de Anatolia que los baños estuviesen fuera, pues así los visitantes que llegaban podían limpiarse y purificarse antes de entrar. Era también una forma de evitar epidemias.
Y enseguida llegas a la entrada monumental de la antigua ciudad romana, la puerta de Frontinus o arco de Domiciano. Junto a ella están las letrinas de finales del S. I d.C y por esta zona puedes descubrir varias ruinas y perderte por caminos nada transitados para llegar a áreas más alejadas.
Pronto verás el maravilloso teatro romano, que tuvo capacidad para más de 12.000 personas. Se construyó, probablemente, en el periodo del emperador Adriano y fue renovado durante Septimio Severus en el S. III. Aunque no puedes bajar al escenario, la vista desde los asientos más elevados es espectacular.
Cerca del teatro, encima de una pequeña colina, se encuentra el Martirio de San Felipe, una estructura octogonal del S. V, que está situada en el lugar donde se cree que el apóstol fue martirizado y enterrado en el S. I d. C.
Bajo el teatro están los restos del templo de Apolo y del Plutonio, que fue el centro religioso más antiguo de Hierápolis. Y es que, debido a los gases tóxicos que emergían de una fuente termal dentro de una cueva, se consideró este lugar como la entrada al inframundo. A día de hoy, encima de la cueva está representado Plutón, el dios del inframundo, junto a serpientes y al Can Cervero. Estas estatuas son réplicas de unas encontradas aquí.
Museo arqueológico
El pequeño museo se encuentra en los antiguos grandes baños romanos y muestra los restos encontrados durante las excavaciones de la ciudad antigua de Hierápolis y en los alrededores, como en la ciudad de Laodicea. Consta de tres salas, sarcófagos, objetos pequeños y teatro, así como algunos elementos expuestos en el exterior.
La sala que más nos gustó fue la que muestra los hallazgos del teatro, donde se exhiben los relieves que lo decoraban.
Antigua piscina de Cleopatra
La entrada al recinto donde se encuentra la piscina es libre y aquí hay, además de tiendas de souvenirs y de comida rápida, una zona de picnic. Hay también cambiadores gratuitos y taquillas para dejar tus pertenencias, que tenían una fianza de 20 LT en el momento de nuestra visita. No estamos seguros de si puedes usar las taquillas sin comprar entrada para la piscina.
Sin embargo, la entrada a la piscina es de pago y hemos leído que suele estar bastante llena de 11:00 a 16:00, así que es mejor evitar estas horas. Nosotros nos bañamos sobre las dos del mediodía y no había mucha gente, pero era octubre.
Las aguas termales de esta piscina, ricas en minerales, están a unos 36 grados y en el fondo hay fragmentos de columnas, que, aunque le dan un toque diferente, dificulta moverse por ella. Por eso, te aconsejamos que vayas con cuidado, nosotros nos chocamos con varias de ellas. Dicen que provienen de un templo antiguo, aunque nosotros tenemos nuestras dudas de que esto sea cierto. Además, su nombre viene dado porque dicen que Cleopatra nadó en estas aguas.
Sea como fuere, nosotros pasamos un buen rato dentro del agua y nuestra hija también. Así que, aunque no sea una piscina muy grande ni nada super especial, a nosotros nos valió la pena pagar la entrada, pero, por supuesto, no es imprescindible.
Hay un par de fotógrafos que se pasean por el agua preguntando si quieres un recuerdo. Nos parecieron muy simpáticos y nada pesados. Nosotros no solemos hacer estas cosas, pero es que es tan difícil conseguir fotos buenas de los tres, que le dijimos que sí. Fue divertido y consiguió que nuestra hija le hiciera caso y “posase” para las fotos.
– Terrazas de travertinos
Y llegamos a la zona que más gente atrae a Pamukkale: sus piscinas naturales.
En realidad, estas formaciones de color blanco se extienden por un camino muy extenso que recorre el sitio de norte a sur y puedes pasear a lo largo de ellas por un camino de madera. En algunas zonas, verás como la piedra tiene un color más parduzco.
Sin embargo, el área donde más gente hay es en las piscinas donde puedes bañarte. Bueno, lo de bañarse es exagerar un poco, pues estas pozas de agua no suelen tener mucha profundidad, a veces no te llega ni hasta la rodilla.
Al entrar, tienes que descalzarte y puedes dejar los zapatos a la entrada. La mayor parte de la gente se queda en las primeras piscinas, que es donde te encuentras rodeado de gente intentando sacarse su mejor foto. Además, también hay fotógrafos que se pasean ofreciendo un recuerdo aun más especial, pues alquilan alas de ángeles.
Sin embargo, si continuas bajando, podrás disfrutar de estas aguas termales, que no están tan calientes, con algo menos de compañía.
Justo al lado de la entrada a las piscinas hay una cafetería y una tienda.
Mapa con los lugares más interesantes que ver en Pamukkale
- 1. Pueblo de Pamukkale
- 2. Puerta Media
- 3. Puerta Sur
- 4. Puerta Norte
- 5. Necrópolis de Hierápolis
- 6. Terrazas de travertinos
- 7. Piscina antigua de Cleopatra
- 8. Teatro romano de Hierápolis
- 9. Museo arqueológico
Otras actividades que hacer en Pamukkale
Si buscas información sobre qué hacer en Turquía, seguro que encuentras volar en globo en la Capadocia. Pues bien, esta actividad también puedes hacerla aquí, en Pamukkale y, al ser menos popular, a día de hoy, los precios son algo más bajos. El viaje dura también algo menos, unos 35 minutos.
Nosotros vimos los globos sobrevolando los travertinos y las ruinas de Hierápolis desde la ventana de nuestro hotel, así como a gente practicando parapente. Y es que los amantes de la adrenalina pueden sobrevolar este área también de esta manera. Sobrevolar Pamukkale en parapente.
Nosotros volamos en globo en Capadocia y fue una experiencia muy buena. El vuelo lo reservamos a través de GetYourGuide y acabamos muy satisfechos, pues, aunque nuestro vuelo fue cancelado, la compañía se encargó de ponerse en contacto con el proveedor y nos devolvieron el dinero sin ningún problema. Aquí contamos nuestra experiencia volando en globo en la Capadocia.
Sin embargo, si el viaje en globo o hacer parapente te da miedo, existe otra posibilidad para ver la zona desde arriba: volar en girocóptero sobre Pamukkale.
Una actividad más tranquila, completamente diferente y que nada tiene que ver con las formaciones naturales de Pamukkale, es ir a una ceremonia religiosa Sema, donde puedes ver a los derviches giratorios. El precio es bastante más económico que los que vimos en Estambul.
Qué ver en los alrededores de Pamukkale
Pamukkale y Hierápolis, como ya hemos escrito, pueden verse en medio día. Sin embargo, en los alrededores hay un par de lugares que son también muy interesantes
Qué ver en la ciudad antigua de Laodicea
Las ruinas de Laodicea están a unos 12 km al sur de Pamukkale y, aunque puedes llegar en dolmus, nosotros fuimos en coche y aparcamos a la entrada del sitio arqueológico.
Estuvimos algo menos de una hora, pero puedes pasar más tiempo si tomas caminos más alejados.
Información actual sobre la visita a Laodicea
Su entrada está incluida en pases museo como The Aegean.
Historia de Laodicea
La ciudad helenística de Laodicea se fundó en el S. III a. C y su nombre es el de la mujer del fundador, Antíoco II, rey del Imperio seléucida.
En el 133 a.C, pasó a formar parte del Imperio Romano y llegó a desarrollar una gran riqueza gracias a su buena localización en el cruce de dos rutas comerciales. Se sabe que el político y filósofo romano Cicerón pasó un tiempo en esta ciudad alrededor del año 50 a. C.
Laodicea fue el hogar de una importante comunidad durante los primeros años del cristianismo. De hecho, era una de las comunidades de interés del apóstol Pablo. En ella se encontraba también una de las siete iglesias de Asia mencionadas en el Libro de Apocalipsis. De dos de ellas, la de Éfeso y la de Bergama, hemos hablado ya en posts anteriores.
Como ya hemos escrito, esta zona presentaba una alta actividad sísmica y, al igual que Hierápolis, Laodicea fue destruida varias veces a causa de terremotos. Así, fue abandonada después de un gran terremoto a principios del S. VII d.C.
La ciudad comenzó a excavarse de manera sistemática a principios del S. XXI, ya que, anteriormente sólo se habían llevado a cabo pequeños trabajos.
Visita de Laodicea
Paseamos por el sitio arqueológico prácticamente solos y comprendimos la antigua riqueza de la ciudad.
Así, entre sus ruinas verás los restos de dos teatros, que, además, tienen unas vistas geniales a los travertinos de Pamukkale. También puedes visitar la basílica de Laodicea, que fue construida en el S. IV d.C y mantiene algunos mosaicos.
Laodicea se puede visitar dentro de una excursión de tres días, que incluye las Siete iglesias de Asia mencionadas en el Apocalipsis.
Visitar la cueva Kaklik
A unos 40 km al este de Pamukkale se encuentra esta cueva cuya visita te recomendamos.
¿Por qué? porque en ella puedes ver las mismas formaciones que en Pamukkale, pero en el interior de una pequeña caverna.
Dentro, el agua fluye en pequeñas cascadas que llegan a inundar las pasarelas por donde caminas, por lo que es buena idea llevar calzado resistente. La cueva se recorre en muy poco tiempo y el olor te hará saber que las aguas termales contienen azufre.
Nosotros estuvimos totalmente solos. A la salida hay una cafetería y unos columpios. La visita fue gratuita.
Qué ver en la antigua ciudad de Afrodisias
Información actual sobre la visita a Afrodisisas
Su entrada está incluida en el pase The Aegean.
A unos 70 km al suroeste de Pamukkale puedes visitar otras ruinas famosas, las de la antigua ciudad de Afrodisias. Nosotros no fuimos, pues ya estaban cerradas cuando íbamos de Bodrum a Pamukkale. Sin embargo, conserva restos muy interesantesm como el tetrapylon, el Sebasteion o el estadio.
Hay tours que combinan la visita a Pamukakle con la de las ruinas de Afrodisias: Visita a Afrodisias y Pamukkale desde Esmirna o Kusadasi.
También puedes llegra aquí en un tour de dos días por Éfeso, Afrodisias, Laodicea y Sirince.
¿Merece la pena visitar Pamukkale?
Pamukkale no está cerca de los sitios que suelen visitarse y está a unos 600 km de Estambul y de Capadoccia y a unos 200 km de ciudades de la costa turquesa como Esmirna o Antalya. Vamos, que tienes que tomar un desvío para llegar hasta ella.
Dicho esto, creemos que sí merece la pena visitar esta maravilla natural. Nosotros lo pasamos genial y fue un día diferente. Visitamos ruinas interesantes, paseamos por las terrazas de travertino, disfrutamos del blanco paisaje y pasamos un rato divertido en la piscina de Cleopatra.
Sin embargo, no estamos seguros de si merece la pena amoldar un viaje a Turquía sólo para poder visitar Pamukkale. Y es que, ni vas a estar sólo, ni vas a sacar las fotos que ves por redes sociales. Ten en cuenta que, a día de hoy, muchas de las piscinas están vacías y el característico color azul de sus aguas se ve en pocas de ellas y en esas no puedes entrar.
Dónde dormir en Pamukkale
Pamukkale tiene una gran oferta hotelera para todos los presupuestos.
Nosotros pasamos dos noches en el hotel Bellamaritimo, que tiene vistas a los travertinos. La habitación era súper amplia y, como es frecuente, incluía el desayuno turco. Estaba muy bien situado, cerca de una de las paradas del dolmus que lleva a la entrada norte de Hierápolis y a distancia caminando de la puerta media. Además, tenía piscina, que puede ser importante en la temporada de más calor, pero no tenía ascensor. Asimismo, el personal fue muy amable y nos ayudó a organizar nuestra visita.
Otra opción, quizás algo más económica, es dormir en el pueblo cercano de Karahayit, que está a unos 7 km al norte de Pamukkale. Este presenta también aguas termales y formaciones como las de Pamukkale, aunque en este caso en vez de blancas son de color óxido por los minerales del agua.
Nosotros teníamos pensado acercarnos, pero en el hotel nos dijeron que no merecía la pena. No sabemos si es porque el lugar está mal mantenido. Algunas fotos en internet muestran un lugar bastante curioso, pero ya sabemos que las fotos pueden ser engañosas.
Una buena manera de encontrar los mejores alojamientos es entrar en Booking.
Dónde comer en Pamukkale
En la localidad de Pamukkale hay muchos sitios para comer. Lo que no recomendamos es hacerlo dentro del recinto de las fuentes termales. Aquí la comida es más cara y la oferta son hamburguesas, bocadillos, patatas fritas y helados. El restaurante se encuentra junto a la piscina de Cleopatra.
Nosotros compramos unos bocadillos en Hanimeli Gözleme, cerca de la parada del dolmus. En este restaurante tenían más oferta de comida, pero nuestro autobús estaba a punto de llegar y pedimos lo más rápido. Nos los comimos más tarde en un banco con vistas a las terrazas de travertino.
Para cenar fuimos al restaurante As Teras Manti Evi, cuya dueña fue muy amable y el kunefe que tomamos de postre estaba riquísimo, es más, puede ser el mejor que hayamos probado hasta ahora.
Para no equivocarte a la hora de pedir comida, échale un ojo a nuestro post sobre gastronomía turca.
Si quieres más consejos sobre como viajar por Turquía, igual te interesa leer recomendaciones para viajar por libre por este país.
Además, aquí te dejamos nuestros posts sobre Turquía, esperando que te sirvan de ayuda.
– Cómo llegar a Estambul desde el aeropuerto, como moverse por la ciudad: la Istanbulkart.
– Qué ver en Sultanahmet y sus alrededores.
– Qué ver en la zona moderna de la Estambul europea.
– Qué ver en los barrios más tradicionales de Fatih, Fener, Balat y Eyüp.
– Nuestras mezquitas favoritas de Estambul.
– Qué ver en Bodrum y Gümüslük
– Volar en globo en la Capadocia
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Increíbles las ruinas romanas con esos parajes naturales tan maravillosos.
Muchas gracias por compartir estos lugares.
Gracias! La verdad es que es precioso el conjunto de las ruinas de HIerápolis y las piscinas termales. Ojalá se siga cuidando.
Muchas gracias por compartir tan interesante entrada, que buena información!! 😉esta es una visita que siempre nos ha quedado pendiente en nuestros viajes a Turquía. Saludos!! 🙋♂️🙋♀️
Gracias! La verdad es que Pamukkale está algo alejado y no siempre es fácil incluirla en una ruta 🙂